viernes, 6 de octubre de 2023

Peña Rionda y Pico Cerroso. Travesía entre Aleje y Crémenes

Salida: Aleje (Municipio de Crémenes)

Llegada: Crémenes
Distancia: 16.5 km
Duración: 6:00 h (sin paradas)
Subidas Acumuladas: 1220 m
Bajadas Acumuladas: 1170 m
Altura Inicial: 960 m
Altura Máxima: 1838 m
Fecha de realización: 27/09/2023
Dificultad: media
Track de la ruta


Itinerario: Aleje – Minas de Aleje – Puerto Bajero – Tejo Borbonejo – Collado de Tan – Peña Rionda – Collado Argovejo – Pico Cerroso – Collado la Trapa – Camino de la Trapa – Valle de la Trapa – Argovejo – Camino de los Barriales – Puente sobre el Esla – Crémenes.


El autobús del GM Ensidesa de Gijón nos dejó la N-621 justo en el desvío a la cercana aldea de Aleje en el municipio leonés de Crémenes. Cruzamos el pueblo para salir en la zona alta a una pista que se dirige al este ganando altura con rapidez mediante varias revueltas.

Vista atrás de Aleje.

El camino continúa la progresión ahora hacia el norte con la vista puesta en las blancas calizas de Peña Quebrada con sus escarpadas laderas rellenas de encinas. Superado el crestón el camino ancho finaliza donde según parece hubo minas. La senda que le da continuación (N) entra en los Puertos Bajeros desde donde ya podemos ver el Pico Roscas cerrando el horizonte norte mientras que a la izquierda el profundo valle queda interrumpido por el afilado crestón calizo de la Peña de los Corralines.


El camino rodea Peña Quebrada por la izquierda.

Vista atrás de los tejados de Aleje, la aldea de Alejico y la Peña Perico por detrás.

Vemos el final del valle. Al fondo está el Pico Roscas y a la izda  la afilada Peña Corralines que separa en valle en dos. La senda sigue hasta superar el hombro que vemos.

Superado otro lomo, que baja de la arista meridional del Pico Moro, vemos el amplio circo cerrado por las calizas de los picos Roscas al norte y Peña Rionda y el Pico Moro al este. La Peña del Águila lo limite por el oeste quedando en medio el vertical y blanco crestón de Los Corralines.

Aquí vemos mejor el circo en el que finaliza el valle. En el centro el Pico Roscas y a la derecha la Peña Rionda. La senda pasa por el pedrero que vemos a la derecha.

La marcada senda avanza entre helechos y escobas, cruza un pedrero y nos sitúa casi en la cabecera del valle a los pies de la Peña Rionda; atrás, a la derecha, han quedado los blancos cantiles del Pico Moro. Entre el Pico Moro y la Peña Rionda está la entalladura del Collado de Tan y para llegar hasta él debemos virar al este y superar una empinada ladera parcialmente cubierta de escobas y enebros rastreros. A media ladera, antes de llegar al roquedo, vemos un gran y solitario tejo; el Tejo Borbonejo. Con un tronco de unos 12,5 metros de perímetro, una altura de 9,5 metros y un excelente estado de conservación, se estima que tiene más de 1100 años. Lo he escrito bien 1100 años. La senda pasa a su lado y sólo por verlo merece la peña la excursión.

Vamos cruzando bajo las peñas calizas del Pico Moro.

Pico Roscas (izda) y Peña Rionda (dcha). Por debajo de esta vemos el Tejo Borbonejo.

Estamos cerca del Tejo Borbonejo. Arriba la Peña Rionda (izda) y el Pico Moro (dcha). En medio el Collado de Tan.

Superado el tejo, la senda sube fuertemente entre los enebros rastreros huyendo del escobar. Bastante arriba se pierde y continuamos la dura ascensión pegados o por las rocas de Peña Rionda que es por donde nos parece más limpio y accesible. Llegamos al Collado de Tan tapizado por una pequeña campera entre los peñascos que lo rodean.

Amplio horcada del Collado de Tan. En este tramo subimos pegados a las rocas de la izda.

Pico Moro desde el Collado de Tan.

Peña Rionda desde el Collado de Tan. Su aparente facilidad no es tal.

Sin camino ni senda, primero por la hierba y más arriba buscando los mejores pasos entre las peñas, nos dirigimos (N) hacia el crestón rocoso de Peña Rionda. Al llegar al roquedo nos escoramos a la derecha dejando a la izquierda las peñas cimeras hasta dar con una larga y empinada grieta con huella de paso. Usando las manos (hay buenos agarres) subimos por ella unos 10 o 12 metros hasta casi culminar en la arista cimera.

Trepando por la grieta que nos dejará en la arista cimera.

Saliendo a la arista de Peña Rionda con las dos cumbres del Pico Moro a la izda.

Arista de Peña Rionda.

La corta arista tiene importantes caídas a ambos lados pero no ofrece dificultad ninguna salvo que para quien tenga vértigo. En la cumbre hay un buzón de montaña y unas hermosas vistas de las montañas leonesas y palentinas. Paramos un buen rato para reagruparnos y disfrutar del magnífico paisaje; dejo algunas fotos.


Otra imagen de la arista de Peña Rionda.
Cumbre de Peña Rionda.

Desde la cima de Peña Rionda vemos el Pico Cerroso. A su izda se desgaja la Peña Cebedo.

Vista norte desde Peña Rionda: En el centro vemos los Picos Jaido, Jano y Muga (ver en esta entrada); por detrás las Peñas Pintas (ver en esta otra entrada). El crestón cercano es la Peña Cebedo.

Bajaremos por la ladera norte. Para ello seguimos unos metros por la arista y cuando vemos a la izquierda una canal de hierba iniciamos el descenso. Hay huella de paso y es muy vertical por lo que no recomiendo bajar por ahí cuando está mojada, nevada o helada. El descenso lo hacemos con cuidado y cuando finaliza la zona más inclinada nos escoramos hacia la derecha (E) ente altas hierbas para alcanzar el evidente collado situado al noreste de Peña Rionda. Aún nos queda bajar el escalón rocoso del largo hombro nororiental de la peña.

Primer tramo de la bajada de la Peña Rionda por su cara norte.

Tramo de hierba muy inclinado por donde bajamos de Peña Rionda.

Desde una zona menos inclinada miramos hacia atrás. A la izda se ve la canal de hierba por la que bajamos.

Una marcada senda va paralela al alargado crestón en el que estamos y hacia ella tenemos que bajar. Lo hacemos directos, rodeando algunas peñas y salvando varias pequeñas terrazas hasta dar con una estrecha riega que, con cuidado, nos permite completar el descenso. El resto de la ruta no tiene más dificultad que el desnivel que habrá que superar.

Bajamos el último tramo del crestón noreste de Peña Rionda por esta empinada canal.

La senda nos lleva con comodidad al Collado Argovejo y más allá continúa hitada por la ladera meridional del Pico Cerroso. Rodea primero un crestón rocoso, sube por una campera rodeando unas matas de enebros rastreros y nos deja en la arista suroccidental del Cerroso. No hay más que subir por ella sin ninguna dificultad y alcanzamos su cima coronada por un vértice geodésico. Las vistas vuelven a sur espléndidas y paramos a comer.

Vista atrás: Pico Moros (izda) y Peña Rionda (centro) desde el Collado Argovejo.

Desde el Collado Argovejo emprendemos la subida al Pico Cerroso. La senda rodea esta primera peña por la derecha.

Alcanzado el hombro cimero del Pico Cerroso miramos hacia atrás. A la izda el Pico Moro, en el centro Peña Rionda y a la dcha el Pico Roscas.

Sólo nos queda esta panda para alcanzar la cima del Cerroso.

Placa en la cima del Pico Cerroso.

Vista hacia el sur desde Pico Cerroso: Pico Moro, Peña Rionda y Pico Roscas. Desde aquí se ve muy bien el perfecto valle glaciar del Pico Moro (izda) y el arranque del Valle de Tejedo (dcha).

Vista hacia el norte desde Pico Cerroso: Macizo del Mampodre (ver foto de abajo), los Janos y las Peñas Pintas por detrás.

Vista con teleobjetivo del Macizo del Mampodre desde el Pico Cerroso. La Polinos (izda), Pico de la Cruz (centro), Pico Mediodía (dcha) y de él se desgaja más a la derecha el Valjarto.

Bajamos por la sencilla y afilada (en algunos tramos) arista norte hasta caer en la Collada la Trapa donde cogemos una marcada senda que nos va a llevar hasta el Camino de la Trapa. En el collado vira casi 180º para perder altura bajo las peñas del Pico Cerroso que antes hemos recorrido por arriba hasta caer a un pequeño valle con una lagunilla estacional donde vuelve a virar en sentido contrario entre las escobas. Continuamos el descenso hasta una riega donde un tercer quiebro nos permite desembocar en una pista ancha que viene de Argovejo por el Valle de la Trapa. Estamos en el camino homónimo.


Comenzamos el descenso por la arista norte del Cerroso.

Por el oeste la arista tiene importantes caídas, pero hacia el este es una ladera suave.

Vista hacia atrás de la ladera norte del Cerroso.
Llegando al Collado la Trapa. Por detrás vemos la Peña Verde (dcha) y la Peña Blanca (centro). A la izda está la peña Los Zarapicos.

Vista atrás del Pico Cerroso desde el Collado la Trapa.

Valle la Trapa. Al fondo los picos calizos de Pico Jano (izda), La Muga (centro), Pico Caballo y Los Zarapicos (dcha).

Por este camino avanzamos bajo el dosel de las hayas que entre los crestones calizos producen un hermoso contraste. Pero en la ladera opuesta, hacia el norte, la ladera sur de Peña Escricia aparece salpica de preciosos enebros. Realmente son parajes muy bellos.

Lagunilla en la cabecera del Valle la Trapa. Vemos la arista de Peña Cebedo que se desgaja del Pico Cerroso (a la izda y fuera de foto).

El camino va siguiendo el valle, primero hacia el norte, después va virando al oeste para continuar en esa dirección entre la Peña de los Avellanales al sur y la Peña Escricia al norte. El camino desemboca en el de Las Llampas poco antes de entrar en Argovejo donde nos refrescamos en su magnífica fuente.

Por el Camino de la Trapa.

Las blancas calizas contrastan con los ocres otoñales de las hayas en la Peña de los Avellanales.

El Camino de la Trapa pasa entre la Peña los Avellanales y la Peña Escricia.

Fuente de rica agua en Argovejo.

El Camino de los Barriales cruza por este precioso robledal.

Cruzando el Río Esla en Crémenes. Al fondo vemos el Pico Huelde (de Peñas Pintas).

Podríamos bajar cómodamente por la carretera a Crémenes pero nos viene mejor seguir un camino alternativo aunque suponga subir unos metros. Vamos a seguir el Camino de los Barriales. En Argovejo subimos (S) unos metros hasta el cementerio donde cogemos una pista que sube (O) hasta un collado y baja al otro lado sumergida en un precioso robledal. Abajo encontramos un cruce de caminos señalizado que marca hacia el Hayedo de Tejedo (situado en el circo que forman al norte los picos Roscas, Peña Rionda y Cerroso), hacia Argovejo de donde venimos y hacia Crémenes hacia donde vamos. Enseguida cruzamos el puente sobre el río Esla para entrar en Crémenes donde nos espera el autobús.

Lorenzo Sánchez Velázquez



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