martes, 19 de febrero de 2019

Invernal por los picos El Bayo y Peñalba desde Tarna

Salida y llegada: Tarna (concejo de Caso)
Distancia: 13 km
Duración: 6:00 h (sin paradas)
Subidas acumuladas: 850 m
Altura Inicial: 1000 m
Altura máxima: 1625 m
Fecha de realización: 16/II/2019
Dificultad: media
Track de la ruta




Nota: Ruta invernal con mucha nieve que oculta los caminos y sendas, pero también la maleza. Por eso en algunos tramos nos separamos un poco de los caminos y sendas. Ideal para hacer con raquetas aunque nosotros no las usamos.

Itinerario: Tarna – Camino a la Cascada del Tabayón y Llanu’l Toro – Desvío a la Llana’l Toro – Desvío a la Requexada – Los Robellaos (cruce Arroyo Requexada) – Majada de la Requexada –Cabecera del Valle los Simones o Ricaín – Pico del Bayo – Valle y majada de Moneo – Collado Pozo – Peña Peñalba – Collado Pozo – Llanos de Pría (nacimiento del río Nalón) – Camino Real de Tarna (GR-102) – La Tintera – Carretera AS-17 – Camina Real de Tarna – Tarna.
Salimos de Tarna siguiendo las marcas del PR AS-60 Cascada del Tabayón por un camino ancho (O) que deja a la izquierda el cementerio. Avanza entre prados dejando a la izquierda el inmenso bosque del Monte Verde y la Llanu’l Toro y a la derecha la cuenca alta del Nalón rellena de prados delimitados con setos de avellanos y hayas.
Camino ancho hacia la Cascada del Tabayón, el Llanu'l Toro y La Requexada
Enseguida sale un señalizado ramal a la izquierda que sube hacia la Llanu’l Toro donde hay varios robles centenarios catalogados. Hacia allí nos dirigimos (S), pero pronto, en la siguiente bifurcación, dejamos el marcado camino (PR AS-60) y cogemos otro a la derecha, también ancho pero sin señalizar, que avanza llano por el valle de la Requexada.
Bifurcación señalizada: de frente a la Cascada del Tabayón y a la izda al Llanu'l Toro y La Requexada.
Nos deja en los prados de Los Robellaos donde cruzamos el Arroyo Requexada. A partir de aquí caminaremos por zonas de nieve virgen más o menos dura y de mayor o menor espesor hasta que lleguemos a Tintera, cerca de Tarna en el camino de regreso.
Camino de La Requexada en donde aparecen las primeras manchas de nieve.

En Los Robellaos cruzamos el Arroyo Requexada. Rodeamos  por la derecha los montículos que se ven
Una peña con árboles cierra la campera y la rodeamos por la derecha accediendo a otro prado con cerca de piedra y alambre de espino que atravesamos. Los prados y el bosque quedan atrás y por delante tenemos algunos canchales y monte bajo completamente ocultos por la nieve (sólo vemos los pedreros más inclinados donde la nieve resbaló).
Después hay que cruzar este prado y salir del bosque para superar una fuerte subida y acceder a la Majada de la Requexada.
En este tramo nos desviamos sin querer del camino remontando duramente la fuerte pendiente y arriba tuvimos que rectificar. Accedemos a la campera llana donde se situaba la Majada de la Requexada con los restos de algunas cabañas. El paisaje nevado es espectacular; nadie ha pisado estos parajes desde la última nevada hace semanas. El Cordal de Ponga (Maciédome y Tiatordos) y una buena parte de los montes de Caso (Campigüeños, La Carasca, La Senda, Requexón de Valdunes o Cantu’l Oso) están a la vista.
Echamos la vista atrás desde la mitad de la subida. Vemos el Valle de la Requexada.

Otra imagen donde se aprecia mejor la fuerte pendiente.

Alcanzamos el collado que da acceso al circo de La Requexada. Mirando hacia el norte vemos el Tiatordos y el Maciédome.
 Seguimos hacia el este atravesando un bosque y un prado para acceder a otro collado a los pies de la modesta Peña de Terreros a la que no subimos. Entre esta peña y el cercano Pico el Bayo baja hacia el norte el valle del Reguero los Simones o Ricaín.
Amplia campera de La Requexada que se asiente sobre un precioso circo rodeado por los verticales escarpes de la Sierra de Mongayo. Desde aquí nos dirigimos al canal que se intuye hacia la dcha en medio del bosque.
Lo faldeamos subiendo unos metros para evitar la fuerte pendiente hacia el valle y nos acercamos al montículo del Pico el Bayo que por este lado (S) apenas parece una montaña, pero al norte cae verticalmente más de 500 metros sobre el reguero de Moneo y el río Nalón. Impresionante atalaya que permite admirar todo el Cordal de Ponga, los montes de Redes, los Picos de Europa,…
A la izda la cercana Peña de Terreros. Al fondo vemos el Requexón de Valdures, La Senda, La Carasca y el Campigüeños. El Tiatordos y el Maciédome quedan fuera de la foto a la dcha. Ya los saqué en otra foto aunque desde aquí se ven mucho mejor.

Desde el collado próximo a la Peña de Terreros miramos hacia el sur. Vemos la peña Cerrosa que precede al Pico Mongayo. A la izda baja el Valle de los Simones que rodeamos por la loma que se ve en la foto.

Las piedras que se ven hacia la mitad izda de la foto corresponden a la cumbre del Pico Bayo que al otro lado caen verticales. El pico de la dcha es La Abedular y al fondo sobresale Peña Ten por encima de la Peña de Montobiu.
Regresamos al collado y continuamos un rápido descenso hacia el sureste sobre una gruesa capa de nieve blanda incómoda de caminar sin raquetas; cada varios pasos nos hundimos hasta la cintura. Llegamos a los prados y cabañas derruidas de Moneo donde nace el reguero y el valle del mismo nombre que bajan hacia el norte. Un camino baja también por allí y por él se podría atajar algo, pero va muy encajonado por la umbría ladera norte que mantiene nevero helados hasta cotas muy bajas. Además, queremos subir a las magníficas Peñas Peñalba al este, atalaya sobre el valle del Nalón (mismas vistas que las descritas antes) y los montes de León (Mampodre, Peña Ten), llegando la vista hasta el lejano Espigüete en Palencia.
Foto hacia atrás desde la Majada de Moneo. Vemos el Pico el Bayo y la ladera por la que hemos bajado.

También desde la Majada de Moneo y en sentido contrario. Vemos la Peña Peñalba y el Collado Pozo.
Desde la majada Moneo toca remontar por la ladera opuesta (E) hasta el Collado Pozo. Unos metros de dura subida al norte y nos situamos sobre la arista de la Peña Peñalba que recorremos hasta el final donde se encuentra el punto más alto. Paramos a reponer fuerzas. Para regresar, desandamos la arista y nos acercamos a la caseta de servicio de la antena de telefonía situada en su extremo oriental, bajando después al Collado Pozo.
Pico Remelende desde la cima de la Peña Peñalba

Macizo del Mampodre desde la Peña Peñalba.
Seguimos una sendilla que aparece en el collado (sin nieve), pero pronto, cuando reaparece la nieve, lo perdemos y bajamos directos (E) cómodamente por la nieve blanda que al tener menos espesor frena el descenso. Llegamos al lado de una gran nave ganadera en los Llanos de Pría por donde discurre el reguero que más abajo se convertirá en el río Nalón muy cerca de su nacimiento en la Fuente la Nalona.
Llanos de Pría y nacimiento del río Nalón muy cerca del Puerto de Tarna. El pico de atrás es La Abedular.
En paralelo a la carretera AS-17 nos dirigimos al norte hasta enlazar con el Camino Real de Tarna y el Sellón (GR-102) que nos va a permitir bajar cómodamente a Tarna. Según dice un cartel, el prado con cerca de piedra y alambre de espino que cruzamos es propiedad del pueblo de Tarna. Al otro lado hay un monolito en homenaje a los muertos de la aldea durante la Guerra Civil. El camino real, ancho y armado, mantiene algunos neveros cuando pasa bajo el túnel de El Negro y se interna en el bosque de Sopenalba hasta llegar al prado y cabaña de La Tintera.
Nevero en el Camino Real de Tarna y el Sellón.

Pasada La Tintera y un corto tramo de carretera tenemos esta imagen de la aldea de Tarna desde el Camino Real.

Iglesia de Tarna. El pico que vemos al fondo  hacia la dcha es la Peña Peñalba.
Un poco más adelante da un brusco giro a la izquierda y desemboca en la carretera de la que sale enseguida después de dar una curva en herradura. Nuevamente en el camino real, y reorientándonos al norte, vamos dejando los prados a la izquierda y a la derecha el bosque y la carretera. Finalmente entramos en Tarna. El camino real evita las siete grandes curvas de herradura de la carretera actual y es un precioso itinerario que merece la pena recorrer.

Lorenzo Sánchez Velázquez

jueves, 14 de febrero de 2019

Sierra del Pumar (Llan de Cubel) y brañas Vaqueiras de Cudillero

Salida y llegada: San Martín de Luiña (Cudillero)
Distancia: 26,5 km
Altura máxima: 751 m
Altura inicial: 100 m 
Subidas acumuladas: 1100 m
Duración: 8:00 h (sin paradas)
Fecha de realización: 3/II/2019
Dificultad: media
Track de la ruta


San Martín de Luiña – Valle de la Barca – Río Uncín – Cruce sobre las vías de la FEVE – Arroyo Fornón – Arroyo de Lleiredo – El Foncanón – Cdo Fonte la Hoz – Pico Llan de Cubel – Cdo Lahuz – Pico Lahuz – Pico de Comals – Cdo Fuente Llagunayu – Campo la Bordinga –Peñas del Viento – Peñas de Los Picones – Campo la Bordinga – Gayuelos – Desvío a Texidiello – Braña de Texidiello – Desvío a Braña Felguerúa – Braña de Gallinero – Braña de El Cueto – Río Uncín – San Martín de Luiña.

La iglesia de San Martín de Luiña tiene una lápida en el suelo que dice “No pasar de aquí a oír misa los baqueros”. Hasta ese punto llegaba la discriminación que sufrían los vaqueiros de alzada que vivían en el monte durante el verano y bajaban a invernar. Esta costumbre de subir el ganado en primavera y bajarlo con las primeras nieves pervive en muchos lugares de Asturias; sin embargo, en esta zona, con cotas máximas por debajo de los 800 metros, es posible que los vaqueiros bajaran mucho menos a la aldea y que vivieran casi siempre en el monte y solo bajaran para abastecerse de alimentos y herramientas.
Iglesia de San Martín de Luiña (s. XVIII)
Se llega a San Martín de Luiña por la AS-222 después de coger la salida 431 de la A-8 y continuar unos kilómetros por la N-632 en dirección a Galicia. En las calles cercanas a la iglesia hay sitio para aparcar. Comenzamos esta larga caminata siguiendo una calle asfaltada que sale hacia el este por detrás del bar-restaurante El Rosal: al frente los altos viaductos de Artedo (el de la carretera nacional y el de la A-8, mucho más alto) que salvan el valle de La Barca por donde discurre el río Uncín.
Doble viaducto  (carretera nacional y autovía) que cruza el Valle de la Barca (río Uncín) muy cerca de la Concha de Artedo
Dejamos a la derecha el cementerio y nos adentramos en el barrio de Castañéu dejando prados a uno y otro lado del camino asfaltado, que avanza paralela a la carretera nacional. Más adelante da un par de curvas y continúa hormigonada hasta el último barrio; el del Fontán, muy cerca de la carretera. Al comienzo de la amplia curva a la derecha aparecen las marcas del PR AS-272 y a cuando la dirección sur se materializa cruzamos el río por un puente para continuar después por una amplia pista terrera que se empina para remontar a la sierra del Pumar.
Vista hacia atrás del Valle de la Barca
Entre extensas plantaciones de pinos, algún que otro eucalipto y unos pocos castaños que crecen al lado del camino, la pista continúa dando varias revueltas. En una de las primeras cruza sobre las vías de FEVE por un puente y finalmente alcanza el lomo de la Sierra en un cruce de caminos etiquetado en los mapas como El Focanón (451 m).
Vista del Valle de la Barca (se ve en el medio la iglesia de San Martín) desde cerca de El Foncanón
El camino ancho sigue de frente rodeando el pico Carceda por su ladera oeste hasta situarnos casi en el collado Fonte la Hoz que lo separa del Llan de Cubel.  Hemos recorridos 5 km y estamos a 550 m de altura. Abandonamos la pista siguiendo una sendilla a la izquierda que nos acerca al collado y desde él, más marcada al principio y difusa al final, remonta entre cotoyas y monte bajo en una dura ascensión  de 150 metros hasta alcanzar el pico Llan de Cubel. Un viejo buzón de montaña sobre unas piedras entre cotoyas y escobas señala esta modesta cima.
Buzón de montaña en el pico Llan de Cubel
La vista al noreste llega abarca desde la isla de Deba y el playón de Bayas o el Sablón hasta, con buena visibilidad, el Cabo de Peñas. Al norte, por encima de esta sierra, la ensenada y playa de San Pedro, la localidad de Oviñana sobre el cabo Vidio y los prados que cierran la playa de la Vallina. La Sierra de Troncedo nos oculta el resto de la costa occidental. Al oeste, al otro lado del valle surcado por el río Uncín, la sierra de Los Vientos cubierta de aerogeneradores, que tiene continuación con la de Los Baos. Al suroeste el monte Lahuz en esta misma sierra del Pumar que oculta nuestra prespectiva, pero deja ver a su izquierda, al sur, el pico Courio y la Sierra de Begega también rellena de aerogeneradores. Al sureste se ve la Sierra de Yernes y Tameza (Caldoveiro) y por detrás las Ubiñas y al este la Sierra del Aramo.
Lamuño visto desde el pico Llan de Cubel

Soto de Luiña a este lado de la autovía, Oviñana al otro lado y al fondo el Faro de Cabo Vidio, desde Llan de Cubel.
El descenso lo hacemos por la limpia ladera sur siguiendo un marcado sendero que nos deja al herboso Collado Lahuz que a su vez permite el suave ascenso al alomado homónimo (676 m), donde encontraremos un depósito de agua para los servicios de extinción de incendios. Hace unos años hicimos esta misma ruta y desde aquí emprendimos el regreso por pistas que faldean la Sierra del Pomar a menor cota que en la subida para bajar por caminos antiguos hasta el río Uncín. Pero en esta ocasión queremos recorrer el resto de la sierra hasta los aerogeneradores situados al sur.
Bajando de Llan de Cubel al Cdo Lahuz y el alomado pico del mismo nombre detrás

Vista atrás desde el Pico Lahuz: vemos la despejada ladera sur del Llan de Cubel
Descendemos por la ladera sur recientemente desbrozada hasta el collado y continuamos hasta alcanzar el Pico Comals en cuya ladera oriental parece que hay algunos túmulos de los que no encontramos ni rastro. Descenso por la ladera suroeste, siguiendo la configuración de la sierra, hasta el collado Fuente Llagunayu donde hay un cruce de caminos que obviamos. Subimos otro montículo más de nombre desconocido y la bajada subsiguiente por otra ladera recientemente desbrozada nos deja en el Chanu la Muela donde seguimos una pista hacia el suroeste que en poco tiempo y rodeando por el oeste el pico Ardolingas nos deja en el cruce de caminos del collado Campu la Bordinga.
Llegando al Cdo Fuente Llagunayu después de bajar del Pico Comals. Al fondo vemos el resto de la Sierra de Pumar con los aerogeneradores y hacia allí nos dirigimos.

Dejamos los anchos caminos y emprendemos una dura subida de unos 100 metros por un cortafuegos entre pinos hasta culminar en las Penas del Viento donde un sendero nos lleva a la base del primer aerogenerador de la Sierra del Pumar.

Duro repecho de un cortafuegos (no se aprecia la inclinación) que nos encumbra en el pico más alto de la Sierra del Pumar, Los Picones que vemos hacia la mitad derecha de la foto.
Queremos alcanzar el punto más alto de la sierra en la cresta que los mapas llaman Los Picones. Caminamos unos metros por la pista de servicio de los aerogeneradores y cuando lo vemos factible subimos entre punzantes cotoyas que invaden completamente el cresterío. Es un tramo muy corto pero no hay camino ni senda. Arriba paramos a comer.
A la derecha se ven las peñas cimeras de Los Picones, pero antes que subir por la ladera completamente invadida por altas cotoyas.

Vista hacia atrás  (hacia el norte) desde Los Picones: vemos los sucesivos picos por los que hemos ido pasando

Valle del río Uncín desde la cima de Los Picones.

Vista sur de la Sierra del Pumar desde Los Picones
Desandamos el camino hasta el Campu la Bordinga y aquí seguimos por la pista que faldea a menor cota y hacia el norte la sierra del Pumar. Plácido paseo casi llano sobre el valle del río Uncín.
De regreso, y después de bajar de Los Picones, seguimos por la pista de acceso a los dos últimos aerogeneradores de la sierra.

Desandamos el camino por el cortafuegos quedando ahora el pinar a la derecha,
Pasamos al lado de la cabaña Gayuelos y, debemos ir atentos, cuando hemos sobrepasado el pico Lahuz abandonamos la pista para seguir las marcas e hitos del PR AS 272 en dirección a las brañas de Brañaseca y Teixidiellu por una preciosa senda. Entre antiguos prados con murias de piedra y viejos pinos que han ido dando paso al bosque autóctono de abedules, castaños, acebos y robles, el camino marcado pasa al lado de los muros sin cubierta de una antigua casa y, bien hitada, nos lleva a la braña de Texidiellu, reconvertida en centro de turismo rural.
Después de caminar un par de kilómetros por una pista, seguimos este antiguo camino que baja a Texidiellu por el bosque autóctono

Otra imagen del camino muy cerca de Texidiellu
Hasta aquí llega una pista ancha que viene desde San Martín. Continuamos por ella apaciblemente entre los viejos pinos de repoblación que poco a poco van dejando medrar abedules, castaños, robles y acebos. A nuestra izquierda irán saliendo las desviaciones que en pocos pasos nos llevarían a las antiguas brañas, hoy modernizadas, de El Zarrín, Folguierúa, La Puerca, y Gallinieru. Son 5 kilómetros desde Teixidiellu de suave bajada en medio del bosque. Cuando el camino se convierte en carretera asfaltada y se encamina hacia San Martín, sale también a la izquierda el desvío hacia El Cuetu y Gallineru. Lo seguimos hasta llegar al primero, donde termina el asfalto.
Amplia pista que baja desde Texidiello entre pinos con algunos robles, acebos y abedules.

Llegando a El Cueto que atravesamos entre las dos casas para acceder a un antiguo camino completamente abandonado
El antiguo camino por el que bajamos hace 5 años sale a la izquierda de la última casa y lo encontramos totalmente cerrado por la maleza al principio (no es el más evidente que sigue de frente). Rodeamos la maleza por un prado y lo retomamos más limpio descendiendo al fondo del valle. Casi abajo, hay un punto en que los arbustos caídos y la maleza hacen casi imposible pasar, pero lo conseguimos y llegamos al río Uncín. Si no se limpia este camino se acabará de cerrar completamente.
Cruzando el río Uncín como se puede

Llegando a San Martín de Luiña
Unos metros aguas arriba había un precario puente de madera que permitía el paso; ha desaparecido y el río viene crecido. Lo cruzamos y accedemos a un camino ancho que avanza casi llano y paralelo al río. En un kilómetro desemboca en la carretera asfaltada que antes abandonamos y justo a las afueras de San Martín de Luiña; buena imagen del pueblo con la gran iglesia presidiéndolo.

Lorenzo Sánchez Velázquez

viernes, 1 de febrero de 2019

Dolmen de Merillés, Alto de Reigada y Peña la Merienda. Circular desde Tuña

Salida: Tuña (concejo de Tineo)
Distancia: 18,0 km
Duración: 5:00 h (sin paradas)
Subidas acumuladas: 1100 m
Altura Inicial: 240 m
Altura máxima: 982 m
Fecha de realización: 30/I/2019
Dificultad: media
Track de la ruta


Itinerario: Tuña – Merillés – Pico Sopladiecha – Dolmen de Merillés – Alto de Reigada – Peña’l Mosqueiru – Gallinero – Peña de la Merienda – Gallinero – Espinaredo – La Faxa – La Costeiriza (desvío) – Valle Reguero la Muria – Tuña.
La ruta organizado por el GM Ensidesa de Gijón se inicia en la aldea tinetense de Cuña, cuna del General Riego. Cruzamos el Ponte de Carral de origen romano y enseguida nos encontramos las marcas del PR AS-256 Dolmen de Merillés.
Ponte de Carral
El camino ancho se retuerce en la empinada ladera entre algunos prados y un bosquete de robles y castaños, más arriba alcanza la planicie de Merillés donde casi llano avanza entre prados con murias de piedra. Pronto llegamos a la aldea que cruzamos siguiendo las marcas del PR.
Tuña  y Castañedo desde el camino antiguo a Merillés

Llegando a Merillés
Una pista ancha sale sube al norte y pronto cruza un pequeño bosque de robles y abedules, después, en zona más despejada, da un par de amplias revueltas y nos sitúa cerca de la Peña Sipladiecha, atalaya sobre el Embalse de la Barca en el río Narcea.
Embalse de la Barca en el Narcea visto desde desde la Peña Sipladiecha

Otra vista del emblase
Regresamos al camino principal y subimos hasta el Dolmen de Merillés situado en medio de un prado y con una cabaña-refugio al lado. Obviando el ancho camino, proseguimos la ruta subiendo por la pradera, buscando los tramos más limpios, hasta situarnos en la alomada planicie del Alto de Reigada donde los altos brezos casi tapan la pequeña arista rocosa. Coronamos las peñas cimeras que nos ofrecen buenas vistas sobre las sierras de la Manteca y Begega.
Dolmen de Merillés y caseta-refugio construido al lado
Alto de Reigada
Peñas cimeras del Alto de Reigada

Sierra de Begega y mina de Boinás desde el Alto de Reigada
 Desandamos un tramo del extenso lomo de la montaña y, manteniendo la dirección oeste, emprendemos un rápido descenso siguiendo algunas sendillas que van apareciendo entre los brezos y escobas que no entorpecen apenas la marcha. Retomamos el camino principal cuando nos situamos sobre la Peña’l  Mosqueiru encaminándonos hacia el este para faldear la montaña.
Sierra de Peña Manteca en el camino hacia la Peña la Merienda que vemos más cerca a la derecha.

Fana de Genestaza yendo a la Peña de la Merienda
Alcanzamos un collado sobre los prados de la cercana aldea de Abangu. Un camino ancho baja por la ladera occidental hacia la aldea de Espinaredo y es por ahí por donde va la ruta programada por el GM. Como se nos hace corta decidimos alcanzar la pequeña cumbre de Peña la Merienda situada al sur. Para ello seguimos una senda que recorre la cumbrera de la sierra, dejando a la izquierda algunos prados, y terminando en los prados y cabañas de Gallinero. Un camino amplio que viene de Espinaredo se dirige a una carretera que procede de la aldea de Alcéu.
Vista de Espinaredo dominado el valle del río Genestaza. Desde la senda que nos lleva a Gallinero.
Estamos en la base del pico. Cruzamos la pista y nos acercamos a la campera que precede la ladera noroeste, empinada y limpia, por la que subimos otros 150 metros hasta alcanzar la cima donde hay un hito y unas matas de brezo entre las escasas peñas. Al estar más cerca, las vistas sobre la Sierra de Peña Manteca y la Fana de Genestaza (Sierra de la Cabra) son espectaculares.
Zona de Gallinero a los pies de la Peña de la Manteca. Atrás, nevada, parte de la Sierra de la Manteca

Fana de Genestaza (Sierra de la Cabra) desde la Peña de la Merienda.

Sierra de la Manteca desde la Peña de la Merienda

Sierra de Begega y a la derecha la Peña el Castiellu. Hacia la izda se ve la mina de oro de Boinás.
Descendemos por la misma ladera hasta Gallinero donde cogemos la pista ancha que baja hacia el suroeste dando dos amplias revueltas en las que atajamos. En la tercera abandonamos la pista y continuamos de frente, en ligera subida, por un camino antiguo que faldea la ladera y nos deposita en el que baja del Alto de la Raigada y por donde pasa la ruta principal del GM. Por él bajamos a Espinaredo, aldea situada sobre un promontorio dominando el valle del río Genestaza. La vista de la aldea colgada sobre el valle es espectacular desde cualquier punto de este tramo de la ruta.
Espinaredo  sobre el promontorio y abajo, en el valle del Genestaza, la aldea de Torayo. 

Llegando a Espinaredo
En Espinaredo cogemos un precioso camino que faldea la sierra hacia norte pasando por las casas de La Faxa, supera después algunos bosquetes de pinos, antiguos castaños y robles para alcanzar los prados y cabaña de La Costeriza en un alto cerca de la aldea de Merillés.
Pasado Espinaredo miramos hacia atrás para la aldea desde el otro lado cuando faldeamos a media altura.

Camino que faldea a media altura el Alto de Reigada en paralelo al Valle del Genestaza.
Podríamos acercarnos a ella y bajar por el camino de subida, pero vamos a atajar por una senda que sale entre los prados al lado de un poste del tendido eléctrico. La senda arcillosa (cuidado si está mojada) baja muy inclinada hacia el fondo del valle, retorciéndose y terminando en un camino ancho que viene de los prados situados en el valle del Reguero la Muria.
El valle se abre y aparece la aldea de Castañedo y las primeras casas de Tuña.
El camino finaliza el descenso en el fondo del valle y cruza el río Genestaza unos metros antes de desembocar en la carretera. No queda más que continuar por ella unos 200 metros para entrar en Tuña pasando al lado de la casa natal del General Riego.

Lorenzo Sánchez Velázquez