viernes, 25 de octubre de 2019

Cordal de los Llanos de Somerón. Travesía entre Pajares y Campomanes

Salida: El Ruchu (Pajares, Concejo de Lena)
Llegada: Campomanes (Concejo de Lena)
Distancia: 22,3 km
Duración: 6:15 h (sin paradas)
Subidas acumuladas: 1000 m
Bajadas acumuladas: 1710 m
Altura Inicial: 1070 m
Altura final: 380 m
Altura Máxima: 1365 m
Fecha de realización: 22/X/2019
Dificultad: media
Track de la ruta

Itinerario: El Ruchu (Pajares) – Bosque de Valgrande – Desvío a San Miguel (Camino de San Salvador) – San Miguel del Río – La Malveda – Gasoducto Asturias-León – Camino de los Llanos de Somerón – Finca de Pando – Gasoducto – Cordal de los Llanos de Somerón – Pico Carril – Puerto del Tronco – Corullo Braña – Gasoducto – Cubillas – Castro (Carretera Herías a Bendueños) – Herías (Camino de San Salvador) – Campomanes.

Esta ruta, organizada por el GM Ensidesa de Gijón, consistía en una travesía entre El Ruchu y Campomanes siguiendo el señalizado camino jacobeo de San Salvador que une Oviedo con León a través del Puerto de Pajares. Como disponíamos de tiempo de sobra decidimos recorrer el cercano Cordal de los Llanos de Somerón subiendo desde San Miguel del Río.
Comenzamos la ruta por la ancha pista que desde El Ruchu (Pajares) se dirige hacia el Bosque de Valgrande faldeando a baja altura la ladera norte del Cueto Negro. El camino lleva hasta la entrada asturiana del túnel del Negrón y se utilizó durante su construcción, es además asiento del PR AS-93. Las hayas comienzan en estos días a cambiar su coloración habitual por la del otoño y, a medida que avanzamos en ligero descenso por la cómoda pista, disfrutamos de las hermosas vistas del valle de Valgrande que apenas se ven afeadas por el trazado de la AP 66 que en esta zona se adentra en el túnel de Pando, bajo la sierra homónima.

Por las camperas cercanas al Ruchu

Vemos el Bosque de Valgrande con la AP-66 entre los túneles del Negrón (izda) y Pando (dcha). La Peña del Castillo se yergue imponente a la izda.
Cuando llevamos caminado algo más de 4 kilómetros y estamos frente a la piramidal Peña del Castillo, encontramos el Camino de San Salvador que la cruza viniendo de San Miguel del Río para subir al Puerto de Pajares. Bien señalizado con la marcas del Camino de Santiago, bajamos por él dejando al lado las cabañas y prados de La Casona y Palizaliega.
Valle de Valgrande. Abajo se ven las casas de San Miguel del Río.
El río Valgrande a la izquierda viene crecido por las recientes lluvias y el camino baja rápidamente hasta los prados que a la orilla preceden a la aldea de San Miguel del Rio. Al llegar al pueblo lo cruzamos por el puente y seguimos un camino hormigonado que por la otra orilla retrocede en duro ascenso. Pronto abandonamos el hormigón y seguimos otro de tierra que más arriba llanea y vuelve a remontar hasta la abandonada aldea de La Malveda. Ahí termina el camino ancho.
Llegando a San Miguel del Río vemos arriba las casas de La Malveda. El trazado del gasoducto se dibuja arriba en el centro.

Desde La Malveda echamos la vista atrás: Abajo San Miguel, al otro lado del valle Pajares y arriba con algo de nieve la cordal del Cellón.

Casa en La Malveda
Dejando las casas a la derecha el camino continúa llano unos metros más. Pero, cuando vemos que sigue faldeando la ladera, lo abandonamos subiendo por un prado después de atravesar una portilla. Buscamos las zonas más limpias con la orientación hacia la derecha por donde pasa el Gasoducto Asturias-León que debería estar desbrozado. El camino antiguo está completamente invadido y seguimos una incipiente senda al lado de una alambrada. Más arriba, cuando vemos más limpia la traza del gasoducto, cruzamos dos alambradas y accedemos a ella para subir duramente hasta alcanzar el camino ancho que viene de Llanos de Somerón.
Cuando la conducción del gas entronca con el camino que viene de Los Llanos de Somerón miramos hacia la aldea de Pajares y el Pico Cellón.
La pista, hormigonada en los tramos de mayor pendiente, sube hasta lo más alto del cordal. Por el camino deja a los lados prados y cabañas como la de Pando. La pista da una amplia vuelta para encumbrarse, pero nosotros preferimos el empinado atajo de la conducción del gas. Arriba el camino ancho avanza entre grandes escobas que en muchos tramos entorpecen la vista. Pero cuando esta se manifiesta es espléndida: el macizo de las Ubiñas a un lado y al otro el valle de Pajares cerrado por el Cellón. Aunque la mañana ha estado despejada, las nubes comienzan a cubrir los picos más altos; más tarde lo cubrirán todo y, cuando lleguemos al Corullo casi nos envolverá la niebla.
Al llegar a lo alto del cordal vemos como las Ubiñas se van cubriendo de nubes.

La Tesa desde el Cordal de los Llanos de Somerón antes de que se oculte bajo las nubes.
El Cordal de los Llanos de Somerón está compuesto por pequeñas lomas que el camino, superpuesto al gasoducto, supera por la misma cumbrera. La primera cota, apenas la más alta, no tiene nombre en los mapas, aunque la zona se llama Llandelagachina. Después se baja a Los Busquemaos que dan paso al Pico las Estacas en cuya bajada posterior encontramos un magnífico hayedo a la izquierda del camino.
Amplio trazado que recorre el cordal por donde pasa el camino y el gasoducto Asturias-León

Bajando del Pico las Estacas encontramos a la izda estas magníficas hayas.
En siguiente pico es el Carril donde encontramos un rebaño de cabras protegidos por dos jóvenes mastines. En la larga y suave bajada posterior dejamos a la izquierda el hayedo del Monte las Chinares que baja hasta la AP-66 y la aldea de Piñera.
El Pico Carril en la mitad, más o menos, del cordal.

Cabras en el Pico Carril
Llegamos así al collado Puerto del Tronco por donde cruza el camino ancho que comunica Llanos de Somerón con la aldea de Carraluz en la ladera occidental del Cordal de los Llanos y al lado de la AP-66.
Al final de esta corta bajada está el Puerto del Tronco. Las últimas hayas del Monte las Chinares se ven a la izda.

Desde el Puerto del Tronco vemos la cima del Corullo Braña
En el puerto hay una abundante vacada a la que llegan con facilidad por la pista los ganaderos de Carraluz. El pico Corullo Braña y su gran cruz de madera se dibujan claros en el horizonte. La subida a la cima es corta y dura.
Último tramo de la subida al Corullo Braña. Arriba se dibuja la gran cruz de madera.

Cruz de madera en el Corullo Braña colocada por los vecinos de Carraluz.
El día se ha nublado y casi nos envuelve la niebla; el tiempo es desapacible y para la tarde dan lluvia: bajamos por la ladera opuesta siguiendo la conducción del gas. Hasta el prado (magnífica cerca de piedra) y la cabaña de Cubiles el camino prácticamente coincide con el gasoducto. En ese punto el camino se desvía a la izquierda para rodear un montículo. Más abajo cruzamos el trazado del gas y seguimos por el tupido bosque de Prial dando un amplio rodeo para bajar a la carretera que une Herías con Bendueños. Otra opción que traíamos cargada en el GPS era bajar directos por el gasoducto hasta enlazar con otro camino que nos deja en la misma carretera a la altura del Quento la Cruz.
Bajando por la ladera norte del Corullo Braña. Abajo se dibuja el valle de Lena y el Pico Brañavalera

Cabaña y prado de Cubiles que el camino rodea por la izquierda
Bajamos unos metros por la carretera hasta llegar a la aldea de Herías por donde pasa el señalizado camino jacobeo de San Salvador. Lo seguimos hacia el norte y, tras una corta subida y una larga bajada con algunos tramos de resbaladizas lajas de piedra, llegamos a Campomanes.
Llegando a Herías

Magníficos edificios en Herías

Por el camino de San Salvador entre Herías y Campomanes.
El autobús nos espera y, nada más asearnos y entrar en el bar para comer con una buena y merecida cerveza, comienza a caer una lluvia fina que al poco se transforma en diluvio. Continuará lloviendo sin parar todo los que resta del día, el siguiente y la mañana del tercero.

Lorenzo Sánchez Velázquez

sábado, 19 de octubre de 2019

Desde el Puerto de Tarna a Isoba. Entre el Remelende y Les Rapaínes

Salida: Puerto de Tarna (Concejo de Caso)
Llegada: Isoba (Municipio de Puebla de Lillo, León)
Distancia: 16,7 km
Duración: 6:15 h (sin paradas) 
Subidas acumuladas: 1200 m
Bajadas acumuladas: 1300
Altura Inicial: 1486 m
Altura final: 1370 m
Altura Máxima: 2019 m
Fecha de realización: 25/IX/2019
Dificultad: media
Track de la ruta

Itinerario: Puerto de Tarna – Remelende – Mongayo – Moneo – Cdo de la Requexadina – La Bardera – Collá Zampuerna – Pico las Cuerdas – Collada las Lagunillas – Las Lagunillas – Pico los Abedulosos – Muesca Braga – Pico el Páramo – Pico la Rialcada – Collada la Molía – Peñones del Violosu – La Rapaona – Les Rapaínes – Majada de las Hazas – Arroyo de las Hazas – Carretera LE-332 – Isoba.

La ruta organiza por el GM Ensidesa de Gijón consistía en una travesía entre el Puerto de Tarna y la aldea leonesa de Isoba recorriendo las cumbres cimeras de la Cordillera Cantábrica en este tramo. Como se nos quedó algo escasa le añadimos los Peñones del Violosu, La Rapaona y Les Rapaínes avanzando hacia el oeste en el cordal cantábrico.
Desde el Pico las Cuerdas echamos la vista atrás.


Desde el Pico las Cuerdas vemos lo que nos queda hasta Les Rapaínes
Llegamos al Puerto de Tarna a través de los puertos de San Isidro y de Las Señales para realizar el mismo itinerario en el viaje de ida y en el de vuelta. La mañana radiante y fresca de comienzo de otoño, ideal para una jornada montañera. Comenzamos a subir por el camino ancho que deja a la izquierda la alambrada de espino que marca el límite provincial.
Con la vista puesta en el Remelende dejamos el camino ancho para subir en paralelo a la alambrada

Pronto lo abandonamos siguiendo una senda que sigue paralela a la alambrada. La pendiente aumenta y, más arriba, debemos cruzar la alambrada para superar un tramo corto muy empinado. En el último tramo la pendiente suaviza y finalmente culminamos el Pico Remelende (1888 m), atalaya sobre el Concejo de Caso.
Cuando llegamos a la zona de la peñas debemos cruzar la alambrada

Cima dl Remelende. Vemos el resto de la Sierra del Mongayo que vamos a recorrer y su continuación hasta Les Rapaínes en la parte superior central de la foto
Hasta que lleguemos a la zona de los Abedulosos y del Pico Páramo, la cordillera cantábrica presenta una planicie con alomadas y modestas montañas (ver la primera foto de este reportaje). Iremos pasando sin esfuerzo por los picos Mongayo y Moneo (entre ambos baja una senda que a través del collado Musiquiellu permite bajar a la cascada del Tabayón), por el collado de la Requexadina y por el Pico de la Bardera de más entidad.
Desde el Collado de la Requexadina vemos el valle del Arroyo Mongayo que desagua por la cascada del Tabayón (no se ve), a la izda el Cueto Negro y al fondo el Tiatordos.


Sierra de Príes que finaliza en el Cantu'l Oso (dcha). Abajo Bosque de Fabucáu y Vega Pociellu (izda).
La senda en suave descenso continúa hacia la Collá Zampuerna. Más adelante, tras una corta subida, la abandonamos y subimos impedidos por los altos brezos hasta la cima del Pico las Cuerdas apenas marcado por un pequeño hito. En este punto sacamos las dos todos que encabezan este reportaje. Frente a nosotros, al sur, las impresionantes caídas del Pico San Justo y al suroeste la Sierra de Sentiles (Ausente y Requexines) y los montes cercanos a San Isidro (Toneo y Agujas).
Bajando del Pico la Bardera vemos el alomado Pico las Cuerdas con la mole del San Justo por detrás. La zona de San Isidro (Sierra de Sentiles, Agujas y Toneo) se ve en el centro al fondo y Les Rapaínes a la derecha.
Pico San Justo desde el Pico las Cuerdas.

Bajamos por la suave y corta ladera occidental cubierta de brezos de bajo porte que apenas estorban hasta enlazar con la senda que, en llano, nos lleva por la zona de Las Lagunillas; estas se ven unos metros por debajo en la ladera leonesa. A partir de aquí la senda discurre por una cumbrera más afilada que nos eleva a la cima de Los Abedulosos. Desde aquí vemos cerca la afilada y larga arista del Pico Páramo y, más allá (oeste), las caídas verticales hacia el este de los Peñones del Violosu (Rapaona y Les Rapaínes).
Avanzaremos por la arista oriental de Los Abedulosos. A su derecha vemos la arista del Pico Páramo y a la izda los Peñones del Violosu que terminan en Les Rapaínes. Pasaremos por todos estos picos.


Más alomada, la ladera occidental de Los Abedulosos comunica con la larga arista del Pico el Páramo (es fácil).

Bajamos de Los Abedulosos por la afilada ladera occidental y enseguida llegamos al collado de la Muesca Braga que enlaza con la larga afilada arista del Pico Páramo. Fácil. Subimos por ella unos 750 metros hasta culminar el pico donde no hay más que un hito. Rápido descenso y corta subida hasta el cercano Pico Rialcada. Otra bajada y estamos en el collado La Molía.
Llegando a la cima del Pico el Páramo. A la izda vemos el cercano Pico la Rialcada y por detrás los Peñones del Violosu.

Cima del Pico el Páramo. A la izda Pico la Rialcada, Peñones del Violosu, La Rapaona, Les Rapaínes y La Peña del Viento.
Bajando de La Rialcada al Collado la Molía. Después toca una dura subida a los Peñones del Violosu.
La ruta organizada por el GM Ensidesa proponía bajar a la cercana Laguna Negra, al sur, continuando el descenso en paralelo al Arroyo las Hazas hasta la majada homónima y de allí a la carretera. Es pronto y nos apetece llegar hasta la cima más alta de esta zona, Les Rapaines de más de 2000 metros de altura. Mantenemos la dirección (O) para remontar duramente, sin senda ni camino, por la pedregosa ladera hasta alcanzar una cumbre (1956 m) señalizada con una Cruz metálica. Aquí comienzan los Peñones del Violosu que caen verticales hacia el norte (Asturias). En la cruz había un nombre que ha sido borrado y en los mapas esta cumbre no recibe ningún nombre. Un poco más adelante (la senda es clara) subimos al montículo más alto que en los mapas llaman La Rapaona (1973 m).

Al llegar a la cumbrera (que no el punto más alto que está un poco después en La Rapaona) de los Peñones del Violosu encontramos esta cruz con el nombre borrado.


Desde la cruz vemos estas lomas y la más alta debe ser La Rapaona. A la izda apenas asoma la cumbre cimera del cordal, Les Rapaínes.

Otro tramo llano o en ligera bajada nos deja en la afilada arista cuarcítica de Les Rapaínes. El invierno pasado bajamos por ellas y ahora nos toca hacer un par de trepadas con buenos agarres de 3 ó 4 metros cada una. Superado el peñón sólo quedan unos metros para alcanzar la cima de Les Rapaínes (2018 m) con su buzón de montaña y unas vistas preciosas en todas las direcciones.
Desde los Peñones del Violosu caen hacia el norte (Asturias) canales muy verticales.


A la dcha La Rapaona y detrás en la mitad de la foto Les Rapaínes.

Estamos cerca de Les Rapaínes.

Pronto debemos acometer la trepada final a Les Rapaínes

Trepando con cuidado a Les Rapaínes. Se hace frontalmente, hay buenos agarres en la cuarcita aunque las caídas son importantes.

Superada la zona más vertical llegamos a las peñas que coronan la cima de Les Rapaínes.

La idea inicial era bajar de Les Rapaínes por el camino normal de subida, por la ladera norte hasta el collado Agujas y de allí continuar el descenso rodeando la montaña por el Valle de la Aliviada hasta la Vega Corea, donde enlazamos con la senda que viene de la Majada las Hazas. Sin embargo, desde arriba vemos factible atajar bajando por la larga arista sur. Y durante un largo tramo, sin camino ni senda, la bajada está limpia de maleza.
Descendemos de La Rapaina por la ladera sur al borde de las peñas donde está más limpia (vista hacia atrás)


Seguimos el descenso manteniendo la dirección y buscando las zonas menos invadidas por el brezo

Más abajo comienza el brezal. Al principio pasamos bien entre las matas de brezo, más abajo debemos buscar los escasos claros que nos permiten un descenso más cómodo. Después de superar una profunda riega el porte de los brezos aumenta y con ello la dificultad. Finalmente en el tramo inferior encontramos matas de escobas altas y brezos que dificultan el descenso. Son sólo unos metros antes de llegar a la extensa campera de la Majada de las Hazas.
Vista del tramo final de la arista sur de Les Rapaínes.  Iremos buscando entre los brezos los pastos que vemos en la zona central izquierda de la foto. En el último tramo encontramos altas escobas.


Vista hacia atrás de la arista su de Les Rapaínes. La parte alta está limpia, pero abajo hay zonas muy tupidas de brezo y al final de escobas. Una vez que salimos a la pradera de Las Hazas una senda buena en medio del pastizal nos lleva a la carretera.
La pradera baja siguiendo el curso del Arroyo las Hazas hasta desembocar este en el río de Isoba y aquella en la carretera LE-332 que viene del Puerto de San Isidro. No tenemos más que seguir medio kilómetro por ella y llegamos a la aldea de Isoba.


Lorenzo Sánchez Velázquez