martes, 28 de marzo de 2017

Cantu Ceñal y Cabeza la Forma. Circular desde el Lago Ercina

Salida y llegada: Campo la Tiese (Lago Ercina) 
Distancia: 16,5 km
Duración: 7:00 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1020 m
Altura Inicial: 1120 m
Altura máxima: 1717 m
Fecha de realización: 18/III/2017
Dificultad: media
Track de la ruta



Itinerario: Campo la Tiese (Lago Ercina) – Las Reblagas – El Bricial – Vega el Texu – Vega’l Paré – Collado y Vega Ceñal – Cantu Ceñal – El Jondón – Majada de Sobrecornova – Majada las Fuentes (Juentes) – Las Abedulas – Cabeza la Forma – Colláu’l Jitu – Las Abedulas – Las Campizas – Las Reblagas – Las Bobias – Vega Vieya – Campo la Tiese (Lago Ercina).

        Como la ruta circular al Cantu Ceñal y las majadas de Sobrecornova y Las Fuentes se nos quedó corta,  buscamos en el pico Cabeza la Forma situado sobre la Vega de Ario las mejores vistas sobre los Urrielles y el Macizo del Cornión. Con ello completamos los montículos o cabezos que rodean esta hermosa vega, después de haber subido hace poco al Cabeza la Verde, Cabeza Covu y Cabeza Julagua (ver esta entrada). También pasamos por esta vega cuando subimos en junio por la Canal de Trea y bajamos desde Vega Maor al Cares por la de Culiembro (ver esta otra entrada).
Lago Ercina. Al fondo, nevados, Punta Gregoriana y Cabrones, Torre del Alba (Los Traviesos), De la Canal Parda, Torre Santa de Enol y las De Cebolleda, entre otras montañas.

El aparcamiento del Campo la Tiese (1110 m) junto al Lago Ercina aún no estaba lleno a pesar del buen tiempo y la festividad de San José, y tampoco habíamos madrugado demasiado. Después, desde el Cantu Ceñal, vimos el gran embotellamiento del que informaron los medios de comunicación al día siguiente; por la tarde, al regresar, quedaban pocos coches.

Cabañas en Las Reblagas con el Lago Ercina y el Pico Llucia.

Comenzamos la ruta rodeando el Lago Ercina por la derecha hasta su extremo meridional y continuamos después por un sendero que sube a las cercanas cabañas de Las Reblagas (1150 m) situadas al abrigo de la Paré Reblagas. Queríamos ver también la majada del Bricial asentada bajo las peñas que caen desde el pico homónimo y su gran vega en la que se forma otro lago durante el deshielo. Pero esta vez, sin nieve en las medianías ni apenas calor para fundir el hielo de las altas cumbres del Cornión, nos tuvimos que conformar con el verdor de la profunda hondonada.
Majada de Bricial, a la izquierda fuera del encuadre queda la vega.
          Desandamos unos metros y nos encaminamos a la evidente vaguada que sube en dirección sureste y en la que se asienta la riega de la Vega del Texu. Pronto alcanzamos la zona más estrecha del valle donde se sitúa la Vega el Texu (1300 m) con sus dos cabañas protegidas por los derrumbes verticales de la Sierra Cantos.
Subiendo por la valle de la Vega del Texu

Cabañas en la Vega el Texu.

Más adelante, el valle se abre en la amplia pradera parcialmente encharcada de la Vega´l Paré (o Tremes de Ceñal) donde el arroyo forma pequeños meandros. A la izquierda de la vega se encuentran las paredes del Cantu Ceñal y a la derecha el camino que sube a la cercana majada Toyeyu (1340 m) situada en el paso hacia el Valle Resecu, valle que discurre paralelo al del Texu pero más al oeste. No resistimos la tentación de subir a la sonora majada en la que encontramos varias cabañas en buen estado y una fuente.


Vega'l Paré. Al otro lado, las paredes verticales del Cantu Ceñal.

Cantu Ceñal desde Toyeyu. El collado Ceñal se ve a la derecha.

Cabañas en la majada Toyeyu.

De vuelta a la Vega’l Paré superamos la zona encharcada por la ladera derecha para remontar después por la pradera hasta el Collado Ceñal (1386 m) que da acceso a la Vega Ceñal a los pies del cantu. Su larga cresta cierra el valle por el norte mientras que el Forcáu y el Cantu Cuerria lo hacen por el sur.
Cabañas en la majada Ceñal. Detrás el Forcáu y Cantu Cuerria.

La Vega Ceñal tiene amplias cabañas en uso y se sitúa en una extensa pradera que se alarga y baja en la dirección sureste hasta el sumidero de El Jondón; como los pastores y ganaderos aún no han subido las reses, la encontramos vacía. Nos pegamos al crestón calizo hasta dar con un fácil acceso a la senda hitada que lo recorre en sentido contrario subiendo hasta un primer montículo coronado con un gran hito de piedras (1453 m). Una pequeña vallina y una corta arista nos dejan en el punto más alto (1460 m) donde hay una cruz hecha con barras de ferralla y un pequeño buzón de montaña de acero inoxidable.
 
Cresta cimera del Cantu Ceñal.

Cumbre del Cantu Ceñal.

Las vistas sobre el Cornión son espectaculares mientras que los Urrielles se ven más lejos; el lago Ercina queda al norte, la preciosa majada de Las Bobias al este y, más allá en esa dirección, se encuentra el gran crestón que va desde el Jascal al Cabezo LLerosu.
Desde el Cantu Ceñal vemos entre otras cumbres y de izda a dcha: Pta Gregoriana, Torres de los Traviesos, de los Asturianos, de la Canal Parda, Peña Santa de Enol, de Cebolledo, Los Argaos y Requexón (este última detrás de la cruz).

Majada de las Bobias y, al fondo, la arista entre el Jascal y Cabezo Lloroso.

Después de disfrutar de las hermosas vistas, desandamos la cresta para bajar a la vega donde una sendilla continúa el descenso para, sin caer en El Jondón, elevarse después a la collada de Los Sobaquinos al este (1374 m). Como mantiene esta dirección y nuestra ruta sigue hacia el sureste, la abandonamos (quizás más adelante retome la dirección correcta) para subir por un lomo pedregoso. Viendo que no vamos por el buen camino nos escoramos a la izquierda hasta reencontrarla en el siguiente hombro del Texu la Verde.
Jou y majada de Sobrecornova con su cueva a la izquierda.
 
El rodeo de la montaña nos lleva más adelante a pasar cerca de las ruinas de unas cabañas (que dejamos a la izquierda) en el borde del profundo Jou de Sobrecornova (1378 m). En el fondo de la hondonada hay una sola cabaña y una gran cueva protegida por dos hileras de alambre de espino y, como aún queda mucha ruta, no bajamos a investigar ni la cabaña ni la cueva. Según parece la cueva fue el único abrigo de la majada hasta que, hace ya años, en una noche, los pastores levantaron la cabaña ante la sospecha de que las autoridades del parque no se la dejaran construir.
Cabañas en la Majada Fuentes (Juentes de Onís).

La senda continúa casi en llano hasta la cercana Majada de Fuentes (o Juentes de Onís) (1410 m) con varias cabañas en uso (alguna la están arreglando) y otras en franca ruina. Después, el camino asciende para situarnos en el borde del jou Los Llagos que conserva en el fondo un pequeño nevero. Lo rodeamos por la izquierda y seguimos el ascenso hasta un pilón (1450 m) situado muy cerca del camino principal que va del Lago Ercina a la Vega de Ario (PR-PNPE 4); el pico Cabeza la Forma nos separa de la vega.
Cabezo la Forma desde cerca de la Majada Fuentes
Desde el Cabezo la Forma: abajo el refugio de Vega de Ario, por detrás Cabezo Julagua y al fondo Cabezo Llerosu.
         Para alcanzar su cima, primero seguimos el PR un corto tramo, después lo abandonamos para tomar un sendero que remonta duramente la ladera occidental del pico y, mientras progresamos en la ascensión, una manada de rebecos huye hacia los riscos más alejados. Encontramos manchas de nieve en la cumbrera y un montón de piedras coronando esta espectacular atalaya (1717 m) sobre la amplia vega de Ario donde distinguimos sus cabañas al otro lado, en la ladera del Cabeza Covu. La vega queda limitada al este por las cabezas Julagua, Covu y La Verde y al oeste por la montaña en la que estamos; el edificio del refugio queda a nuestros pies. Pero lo más espectacular son las vistas de los Urrielles al otro lado del profundo tajo del Cares y del cercano Cornión cuyas cimas nevadas tenemos enfrente (Jultayu, Cuvicente, Verdelluenga, Peña Blanca, Robliza, Punta Gregoriana y Los Cabrones y Torre Santa de Enol. Dedicamos más de una hora a reponer fuerzas en este maravilloso balcón.
Llegando a Cabezo la Forma.


Cima del Cabezo la Forma.

Macizo Central desde el Cabezo la Forma-

Peña Blanca, Robliza, Verdiluenga, Punta Gregoriana y Torre Santa de Enol.

Como el regreso lo vamos a hacer por el PR-PNPE 4 y la majada Las Bobias, primero descendemos por la ladera sur hasta el Colláu’l Jitu (1645 m) donde aún sigue el círculo de orientación con los nombres apenas visibles de algunas de las cumbres que se ven. Después pasamos por las Abédulas, más adelante por Las Campizas, a continuación bajamos la cuesta de Las Reblagas (1350 m) con la vista puesta en la hondonada donde se ubican los pastos y cabañas de La Redondiella que dejamos a la derecha. Finalmente alcanzamos la amplia y bella majada de Las Bobias (1250 m) con sus cabañas, pastos y una fuente que tiene agua todo el año; al oeste vemos la alargada cresta del Cantu Ceñal con ladera norte salpicada de hayas.
Bajando por Las Reblagas
Mirada hacia atrás de la Majada las Bobias.

Llegando al lago Ercina.

Continuamos por la Cuenye las Bobies (1290 m), después bajamos por la Riega el Brazu dejando a la derecha las cabañas (1150 m) del mismo nombre al abrigo del Pico Llucia. Finalmente llegamos al Lago Ercina (limitado al otro lado por el Pico Bricial) que rodeamos por la derecha hasta llegar al aparcamiento del Campo la Tiese.

Lorenzo Sánchez Velázquez
















miércoles, 15 de marzo de 2017

Pico Morronegro. Circular desde Torrestío

Salida y llegada: Torrestío
Distancia: 15 km
Duración: 7:00 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1050 m
Altura Inicial: 1340 m
Altura máxima: 2151 m
Fecha de realización: 11/III/2017
Dificultad: media
Track de la ruta



Nota: La ruta circular del Morronegro discurre por alturas superiores a los 2000 metros por lo que en invierno hay que analizar las posibles dificultades relacionadas con la nieve o el hielo. En la bajada por la ladera del pico Azmón hay tupidos escobares que nosotros evitamos parcialmente; en el track que adjunto he realizado pequeñas correcciones para esquivarlos.

Itinerario: Torrestío – Valle Valverde – Las Cascarinas – Collado el Queixeiro – Pico Pielda – Morro Negro – Pico la Loma – Pico El Arca – Peña Azmón – Prao la Vayuga – Torrestío.





Imagen de Torrestío con Peña Redonda (dcha) y las crestas de Cualmarce, Calabazosa y Solarco.

Nos acercamos a Torrestío (1350 m), en la comarca de la Babia, buscando las altas cumbres por encima de los 2000 que las altas temperaturas de los primeros días de marzo nos permiten alcanzar sin equipamiento especial. Aparcamos frente al bar La Farrapona y nos ponemos en marcha siguiendo la pista continuación de la carretera que se dirige al Alto de la Farrapona al oeste. Enseguida cruzamos el río de La Carrera al lado de un molino restaurado y dejamos que la pista siga su curso hacia la frontera asturiana para tomar otra a la izquierda que sigue el Valle Valverde.

Nada más cruzar el río La Carrera encontramos este molino rehabilitado.

Torrestío desde la pista que lleva al Valle Valverde. Por detrás la Sierra de la Oxa.

La fuerte subida hormigonada da acceso al alargado valle orientado hacia el suroeste y limitado al oeste por las peñas Redonda, Cualmarcé y Calabazosa en el límite con Asturias y por la Sierra de la Maserona (Morronegro y Azmón) al este; la Peña de Solarco y la loma occidental del Morronegro la cierran por el sur. Una vez en la plataforma superior del valle, las crestas nevadas de estas montañas se van perfilando en el horizonte mientras a la izquierda el arroyo Valverde forma pequeñas cascadas.
El camino recorre el valle de Valverde cerrado por las peñas Solarco, Calabazosa (detrás del Pico Vallera), La Colarada y Cualmarce.

El camino ancho avanza llano cerca del arroyo mientras la gran mole del pico Solarco con manchas de nieve y las verticales paredes grises del Calabozosa a su derecha, contrastan con el verdor de los pastos; si echamos la vista atrás veremos al arranque meridional de la Sierra de los Bígaros y a su derecha la gran cresta del Ferreirúa.
Aquí está el desvío hacia el Valle Valverde. La pista que se ve continúa hacia La Farrapona. A la izquierda con manchas de nieve Peña Redonda y a la derecha Los Bígaros.

En algo menos de 3 km, cuando estemos a la altura del Valle Sousas que se descuelga por la derecha entre la Peña Corros y el Pico Vallera, abandonamos la pista (1480 m) para seguir un marcado sendero (hay un poste de señalización donde cogemos la senda) que baja al arroyo. Y aunque lleva bastante agua del deshielo, lo cruzamos sin problemas para acceder al margen derecho del valle.
Cruzando el arroyo Valverde

Más adelante, justo donde la senda cruza el arroyo Morronegro (1600 m), vemos, al otro lado del valle, el arranque del Valle Cualmarce por el que deberíamos subir para alcanzar el collado homónimo o el pico Solarco. Estamos en la ladera noroccidental del Morronegro en la zona conocida como Las Cascarinas. Enseguida comenzamos a pisar las primeras manchas de nieve y, cuando alcanzamos el hombro occidental (1791 m) del pico Pielda (apenas un montículo que se desgaja del propio Morronegro), cerca del collado El Queixeiro, damos vista al sur en medio de un fuerte vendaval: las cumbres nevadas de los picos Pozo Lao, Las Avanzadillas y el pico Congosto cierran el Valle Congosto por el sur. Entre el pico Las Avanzadillas y el pico Congosto vemos la gran mole del Montihuero y, entre el Congosto y el Solarco, los crestones que salen de Peña Orniz y Torre Orniz y siguen por Muria Brava, etc.

Subiendo al Pico Pielda (situado en la base del Morronegro) vemos de izda a dcha: Peña Congosto; al fondo, Peña y Torre Orniz, Muria Brava y Pico Blanco. La ladera sur de la cercana Peña Solarco tapa Peña Calbozosa que no se ve.

Peña Solarco desde el hombro que sube al Pico Pielda.

El fuerte viento no amaina y, después de hacer recuento de las vistas, continuamos la progresión por una senda hitada que nos permite alcanzar pronto y sin nieve la cumbre del Pico Pielda (1950 m).

Morronegro desde el Pico Pielda. La ausencia de nieve en la senda facilita la dura ascensión. Con nieve habríamos necesitado crampones.

La breve bajada posterior nos deja en el collado (1931 m) que precede a la dura rampa occidental del Morro Negro que encontramos sin nieve. El sendero está perfectamente hitado, tiene un primer tramo, el más empinado, de tierra, piedras pequeñas y algo de gravilla; más arriba afloran los bloques de cuarcita tapizadas de líquenes que favorecen la adherencia de las botas cuando no están mojadas como es el caso (con nieve o hielo sería otra cosa). El fuerte viento no da tregua en los más de 200 metros de desnivel que debemos superar desde el Pico Pielda para alcanzar la cima (2151 m). Las tres fotos de abajo muestran algunas de las espectaculares imágenes que vemos.

 
Montihuero desde la cima del Morronegro.

La Cervata y Peña Congosto a la izda sin nieve en la ladera izquierda y Peña y Torre Orniz a la derecha.

El Morronegro tiene un vértice geodésico asentado sobre bloques de cuarcita y las manchas de nieve se extienden por la arista y la ladera norte de la Sierra de la Maserona que vamos a recorrer y en cuya cúspide nos encontramos. Fue llegar a la cima y calmarse el viento; es hora de reponer fuerzas mientras disfrutamos de unas vistas espectaculares: los montes antes enumerados y las Ubiñas todos ellos nevados; más lejos, al sur, vemos los picos próximos al Alto de la Cañada con cimas por encima de los 2000 metros y al norte Los Albos detrás de Peña Calabazosa, también Los Bígaros, Peña Negra y el Michu en la Cordal de la Mesa. Próximos, con unas laderas nevadas y otras despejadas, tenemos los picos de la Sierra de la Maserona que vamos a recorrer: La Loma, El Arca y Azmón.
Arriba a la izda Peña Chana de Somiedo. Detrás de la Peña Solarco vemos Peña Blanca y la larga arista de Peña Calabazosa. A la derecha los Picos Albos.

Aparejados con las mochilas, más ligeras después del refrigerio, proseguimos la ruta por la arista del Morronegro, dejando a la izquierda la cornisa de nieve que vierte al norte. Marrones brezos diminutos, líquenes de variados colores cubriendo las rocas, nieve fracturándose en las rimayas que preludian un pequeño alud,… y nos hallamos en la cima sur de la montaña (2138 m). La pedregosa ladera oriental no tiene nieve y por ella descendemos rápidamente unos 100 metros hasta la alargada arista que mantiene la dirección y conduce casi en llano al pico La Loma (antes hay que superar un pequeño crestón) (2062 m).
Bajando por la ladera oriental del Morronegro vemos lo que nos queda de la Sierra de la Maserona: Pico La Loma, El Arca y Azmón. Al fondo Las Ubiñas.

Un montón piedras señala la cumbre con caídas verticales al este. El descenso normal se hace por la ladera norte que encontramos con una buena capa de nieve blanda, por lo que ponemos especial atención en este descenso marcando escalones en una amplia revuelta con la que suavizar la fuerte pendiente.
Bajando por la empinada ladera norte del Pico la Loma.

Nos encontramos en la base de la Peña el Arca cuyos bloques de cuarcita superamos con facilidad por la derecha (suroeste); otro mojón de piedras corona la cumbre (2002).

Bloques de arenisca en la base del pico El Arca.

Desde la cima de El Arca de izda a dcha y al fondo: Peña Negra, Peña Redonda, L'Alguil y Ferreirúa. Por delante, la larga loma del Azmón.

El descenso de la peña lo hacemos por la ladera norte hasta alcanzar el extenso y ancho crestón que une esta cima con la alargada Peña Azmón situada casi a la misma altura. Avanzamos en llano sobre el brezo rastrero hasta el punto más alto (1954 m) situado al norte y marcado con un gran montón de piedras.
Cruzando el crestón que da acceso a la Peña Azmón. Atrás queda la Peña el Arca.

Peña el Arca a la izda y La Loma a la decha desde la Peña Azmón.

Desde la Peña Azmón: a la izda del hito Pico la Loma y a la dcha el Morronegro.

Al comienzo de la ruta las nubes parecían presagiar un mañana de lluvia, pero, después, el fuerte viento las barrió y ahora, por la tarde, al amainar, van regresando cubriendo poco a poco las cimas. Después de una jornada disfrutando en el largo cresteo de unas vistas espectaculares, es hora de bajar de la sierra. Desandamos la arista del Azmón hasta su extremo sur y descendemos por la despejada ladera occidental sin dejarnos caer después por primer el valle que vierte al norte. Habíamos leído que esta bajada está completamente por invadida por el escobar y decidimos descender por el siguiente valle. Pero nos escoramos demasiado al oeste y, sin querer, nos metimos en otro escobar por donde pudimos bajar sin demasiados problemas a una zona despejada (1750 m). Desde abajo vimos que si hubiésemos descendido por la ladera noroeste lo habríamos evitado. Proseguimos el descenso por la zona despejada, pero al final, sin querer, nos volvimos a meter en otro corto escobar. El track que acompaño lo he arreglado para evitarlos fácilmente (aconsejo seguirlo en el descenso).
Desde el Valle Valverde, vista atrás del Morronegro. Se baja entre las escobas que se ven a la izquierda.

Por la margen derecha del Valle Valverde continuamos casi en llano dejando el Prao la Vayuga (1480 m) entre el camino ancho con el que hemos enlazado y el propio arroyo. Más adelante, el camino se convierte en senda y cerca de Torrestío vuelve a ensanchar al llegar a un arroyo donde una alambrada (1430 m), prolongación de un prado, impide el paso.
Llegando a Torrestío

Espadaña de la Iglesia Sacramental de Santo Tomás en Torrestío.

Cruzada la alambrada y el arroyo, el camino se transforma en pista y nos deja en Torrestío al lado de la Iglesia Sacramental de Santo Tomás con espadaña para tres campanas de distinto tamaño. Un puente peatonal de madera nos lleva a la calle principal de la aldea cerca del bar La Farrapona, donde aprovechamos para tomar unas claras.

Lorenzo Sánchez Velázquez