martes, 26 de diciembre de 2017

Pico Porcabezas y Alto de la Casa. Circular desde Llamoso

Salida y Llegada: Llamoso (Concejo de Belmonte de Miranda)
Distancia: 21,8 km
Duración: 7:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1150 m
Altura Inicial: 460 m
Altura máxima: 1210 m
Fecha de realización: 17/XII/2017
Dificultad: media
Track de la ruta


Itinerario: Llamoso – Reguero la Forcada – Alto de Peñas Negras – Pico Porcabezas – Alto de Peñas Negras – Collado la Forcada – Sierra el Conto – Collado el Gamón – Braña el Acebo – Pousa el Sal – Alto de la Casa – Campa Cueiro – Braña los Fuexos – Cruz de los Regueros – Braña de Monegro – Montovo – Camino antiguo de Montovo a Llamoso – Carretera BE-2 –Llamoso.


La ruta parte de la aldea de Llamoso en el concejo de Belmonte de Miranda, sube al Cordal de la Mesa cerca del pico Porcabezas y lo recorre hacia el sur siguiendo la Sierra del Conto. Bajamos desde el collado Alto de la Casa a la aldea de Montovo después de cruzar las brañas de Los Fuexos y Monegro. Finalmente, regresamos a Llamoso por el camino antiguo y por la carretera.
Fuente y lavadero en Llamoso (concejo de Belmonte de Miranda)
Tras varios días nevando amaneció un día radiante. Una fina capa de nieve blanda de unos 10 cm cubría la ladera este del Porcabezas, la Sierra del Conto, la Vega de Cuiero y la Braña de los Fuexos. Para completar esta espléndida jornada de montaña encontramos huellas de un gran oso marcadas en la nieve.
Panera en Llamoso
Llegamos a Llamoso después de cruzar el río Pigüeña por el Puente Llamoso en el desvío de la carretera AS-227 después de pasar Belmonte. Aparcamos cerca del lavadero y nos encontramos una pequeña aldea repleta de hórreos y paneras en uso. Pero, como la ruta iba a ser larga y las horas de luz escasas, dedicamos poco tiempo recorrer sus calles, ni siquiera nos acercamos a la iglesia de Santa María Magdalena. Tomamos el camino ancho que se dirige al este por el valle del reguero de la Forcada en medio de un bosque mixto de castaños, nogales, robles, abedules y algún acebo en la zona alta. Enseguida lo cruza y continúa la progresión alternado largos tramos rectos con cerradas revueltas.
Valle del Reguero de la Forcada. A la derecha se ve parte del bosque que atravesamos. Abajo Llamoso y el Valle de Montovo.
Echamos la vista atrás en plena subida y nos encontramos con la Sierra la Manteca.
Poco a poco vamos ganando altura y, al salir de la zona arbolada y echar la vista atrás, descubrimos como el bosque rellena las laderas próximas al arroyo, mientras la aldea de Llamoso queda en el fondo del barranco. En esa misma dirección, a poniente, completamente nevadas, vemos las sierras de La Manteca, La Cabra y La Serrantina; por delante está la de Montovo casi sin nieve.
Aldea de Montovo. Por detrás está la sierra homónima (sin nieve) y la de La Bustariega. A la derecha asoman el extremo meriodional de la Sierra de la Serrantina y el Rabo de Asno.

Continuación de la foto anterior. Braña de los Llagos de Montovo (Sierra de Montovo). Por detrás, la Sierra de la Bustariega y al fondo de izda a dcha Rabo de Asno y toda la Sierra de la Serrantina hasta La Patana (cumbre cimera de la Sierra de la Cabra que seguiría a la derecha de la foto).
Llegamos a un hombro desde el que apreciamos la imponente y piramidal silueta del Pico Monegro completamente nevado. En ese punto el camino da una cerrada curva a la izquierda e inicia un tramo algo recto invadido por la maleza (se pasa bien) y, cuando estamos cerca de la cumbrera de la sierra, recupera su traza ancha y aparecen las primeras manchas de nieve. En la cima del cordal enlaza con el Camín Real de la Mesa y vemos como un manto blanco cubre toda la Sierra del Conto; la nieve no nos abandonará hasta que bajemos a la aldea de Montovo casi al final de jornada.
Peñas Negras y Pico Porcabezas desde cerca de la cumbrera de la sierra.

Llegando a la cumbrera vemos la Sierra el Conto (izda de la foto) hasta el Pico La Berza. En medio está la arista del pico Alto de la Casa. A la derecha la pirámide del Monegro. El valle de Montovo se ve a la derecha.
Los cercanos crestones de Peñas Negras, al norte, nos ocultan el pico Porcabezas y hacia allí nos dirigimos. En el propio Alto de Peñas Negras encontramos una cabaña que nos ofrece unas magníficas estampas navideñas. Abandonamos el “camín”  y continuamos por la vaguada nevada que deja las peñas a la izquierda hasta acercarnos a la base de la modesta cumbre del Porcabezas. Enseguida alcanzamos la cima donde hay un buzón de montaña y un vértice geodésico.
Llegando al Alto de Peñas Negras
Pico Porcabezas. La arista de Peñas Negras se intuye a la izquierda.

Como ya señalé, durante la subida hemos tenido a nuestra espalda, al oeste, el valle del río Montovo y la sierra homónima, y al fondo, nevada, la Sierra de la Manteca. Al sur vemos la Sierra del Conto que vamos a recorrer hasta los picos La Berza, cuya ladera norte es asiento de un bosque, y el Pico Monegro coronado por una gran antena. Siguiendo el sentido horario, y partiendo del Monegro, vemos los picos Cornón, Cogollo Cebolleo, Cebolleo, Peña Treisa, Fanarriondas y Rabo de Asno. A continuación, pero más cerca, encontramos las sierras de La Serrantina, La Cabra (La Patana) y Peña Manteca. Al este tenemos el valle del río Cubia (estamos a la altura de la aldea de Tolinas que no se ve) y, por detrás, los Altos del Oral dan paso a la sierra de Peña Cruzada que, al finalizar, permiten ver el pico Caldoveiro. Al noreste encontramos el alomado pico La Loral.
Pico Monegro desde el Porcabezas. A la derecha asoman el Cornón y el Cornín.

Sigue de la foto anterior: Cogollo Cebolléu, Pico Cogollo, Peña Treisa y Fanarriondas

En primer término Picos Castro y Braña de Castro en la Sierra de Bustariega. Por detrás el Valle del Pigüeña los separa de la Sierra de la Serrantina (vemos su extremo septentrional) y al fondo, inconfundible, el Rabo de Asno.

Esta foto es continuación de la anterior. En primer término la Peña Arganea (Sierra de Bustariega). Al fondo la Sierra de la Serrantina y La Patana (derecha de la foto) cuya antena se intuye.

Continuación de la anterior. En La Patana (quedaría a la izda) arranca la Sierra de la Cabra que vemos y termina el Pico la Cabra. La arista de la derecha contiene las peñas El Diente y La Fana (al otro lado está la famosa Fana de Genestaza).
Sierra del Conto que vamos a recorrer (pertenece al largo Cordal de la Mesa). Separa el valle ce Cubia a la izquierda del de Montovo a la derecha. Vista desde el Porcabezas.

Desandamos el camino hasta el Alto de Peñas Negras y continuamos por el Camín Real de la Mesa. Aunque después del collado Entrecuetos el “camín” rodea por la derecha un montículo, nosotros lo superamos de frente para bajar, al otro lado, y enlazar con el camino en el collado La Forcada. De aquí bajan dos caminos a ambos lados de la sierra: al este a la aldea moscona de Tolinas y al oeste el que nos devolvería a Llamoso.
Braña el Espanadal en la cabecera del Valle del Cubia. La sierra que cierra el valle por el otro lado forma parte del alargado lomo septentrional del Pico Redondo.
Seguimos por el “camín real” en ligera y continua subida por la Sierra del Conto, pasando por la Campa de los Madeiros, la Cruz de la Sierra y Priávarez. Aunque la nieve oculta a veces el camino, las pisadas recientes de dos lobos nos permiten seguirlo con facilidad. En la subida más empinada el camino da varias revueltas que nosotros, siguiendo las huellas, atajamos por una senda. En el Pico Sierra el Conto encontramos algunas lagunillas heladas entre matas de acebos que dan nombre a la zona (El Acebu). Un ligero descenso nos deposita en el collado El Gamón desde donde vemos el frondoso bosque que cubre la ladera norte del pico La Berza y toda la cabecera del Valle de Cubia al este. Cerca, en un claro del bosque, vemos La Braña el Acebo con su gran prado y su cabaña.
Sierra de la Granda (Peña Cruzada), desde la Sierra del Conto.

Braña del Acebo.
El “camín” rodea el Pico de la Berza, pasando por la Pousa el Sal señaliza con un miliario y alcanza, al otro lado, el collado Alto de la Casa, encrucijada de caminos y punto de referencia clave del Cordal de la Mesa. De frente sube el Camino Real hasta el collado Cuendia la Celada dejando a la derecha el montañero pico Alto de la Casa, más allá continúa hacia el Puerto San Lorenzo. Al oeste, por donde bajaremos, sale la pista que va Montovo y, al este, arranca el “Camín Francés” por la Vega de Cueiro siguiendo después por la de Taja, Vicenturu y el collado de Santa Cristina.
Ermita en la Vega de Cueiro. Al fondo la Sierra de Sobia (Pico la Siella) y a la izquierda un tramo de la del Aramo. La Sierra de la Espina cierra la vega por el sur (derecha de la foto).
Pisando la inmaculada nieve que cubre la preciosa y extensa Vega de Cueiro, nos acercamos a la cercana ermita de cuyas tejas cuelgan largos carámbanos. El sol de invierno nos reconforta mientras comemos pegados a la facha principal orientada al sur. Enfrente tenemos la modesta Sierra la Espina que recorrimos hace un año viniendo desde el Puerto San Lorenzo en un día frío de invierno. Al oeste, el pico Alto de la Casa por cuya afilada cresta anduvimos no hace mucho cuando recorrimos todos estos montes partiendo de la aldea tevergana de Taja (hicimos el Alto de la Casa, Monegro, La Berza, La Corona, Sumichadoriu y Redondo). Al este se extiende la Vega de Cueiro dejando ver, al final, la Sierra de Sobia y algo de la del Aramo.
Los carámbanos cuelgan del tejado de la ermita.
Vista hacia poniente desde la ermita: Pico Alto de la Casa. A la izquierda, la Sierra de la Espina.
Reanudamos la marcha regresando al collado Alto de la Casa desde donde apreciamos la piramidal silueta del cercano Pico Monegro. Desde esta posición parece una montaña imponente, aunque sabemos que por la ladera sur sube la pista que da servicio a las antenas situadas en su cima. Descendemos al otro lado del collado, hacia el oeste, por una pista nevada. Nos vamos a sumergir en el valle de Montovo orientado al norte y encerrado por la Sierra del Conto al este y las de Bustariega y Montovo al oeste. En la cabecera del valle por donde vamos bajando, zona umbría, se acumula más nieve pero no impide la marcha. En el mismo collado encontramos huellas recientes de un gran oso que bajan también por la pista, pero, por más que miramos, no lo vemos; seguro que él nos está controlando.
Huella delantera de oso

Huellas de oso comparadas con una pisada de bota.
Pico Monegro y cabecera del valle de Montovo. Abajo a la izquierda se ve la Braña los Fuexos.
Después de dos cerradas curvas llegamos a la preciosa Braña los Fuexos con algunas cabañas arregladas y prados. Pronto, en el estrechamiento del valle conocido como Cruz de los Regueros, la pista se orienta definitivamente al norte siguiendo la dirección del valle. La nieve va quedando atrás y la pista nos muestra algunos tramos con un liso y reciente hormigón que en las zonas heladas resulta peligrosa. Bajamos con cuidado.
Braña los Fuexos con el pico Monegro por detrás.
Un poco después el valle se abre y el hielo desaparece; estamos en la extensa Braña de Monegro. Algunos prados están completamente invadidos por las zarzas aunque otros aún se mantienen en uso. Desde el camino se ven pocas cabañas y prados, pero sabemos que en la parte alta hay bastantes más. Una amplia revuelta a la izquierda nos lleva a cruzar, en otra cerrada curva a la derecha, el Reguero la Vallina que recoge las aguas de la ladera norte del Monegro. Entre prados en uso y cabañas llegamos a la aldea de Montovo que está habitada pero, al cruzarla, no encontramos a nadie por sus calles.
Aldea de Montovo (concejo de Belmonte de Miranda)
Pico Porcabezas desde Montovo. A la derecha se extiende la Sierra el Conto.
Desde aquí teníamos dos opciones: bajar por la carretera a Llamoso dando varias revueltas o buscar el camino antiguo que ataja bastante. En el trabajo previo de preparación de la ruta, no encontramos información sobre este camino pero en los mapas venía marcado y se intuía en las ortofotos. Y, aunque la tarde estaba terminando y la luz escaseaba, decidimos bajar por él confiando en que no estuviera invadido por la maleza. Acertamos.
Pequeña iglesia de San Juan, donde arranca el camino antiguo. Tejo centenario a la derecha.
Bajamos por el pueblo hacia la pequeña iglesia de San Juan en donde hay un gran tejo centenario y los restos de un torreón medieval. De allí parte el camino antiguo. Está empedrado en algunos tramos, con paredes que lo flanquean, unas para delimitar fincas, otras para sujetar el inclinado terreno; algo cerrado en un par de puntos (se pasa bien), recto y paralelo al río Montovo que intuimos bajo el frondoso bosque de ribera. En el tramo final el camino ancho se convierte en senda que nos deja en una de las revueltas de la carretera cuando apenas queda luz. No tenemos más que bajar por ella, dejando las cabañas de Villar en la siguiente curva, cruzar el río en otra revuelta y avanzar, recto y en llano, hasta el desvío a Llamoso donde llegamos ya de noche. Preciosa ruta donde la nieve contribuyó sobremanera a realzar la belleza de estos parajes tan desconocidos.

Lorenzo Sánchez Velázquez

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Sierra de la Serrantina. Circular desde Rebollada

Salida y Llegada: Rebollada (Concejo de Somiedo)
Distancia: 16,5 km
Duración: 6:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1150 m
Altura Inicial: 830 m
Altura máxima: 1673 m
Fecha de realización: 26/XI/2017
Dificultad: media
Track de la ruta


Itinerario: Rebollada (Somiedo) – Brañas El Tornu – Regueiro las Ollas – Collado de la Serrantina (El Muñón) – Pico La Granda el Arco (Colmenosu) – Alto la Pachagosa – Chagüetos – Alto Ferreirúa – Pico el Piensu – Collado Chagüeños – Arroyo y valle de Cormichán – Práu Molín – Rebollada.


Parece como si en las últimas visitas al Parque Natural de Somiedo hubiésemos rodeado a propósito la Sierra de la Serrantina. Con este sonoro nombre se conoce la continuación orográfica hacia el sur de la Sierra de la Cabra donde estuvimos hace un par de años. Posee su misma estructura geológica de cuarcitas sobre las que se asienta el matorral de brezo y está también sometida a la misma presión incendiaria; el suelo negruzco de ambas así lo confirma. También estuvimos cerca esta misma primavera cuando cresteamos desde el Cogollo Cebolleo hasta el Rabo de Asno o cuando subimos a este último hace tres años desde Parada Viecha regresando por el valle del río Junqueras, río al que vierten las laderas occidentales de la propia Serrantina.
Rebollada y valle de Cormichán
Para crestear la modesta sierra nos dirigimos a la aldea somedana de Rebollada tomando una desviación en la carretera que sube a Villar de Vildas desde Aguasmestas (kilómetro 26 de la AS-227 que avanza por el valle del Pigüeña). A la entrada estacionamos en un pequeño aparcamiento con vistas espléndidas del valle de Cormichán por donde bajaremos de regreso.
Comienzo de la ruta en Rebollada

Calle arriba, nos encaminamos al barrio alto dejando a la derecha la pequeña ermita de San Antonio. Nada más sobrepasar las últimas casas, la pista de hormigón da un cerrado quiebro a la izquierda para avanzar casi llana a media altura por el citado valle de Cormichán; buenas vistas de la aldea y del hermoso valle rellenado por prados en el fondo y por un frondoso bosque en ambas laderas. La pista, trazada entre unos fotogénicos crestones, avanza después, dejando a la izquierda prados con cerca de piedra y robles linderos, hasta alcanzar un collado con más prados y cabañas; estamos en las extensas Brañas El Tornu.
Vista de Rebollada desde la pista que sube a las Brañas el Tornu.

Las pista cruza estos crestones cuarcíticos entre brezos
La buena pista de hormigón se convierte en camino carretero en mal estado que baja entre los prados y cabañas hasta el Regueiro las Ollas. Realmente la braña es grande y tiene abundantes prados aún en uso, sólo los más alejados, cercanos al arroyo, tienen síntomas de abandono reciente; sus antiguas murias de piedra tapizadas de gruesos musgos nos informan de la humedad de la zona. En la ladera meridional del cercano Pico el Monte, hombro del pico Palastro (o Pico Home) al norte, apreciamos un precioso hayedo adosado a un pequeño abedular y los ocres de las últimas hojas de la hayas contrastan en la distancia con los blancos troncos violáceos de los desnudos abedules.
Después deja a los lados prados con cerca de madera y robles.

Prados y cabañas en las Brañas el Tornu

Cerca del Regueiro las Ollas encontramos las últimas cabañas del Tornu. Por detrás de la cabaña vemos el hayedo y abedular del Pico el Monte.
El camino vuelve a subir entre restos de prados con buenas cercas y un bosque mixto con predominio de robles y hayas, apareciendo también algunos abedules y acebos. Al llegar a una riega, que debemos atravesar, el camino ancho se convierte en senda y poco a poco, a medida que subimos, la vegetación arbórea desaparece dando paso a las escobas, tojos y brezos. Llegamos al Collado del Muñón (en algunos lugares lo llaman de la Serrantina) que abre al norte donde apreciamos el valle de Genestaza entre el pico La Patana, culmen meridional de la Sierra de la Cabra, y la Sierra de Dagüeño.
Después de cruzar un primer arroyo, el camino ancho sigue entre prados

Después de atravesar un segundo arroyo el camino se convierte en sendero y desaparecen los árboles, quedando sólo brezos, tojos y escobas.

Collado del Muñón (o de la Serrantina). Al sur vemos el pico Colmenosu calcinado por un reciente incendio.
Al otro lado, al sur, la alomada ladera del pico Colmenosu, calcinada por un reciente incendio, da inicio a la Serrantina. Una senda pasa entre las altas escobas que se libraron de la quema y nos deja en el negro erial donde prosigue en ascenso por la ladera oriental del Colmenosu. Cuando sobrepasamos la zona quemada y  damos vista al siguiente tramo de la sierra, abandonamos la senda (la senda sigue hasta el collado que hay entre el Colmenosu y el Alto la Pachagosa) y subimos campo a través, entre el brezo de bajo porte, por la empinada ladera del Colmenosu. Más arriba atravesamos otra zona calcinada hasta culminar la alomada montaña.
Cumbre del Comenosu. La nieve oculta los carbones de los brezos quemados.
En la cima encontramos unas trincheras quizás de la Guerra Civil, una fina capa de nieve y grandes y hermosas vistas. Al norte, la Sierra de la Cabra entre la Fana Genestaza y La Patana, la Sierra de la Manteca, el valle de Genestaza, la Sierra Dagüeño, Tineo, etc. Pero es al sureste y al sur donde se aprecian las grandes montañas de Somiedo y las Ubiñas: Michu, Sierra de los Bígaros, Albos, Peña Chana, Mocosu, Penouta, Cornón, Cogollo Cebolleo, Fanarriondas, entre otras muchas montañas. Al oeste vemos la alargada sierra del Rabo de Asno, parcialmente tapada por la Serrantina (más adelante, a partir de La Pachagosa, se verá completamente).
Vista norte desde el Colmenosu: Sierra de la Cabra (entre la Fana Genestaza y el pico La Patana). Por encima, la Sierra de Peña Manteca.

Vista sur de la Serrantina desde el Pico Colmenosu: a la izda el Alto de la Pachagosa y al fondo el Rabo de Asno.
Descendemos por ladera sur hasta el cercano collado que nos separa de la cumbre cimera de la sierra, el Alto de la Pachagosa. La senda sube entre el brezo por ladera occidental hasta situarnos cerca de la cumbre. La abandonamos para remontar los últimos metros, también quemados, hasta la cima donde hay otra construcción en ruinas. Las vistas son semejantes y más amplias a las descritas antes. Señalar que tenemos las mejores vistas del valle del río Junqueras donde se asienta la aldea de Parada Viecha, de donde partimos hace unos años para subir al Rabo de Asno. Aún así, paramos poco.
La senda baja del Comenosu entre el brezo y nos disponemos a subir por ella al Alto de la Pachagosa

Vista hacia atrás desde cerca de la cima de La Pachagosa.
   Seguimos hacia el sur por la misma arista de la sierra superando dos pequeñas montículos: Chagüetos y Alto Ferreirúa (en algunos sitios he visto que a este último lo llaman El Piensu). Otro pequeño descenso hasta el siguiente collado donde enlazamos con la breve senda que nos permite ascender al siguiente pico, de mayor entidad que los dos últimos, y que en los mapas de IGN llaman El Piensu aunque otros lo llaman Castiellu.
Desde el Pico Piensu vemos el valle del Río Junqueras. En el centro se aprecia la aldea de Parada Viecha (Cangas de Narcea)

Parada Viecha (con teleobjetivo) desde el Pico Piensu
Es el momento de parar y reponer fuerzas. Al avanzar la tarde, el Sol, siguiendo su curso diario hacia el oeste, nos permite fotografiar sin rabiosos contrastes y veladuras las montañas de todo el frente sur y sureste antes descrito.

Desde el pico Piensu: Cogollo Cebolleo, Pico Cogollo, Fanarionda y Peña Treisa.
Desde el Pico Piensu: Cornón, Los Rasos y Cogollo Cebolleo.


De izda a dcha: Picos Albos, Valle del Lago, Robezu, Faspachón, Peña Chana, Pico Alto, La Franca y La Gúa (asomando).

En primer término Peña Blanca y collado Carbaneu. Por detrás Las Ubiñas, Sierra del Tarambicu, Valle del Lago y el Albo Occidental.
Proseguimos la ruta descendiendo por la ladera sur para continuar casi en llano hasta una campera llamada Vega la Peña. Desde aquí, la senda comienza otro tramo de descenso por la ladera sur de la sierra, invadida por el brezo, hasta alcanzar el collado Chagüeños en donde hay un cruce de caminos. Dos de ellos llevan a Rebollada: uno recorre el valle de Cormichán a media ladera por la margen izquierda mientras que el otro, después de atravesar en descenso un hayedo, lo hace por el fondo. Seguimos el segundo.
Pico Piensu desde Vega la Peña
Después del collado Chagüeños seguimos la senda que se adentra llana en el hayedo

Después baja mediante varias revueltas. El perrito, natural de Rebollada, nos acompañó toda la ruta.
La senda sale del collado a la derecha y avanza en llano por el precioso hayedo. Más adelante inicia una fuerte bajada dando varias revueltas hasta cruzar el arroyo de Cormichán donde se orienta al noreste para continuar por el fondo del valle. Enseguida se convierte en camino ancho que nos lleva a la Braña de Cormichán donde encontramos cabañas en buen estado y otras en ruinas.
Después de cruzar el arroyo Cormichán, el camino ensancha entre antiguas murias

Cabaña en la Braña de Cormichán

La pista que traemos desde la Braña de Cormichán sigue en llano mientras el arroyo se precipita en la foz.

El tupido bosque rellena el fondo del barranco por el que desciende el barranco de Cormichán, muy cerca de Rebollada.
Casi llano y convertido en pista, continúa después por la margen derecha, entre prados (Prados de la Braña, Práu Molín) y bosquetes, mientras el arroyo se precipita en el fondo del barranco. En la ladera opuesta el bosquete luce los últimos ocres del otoño cuando rodeamos unos fotogénicos crestones, los mismos que atravesamos más arriba por la mañana. Una fuente a la izquierda nos anuncia la inminente llegada a Rebollada, aldea que atravesamos acompañados de varios perros ladradores pero juguetones.

 Lorenzo Sánchez Velázquez