jueves, 29 de diciembre de 2016

Teyéu de Siña. Circular por Cormenero y el Beyu Pen

Salida y llegada: Precendi (Concejo de Amieva) 
Distancia: 16,5 km
Duración: 7:00 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1150 m
Altura Inicial: 145 m
Altura máxima: 1047 m
Fecha de realización: 18/XII/2016
Dificultad: media-alta
Track de la ruta


Nota: asignamos a esta ruta una dificultad entre media y alta no por su desnivel, longitud o complejidad sino por dos tramos empinados e invadidos por la maleza que hay que superar. El primero lo encontramos en la subida a Siña desde la carretera AM-1 que comienza campo a través y sigue por el antiguo camino con zonas bastante cerradas. Mayor dificultad presenta la subida por el Valleyón: a los 450 metros de desnivel con una pendiente media de casi el 40% se le añade la ausencia de camino por un valle invadido por los helechos y la broza.
 

Itinerario: Precendi – P.R. AS-149: Camín de la Reina – Carretera AM-1 – Casería de Caxigui – Aldea de Siña – Cuesta Siña – Valle de Cormenero y Foz de Palombierda – El Valleyón – Colláu de la Valleya – Pico Teyéu – Colláu de la Valleya – Prados de la Llamargona – Carretera AM-1 (L’ Arganosona) – Pen – Beyu Pen – P.R. AS-149: Camín de la Reina – Precendi.

Esta ruta la encontré hace unos años en el Blog del malogrado Santos y fue quedando en la carpeta de pendientes por unas u otras circunstancias. Como los días son cortos y la ruta larga, salimos de Gijón a las 8 de una mañana de domingo cuando otros grupos de montañeros esperan también en las paradas de bus y, al llegar a Amieva, aparcamos al lado del edificio del ayuntamiento situado en la aldea de Precendi (145 m).
Río Sella desde el puente de Precendi (hacia el norte) con el pico Carneres al fondo.

Las nieblas van levantando sobre los prados al lado del Sella. Al fondo vemos la Porra Bescoba de la Sierra de Amieva.

Comenzamos la ruta cruzando el río Sella por el puente de la aldea cuando las nieblas matinales van levantando su halo de prados y casas, difuminando el camino entre castaños y algunos “corros”. El Sol reciente da una luz precisa para las primeras fotos a medida que avanzamos por el ancho “Camín de la Reina” hasta las casas de Les Veges (155 m). Después se transforma en senda que cruza el río Villar o Cormenero por el Puente Regueru y se ensancha a medida que asciende por la margen derecha siguiendo la Sierra de Valdedoña.
Mirando hacia atrás: algunos castaños secos jalonan el camino; al fondo, la aldea de Sames y la Sierra de Faces (Carneres).

Echamos la vista atrás para descubrir la aldea de Sames, al otro lado del Sella, mientras en esta, las sombras cubren la preciosa foz del Villar. El camino, en parte labrado o armado, la supera cruzando después una portilla metálica y va dejando más abajo, hasta lo profundo del río, un precioso bosque de encinas; atrás han quedado a la orilla unos solitarios castaños quemados y secos.
Subiendo por la Foz del Villar

Una zona más llana y embarrada, frente a las cabañas de Cormenero al otro lado del río, termina en la carretera AM-1 (210 m) a la que accedemos después de cruzar otra puerta metálica. Allí mismo, la carretera, que sube hasta Villaverde, Pen y Sebarga, cruza el río por el puente Villar, dejándonos frente a la portilla metálica de una finca. Desde el otro lado un mastín nos da la bienvenida y nos evita la tentación de cruzarla.
Portilla a una finca. Seguimos monte arriba a la derecha en paralelo a la alambrada.

Sabemos que en tiempos hubo un camino que subía a Siña, pero aquí, al lado de la carretera, no queda ni rastro de él. La opción más cómoda y más larga consiste en subir por la carretera hasta Villaverde y desde allí retroceder hasta Siña, pero no queremos dar el rodeo.

"Corro" para guardar las castañas abandonado en el bosque antes de llegar a la Casería de Caxiguil.

Monte arriba, en paralelo a la alambrada del prado primero y buscando las zonas más despejadas después, subimos hasta encontrar el camino antiguo. Se sigue bien en algunos tramos y, en otros, no tanto o está totalmente invadida por la maleza. Finalmente, después de algunos titubeos, alcanzamos la Casería de Caxiguil (430 m) con una buena cabaña de dos plantas y hórreo, ambos abandonados pero en buen estado de conservación.
Desde Caxiguil vemos el Teyéu y Peña Siña. Del prado se sale por la derecha.

Casería de Caxiguil con la casa de dos plantas y el hórreo.

Ya vemos la Sierra del Teyéu y Peña Siña enfrente, a poniente, al sur el Porru Moneru que nos tapa el Carriá y al este la Sierra de Amieva. Salimos de la finca y remontamos después la empinada pradera que nos lleva a Siña (500 m) donde encontramos varias casas, alguna en buen estado y en aparente uso a juzgar por los vehículos de labranza allí aparcados, y más arriba la Torre Siña fechada en 1671 que perteneció a la Casa de Carmenero. Tiene sillares de buena talla, tres alturas, puerta principal y superior con molduras barrocas y ventanas adinteladas (por más información ver el blog de Santos). Es una pena su lamentable estado de conservación.
Subiendo por el prado desde Caxiguil a Siña cuyas casas vemos arriba.

Torre de Siña del siglo XVII.

Casa en Siña con Peña Siña al fondo.

Subiendo por la carretera de acceso desde Villaverde, a la salida de la aldea, encontramos la pequeña ermita de San Antonio que tiene un pequeño pórtico desde el que se puede ver su interior.
Interior de la ermita de San Antonio.

Un poco más arriba debemos dejar la carretera para coger el camino (520 m) que sube la Cuesta Siña, pero lo pasamos y tomamos la pista que lleva al antiguo cementerio. Cuando nos damos cuenta del error, debemos descender hasta dar con el camino bueno (lo he arreglado en el track) que nos permite superar la vertical ladera que baja desde Peña Siña. Es una preciosa senda armada y colgada con fuertes caídas a la izquierda que nos ofrece buenas vistas de la cercana aldea de Siña y de la cuerda que va del Porru Moneru hasta el pico Carriá, donde estuvimos hace unas semanas, al otro lado del valle Cormenero. Al este la Sierra de Amieva (Porru Bescoba, Priniello y Los Redondos) y al fondo los Picos de Europa.
Tramo de la Cuesta de Siña: la senda va colgada con fuertes caídas a la izquierda.


Vista atrás desde la Cuesta de Siña. Vemos Siña y la Sierra de Amieva (Porru Bescoba). A la derecha el Abloguero.
Mientras bajamos a la Foz de Palombierda echamos la vista atrás sobre los prados y cabañas de Cornieru.

Superado el escalón rocoso (540 m), el camino emprende un largo descenso por un precioso bosque que deja a la izquierda los prados y cabañas de Cornieru (450 m) y nos lleva hasta la Foz de Palombierda (400 m). Es un paraje especialmente hermoso y umbrío con el río formando pequeñas cascadas y rápidos: musgo, piedra y agua en el fondo, mientras el camino armado en tramos avanza a su orilla. Al otro lado del río está otro camino por el que bajamos del Carriá. Superada la foz, la buena senda desaparece al alcanzar (460 m) el empinado valle del Valleyón a la derecha

La senda armada se acerca al fondo del Valle Cormenero en la Foz de Palombierda. Después sube hasta alcanzar el Valleyón.

Por la dura cuesta, con una pendiente media de casi el 40%, debemos superar 450 metros de desnivel, sin senda, entre helechos y maleza que dificultan la progresión (en primavera y verano con los helechos altos será aún peor). Al principio avanzamos por el bosque que enseguida desaparece. Más arriba encontramos una riega por la que subimos un tramo, después algunos cortos tramos de senda que terminan enseguida entre helechos y cotoyas, y, casi arriba, la escombrera de una antigua mina con cargadero para el mineral y cable para bajar el escombro. Pequeñas vetas azules en algunas piedras de la ganga nos informan quizás del cobre de la azurita.

Al comienzo de la empinada rampa del Valleyón encontramos estas espectacular haya.


Mirando hacia arriba lo que aún queda de la rampa del Valleyón (desde la mitad de la cuesta, más o menos).

Vista hacia abajo del Valleyón. Al otro lado el Valle de Pouna y el pico Carriá.

Cerca del Colláu Valleya encontramos esta escombrera de mina ¿de cobre?, con cables y restos de casetas y material.

Alcanzado el Colláu de la Valleya (895 m) damos vista a poniente donde destacan las altas montañas que nos separan del concejo de Caso: Campigüeños, Llambria, Los Tornos, Maoñu y Vízcares. Más cerca vemos el castillo de Mota Cetín a la derecha de la Peña los Cuadrazales. La alargada aldea de Cirieño sobre un promontorio domina, al otro lado, el valle del río Ponga y, por encima de los Montes de Cea y Cetín y de la Sierra de Faces, sobresale la del Sueve. El collado separa el Pierzu a la izquierda de nuestro objetivo el Teyéu a la derecha.

De izda a dcha desde el Colláu la Valleya: Vízcares y Cunio (más lejos), Burón, Cuadrazales y Mota Cetín. 
Sigue la panorámica: Mota Cetín, Cormelón y Sierra de Faces (Carneres). Abajo los prados de La Llamargona.
Teyéu desde el Colláu de la Valleya. Se deja a la izquierda la primera peña

Alcanzar su cima no ofrece ya ninguna dificultad: se cruza el prado que hay en el collado y se sube por la ladera dejando a la izquierda la primera peña de la arista cimera que alcanzamos enseguida. Un corto tramo por ella, dejando a la izquierda unos verticales cortados, nos dejan junto al buzón de montaña (1047 m).

           
Cruzando el prado para remontar el Teyéu.

Por la arista del Teyéu.

Picos de Europa desde la cima del Teyéu. El Cantu Cabronero y Valdepino se ven a la derecha.

Continúa la panorámica hasta el Carriá. El Valle de Pouna baja a su derecha.

La buena temperatura y las preciosas vistas nos retienen en la cumbre mientras damos cuenta de unos bocadillos… Al terminar, desandamos el camino hasta el Colláu de la Valleya (895 m) y descendemos por la vallina de hierba occidental, salpicada de acebos, sin camino, pero con la vista puesta en los prados y cabañas de La Llamargona (740 m). Una pista llega hasta aquí y nos permite bajar rápidamente dejando a la derecha las laderas de Peña Siña y a la izquierda los prados de El Cubillín y Braña Panizu. Más abajo, después de varias revueltas, desembocamos en la carretera AM-1 (400 m) que seguimos un kilómetro en dirección a Pen.

Desde la pista que baja a Pen. Al fondo vemos, entre otros, los picos Burón, Cuadrazales y Mota Cetín.

En la aldea (386 m), al lado del bar-restaurante, encontramos un precioso mirador de los Picos de Europa por encima de Villaverde y, al final, la remozada ermita de San Roque que dejamos a la izquierda.
Picos de Europa desde la aldea de Pen. Villaverde queda en la zona de sombra.

Ermita restaurada de San Roque en Pen

Un panel nos informa de la ruta del Beyu Pen. Siguiendo sus marcas, el precioso sendero baja mediante cortas revueltas hasta el Reguero del Beyu que cruzamos por un nuevo puente de madera (250 m). La estrecha y hermosa foz del Beyu apenas tiene espacio para el arroyo y el camino, y aunque las marcas y el puente han sido restaurados recientemente, las rocas y troncos que se resaltaron para mostrar caras o personajes mitológicos han perdido sus artificiales colores y formas quedando más naturales. Un frondoso bosque con viejos castaños, avellanos y robles, un camino empedrado con musgos y helechos siempre verdes, un arroyo cuyas aguas claras forman pequeñas y hermosos rápidos y cascadas, le dan un especial encanto a esta profunda y estrecha foz.

Bajando a la Foz del Beyu Pen
Puente sobre el Reguero del Beyu antes de adentrarnos en la propia "foz"
 

Bajando por la Foz del Beyu Pen en un tramo sin agua en el reguero.

Salimos al Camín de la Reina (150 m) cerca de Santillán y no tenemos más que seguir por él un corto trecho casi a la orilla del Sella para enlazar con el camino de ida en el puente de Precendi.

Lorenzo Sánchez Velázquez


sábado, 24 de diciembre de 2016

Cabeza el Arco. Circular desde Caleao

Salida y llegada: Ermita de San Antonio en Caleao (Concejo de Caso)
Distancia: 15,1 km
Duración: 6:00 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1000 m
Altura Inicial: 680 m
Altura máxima: 1598 m
Fecha de realización: 10/XII/2016
Dificultad: media
Track de la ruta




Itinerario: Ermita de San Antonio (Caleao) – Caleao – La Porquera – Valle Xulió – Mayada Xulió – El Mayaín – Colláu l’Arcu – La Cabeza L’Arcu – Pico L’Arcu – Colláu l’Arcu – Mayada y Valle Pandiellina – Colláu Prendeoriu – Valdelaxerra –  Ruta de los Arrudos – Ermita de San Antonio.

Hacía años que no pasaba por el valle Xulió. Fue en el 2008 cuando, intentando llegar al Retriñón desde Caleao, la nieve nos obligó a rebajar el objetivo y quedarnos en la Muezca bajando después por Los Arrudos. Desde entonces quedó pendiente la subida al Cabeza el Arco situado enfrente y decidimos repetir la ruta.
Caleao, desde el camino al Valle Xulió con el Cantu la Guariza al fondo.

Como en el pequeño aparcamiento situado frente a Casa Zulima en Caleao no había sitio donde dejar el coche, decidimos situarlo frente a la ermita de San Antonio (670 m) al comienzo de la “Ruta de los Arrudos”.
Peña Rosques desde cerca de El Ceriscu. En esta zona el camino llanea hasta el río Xulió.

La mañana de este final de otoño, tan suave, está fresca, y en los prados cercanos al río, la niebla húmeda se mantiene mientras que en las zonas algo más altas, donde nos encontramos, los primeros rayos del Sol evaporan el rocío produciendo un precioso halo en forma franjas de niebla transversales que poco a poco se irán quitando.
Camino ancho, entre castaños.

Nos ponemos en marcha retrocediendo por la pista hasta la carretera y el pueblo; y mientras lo atravesamos en paralelo al Reguero Avellero, encontramos preciosos hórreos y casas, buenos restaurantes y algunos anuncios de alojamientos de turismo rural. Superadas las últimas casas, abandonamos el camino hormigonado y cruzamos el arroyo por un puente que nos orienta hacia el sur. El camino es antiguo y está empedrado (señalizado con marcas recientes como PR AS-124 “Ruta Cabeza de Arco”) y, nada más empezar, nos ofrece una preciosa estampa del pueblo.


Cabañas de la Porqueriza.

Entre grandes castaños de los que nos servimos el otoño del año pasado, el camino sube suavemente y nos orienta a poniente en las cabañas de El Ceriscu (770 m) (enfrente vemos el bosque que cubre la vertical ladera norte de la Peña Rosques al otro lado del arroyo o río Xulió), después llanea hasta acercarse al arroyo y lo que cruza (790 m) por un vado donde estuvo el puente de La Campa. Más arriba encontramos una bifurcación perfectamente señalizada que nos envía hacia el Valle Xulió; la otra rama sube al collado Pandefresno (900 m) que nos separa del famoso valle del río Alba en Sobrescobio.
        
Pasada La Porqueriza y el Arroyo Xulió, el camino sigue por su margen izquierdo.

El bosque de hayas y acebos nos envuelve y el camino ancho de tierra y piedra nos permite subir mansamente hasta alcanzar las cabañas de La Porqueriza adosadas y al cobijo de una gran roca. Después se transforma en senda que, más arriba, cruza de nuevo el reguero Xulió (recuerdo que en este lugar había un viejo y precario puente de madera que ya no existe; se lo debió llevar alguna riada cuya cicatriz quedó grabada aguas arriba en su descarnado cauce). El paso es sencillo si no lleva demasiada agua, pero durante el deshielo puede ofrecer alguna dificultad.
Majada Xulió. Al fondo vemos el pico La Muezca y el collado del mismo nombre; el Retriñón queda a la derecha fuera de encuadre.

Situados en la margen izquierda, la senda, armada en algunos tramos y de perfecta traza en todos, remonta alejándose del arroyo y nos sitúa, más arriba, en un punto donde volvemos a cruzarlo para alcanzar una portilla metálica. Descruzamos de nuevo y regresamos a la margen izquierda por la que remontamos hasta los extensos prados donde se ubica la guapa Majada Xulió (1070 m). Nos recibe una primera y solitaria cabaña de reciente cubierta y, más arriba, apiñadas, las demás; unas están en buen estado y otras en ruinas pero el paraje es precioso: la alargada cresta del Retriñón, que finaliza en el pico Moroma, cierra el valle por el oeste, por el este llena el campo visual el Pico el Arco (nuestro objetivo) y al sur el propio Retriñón y el collado y pico La Muezca.
Una de las cabañas de la majada Xulió.

Una vez cruzada la majada y el arroyo (otra vez), la senda nos lleva hasta los  restos de lo que fueron las cabañas de El Mayaín (1160 m) y, más arriba, al dar una cerrada curva a la izquierda (al este), a las ruinas de la Majada del Arco. Ahora sube entre solitarias hayas que, sin su cubierta verde, dejan ver la gran peña que vamos a coronar, y termina en la Collá el Arco (1345 m) dando vista al este.


Ruinas de la majada de El Mayaín.

Entre las hayas se deja ver la gran mole caliza del Cabeza el Arco.

Llegando al Colláu'l Arcu. Subiremos al pico rodeando la peña por la izquierda y bajaremos por una canal a la derecha.

Dejamos las marcas del PR (que retomaremos al bajar) para dirigirnos directos a la cima de la gran peña. El primer crestón transversal lo superamos por una estrecha grieta donde encontramos los primeros hitos, después accedemos a una inclinada meseta de piedra suelta y matojos que nos orienta a los escarpes rocosos de la izquierda y a una arista que cruzamos con cuidado. Una vez superada, alcanzamos un breve y muy inclinado embudo que rodeamos siguiendo un senderillo entre las altas hierbas (quizás este sea el lugar más delicado de la ascensión) que nos lleva, al otro lado, a otra fuerte subida. Más arriba, alcanzamos un corredor de hierba, también muy inclinado y con fuertes caídas a la izquierda, que sale a la arista suroeste de la montaña.

Al llegar a la roca nos escoramos a la izquierda.

Punto de cruce de la arista que nos lleva a un embudo con fuerte caída a la izquierda.

Mirando hacia atrás: un tramo del corredor de hierba con mucha inclinación. Al fondo pico y collado La Muezca.

En la arista final. Se puede seguir por ella o bajar algo a la derecha para subir después por la vaguada de hierba (ver la foto de abajo).
La arista va por la izquierda. Enfrente vemos la ladera de hierba por la que subimos.

Se puede continuar por la misma arista o, como hicimos nosotros, rodearla al otro lado para situarnos sobre una herbosa, empinada y extensa (comparada con la anterior) ladera que nos deja en la cima (1598 m). Unas tristes piedras la marcan; pobre coronación para una cumbre tan emblemática que tiene la mala suerte de situarse bajo la protección de su hermano mayor el Retriñón. Pero las vistas que nos ofrece son espléndidas: una buena parte de los concejos de Caso, Ponga, Sobrescobio y Piloña, y multitud de cumbres hacia el este, hasta los Picos de Europa.

Tiatordos, Picos de Europa al fondo y a la derecha Visu la Grande.

En primer término Sierra de la Canalina (Visu la Grande y Atambos); por detrás, Peña Ten y Pileñes.

Desde Cabeza el Arco: a la izda Sierra de Corteguero (Peña el Viento y Rapaína por encima); por detrás de izda a dcha vemos la cuerda que va del Cascayón al Torres.

Larga arista que va del Pico Coriscao y la Peña Tabierna a la izda hasta La Muezca a la dcha. Abajo, Colláu'l Arcu y Collá Raneru.

Vemos la arista por la que podríamos haber subido y la canal de hierba por que alcanzamos la cima. El Retriñón, al fondo.


Desde Cabeza el Arco: picos Riegos, Cuyargayos y Terralina.

Caleao con teleobjetivo.

Como es nuestra costumbre, disfrutamos de las vistas y de un merecido descanso que apenas dura una hora. Para descender de la peña seguimos un camino alternativo algo más sencillo. Desandamos la ladera de hierba y evitamos la cresta rocosa para seguir a la izquierda por un terreno mixto de piedra y hierba muy inclinado e hitado. La breve senda gira a la derecha para situarnos más abajo frente a una vertical canal perfectamente hitada que nos permite finalizar el descenso de la zona rocosa.

Después bajar por un amplio e inclinado valle de hierba, bajamos por esta inclinada ladera antes de enfilar la canal.

Seguimos el descenso hacia la canal que se intuye más abajo.

Vista atrás: después de las rocas bajamos directos entre los helechos y algunas zarzas hasta enlazar con la senda que viene del collado.

Desde aquí, podríamos virar a la derecha para alcanzar el cercano collado del Arco y continuar por la senda marcada, pero decidimos seguir directos monte abajo, con menos inclinación, y con la ladera cubierta de helechos y alguna zarza, hasta dar con la senda que viene del collado cerca de la hermosa Mayada Pandiellina (1150 m). Tiene dos buenas cabañas, una con cubierta de piedra y otra retejada.
Mayada Pandiellina

La senda, ahora bastante llana, sigue el PR, deja a la izquierda las pocas cabañas medio en ruinas de la Mayada Felgueru (1080 m) y nos sitúa en el Colláu Prendeoriu (1050 m) donde se ensancha convirtiéndose poco a poco en pista en la zona que los mapas llaman de Valdelaxerra. A partir del collado el camino desciende rápidamente dando varios zigzags hasta desembocar en la “Ruta de los Arrudos” (830 m).
Cabaña en la Mayada Felgueru.

Siguiendo esta conocida ruta, enseguida cruzamos el puente de la Fumigosa y, más adelante, dejamos a la derecha las buenas construcciones de Fresnedo (730 m) de donde baja una pista hormigonada por la que pasamos no hace mucho cuando subimos al Corteguerón por este mismo camino de los Arrudos y La Fuentona y bajamos por los collados Castiellu y Cobo.

Puente de la Fumiosa.


Puente y casa de Corones
Por el ancho y placentero camino continuamos el paseo cruzando los puentes Agualmayo, Corones (con su preciosa y cuidada casa), Riafresno y Xenra (este último sobre el arroyo Xulió poco antes de ceder sus aguas al rio de los Arrudos) para subir, ya hormigonado, a la ermita de San Antonio donde encontramos a algunas mujeres del pueblo limpiándola. Nos permiten hacer una breve visita en la que descubrimos su pequeño retablo policromado.

Lorenzo Sánchez Velázquez