viernes, 23 de noviembre de 2018

La Llambria y Campigüeños. Circular desde Taranes

Salida y llegada: Taranes (Concejo de Ponga)
Distancia: 16,2 km
Duración: 7:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1540 m
Altura Inicial: 560 m
Altura máxima: 1838 m
Fecha de realización: 17/XI/2018
Dificultad: media-alta
Track de la ruta

Itinerario: Taranes – Foz de la Escalada (Río Taranes) – Cabaña del Fresnu – Majada Daón – Majada Piegüé – Llagos – La Lambria (Alto los Foyos) – Fito Muniellu – Campigüeños (Becerrera de San Pedro) – Rodeo a Peña la Magrera – Pico Peñalba – Mayá Entregüé – Collado Legua – Monte la Bufona –  Foz de la Escalada (Río Taranes) – Taranes.
Espléndido día de montaña con algunas nubes enmarañando ocasionalmente el cielo, temperatura agradable aunque el fuerte viento frío del suroeste se hizo sentir en las cumbres. Aparcamos antes de llegar a Taranes en el pequeño aparcamiento situado antes de la curva final sobre el puente del río Taranes justo donde se inicia la ruta PR AS-304 Foz de la Escalada - Tiatordos que da la vuelta al Tiatordos. Siguiendo las marcas del PR comenzamos la dura subida por un camino hormigonado que pronto cambia a empedrado antiguo. Buenas vistas de la aldea pongueta. Más adelante obviamos un desvío a la izquierda que va hacia el collado Forada y poco después cruzamos el río Taranes por un puente de hormigón para adentrarnos en la estrechas Foz de la Escalada.
Inicio de la ruta

Vista de Taranes desde el camino hacia la Foz de la Escalada

Llegando a la Foz de la Escalada con el Campigüeños al fondo.
Completamente empedrado y con protecciones metálicas para evitar caídas, el camino sube en paralelo al río que se precipita formando pequeñas cascadas y torrenteras. Salimos de la corta foz y continuamos la progresión, siempre por la margen izquierda del río, dando varias revueltas para ganar altura. El camino en esta zona está empedrado en los tramos más inclinados.
Al cruzar la Foz de la Escalada el camino está empedrado

Al salir de la foz el camino sigue empedrado


Cerca de la Majada del Fresno
Llegamos a la cabaña en ruina del Fresno donde aparece el desvío hacia Entregüé y el Tiatordos a través del Monte de la Bufona, por donde bajaremos. Más arriba encauzamos por la riega del Valle del Piegüé que siguiéndola llegaríamos directos a la majada del mismo nombre (hay camino), pero como queremos ver también la de Daón, hacemos una pequeña rectificación subiendo al pequeño hombro situado a la izquierda de la riega, pasadas unas fotogénicas peñas.
Vista del Campigüeños desde la Majada del Fresno

Avanzando por el Valle del Piegüé (foto de Miguel Mayoral)

Caprichosas peñas flanquean el Valle del Piegüé
Pronto llegamos a la Majada de Daón. Las cabañas, una de ellas en buen estado, quedan enmarcadas por las verticales peñas y aristas del Campigüeños, formando una magnífica majada en el centro del enorme circo encerrado por la Peña Taranes al este, las laderas de La Llambria al norte, la gran cresta de la Peña Víes (Campigüeños) al oeste y la Xerra les Vallequeres al sur. Todo este gran circo desagua en el río Taranes por la Foz de la Escalada.
Vista del Campigüeños desde la Majada de Daón.

Cabaña en la Majada de Daón con el Campigüeños al fondo
Entre Daón y la cercana majada de Piegüé el camino nos da un respiro en el único tramo llano de toda la ascensión. También hay varias cabañas, dos en uso y las demás en ruina total. Después de la correspondiente parada para las fotos de rigor, continuamos la subida hacia el norte para llegar al cercano valle de Llagos tras el Collaín Mediovalle y con una pequeña laguna casi colmatada.
Llegando a la Majada de Piegüé con la Llambria detrás desde Collaín Mediovalle.

Cabaña en Piegüé

Laguna en el Valle de Llagos
Siguiendo ocasionales senderos de animales, mantenemos el rumbo a través de franjas de hierba y el lateral de una pequeña riega en el tramo más duro de la ascensión a La Llambria. Desde la laguna debemos superar otros 300 metros para alcanzar la cima de la montaña que también se llama Alto los Foyos. Una caseta y una pequeña antena servida por paneles solares marcan el punto culminante; al otro lado, al norte, la gran peña tiene caídas verticales de 400 metros y más allá se extiende un gran bosque sobre la inclinada ladera.
Llegando a la cima de la Llambria. Arriba se ve la caseta que la corona.

Al norte la Llambria cae vertical

Desde La Llambria vemos los picos Los Tornos, Maoño y el Vízcares por detrás.

El viento es fuerte y desapacible en la cima, así es que después de admirar el paisaje, fotografiarlo y comer algo de fruta (llevamos subidos más de 1200 metros) emprendemos un rápido descenso por la ladera sur en paralelo a una alambrada que separa los pastos casinos de los ponguetos. Un corto tramo de lapiaz da paso a una extensa pradera por la que bajamos sin dificultad siguiendo un sendero. Entre La Llambria y el Campigüeños se extiende un largo collado en cuyo centro está el montículo de Fitu Muniello que la senda rodea por el lado casín (oeste).
Caminando hacia el Campigüeños. El primer crestón rocoso se pase sin dificultad por la derecha. Después está el alomado Fitu Muniello, el siguiente crestón rocoso se pasa por una canal sencilla a la derecha.
Más adelante, al comenzar la subida al Campigüeños, encontramos el primer escalón rocoso. La senda sube entre el brezo y se escora ligeramente a la derecha del roquedo para cruzar su cresta por una pequeña canal. Pasado el tramo rocoso viramos a la izquierda hasta situarnos en la parte superior del peñasco que tiene continuidad más arriba por un empinado tramo de hierba y brezo bajo a la vera de una alambrada de espino.
Pasado el resalte rocoso subimos por el lomo de la montaña pegados a la alambrada.

Llegamos al escalón rocoso final que se supera por la canal  que vemos de frente.

Seguimos la progresión por la misma arista ancha de la montaña hasta el siguiente y último escalón. Es más alto y agreste, pero tiene una corta y estrecha canal que permite superarlo haciendo uso ocasional de las manos (sin ninguna dificultad). Arriba seguimos la ascensión por la misma arista rocosa de la montaña por donde el lapiaz ofrece menor dificultad. Al este, sobre el gran circo por donde hemos subido, la ladera del Campigüeños cae vertical, mientras que del lado casín es menos inclinada con tramos de roca y otros de hierba.
Último tramo de la ascensión por la canal antes de llegar a la arista cimera (la foto parece más vertical de lo que es).

Por la arista cimera; se avanza mejor por la misma arista.

Vista atrás de la arista norte del Campigüeños.
En la cima de la Becerrera de San Pedro (Campigüeños) hay un pequeño buzón y unas espectaculares vistas que abarcan desde los Picos de Europa hasta las Ubiñas. Las grandes montañas de Ponga, Amieva, Caso y Piloña se nos ofrecen y hacemos un pequeño recuento. Como sopla un viento frío y húmedo buscamos un lugar resguardado cerca de la cima donde parar a comer.
Tiatordos y Maciédome desde la cima del Campigüeños.

Sierra Duernos, mirando hacia el oeste desde el Campigüeños.
Vista hacia atrás: Pico La Llambria; a la derecha asoma Mota Cetín.
Reanudamos la marcha por la arista opuesta (hacia el sur) siguiendo unas marcas recientes de pintura amarilla que ayudan en esta vertical bajada (por la que normalmente se sube desde Orlé). Una vez abajo echamos la vista atrás para ver la verticalidad de la arista por donde hemos descendido.
Bajando por la arista norte del Campigüeños.

Vista hacia atrás de la arista norte del Campigüeños por donde hemos bajado.
Siguiendo una senda hacia el sur dejamos a la izquierda dos peñas y, después de la segunda (Peña de la Magrera), emprendemos un rápido descenso hacia el noreste por una canal de hierba entre dos pedreros. Una manada de rebecos huye ante nuestra presencia. Después de esta primera canal nos escoramos a la derecha y después a la izquierda para bajar por una segunda canal de hierba siguiendo una senda (la ladera es bastante inclinada pero sin ninguna dificultad). Hacia la mitad de la canal, la senda vira a la derecha (hacia el este) para alcanzar pronto un evidente collado situado al lado del Pico Peñalba.
Canal por donde bajaremos. Detrás está la Peña Magrera y vemos el Xerru Palombar.

A la derecha la arista norte del Campigüeños y a la izquierda la Peña Magrera; hemos bajado a la izda de lo que vemos.
La senda continúa el descenso al otro lado en dirección sur, virando abajo al este para llegar enseguida a la hermosa y grande Mayá de Entregüé. Apenas quedan en pié dos o tres cabañas de las 16 que contamos y la Fuente del Cascayu situada a la derecha según llegamos. Destaca sobre todo la imponente mole del cercano Tiatordos. Esta majada tuvo extensos pastos de los que ahora sólo quedan unos pocos cerca de las cabañas, los demás están completamente invadidos por los helechos o la broza.
Llegando a la Mayá Entregüé con el Tiatordos al fondo.

Cabaña en Entregüé con el Campigüeños al fondo.
Seguimos la ruta que a partir de aquí retoma las marcas del PR AS 304 para  dirigirnos por la campera hacia el este, virando enseguida al norte entre altas escobas hasta dar con el cercano Collado Legua. Poco más adelante superamos la portilla de La Portillera que da acceso a la empinada bajada por el Monte la Bufona; un gran y hermoso hayedo que rellena la ladera y por donde ella baja la senda retorciéndose. Son 400 metros de descenso por la senda con algo de barro resbaladizo. Hemos llegado con el otoño muy avanzado y pocos árboles conservan algunas hojas. También la tarde está muy avanzada y las fotos quedan algo oscuras.
Portilla de la Portillera que da acceso al Monte de la Bufona

Bajando por el Monte de la Bufona

Monte de la Bufona

Bajando por el Monte de la Bufona
Abajo, cruzamos la Riega de les Bedules sin agua y enseguida salimos al camino de subida por debajo de la cabaña de Fresnu. A esta última hora de la tarde el sol ilumina aún los Picos de Europa enmarcados entre las peñas que cierran la Foz de la Escalada.
Picos de Europa enmarcados por la Foz de la Escalada
Desandamos el camino bajando por las revueltas hasta la Foz. La atravesamos y cuando llegamos al puente que cruza el río Taranes, a la salida de la Foz, apenas queda luz y en el tramo final de bajada la humedad de la tarde ha mojado el empedrado haciendo muy deslizante. Incluso la pista hormigón del corto tramo final también resbala. Llegamos casi de noche.

Lorenzo Sánchez Velázquez

jueves, 15 de noviembre de 2018

Pasada Trallán, Peña la Ordaliega y Foz de los Cubilones desde La Pesanca

Salida y llegada: La Pesanca (Concejo de Piloña)
Distancia: 18,5 km
Duración: 8:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1270 m
Altura Inicial: 400 m
Altura máxima: 1461 m
Fecha de realización: 10/XI/2018
Dificultad: media-alta
Track de la ruta

Itinerario: La Pesanca – Friscorrales – Reguero de la Foz – Monte la Foz – Collado Mediu – Collado Cabu – Reguero les Mules – Pasada Trallán – Collado Colines – Collado Llagu Colines – Collado Llagu Ovia – La Llomba – Peña la Ordaliega –  Collado Entrepeñes – Braña Nueva – La Felguerina – Río y Foz de los Cubilones – Valle del Pedrosu – Pista La Pesanca-Los Moñacos – Puente de Coberas – Puente Patín – Puente el Mercadín – El Muñizón – La Pesanca.
La ruta pasa por algunos parajes salvajes que la mano del hombre hace tiempo no ha tocado. En el primer tramo por el Monte la Foz hay enormes robles y hayas caídos recientemente que cortan el camino y nos obligaron en algunos punto a tirar monte arriba aunque nunca en sitios comprometidos. La Foz de los Cubilones llevaba bastante agua y la pasamos al atardecer extremando las precauciones para evitar resbalones en las piedras mojadas y los deslizantes musgos. Al anochecer llegamos a la pista que recorrimos hasta La Pesanca a la luz de las linternas. Aunque el día amaneció despejado, a media mañana se cubrió y al mediodía cayeron apenas unas gotas más de la humedad ambiental que de lluvia.
Área Recreativa de La Pesanca 
Después de pasar las aldeas piloñesas de Espinaredo y Riofabar, aparcamos en Área Recreativa de La Pesanca y comenzamos la ruta cruzando el puente sobre el río Infierno. Caminamos unos metros por la pista y enseguida la dejamos (a unos 50 metros) cogiendo un sendero a la derecha que sube retrocediendo con respecto a la pista para convertirse pronto en un camino ancho en medio de un hermoso robledal.
Pista que sube a Los Moñacos
Pronto encontramos los primeros árboles caídos que atravesamos como podemos. En la segunda revuelta varios robles intersectan el camino y nos obligan a remontar directamente hasta enlazar más arriba.
Árboles caídos recientemente cortan el paso en el amplio camino de subida a los prados del Collado Mediu

Bosque de robles, más arriba aparecen las hayas, en el camino al Collado Mediu
A partir de aquí el camino avanza hacia el sureste. Su buena traza, armado en algunos tramos y labrado en la vertical ladera en otros, nos informa de la importancia que tuvo para llegar a los prados del Collado Mediu.
Cruzamos el reguero de La Foz continuando la progresión por el monte del mismo nombre y a medida que subimos los grandes robles van dando paso a las hayas.
Traza del camino que sube al Collado Mediu

Llegando al Reguero de La Foz vemos al otro lado la traza del camino que está limpio.
Vamos retirando innumerables ramas caídas, cruzamos sobre o bajo algunos grandes troncos, damos un par revueltas y nos situamos en una zona más llana en la que el camino da un último giro a la derecha (suroeste) para rodear el Pico del Viesgo.
Hay que pasar bajo algunos árboles caídos hace tiempo

Otra imagen del precioso camino
Finalmente salimos a la extensa pradera del Collado Mediu con buenas vistas hacia el este de la Sierra de Aves (Vízcares), el Maoñu y de los crestones que cierran por el sur el circo de Los Moñacos (Los Tornos, Cuetón de los Traviesos, Mayáu, Frayada y Ordaliega).
Collado Mediu. A la derecha quedan los restos de algunas cabañas

Pico Vízcares desde el Collado Mediu

De izda a dcha: Maoñu, Llambria (asomando por encima del collado Pandemules), Los Tornos, Cuetón de les Travieses, Magúa, Frayada y La Ordaliega cortada.
Seguimos una senda por el lomo de la montaña, entre matas de espinos, algunas hayas y algo de maleza hasta alcanzar la pequeña pradera del Collado Cabu. A partir de aquí encontramos algunos hitos que nos van ayudando a seguir hacia el sur por la imperceptible senda que recorre al bies la empinada ladera de la Sierra del Trallán. En un crestón perdemos la senda y los hitos continuando por donde mejor nos parece sin perder altura hasta reencontrarlos justo a la entrada del Reguero de les Mules.
Entre el Collado Cabu y el Reguero les Mules la senda se pierde aunque hay algunos hitos.
Varios árboles caídos taponan parcialmente la riega seca, pero los sobrepasamos sin mayor dificultad. Subimos fuertemente por el reguero hasta su culminación, saliendo por la orilla izquierda donde el hayedo mantiene a raya la maleza; a la otra mano por la que hubiésemos querido subir hasta la Majada Trallán, encontramos la ladera totalmente invadida por la cotoya.
Al incorporarnos al Reguero les Mules encontramos árboles caídos; más arriba el reguero está limpio y seco.

Subiendo por el Reguero les Mules
Continuamos la ascensión directamente dejando a la derecha la cabecera del reguero hasta encontrar una senda que viene de la majada y nos lleva a las puertas de la Pasada Trallán. No hay más que remontar unos metros por la roca siguiendo una marcada senda y nos situamos en la horcada que permite el paso de la sierra. Al otro lado se extiende el Valle del Pedregal  que sigue la dirección norte-sur en paralelo a los crestones calizos de la Xerra Trallán.
En la Pasada Trallán

Pasada Trallán. Es un paso labrado en la roca para permitir el paso.

Vista hacia atrás de los picos Maoño, Los Tornos y Cuetón de les Travieses

Canal de bajada al Valle el Pedregal desde la Pasada Trallán
La marcada senda se retuerce por la estrecha canal para permitir el descenso de unos ochenta metros. Sin llegar al fondo del valle, la senda bastante limpia gira y se orienta con la sierra; al principio en llano y después en ligera subida, nos encamina hasta despejado Collado Colines. El Valle Serondu con su majada se extiende hacia el este desaguando al norte por la Foz del Molín (río los Cubilones).
Vista del Valle Serondu y la Foz del Molín desde el Collado Colines

Desde el Collado Lago Colines miramos hacia atrás para ver la Xerra Trallán ("la pasada" bastante a la izda fuera de la foto) y el Collado Colines.
Un camino baja hacia Serondu y una senda remonta hacia el sur. Seguimos la senda subiendo al Collado Lago Colines donde la abandonamos para continuar por otra que faldea en ligero ascenso el Pico Entrambosllagos. Aunque se pierde, mantenemos la altura con la vista puesta en el Collado Llago Ovia donde llegamos pronto; una pequeña laguna da nombre al collado. Por allí pasa el camino ancho que viene de la aldea de Nieves y llega a La Felguerina.
En el Collado Llago Ovia. Vemos los crestones de La Frayada y La Ordaliega, esta última asomando a un lado de La Llomba.
Obviamos la pista y, siguiendo las marcas del PR AS-125 Ruta Cañandi, subimos por una senda hasta coronar la alomada Llomba. Otra corta subida nos deja en la base de la Peña la Ordaliega. Siguiendo los hitos entre peñas y piornos subimos por la empinada ladera alcanzando pronto la cima. Hace unos años había una cruz y buzón de montaña que han desaparecido. La peña de La Frayada queda enfrente y los picos Campigüeños, La Carasca, La Senda y el Requexón se ven hacia el sureste.
Llegando a la base de La Peña Ordaliega.

Desde la Peña Ordaliega vemos Entramboslagos, Peñas Negras y la Sierra del Sellón con el Pico Facéu como cumbre cimera

Vista hacia el este desde La ordaliega: Collado Entrepeñes, La Frayada, El Magáu, Cuetón asomando y Los Tornos.

Bosque en Covarroble, Xerra de los Duernos y Pico Campigüeños

Picos La Carasca y La Senda con el Colláu Capiella en medio
El fuerte viento frío y húmedo no nos da la opción de comer en la cumbre disfrutando de las vistas por lo que descendemos y rodeamos la peña por la izquierda siguiendo las marcas del PR para superar el crestón rocoso. Allí, al abrigo, paramos a reponer fuerzas.
Cruzando el crestón de La Ordaliega por una pequeña horcada
Reanudamos la marcha bajando unos metros hacia el Collado Entrepeñes y, sin llegar a él, bajamos directos por la ladera norte. Atravesamos un primer tramo de hierba hasta unas hayas, después las cotoyas la invaden cruzando sobre ellas hasta salir al camino ancho que viene de Nieves.
Braña Nueva con los crestones La Becerrera y Trallán a la izda.
Como pretendemos bajar por la Foz de los Cubilones, seguimos por el camino hacia el norte, pasando al lado de las cabañas de Braña Nueva. Lo más directo sería bajar por otro camino a la izquierda hasta los prados que vemos abajo, al norte; sin embargo, como después no está claro el camino, decidimos bajar por ladera, aparentemente más limpia, desde La Felguerina. Por eso seguimos por el camino principal hacia La Felguerina y, al llegar a la primera cabaña, emprendemos un rápido descenso hacia el noroeste en paralelo al crestón rocoso.
Braña Nueva
Al principio entre cotoyas, después por un incipiente sendero de animales, hasta llegar a un bosquete de hayas cerca del reguero por el que bajamos para perder en todo este tramo más de 300 metros. Seguimos por donde mejor nos parece, en paralelo al arroyo que viene con abundante caudal hasta que desemboca en el río los Cubilones a la entrada de la Foz. No queda mucha luz y aún tenemos que atravesarla.
Llegando al hayedo en la bajada desde La Felguerina a la Foz de los Cubilones.

Hayas cerca del río Los Cubilones

Aunque no se aprecia bien por la vegetación, aquí está la entrada a la Foz de los Cubilones
El río Los Cubilones lleva también bastante agua, las peñas del cauce por las que hay que pisar están mojadas y resbaladizas o cubiertas de musgo. Pasamos por donde mejor podemos con mucho cuidado para evitar caídas; no es el mejor lugar ni la mejor hora para tener un imprevisto. Casi media hora tardamos en cruzar los 300 metros del estrecho desfiladero.
Arroyo que nutre al río Los Cubilones unos metros antes de entrar a la foz.

Por la Foz de los Cubilones

De peña en peña por la Foz de los Cubilones

Por la Foz de los Cubilones

Cerca de la salida de la Foz encontramos esta antigua represa.
Al final salimos por una senda a la izquierda. Oculta por las altas hierbas y la maleza pronto la perdemos y seguimos faldeando la montaña por el bosque ralo hasta llegar a la altura de un bosquete de pinos. Bajamos a los pinos y allí, muy cerca de la pista que baja de los Moñacos, encontramos un buen camino por el que bajamos a la derecha hasta desembocar en el camino ancho.
Al salir de la foz cogemos una sendilla a la izquierda.
Bajamos por la pista y al llegar al cercano Puente el Patín ya es noche cerrada y aún nos queda media hora larga de bajada hasta La Pesanca. Antes debemos pasar frente a las cabañas de Degoes y al lado de las del Muñizón en donde vemos luz en algunas de sus cabañas.

Lorenzo Sánchez Velázquez