sábado, 19 de marzo de 2016

Picos Ranero, Espines y La Cerra. Circular desde Pola de Lena

Perfil de la ruta
Salida y llegada: El Valle (concejo de Lena)
Distancia: 20.3 km
Duración: 7:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1250 m
Altura Inicial: 450 m
Altura máxima: 1296 m
Fecha de realización: 12/III/2016
Dificultad: media
Track de la ruta

Itinerario: El Valle (Lena) – Llana’l Monte – Altu Espines – Pico Ranero – La Carisa – Mayáu Espines – Quentu les Cruces – La Cerra – Mayáu Espines – Barranco de Columbiello – Columbiello – El Valle.

Mapa de la ruta
El pasado otoño, en la subida al Estorbín desde Santibáñez de Murias, completamos la ruta con la ascensión al pico Tresconcejos y, aunque no llegamos a descender hasta la pista de "La Carisa" que en esta zona discurre por la ladera occidental de la Sierra de Carrocedo, cresteamos por el citado cordal para descender finalmente a la majada Fuentes en el lateral oriental. Hace unos años estuvimos también por estos pagos desde Congostinas en Lena llegando a los picos Perogarcía y La Cerra y, más recientemente, en diciembre del 2012, subimos al pico Ranero y al Altu Espines desde Carabanzo y poco después hicimos una circular desde Boo en el concejo de Aller con nueva subida a La Cerra.
Tejados de El Valle y Pola de Lena. Al otro lado del valle Peña Chagu y Brañavalera nevados.

Queríamos completar todos estos itinerarios subiendo a los picos más septentrionales del cordal pero desde la vertiente lenense aprovechando las últimas nieves de este frío y tardío invierno. Así pues, nos acercamos a la aldea de El Valle (450 m) muy cerca de la capital del concejo y, como allí termina la carretera, dejamos el coche a la orilla donde comienzan las primeras viviendas.
Cabaña en Llana´l Monte con Brañavalera al fondo.

Por aquí pasa el PR AS-77, pero no encontramos ninguna señalización, y por el camino ancho que se dirige al norte, entre las casas, comenzamos la ruta. Al oeste, muy cerca, por debajo de los prados, vemos la capital del concejo, que desde aquí parece una gran urbe protegida, al otro lado del amplio valle del Lena, por las nevadas crestas de Brañavalera y Peña Chagu. Las nubes cubren las cimas más altas del Aramo y de las Ubiñas, pero poco a poco, a medida que avance la mañana, se irán despejando y a mediodía su visión será completa.
Vista de la cabaña en Llana´l Monte.

Entre fincas, prados y cabañas continuamos la dura remontada virando hacia el este primero y hacia el sureste después. Dejamos atrás una antena de telefonía o de TV alimentada con un ruidoso generador y alcanzamos el final del camino ancho en una buena cabaña situada en los pastos de la Llana´l Monte (855 m) en la base de la Xerra’l Pibidal.

Faldeando la ladera del pico Espines nevado. Al fondo vemos La Cerra.

Continuamos la remontada por una difusa senda entre la maleza hacia el crestón rocoso más alto que vemos. Lo cruzamos por una entalladura y, al otro lado, aparecen las primeras manchas de nieve, que a medida que subamos aumentarán de espesor.
Cerca de la cima del Altu Espines.

La Xerra’l Pibidal es una arista del Altu Espines que se dirige al oeste formando un espinazo del que salen transversalmente varias costillas o crestones rocosos, que debemos cruzar (esta estructura se verá muy bien desde el camino de bajada; ver foto más abajo). La senda continúa en esa dirección cerca de la cumbrera de la sierra pero el manto de nieve oculta el sendero y lo perdemos varias veces para retomarlo y cruzar otro pequeño crestón. En el siguiente vemos que la senda que cruza la penúltima costilla está muy abajo (después comprobamos que la nieve nos ha ocultado el sendero que lo cruza manteniendo la altura) y decidimos subir directamente por esta arista sur del pico Espines (pico Cumbre). Como la pendiente es grande y la nieve blanda, haciendo huella, subimos duramente hasta alcanzar la cima (1183) coronada por una cruz de acero inoxidable con buzón y placa. La espesa capa de nieve tapa completamente el brezal de la cumbre.
Pico Ranero desde la cumbre del Altu Espines.

La vista se abre al norte, oriente y sur: la Sierra de Ranero en la misma cuerda, el valle del Aller cerrado al otro lado por la Sierra de Longalendo y más allá la de Urbiés y, al otro lado, hacia poniente, queda muy abajo Pola de Lena y las cumbres de Brañavalera y de la Sierra del Aramo que poco a poco se van despejando al igual que las Ubiñas donde el “Cuchillar” de Peñarueda ya dibuja su afilada arista.
Descendemos por la nevada arista norte en dirección al Pico Ranero. A medio camino dejamos a la derecha la cabaña en ruinas por donde pasa la Calzá Vieya (1080 m) y atravesamos el Préu la Vieya para acceder al camino ancho que sube a la antena. Unos metros más arriba está la cima (1097 m) donde hay un mojón geodésico, un pequeño buzón de montaña y las mismas vistas que en el Espines pero abajo encontramos Moreda en el valle del Aller y Pola de Lena en el occidental.
Cabaña en ruinas cerca del Ranero. Por aquí pasa la Calzá Vieya.

Moreda desde el pico Ranero.

Regresamos al Préu para bajar por un camino a la pista de “La Carisa” (972 m). Por ella retrocedemos (hacia el sur), pero enseguida la nieve cubre la calzada y avanzamos aprovechando las roderas que ha dejado un todoterreno. El espesor en esta zona es de unos 20 cm. Llegamos al magnífico Mayáu y Colláu Espines (1084 m) con sus buenas cabañas y prados situado en la ladera norte del Cantu les Cruces y continuamos por la pista nevada sin la ayuda de las roderas por lo que la subida, aunque suave, se hace dura por el espesor de la nieve blanda (unas raquetas nos habrían ayudado).
Subiendo por "La Carisa" hacia el Mayéu Espines.

Alcanzamos el Cantu les Cruces donde están los túmulos del Padrún (1189 m) completamente tapados por la nieve y, enseguida, a la izquierda, la hermosa majada de Carabanés; a la derecha hay un pilón (1197 m).
Pasado el Mayéu Espines, echamos la vista atrás para ver es magnífica imagen de la nevada campera.

Dejamos la pista y continuamos a la derecha por la vaguada donde se ubica el pilón dejando a la derecha la arista rocosa que baja del pico La Cerra. El espesor de la nieve aumenta y cerca de la cumbre nos acercamos al crestón que baja de ella, pero como el grosor es mayor, decidimos alcanzar casi el collado Portiello que da vista al oeste. Superamos el crestón por una breve hendidura cercana a la cumbre. Esta corta maniobra nos ha llevado su tiempo pero, a cambio, las vistas desde la cima de La Cerra (1296 m) son espectaculares pues alzamos a ver, además de lo visto desde las cumbres anteriores, el resto de la cordal de Carrocedo con el pico Tresconcejos cerrándolo. El trazado de la pista de “La Carisa” se ve perfectamente excepto el tramo que rodea ese pico pues la copiosa nevada y los aludes provocados por la fuerte pendiente la han ocultado.
Cantu les Cruces donde se encuentran los túmulos de El Padrún.


Dólmenes de El Padrún. Fotografía sacada hace unos años.
          Aunque el lugar es inmejorable para disfrutar de las vistas, no encontramos la forma de aposentarnos para comer; además hay que pisar con cuidado porque por debajo de la gruesa y blanda capa nieve hay un espeso brezal.
El Aramo desde La Cerra hace unos años. Encontramos el brezal completamente tapado por la nieve.
Aspecto de la cumbre nevada de La Cerra con el Aramo al fondo (foto de Miguel)
Las Ubiñas desde el Pico la Cerra.

Retrocedemos pisando sobre nuestras propias huellas hasta la pista de “La Carisa” y desandamos el camino hasta el Mayáu Espines donde encontramos un pilón cuyo brocal está seco y libre de nieve: aquí, por fin, paramos a reponer fuerzas.
Vista del pico Espines (o Cumbre) desde la pista que baja a Columbiello.

Reanudamos la marcha dejando “La Carisa” y descendemos por la pista que baja a Columbiello por la ladera occidental de la sierra. Por aquí pasa el PR AS-76, pero ni rastro de las marcas. El camino da varias revueltas y la nieve desaparece a la vez que obtenemos unas hermosas vistas del pico Espines y de la arista por la que alcanzamos su cumbre por la mañana; a la izquierda queda la Xerra’l Pibidal por cuya cumbrera subimos.
Cuadra y cabaña en Buscal.

En una amplia revuelta a la izquierda se encuentra la cabaña y prado de Buscal (764 m) y, más abajo, la antigua mina de San Alejandro (460 m) ya cerrada, donde cruzamos por un puente el arroyo de Columbiello que con el deshielo viene crecido. A partir de aquí el camino está hormigonado parcialmente y finalmente asfaltado.
 
Después de cruzar el Reguero Ayán tenemos a la vista la aldea de Valle.

Poco antes de llegar a la aldea, abandonamos la carretera (370 m) y tomamos un camino a la derecha que sube fuertemente hacia el norte. El camino se estrecha y embarra hasta salir a otro más ancho y seco (460 m) que viene de El Sotón. Esta nueva y ancha pista cruza por un puente el Reguero Ayán (470 m) que también viene crecido y finaliza en El Valle de donde partimos 9 horas antes.

Lorenzo Sánchez Velázquez