lunes, 21 de julio de 2014

Sierra del Crespón. Pico Fueyo


Datos de la ruta
Salida y llegada: Villamorey (en el concejo de Sobrescobio) 
Distancia: 14,4 km 



Duración: 5:30 h (sin contar paradas) 
Subidas acumuladas: 1000 m 
Altura Inicial y Final: 390 m 
Altura máxima: 1145 m 
Fecha de realización: 19/VII/2014
Dificultad: media
Track de la ruta









Como los servicios de información meteorológica pronosticaban lluvia a partir de las 2 de la tarde, decidimos hacer una ruta no muy larga y cercana a Gijón. Desde Rioseco, por la SC-2, llegamos a Villamorey, aldea del concejo de Sobrescobio, y aparcamos al lado de la ermita y del panel que señala la ruta PR-AS 121. La completaremos introduciendo dos variantes: la visita a su famoso torreón y la subida al pico Fueyo o Llampaces.

Villamorey,

En Villamorey hay una ermita dedicada a San Roque, un lavadero con fuente de aguas abundantes, hórreos, paneras y casas arregladas. Comenzamos a caminar siguiendo las marcas del PR por una pista entre castaños y robles que avanza hacia el norte. Poco a poco vamos ganando altura. En la zona de Los Collaos el camino da una amplia curva hacia el oeste y el bosque desaparece permitiéndonos disfrutar de magníficas vistas del embalse y la localidad de Rioseco, del torreón de Villamorey, la aldea de Campiellos o los picos Gamonal y la Xamoca. Hay un peñasco en la zona más llana desde donde obtenemos las mejores fotos. Así, después de caminar 1,5 km, llegamos al desvío a la derecha que lleva a cercana majada de Vallimaor. Un poste de información señala hacia la Mayá de Fresneo y hacia el torreón de Villamorey.

El camino sube entre castaños y robles.

Buscando las marcas de ruta PR-AS177 “Torrexón de Villamorey”, que hasta aquí coincide con la que traemos, emprendemos un vertiginoso descenso perdiendo unos 150 metros de altura por una senda que al principio no se aprecia entre los altos helechos que cubren el suelo del bosque. Las marcas están ocultas o han desaparecido prácticamente al ser esta vía de acceso poco usada ahora. La referencia consiste en seguir el lomo de la montaña. Abajo, enlaza con el camino bueno que viene directo desde la aldea y que el ayuntamiento de Sobrescobio ha señalizado como Senda verde SC-001 “Villamorey. El Torreón”. Lo seguimos hasta una cabaña en ruina situada contra el peñasco sobre el que luce el torreón. La senda rodea la peña por la izquierda y nos permite acceder a su cima después de una corta y sencilla trepada.

Torreón de Villamorey.

 El torreón es lo que queda del antiguo castillo y data del reinado de Alfonso I en el siglo VIII aunque tiene origen romano. En el XII se le entrega a la Orden de Santiago junto con el Coto de Sobrescobio y se sabe que ya en el siglo XIV el castillo estaba en ruinas.
Más cómodo nos habría resultado seguir la senda verde, pues ahora hay que remontar los 150 metros perdidos. Una vez de vuelta en Vallimaor, dejamos a la derecha el camino de acceso a la majada y retomamos las marcas del PR 121 sumergiéndonos de nuevo en el bosque hasta alcanzar una riega donde el camino ancho se convierte en sendero. Siempre en ascenso, da varias revueltas, hasta alcanzar la majada de Fresneo, donde hay alguna cabaña en uso y varios prados rodeados por fresnos. Nos asomamos a la ladera norte de la peña desde donde tenemos buenas vistas del valle del Nalón.

Presa de Rioseco y torreón de Villamorey.

Majada de Fresneo.

La senda gira a la izquierda dejando a la derecha la cabaña y a la izquierda un prado. Se dirige al sur, entre los altos helechos que casi nos tapan, hacia el collado que forman el picacho de La Argañosa y el resto de la sierra. Al llegar, encontramos las ruinas de la majada La Argañosa y buenas vistas hacia el este. La senda ahora nos encamina hacia poniente remontando las peñas de la sierra. Enseguida, a media altura, encontramos la tubería que trae el agua desde la Fontona de los Arrudos a Gijón. Retomamos la dirección sur por encima de ella en un cómodo y llano paseo hasta alcanzar el siguiente collado. Llampaces, se llama, y tiene una majada con algunas cabañas de uso reciente aunque en riesgo de ruina inminente rodeadas de fresnos.

Majada de la Argañosa; embalse y localidad de Rioseco.

Antes de subir al Pico Fueyo caminamos un corto trecho sobre la tubería que lleva el agua desde La Fontona a Gijón.

En este punto abandonamos las marcas del PR para ascender al pico Fueyo. Una senda hacia el cresterío de la sierra nos ayuda al principio. Va ganando altura rápidamente escorándose hacia la ladera herbosa de la izquierda. Pronto la perdemos entre las hierbas altas y los helechos y decidimos subir casi directos con mucha inclinación hasta que cerca del collado la reencontramos. Al cabo, llegamos a la Pasada de la Enrayá, collado situado sobre la misma sierra entre los picos Fueyo a la derecha y Escrita o Faltiñoso a la izquierda. Para alcanzar la cumbre hay que caminar unos metros por la cresta. Es un terreno calizo e irregular lleno de pequeños surcos donde ha crecido la hierba alta y hay que caminar con cuidado. La mejor opción es ir sobre la misma cresta rocosa. En la cima encontramos un vértice geodésico que se mueve y un buzón de montaña. Las vistas se extienden sobre el Parque Natural de Redes. A lo ya descrito se suman, de este a oeste y pasando por el sur, la cordal que va de la Llambria hasta el Campigüeños (el Tiatordos queda por detrás); cerca encontramos La Terralina, el Cullargayos y el pico Riegos; el gran Retriñón da paso al resto de la Sierra del Crespón (Peña Escrita, Guanalón, Cogollu y Corbellosu) y por detrás están la Forcada y el Cuchu; finalmente hacia el oeste vemos Peñas Negras y Peña Mea. Avanzamos un poco más por la cima para situarnos sobre el lomo norte de la montaña desde donde obtenemos buenas vistas del valle del Nalón.

Mayá Llampaces.

Fueyo desde La Enrayá.


Cima del Pico Fueyo.


Vista panorámica hacia el sur desde el pico Fueyo. La Sierra del Crespón se ve a la dcha.

Vista hacia el norte desde el Pico Fueyo en el Pico Trigueiro y La Xamoca.

Desandamos el camino hasta la majada Llamapaces. Seguimos hacia el sur descendiendo unos metros para continuar sobre la tubería del agua. Otro tramo de cómodo caminar nos lleva al paso de Rearcu entallado en la roca. Aunque hay una caída vertical de bastantes metros, no ofrece dificultad. Sólo tiene un par de puntos hacia el final donde extremamos las precauciones haciendo uso de las manos. El paso no obstante se puede rodear descendiendo por un sendero hacia la majada La Escrita y subiendo por otro después hasta enlazar con la tubería después de Rearcu.

Por el paso de Rearcu.

El sendero continúa sobre la tubería otro tramo, donde también encontramos altos helechos hasta alcanzar la Collá Cabera al lado del picón La Piedra. Aquí la tubería se precipita hacia el fondo del valle. Hace tres años en esta zona hubo una rotura y el agua salió con tanta presión que produjo un argayo de tal magnitud que tapó la “Ruta del Alba”. La cicatriz del suceso se v
e bien desde la citada ruta. La nuestra sube ahora unos metros hasta La Piedra; enorme pedrusco que da nombre al lugar. Hay una indicación caída que señala “Mayá Prieya”, aunque entiendo que esta majada corresponde a la que hay en buen estado unos metros por debajo más adelante. Paramos a reponer fuerzas.

La Piedra

Terminando las viandas, como habían pronosticado, comenzó la lluvia. Nos acompañó, sin tregua, hasta el final la ruta. Así es que con paraguas y chubasquero descendemos hasta las cabañas en uso de la Mayá Prieya con vacas y cabras. Continuamos el descenso virando al sureste, para perder unos 400 metros de altura, por una pista que viene desde la Ruta del Alba. Llegamos a la citada ruta a la altura de la piscifactoría y seguimos por ella en cómodo paseo bajo la lluvia. Así llegamos a la hermosa y bien arreglada aldea de Soto de Agues. La cruzamos. Un camino de tierra, entre prados, nos lleva hasta desembocar en la carretera que, finalmente, nos deja en Villamorey.

Lorenzo Sánchez Velázquez




jueves, 17 de julio de 2014

Integral de Peñamayor. Ruta circular

Datos de la ruta
Salida y llegada: Melendreros (en el concejo de Bimenes) 
Distancia: 17,5 km 
Perfil de la ruta

Duración: 6:00 h (sin contar paradas) 
Subidas acumuladas: 1125 m 
Altura Inicial y Final: 620 m 
Altura máxima: 1293 m 
Fecha de realización: 28/IX/2013
Dificultad: media
Track de la ruta









Nota: en esta entrada se indican, de pasada, otras posibles vías de acceso a la sierra o a alguno de sus picos. Estos itinerarios los hemos recorrido en otras ocasiones y disponemos de los tracks correspondientes. Si alguien está interesado en alguno de ellos me los puede pedir en privado.

Mapa de la ruta

Desde la localidad de Melendreros (en el concejo de Bimenes) se accede con facilidad a la Sierra de Peñamayor. Crestearla completamente ascendiendo a sus principales cumbres fue el objetivo principal de esta ruta. El regreso lo hicimos rodeándola por el este siguiendo las marcas de la PR AS 140 Peñamayor-Triguero, que, rodea completamente la sierra sin ascender a ninguna de sus cumbres.

A Melendreros se llega por la AS-251 desde Nava a Rozaes, o por la nueva carretera “Y” de Bimenes, tomándola en la Autovía del Cantábrico y saliendo de ella hacia Martimporra y Rozaes. Se continúa después por la BI-3, durante 5 Kms, hasta Melendreros. Estacionamos el vehículo al final de la aldea, donde la carretera finaliza y se ensancha para que el autobús dé la vuelta. Allí se encuentra la fuente de La Pipa y un panel informativo de la Etapa 9 entre Melendreros y Bimenes del Camino Natural de la cordillera Cantábrica. Asturias interior. Ruta señalizada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. También comienza las marcas de la PR AS-140 Peñamayor – Triguero.

La pista hormigonada, que es continuación de la carretera asfaltada, asciende al principio en dirección este, dirigiéndose enseguida al sureste. Discurre entre cabañas y pastos delimitados por matas de avellano (Corylus avellana), fresnos (Fraxinus) y espineras (Crataegus monogyna), bosquetes de castaños y robles, algún abedul (Betula pendula), … hasta alcanzar Fayacaba (780 m) en la base de la alargada sierra que se extiende de norte a sur. La cuesta suaviza su pendiente  y el hormigón da paso a la pista terrera más cómoda para caminar. En esta zona se encuentra, a la izquierda del camino, el solitario albergue de Fayacaba recientemente restaurado e inconfundible con sus tres plantas la intermedia pintada en ocre y la superior en amarillo. Un poco antes del refugio, sale a la izquierda la pista que rodea la sierra por el norte y lleva a Les Praeres (Nava) y que nosotros obviamos (la seguiremos más tarde de regreso). La pista y las marcas del PR continúan de frente hacia Campa Güés y Pozo Funeres permitiendo, más adelante, enlazar con la que viene desde La Sierra en el concejo de Laviana. Siguiéndola un kilómetro más, desde el albergue, encontraríamos a la izquierda una senda que permite subir con facilidad a la sierra.

Vista hacia atrás de la aldea de Melendreros. A la derecha vemos la pista de hormigón por la que hemos subido.

Pero como queremos crestearla desde el norte siguiendo caminos menos transitados, abandonamos las pistas en Fayacaba. Subimos frontalmente por detrás y a la izquierda del albergue, hasta alcanzar la senda situada sobre la tubería que lleva el agua desde los Arrudos en Caso hasta Gijón. La seguimos hacia la izquierda, llaneando, para rodear la sierra por el noroeste. En un tramo de unos 200 m está labrada en la roca y colgada sobre el valle. Al llegar a una fuente con abundante agua, dejamos el trazado de la tubería que sigue su curso hacia Gijón y continuamos por una senda que, al poco en la Campa Orsoru, queda a la misma altura que la pista hormigonada. Aquí nos desviamos al sur afrontado la dura ascensión por la Parea de Les Mules hacia la Horcada que divisamos en lo alto del cresterío. Hay una senda que se pierde en los tramos finales, pero no da problemas porque la dirección es clara.

Caminaremos sobre la canal de traída de aguas a Gijón.

Parea de Les Mules y la Horcada

         Al llegar a la Horcada (1061 m), después de vencer unos 200 metros desde la campa, la vista se extiende hacia el norte hasta divisar el mar (Gijón queda detrás del pico Fario cuyas antenas se divisan con claridad). Seguimos remontando la cresta por un sendero que nos lleva hasta el primer pico del día (Jueyu 1122), con una caseta y los restos de lo que fue una antena. Hay un cartel que avisa de la existencia de un pararrayos radiactivo, pero hace mucho que lo quitaron y el cartel sigue allí avisándonos de un inexistente peligro. Hacia el sur, cerca, queda el siguiente pico Fueyu (o Peñamayor) (1149 m) cuyo vértice geodésico se ve claramente y nos oculta el resto de la sierra. Entre ambos, salvamos una corta cresta caliza que también se puede rodear por la izquierda. Así nos encumbramos en el Fueyu que tiene un buzón de montaña en forma de botella de sidra. Desde aquí ya vemos el resto de la sierra, Peña Mea en esa misma dirección sur, la Xamoca al sureste, grandes cimas de Redes (Vízcares, Maoño, Los Tornos –por detrás en la misma dirección está La Llambria-, Campigüeños, etc).

Pasada la Horcada vemos la caseta y la antena del pico Jueyu.

 
Arista rocosa (dcha) que une el los picos Jueyu y Fueyu o Peñamayor.



Sierra de Peñamayor desde el Fueyu

Seguimos en dirección sur descendiendo a la vez que rodeando tres peñas: la primera la dejamos a la izquierda, la segunda a la derecha y la tercera también a la izquierda. Así accedemos a un extenso pastizal en la base del pico Llanos de Ortigal (1092 m), que podemos subirlo y bajarlo por el otro lado, o rodearlo por la derecha, manteniendo la altura, hasta alcanzar, al otro lado, el collado Ortigal. Otra subida por la verde pradera, dejando al lado las modestas peñas de La Campona (1113 m) y Pozos de Llaviegu (1199 m), nos lleva hasta las peñas septentrionales del Texu (Garamíos). Las superamos, sin dificultad, por la misma cresta rocosa y accedemos a la cima (1256 m) donde está la famosa guitarra que homenajea a José González “El Presi”, un ramo que colocan allí por San Juan los vecinos de Llanacéu, una cruz y un buzón de montaña. A este pico llegamos en otra ocasión desde el Alto de la Casilla (en la carretera AS-251) por una pista ancha que llega hasta Campa Gües, en la base de la sierra.

Pico Texu o Garamíos.

Una vez disfrutado de las hermosas vistas, continuamos hacia el sur siguiendo la cresta de la montaña. Ahora sí hay sendero pues este es el camino más cómodo de subida desde el collado Llagos hacia donde nos encaminamos ahora. Antes tenemos la opción de crestear los picachos calizos que coronan la sierra (El Corte, Texíu o, el más alto el pico Tremes de 1271 m; este último se sube con facilidad) o faldearlos a corta distancia de la cumbre, por la ladera occidental. Así llegamos a las instalaciones de las antenas de telefonía que se divisan
desde lejos. Les da servicio una pista que viene de la carretera LV6 que une El Condado con Ferrera y comienza, la pista, en una curva pasada la aldea de La Sierra. Bajamos unos metros por la pista hasta alcanzar el collado Llagos (1229 m), cruce de caminos. El que ya hemos señalado que baja hacia el sur llegando hasta El Collado, el que avanza por el norte hacia Campa Gües, donde a su vez se bifurca, dirigiéndose uno al este hasta el Alto de la Casilla y otro  hacia el norte hasta Melendreros.

Entre el Pico Texu (Garamios) y la antena del Tremes debemos crestear o faldear la alargada arista que vemos.

Nosotros seguimos el sendero que se dirige al oeste rodeando los crestones occidentales de esta parte de la sierra que lleva al collado y majada de Breza de donde a su vez parte otro camino que también nos dejaría en El Condado. Continuamos pues por la senda oriental hasta alcanzar la zona más baja de la vaguada, donde la dejamos para continuar hacia el sur, bordeando dos hondonadas por la izquierda. Es el camino más sencillo para alcanzar el pico Triguero. Si los rodeamos por la derecha, el terreno hasta el pico es más abrupto. Así alcanzamos un bosquete que atravesamos casi por la misma cresta oriental de la sierra hasta alcanzar la cima del Triguero (1293 m). Paramos a reponer fuerzas y disfrutar de esta magnífica atalaya.

Desde el Pico Triguero miramos atrás: Pico Tremes con la antena y por delante el Collado Llagos. En medio el pequeño hayedo que hemos atravesado.

Continuación de la vista anterior (cresta noreste del Triguero).


Collado Breza y Sierra del Sueve desde el Triguero


Vízcares, Pierzu, Maoñu, Los Tornos y Llambria,...


..., Campigüeños y Tiatordos, Carasca y La Senda

La ladera oriental del Trigueiro es bastante inclinada y se baja mejor si seguimos paralelos a la cresta unos metros por debajo hasta situarnos sobre las cabañas del collado de Breza (1181 m) y entonces descender. Nosotros bajamos algo más directos. En el collado hay varias cabañas acondicionadas con las jambas de sus ventanas en azul cian bastante llamativas. Como ya dijimos antes, hasta aquí llega una pista desde El Condado y es otra ruta de ascenso al Triguero.
 
Al llegar a la más alta, la dejamos a la derecha, rodeando su cerca por el norte para comenzar un fuerte descenso por la pradera. En este tramo hay que evitar las zonas invadidas por la cotoya y seguir por las grandes zonas herbosas. El sendero a veces se pierde, pero mantenemos la dirección norte hacia las praderas que se ven al otro lado de una vaguada cubierta de vegetación. En esta zona baja, el sendero se adentra en un bosquete y hay unas hondonadas que rodeamos por la izquierda. Es un tramo corto que, enseguida, nos deja en las praderas. Subimos por ellas un pequeño trecho para descender, al otro lado, a la majada Anes (982 m), donde no encontramos restos de ninguna cabaña.

Rodeando la sierra. Al fondo vemos el collado Anes.

Desde el collado Anes vemos, al fondo, la majada y el collado Cobayu.

Continuamos el descenso por la pradera hasta otro bosquete. Lo cruzamos y emprendemos una larga subida, por el tapiz herboso que cubre toda la ladera hasta alcanzar la majada Cobayu (1018 m), donde hay una moderna cerca para tareas ganaderas (seleccionar, vacunar y embarcar el ganado). Hasta aquí llega una pista que viene de Les Praeres (concejo de Nava), Fayacaba (Bimenes) o Melendreros. Descendemos por ella atajando en las dos primeras revueltas, cruzamos después un arroyo y, en llano, seguimos hasta la majada Espines (888 m), situada a la altura del pico Fueyu. Posee algunas casas arregladas con fines turísticos y lo mismo ocurre en Ortigosa, medio kilómetro más adelante. Entre ambas hay abundantes prados y camperas. Más adelante la pista se bifurca: de frente sigue hacia Les Praeres (extensos pastizales y zona de recreo con área recreativa y bar al que suben familias de la zona para disfrutar de una jornada campestre).

Les Praeres y pico Varallonga, desde Ortigosa.

Llegando a Melendreros.

Evitamos esta desviación caminando por la pista que gira hacia el oeste. Una corta bajada y varios repechos que suman otros 80 metros de subidas acumuladas nos dejan de nuevo en el collado Oroxu (881 m) (al otro lado de la pista se encuentra el pico homónimo con una casa abandonada en su cima) con la fuente que dejamos antes de subir por la Parea de Les Mules. Hemos
completado el circuito. No queda más que seguir por la pista; o mejor, seguir por encima de la tubería de traída de aguas a Gijón desde los Arrudos, para descender después hasta el albergue de Fayacaba y por la pista hormigonada a Melendreros.

Lorenzo Sánchez Velázquez



lunes, 7 de julio de 2014

Sierra del Aramo (Alba, Champaza, Pelitrón, Moncuevu y Vallongo)

Datos de la ruta
Salida y llegada: Aparcamiento de la ermita del Alba (en el concejo de Quirós) 
Distancia: 11,3 km 


Duración: 5:30 h (sin contar paradas) 
Subidas acumuladas: 1020 m 
Altura Inicial y Final: 1150 m 
Altura máxima: 1718 m 
Fecha de realización: 22/VI/2014
Dificultad: media
Track de la ruta






Después de la aldea quirosana de Salcedo la carretera se estrecha y, con baches, sube hasta finalizar en el aparcamiento que, entre prados y cabañas, da servicio a la Ermita de Alba. Comenzamos la ruta subiendo por la pista hormigonada señalizada para vehículos autorizados que es continuación de la propia carretera. Entre los prados de La Tellera, el corto ascenso nos lleva hasta un punto donde la pendiente disminuye. Aquí abandonamos la pista cruzando la portilla que da acceso a los pastizales comunales de Alba. El camino que ahora seguimos bordea las murias de las fincas particulares con cabañas arregladas enlazando con otro que nos permite acceder a la propia ermita que hemos visto entre los fresnos desde el mismo aparcamiento. La ermita es grande y blanca, de planta rectangular y se levantó en los siglos XVI y XVII en honor a la Virgen de Alba, cuya festividad se celebre el 15 de agosto con romería muy celebrada y concurrida. La “Fiesta de Alba” está declarada de Interés Turístico Regional y la misa cantada se celebra en llingua quirosana con acompañamiento de gaita y tambor. A la comida campestre le sigue un concurso de doma, carreras de cintas a caballos y otras actividades lúdicas.
Ermita de Alba.
 
Abandonamos la ermita y el buen camino. El resto de la ruta discurrirá por las crestas montañosas que rodean el valle de Covachos. Es un relieve kárstico con abundante piedra suelta, lapiaz de difícil caminar en muchos tramos, abrupto. De momento remontamos la ladera sur de la Peña de Alba siguiendo su misma cresta.  En este primer tramo se camina bien y enseguida alcanzamos la cima (1308 m) donde encontramos una cruz y buzón de montaña colocado allí por el Grupo de montaña San Ignacio de Oviedo. Ante nosotros el resto de la sierra que vamos a recorrer: el frente occidental de la Sierra del Aramo; los picos Champaza y Pelitrón que cierran por el oeste los extensos pastizales del valle de Covachos que por el norte quedan limitados por el Moncuevu y al este por el crestón de Vallongo. Al oeste, al otro lado del embalse de Valdemurrio, encontramos las sierras del Gorrión y de Caranga; más allá, la Sierra de Yermes y Tameza; la de Sobia se extiende hacia el suroeste. Las nubes bajas que nos acompañarán todo el día nos impide ver más lejos. Al sur, las grandes cimas de la Ubiñas también permanecen ocultas. Por el este vemos el Gamonitiero, a ratos.

Desde el Pico Alba vemos los demás picos que vamos recorrer: Champaza, Pelitrón, Moncuevu y Vallongo.

Seguimos nuestro recorrido hacia norte descendiendo por la pedregosa ladera, campo a través, buscando las zonas menos inclinadas hasta bajar al Cueto Ferreiru (1147 m), collado entre las peñas Alba y Champaza. Allí, a la derecha, se encuentran las Agüeras; sumidero natural de las aguas que bajan por el valle de Covachos. Cruzado el pastizal, acometemos la subida al Champaza. Aunque vemos un pastizal en el hombro oriental de la montaña que parece facilitar el ascenso, preferimos la subida directa manteniendo la dirección, remontando la pedregosa ladera sur de la montaña. El terreno, de piedra suelta y hierba al principio, se convierte en lápiaz a media altura dificultando la progresión. Buscamos los mejores pasos, ora asomándonos al abismo occidental en el que se precipita la sierra, ora desviándonos a la derecha donde encontramos, a media altura, una zona con algo de hierba y menos lapiaz. Llegando a la antecima, un pequeño tramo herboso nos deja muy cerca de la propia cima (1454 m) en la que sólo encontramos un montón de piedra y un crestón rocoso a la derecha. A las vistas anteriores, añadimos ahora la aldea de Bermiego a vista de pájaro con su ermita y tejo algo alejados; del famoso roble, ni rastro; cayó hace unas semanas.

Pelitrón, Moncuevu y Vallongo que cierran el valle de Covachos
Vallongo, Gamoniteiro y valle de Covachos
Embalse de Valdemurrio, Bermiego, Tene y Aciera.
Sierra de Caranga y de Tene (Airúa Naval)
Cruzado el pequeño crestón, continuamos en la misma dirección por un terreno más cómodo casi en el mismo borde de la sierra que nos deja en el collado que nos separa del Pelitrón. Remontamos su ladera sur, entre piedra suelta, hierba y flores primaverales hasta alcanzar la cima (1562 m) en la que encontramos otro montón de piedras y las mismas vistas. Por la ladera opuesta emprendemos el descenso ayudados por un sendero que nos lleva a la zona herbosa del Trichoriu (1479 m) por donde pasa el camino que une el valle de Covachos, al este, con el de Covachoneiru y, más allá, baja de la sierra a las Brañas de Llinares pertenecientes a la parroquia de Bermiego por donde pasamos en otra ocasión al subir a la Airúa Naval.

Picos Alba y Champaza desde la Peña Vallongo

Las peñas que tenemos enfrente son las del Cagalluneiru y se pueden rodear por la izquierda. Buscamos una senda a media ladera para no descender al valle (que hubiera sido mejor) y continuamos rodeando la primera peña. Al cabo, decidimos ascender por una canal herbosa hasta la misma cresta y continuar por ella (1532 m): un terreno de lapiaz, incómodo, para crestear las peñas y descender por la ladera oriental hasta los pastizales de Fontarente donde finaliza el valle de Covachos a los pies del Moncuevu. Cruzado el pastizal una canal con hitos nos permite superar un primer tramo de la pedregosa ladera. Cuando los hitos desaparecen, giramos a la derecha hasta llegar a la vía principal de subida. No queda más que seguir los abundantes hitos, ahora innecesarios, que jalonan el marcado sendero para acceder a la cumbre más alta de la jornada, el Moncuevu (1718 m). Aquí estuvimos el verano pasado en una ruta mañanera que nos permitió acceder a esta hermosa montaña y al Barriscal desde el aparcamiento del Angliru. La incluí en otra entrada de este Blog.


Cima del Moncuevu.


En la cumbre hay un buzón de montaña en homenaje al montañero que muestra su silueta de acero (no es una metáfora). Al norte, entre las nubes, aparece el aparcamiento del Angliru y la gran mole de La Gamonal. Algunos truenos lejanos anuncian tormenta, unas gotas de lluvia acortan la obligada parada nutricia; emprendemos pues el descenso por la misma senda de subida. La idea inicial era descender por la ladera norte y, rodeando la peña, regresar por el valle paralelo asiento de la Vega de la Barrera y la Braña de Vallongo. Pero como la naturaleza es caprichosa, al bajar de la peña los negros nubarrones desaparecen y también la amenaza de lluvia y tormenta.

Decidimos continuar hacia el sur por la afilada cresta del Vallongo. A caballo entre ambos valles cimeros de la Sierra del Aramo, avanzamos lentamente superando varias peñas hasta llegar a la más alta, el pico Vallongo (1623 m), donde nos recibe otro montón de piedras. Avanzamos unos metros más por la cresta hasta encontrar un tramo despejado en la salvaje ladera oriental (la occidental es más vertical). Bajando por ella encontramos alguna senda que nos permite alcanzar el fondo del valle. Por él pasa la pista principal que recorre toda la sierra. Seguimos por ella hacia el sur. Cruzamos una portilla y seguimos un tramo de pista que se dirige a las praderas de Alba. Como es monótona y da varias revueltas, atajamos siguiendo el antiguo camino empedrado. Avanzamos después por una senda armada que se dirige hacia unas fincas. Cuando vemos que se desvía demasiado de nuestro destino, la abandonamos. A continuación descendemos por la empinada ladera herbosa hasta el fondo del valle, lo que nos permite rodear definitivamente la alargada peña Vallongo. Del bosquete al que accedemos arranca una senda que nos lleva a la pista que antes dejamos. La seguimos cruzando primero El Cotarón, después una riega (1150 m); subimos entre las vacas que llenan estos feraces pastizales hasta alcanzar las cabañas arregladas (más que de labranza parecen pequeñas residencias veraniegas) de La Tellera (1189 m). Cruzamos la portilla que cierra los pastos y nos situamos en la pista inicial de la ruta. Un corto descenso por ella entre los prados y cabañas nos dejan en el aparcamiento inicial.


Lorenzo Sánchez Velázquez



domingo, 6 de julio de 2014

Moncuevu y Barriscal desde el Angliru

Datos de la ruta
Salida y llegada: Aparcamiento del Angliru (en la Sierra del Aramo) 
Distancia: 8,2 km 


Duración: 3:00 h (sin contar paradas) 
Subidas acumuladas: 725 m 
Altura Inicial y Final: 1548 m 
Altura máxima: 1719 m 
Fecha de realización: Julio 2013
Dificultad: baja
Track de la ruta

Mapa de la ruta

La subida por carretera al Angliru es famosa por ser fin de etapa y puerto de categoría especial en algunas ediciones de la Vuelta Ciclista a España. Subiéndola en coche se aprecia el inhumano esfuerzo de los ciclistas retorciéndose en las empinadas rampas que alcanzan el 24% de desnivel. La carretera desde La Vega (Riosa) está perfectamente indicada, es muy estrecha, sobre todo en el tramo final, y con muchas curvas.

Dejamos el vehículo en el gran estacionamiento en el que termina la carretera. Por las vaguadas pastan las vacas roxas de montaña, abundantes durante el verano para aprovechar los ricos pastos de altura. A nuestra espalda, según llegamos (al norte), está el pico La Gamonal con su pequeña cruz visible desde el mismo estacionamiento. Al sur, al otro lado de la vaguada, vemos cerca una gran peña que nos oculta el pico Moncuevu; al sureste se encuentra la herbosa montaña del Barriscal, algo más alejada.

Arandanal y Moncuevu desde el Angliru.

Vamos a ascender al Moncuevu por la ladera occidental y descender por la oriental. Para ello, descendemos primero al fondo de la vaguada, evitando el camino ancho que se dirige al sur. Después, seguimos por una senda en dirección oeste rodeando la peña hasta llegar a un pequeño lago artificial que mantiene el agua en verano y da de beber a la abundante cabaña ganadera. Dejamos la senda principal y acometemos la herbosa y empinada ladera occidental por un sendero que nos ayuda en la progresión al principio. Después, continuamos la remontada acercándonos al crestón occidental de la montaña, hasta alcanzar una colladina que da vista al este. Aquí desaparece la hierba y el ascenso final de los últimos 40 metros, superando los sucesivos escalones rocosos, se hace sin dificultad. Así, alcanzamos la estrecha cumbre, donde se ha colocado una placa de acero corten (este tipo de acero posee un alto contenido en cobre, cromo y níquel que hace que adquiera un color rojizo anaranjado característico; la formación de óxidos impermeables en su superficie crea una capa protectora que evita la corrosión) que muestra la silueta de un montañero. Buenas vistas hacia el macizo de Las Ubiñas, de las cercanas sierras del Gorrión, Caranga y Tene y del resto de la Sierra del Aramo (Gamonal al norte; Barriscal y Gamoniteiro al este y sureste; Pelitrón, Champaza y Alba cerrando la sierra por el oeste). Más allá, en esa misma dirección, la vista llega hasta los montes de Somiedo, y por el este, a los Picos de Europa.

Llago de Fonpedrín. A la izda sube la empinada canal de hierba hasta el collado entre los picos Arandanal y Moncuevu.

Tramo final de la subida al Moncuevu por el norte

Cima del Moncuevu. En el centro al fondo el Pico Gamonal, a la dcha y cercano el Arandanal.
Pico Arandanal y aparcamiento del Angliru desde la cima del Moncuevu.


Vallongo, cerca; el Macizo de las Ubiñas (Tapinón, Peña Rueda, Peña Ubiña y Fontanes, etc), al fondo..

Vista desde el Moncuevu hacia el sur: Pico Xistras a la izda de la foto, Gamoniteiro en el centro y Peña Podre a la dcha.

Pico Barriscal desde la cima del Moncuevu.

Regresamos a la colladina herbosa para descender después por la ladera opuesta siguiendo un sendero. A continuación, rodeamos una peña, atravesamos un jou de hierba dirigiéndonos al norte, para reencontrar la senda que pasa entre dos peñas (este paso se ve bien desde la cima del Moncuevu). Una pequeña subida por el pastizal y la siguiente bajada por la ladera opuesta nos deja en el camino ancho que viene desde el Angliru atravesando la sierra. El ancho camino da acceso a los pastizales del extenso valle de Vega Barrera en la base del pico Barriscal. A la derecha, oculta, dejamos las ruinas de la Braña de Vallongo.

Bajando del Moncuevu vemos parte de la Vega Barrera. A la dcha quedan las ruinas de la Braña Vallongo. La ladera de la izda es la del Barriscal.

Vega Barrera bajando del Moncuevu. Al otro lado está el Pico Barriscal al que subiremos frontalmente.

Desde la cima del Barriscal vemos abajo la Vega Barrera, al otro lado los picos Moncuevu (izda), Arandanal (centro) y Gamonal a la dcha. En la zona alta de la foto y a la dcha se aprecia el aparcamiento del Angliru.

Descendemos al valle donde hay un gran estanque y, en verano, una abundante cabaña ganadera Nos encontramos en la base del Barriscal. La ladera herbosa con algo de piedra no tiene ningún sendero claro: hay varios de animales que discurren transversalmente. Debemos superar 250 m de desnivel para alcanzar la alomada cumbre de la montaña. No encontramos más que un montón de piedras y un antiguo, roto y oxidado buzón de montaña. El descenso lo hacemos por la misma ladera hasta enlazar con el camino ancho que nos devuelva al Angliru, no sin antes subir por él otros 150 metros que separan la Vega de la Barrera de la del Angliru.

Lorenzo Sánchez Velázquez