viernes, 26 de febrero de 2016

Sierra de Juan Robre. Circular desde Arenas de Cabrales

Perfil de la ruta
Salida y llegada: Arenas de Cabrales
Distancia: 16.0 km
Duración: 7:00 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1050 m
Altura Inicial: 140 m
Altura máxima: 973 m
Fecha de realización: 21/II/2016
Dificultad: media
Track de la ruta





Itinerario: Arenas de Cabrales – Camino de las Boronas – Invernales de la Nava – Jorcao Cuernu – Cabezo de la García – Puerto Llés – Collado Cima y Cabañas de Ju Celagüelga – Cordal de los Sellones – Arenas de Cabrales.

Nota: La Sierra de Juan Robre presenta un relieve abrupto con de grandes peñascos calizos (cabezos) surcados de grietas, agujeros y hendiduras por donde se debe caminar con sumo cuidado para evitar meter el pie en alguno de ellos. Muchos se ven, pero otros están escondidos entre la broza o las rocas y son especialmente peligrosos cuando los tapa la nieve.
Mapa de la ruta

La Sierra de Juan Robre avanza de oeste a este separando el valle del Cares en su curso bajo después de atravesar Arenas de Cabrales del valle donde se encuentran la aldea cabraliega de Arangas y las de Rozagás Ruenes o Alles que pertenecen al concejo de Peñamellera Alta.
Arroyo Ribeles en Arena de Cabrales.

Aparcamos en Arenas de Cabrales (150 m) e iniciamos la ruta caminando unos metros por la carretera AS-114 en dirección a Panes hasta las últimas casas situadas en una curva a la izquierda. Aquí nos metemos por una calle entre las casas en dirección norte que, al final la aldea, gira al este transformándose en camino ancho de tierra que deja a la izquierda un moderno establo y varios prados a ambos lados. Siguiendo el camino principal damos dos cerradas curvas a izquierda y derecha para ganar algo de altura acercándonos al murallón sur que cierra la Sierra de Juan Robre. Después de otra revuelta a la izquierda, abandonamos la pista para continuar por una senda que enseguida se convierte en precioso camino empedrado con tramos armados; se trata del Camino de las Boronas que lleva a los ricos pastos de los Invernales de la Nava situados a media ladera de la sierra en una extensa y rica planicie.
Camino de las Boronas.

El camino asciende con suavidad en medio de un precioso paisaje calizo ornado con encinas mientras a la derecha, muy abajo, las turbulentas y verdosas aguas del Cares (y la carreta) forman una profunda y hermosa foz. Un par de cortos pedreros se precipitan al abismo del río mientras nuestro cómodo camino los supera sobrepasando también el Barranco Bazones por donde cae una larga y preciosa cascada. Un puente de hormigón (430 m), con su barandilla derecha destrozada quizás por algún argayo, nos permite el paso del barranco.

Río Cares desde el Camino de las Boronas.

Cascada en el Barranco Bazones, el Camino de las Boronas continúa empedrado y armado al otro lado y las nubes nos alcanzan al llegar a los Invernales de la Nava.

Las previsiones meteorológicas presuponían un día soleado, pero la realidad fue que la niebla ocultaba las cumbres por encima de los 500 metros y sólo al alcanzar la cumbrera de la sierra superamos el mar de nubes que quedó confinado en el valle del Cares. Disfrutamos de un impresionante paisaje con los Picos de Europa nevados allá arriba y el valle a nuestros pies rellenado por algodonosas nubes como un precioso y esponjoso colchón.
           Después del barranco nos metemos entre las nubes y, al alcanzar las primeras cabañas de los Invernales de la Nava (680 m), sólo alcanzamos a ver las más cercanas. Son cabañas grandes de dos plantas y henar arriba; unas parecen estar en uso pero otras están en ruina. En un primer rellano se encuentran las de Rescañu, más arriba, hacia el norte, están las de La Prida y al este las de La Trema o los Invernales de la Nava.
Cabaña en ruinas en los Invernales de la Nava entre la niebla.

Cruzamos los ricos pastos entre las desperdigadas cabañas haciendo uso del GPS para orientarnos en medio de la niebla pues la senda se difumina entre la hierba y salen otras que van hacia las cabañas. Al final de la pradera pasamos de tierras cabraliegas a las de Peñamellera y la senda, retomada por encima de una postrera cabaña, nos lleva a la canal de Somarribas o de La Colgaiza (830 m).
Canal de Somarribas o de la Colgaíza.

Después de cruzar una alambrada, subimos por la empinada canal y a media altura, al sobrepasar el manto de nubes, se nos aparece como en sueños una visión celestial: el majestuoso espectáculo de los Picos de Europa nevados con sus afiladas crestas por encima del manto de nubes.
Vista parcial de los Urriellos desde la Canal de Somarribas. Las nubes cubren el valle del Cares.

El fin de la canal (920 m) nos sitúa en la cumbrera de la sierra, que encontramos nevada, y a escasos metros de la cima más alta el Forcao Cuernu (973 m). Para alcanzarla debemos atravesar un traicionero tramo de lapiaz con bastantes agujeros ocultos por la nieve entre las piedras o la maleza. En la cima, coronada con un vértice geodésico, disfrutamos de las mejores vistas de la Sierra de Cocón (Cueto Cerralosa y Los Tombos), el Macizo de Ándara y los Urrielles; al otro lado las cimas más altas de la Sierra del Cuera sobresalen por encima del mar de nubes.
Sierrra de Cocón (Cueto Cerralosa a la izda y Los Tombos, por delante en el centro el Pico Jajao) desde el Forcáu Cuernu.

Pero esta visión dura poco. Las nubes se elevan y nos envuelven y, en medio de la niebla, continuamos por un abrupto terreno nevado con peligrosos agujeros. Pisando en las rocas y los matojos y orientándonos con el GPS (en caso de niebla abstenerse de transitar por estos pagos sin un buen sistema de orientación), continuamos hacia noreste. El escaso kilómetro que nos separa del Cabezo de la García nos lleva su tiempo, tal es el cuidado con el que hay que pisar. Encontramos la cumbre (939 m) señalizada con unas piedras y, en medio de la niebla, sin vistas, paramos a reponer fuerzas. Una lástima pues las vistas, iguales a las del Forcao Cuerno, son impresionantes.
Zona central de la Sierra del Cuera: Peña Llacía a la izquierda y Turbina en el centro, desde el Forcáu Cuernu.

Descendemos por la ladera norte con idéntico cuidado. Más abajo desaparecen el lapiaz y encontramos una senda que, enseguida, nos deja en las cabañas de Puerto Llés desde las que tenemos buenas vistas sobre la Sierra del Cuera y la aldea de Rozagás (Peñamellera Alta). La Braña de Abajo (Braña Baxu) está en completa ruina mientras que la de Arriba (Braña Riba) (780 m), situada sobre un promontorio sobre el rectangular Práu Llés, tiene un cercado metálico de uso ganadero.
Cabañas en ruina de la Braña de Abajo (Braña Baxu) en Puerto Llés.

Avanzamos por la senda en paralelo al vertical escalón que nos separa de Práu Llés (más adelante veremos que en la pared del farallón hay varias cuevas) hasta dar con el punto de descenso. Nada más descender del escalón remontamos un corto tramo hasta alcanzar el collado de las Cagijas del Cantu (822 m) retomando la visión del norte y la de poniente.
Práu Llés desde lo alto del escalón en la Braña de Arriba (Braña Riba)
Bajando el escalón con el collado de las Cagijas del Cantu arriba en el centro.

Debemos rodear el peñasco de Cabeza Turueco siguiendo la senda, que pronto perdemos. El terrero es abrupto y monótono donde es fácil perderse y más aún en un día con niebla. Un corto descenso nos lleva a una breve vaguada (806 m) de la que alzan el vuelo pesadamente cuatro grandes buitres. Al acercarnos encontramos una cabra destripada y recién muerta de la que estaban dando buena cuenta los buitres. Con las costillas recién descarnadas y algunos restos de carne roja, sin ojos y una pata rota que apunta a la posible causa de la muerte del animal, allí quedó para alimento de los carroñeros.
Cabañas de Ju Celagüelga en el collado Cima con el pico Cabeza Robre detrás.

Continuamos el rodeo de la peña y al levantar algo la niebla alcanzamos a ver al sur los Invernales de Nava por donde pasamos por la mañana. Una senda marcada con puntos rojos que parece venir de allí nos permite finalizar el rodeo y encaminarnos hacia el collado Cima (801 m) donde hay dos buenas cabañas (Cabañas de Ju Celagüelga) a los pies de Cabeza Robre cuya vertical pared occidental marca la vista oriental desde Arenas.
Después de rodear Cabeza Robre continuamos por el Cordal de los Sellones que avanza hacia la izda en la foto.

Farallones occidentales de la peña Cabeza Robre.

La senda ahora nos lleva a rodear por el norte el enorme peñasco de Cabeza Robre hasta alcanzar su alargada arista occidental (750 m) que se extiende más allá por la Cordal de los Sellones hasta Arenas de Cabrales. Nada más alcanzar la arista la vista se abre al sur donde encontramos de nuevo, por encima de las nubes, las cimas más altas de los Picos de Europa a contraluz.


Llegando a las cabañas de La Peruyal. Abajo vemos cerca Arenas de Cabrales.

Viejos castaños en La Peruyal.

La pista ancha baja entre encinas hasta casi llegar a Arenas de Cabrales.

Las calizas de la Sierra de Juan Robre han sido sustituidas por las cuarcitas de los Sellones dando paso al brezo. La senda desciende al principio rápidamente y después de forma más suave hasta desembocar en una pista cerca de las cabañas de La Peruyal (320 m) donde quedan unos viejos castaños en los prados. La pista ancha desciende entre encinas que no nos abandonan hasta poco antes de llegar a la aldea cabraliega de Las Arenas.

Lorenzo Sánchez Velázquez

domingo, 14 de febrero de 2016

Sierra de Begega. Circular desde Alvariza

Salida y llegada: Alvariza. Concejo de Belmonte 
Distancia: 18.5 km
Duración: 6:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1080 m
Altura Inicial: 200 m
Altura máxima: 1112 m
Fecha de realización: 16/I/2016
Dificultad: media
Track de la ruta


Itinerario: Alvariza – Modreros – El Collao – Pico la Bobia – Pico Urru (Las Cobertorias) – Pico Caunedo – Collado Cimeiru – Estilleiro – Alvariza.


Aparcamos al lado de la carretera en la aldea de Alvariza (200 m) situada a 2,5 kilómetros antes de llegar a Belmonte. Allí se encuentra la antigua fragua "El Machuco" que tiene mecanismos hidráulicos de tipo romano y está declarada Bien de Interés Cultural. Pero está cerrada y no encontramos a nadie a quien preguntar.

Atrás queda la última casa de Alvariza con la Peña del Agua al fondo.

El reguero Barroblanco viene crecido.

Tomamos la carretera que sube a Modreros y sigue en paralelo al Reguero Barroblanco entre robles y castaños. Antes del primer kilómetro, la carretera se bifurca y, mientras el ramal de la izquierda llega hasta las cercanas casas y cabañas de Pascual por donde regresaremos, el nuestro continúa a la derecha. Más arriba, la carretera da tres curvas cerradas para ganar altura y la abandonamos en la primera. Atajamos por un camino que sale de frente y lleva a una cabaña ganadera (370 m), pero unos metros antes de llegar, cruzamos el arroyo Barroblanco y seguimos por un camino casi senda que nos devuelve más arriba a la carretera (440 m). Desde aquí obtenemos ya buenas vistas de la Peña del Agua y del Monte Faéu con su antena al otro lado del río Pigüeña.
Por la derecha subimos a Modreros, por la izquierda (para regresar) se va a Pascual. Al fondo vemos la Peña el Castiellu.

Continuamos por la carretera 1,5 kilómetros y alcanzamos la pequeña aldea de Modreros (650 m) situada en la ladera oriental, a media altura, de la Sierra de Begega. El camino, continuación de la carretera, remonta suavemente la falda la sierra hacia el norte hasta alcanzar el collado Las Bobias. Pero, en lugar de seguir este itinerario, emprendemos la remontada directa por una senda que arranca del citado camino justo a la salida de la aldea.
Aldea de Modreros. Por detrás vemos la ladera de la sierra por la que subiremos (se ve la senda dando una revuelta) hasta los aerogeneradores de la cumbre.

Así pues, nada más cruzar el Reguero los Huertos a la salida de Modreros, abandonamos el camino cogiendo el sendero que, entre la cotoya, sube directo por la ladera hasta un hombro o collado (810 m) a los pies de la Peña la Cruz. La vista se abre al sur donde vemos la Sierra de Peña Manteca por encima del Alto Carracéu y la Peña El Castillu. Arriba, en lo alto de la Sierra de Begega, los aerogeneradores giran lentamente sus aspas mientras un grupo de buitres merodean peligrosamente entre y por encimo de ellos. Paramos unos minutos para hacer fotos y comer algo y continuamos después por el sendero que asciende en diagonal entre la cotoya y el brezo bajos hasta otro hombro (880 m) situado a la derecha. Esta nueva balconada sobre Modreros nos ofrece unas vistas preciosas de la aldea.

Hacia la mitad de la subida, en La Cuesta, nos asomamos a unas peñas para ver Modreros a vista de pájaro.

Desde La Cuesta, miramos hacia arriba lo que nos queda por subir. Seguiremos por la arista de la izquierda.

Pero no podemos parar mucho porque ahora toca ascender por la ancha arista usando ocasionales senderos de animales y abandonarla más arriba para dirigirnos por una marcada senda al collado El Collado (1051 m) situado a la derecha del Urru. La cumbrera de la Sierra de Begega está nevada y poblada totalmente de altos aerogeneradores. Impresionan estos gigantes en funcionamiento y para mi gusto no afean estas sierras desnudas y alomadas.
Vista desde El Collado de la línea de aerogeneradores. El Pico la Bobia está entre los dos últimos y el Courio al fondo, a la derecha.

Por la ancha pista que sirve a los aerogeneradores y sigue la cumbrera de la sierra, avanzamos al norte para encaramarnos en las afiladas y breves peñas del Pico la Bobia (1056 m) casi al final de la sierra. Apenas está señalizada con un montón de piedras pero, a cambio, nos ofrece unas extensas y preciosas vistas del centro y el occidente de Asturias, desde el Aramo al este hasta la Sierra de Tineo al oeste. En el Courio, al norte, finaliza la sierra y al sur la Sierra de Peña Manteca deja ver a la derecha el pico de la Fana de Genestaza donde comienza la Sierra de la Cabra. Hacia el este y el sureste vemos las sierras que sirven de asiento al Camín Real de la Mesa en la zona del Porcabezas (por detrás vemos el Caldoveiro) y llegan a Peña Negra y los Bígaros entre otros muchos picos que cuesta identificar (muchos se superponen o están próximos en esta abigarrada perspectiva)

Cresta del picacho de La Bobia.

Sierra de Begega desde la cresta de La Bobia.

El profundo tajo del río Narcea da paso, al otro lado, a la extensa plataforma en la que se asienta Tineo (queda a la izquierda y no se ve en esta foto).

Continuación de la panorámica anterior que nos permite ver La Espina hacia la derecha.

No obstante, las vistas serán más claras y la perspectiva mejor desde el cercano pico Urru (1112 m), el más alto de la sierra. Desandamos hasta El Collado y ascendemos por la pista que sube por el montículo del Urru hasta la plataforma del último aerogenerador a unos pasos de la cima. Un montón de piedras y unas magníficas vistas nos reciben. Paramos a reponer fuerzas con la mirada puesta al este y al sur donde las altas y níveas montañas ofrecen una panorámica grandiosa.

Desde el Urru vemos las sierras del Aramo y el comienzo de la de Yernes y Tameza.

También desde Urru vemos, al fondo, Peña Rueda, los Fontanes y la Ubiña.

Continuamos la ruta por la cumbrera de la sierra hacia el sur para alcanzar la última cumbre, el Pico Caunedo (1087 m) y, sin parar, descendemos por la ladera sur del pico, sin sendero ni camino hasta llegar al talud que ha quedado al construir la plataforma de otro aerogenerador.
Sierra de Peña Manteca desde el Caunedo. A la derecha, fuera de la foto, arranca la Sierra de la Cabra con la Fana de Genestaza.

Lo rodeamos por la izquierda hasta una alambrada que evita el paso de animales y bajamos hasta alcanzar la plataforma. Seguimos el descenso por la ladera sur hasta el collado Los Fitos (900 m) y, aunque deberíamos seguir en esa dirección rodeando un montículo por la derecha hasta alcanzar el cercano Collado Cimeiru para tomar allí el camino que nos permitiría bajar hasta la carretera AS-310, atajamos echándonos ladera abajo hasta enlazar con el camino que viene del Cimeiru (810 m).
Por el camino que baja desde el Collado Cimeiru a la AS-310 que vemos a la derecha.

El camino da seis revueltas para perder rápidamente 300 metros de altura y alcanzar la carretera (500 m) que sube desde Alvariza a Boinás por el Collado el Muro. Seguimos carretera abajo algo más de un kilómetro y, después de una amplia revuelta a la derecha, la abandonamos en la pequeña aldea de Estilleiro (350 m).
Aldea de Estilleiro a la derecha. Aquí sale el camino que pasa entre los dos prados que vemos y nos llevará a Pascual.

El camino sigue en paralelo al reguero Carvicedo adentrándose, después de los prados, en un precioso bosque de viejos castaños. Una derruida cabaña queda a la derecha y un poco más adelante debemos cruzar el Arroyo los Collados (230 m) que viene crecido por el deshielo y las recientes lluvias.

Precioso bosque de castaños antes de cruzar el arroyo Los Collados.

Hay que cruzar el arroyo Los Collados que viene crecido.

Más adelante encontramos las cabañas y casa de Pascual (250 m) que da acceso a un camino asfalto que enlaza con el que lleva a Modreros desde Alvariza. No hay más desandar por la carretera el camino de ida.

Lorenzo Sánchez Velázquez

martes, 9 de febrero de 2016

Boya de Casomera y Cueto la Boya

Perfil de la ruta
Salida y llegada: Casomera (Concejo de Aller) 
Distancia: 21.5 km
Duración: 7:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1400 m
Altura Inicial: 620 m
Altura máxima: 1784 m
Fecha de realización: 30/I/2016
Dificultad: media-alta
Track de la ruta




Itinerario: Casomera – Braña la Faya – La Felguera – Pico la Boya – Cocháu Ordóñez – Cueto la Boya – Alto de la Texera – La Boya de Casomera – Braña y Cochá Bustrosu – Senda de los Agriles – Senda del Cordal – Braña del Oso – Escobosa – Castalla – Casomera.
Mapa de la ruta
Llegamos a Casomera desde Collanzo por la AE-6. Dejamos los vehículos en el amplio aparcamiento que hay junto a la iglesia de San Román a la entrada de la aldea e iniciamos la ruta siguiendo la calle que es continuación de la carretera. Avanzando hacia el sur, dejamos atrás algunos hórreos y casonas antiguas de arquitectura tradicional junto a otras más modernas pero bien arregladas. El núcleo urbano principal queda a la izquierda y, al alcanzar las últimas casas, damos una cerrada curva a la derecha para coger una pista hacia el norte.
Hórreos en Casomera.

Una doble revuelta a la izquierda permite ganar altura orientándonos hacia el sur. Prados delimitados con árboles, cabañas arregladas (Llaneo, Rebucho, entre otras) y pequeños bosquetes van quedando a un lado y otro de la pista de tierra mientras poco a poco vamos ganando altura.
Desde la zona de Llaneo: entre los árboles vemos Casomera y en la ladera opuesta Villar y al fondo Peña Mea y Peñas Negras.

Más adelante las brañas La Faya, Chamero y Naveo están escalonadas en la ladera de la montaña y la pista las va superando mediante cuatro revueltas hasta alcanzar la de Felguera donde termina.

Braña la Felguera donde termina la pista. Peña Redonda a la izda, Puerto de Vegarada en el centro y a la dcha Peñas de Faro y La Fitona.

La senda rodea por la izda el hayedo y remonta después por la arista de la montaña.

Una senda marcada con hitos remonta duramente entre el monte bajo de brezo y cruza más arriba un corto escobar y el extremo inferior de un pequeño hayedo limpio. La cuesta se empina pero la senda marcada está clara con tramos despejados por un incendio de hace años y otros donde el brezo casi la oculta. Alcanzamos un rellano y, como la vaguada directa tiene brezo alto, nos escoramos a la izquierda buscando una arista pedregosa y más despejada por donde se sube mejor, sin senda pero con hitos. Una vez superado el pedrero, cuando la pendiente disminuye, reencontramos la senda que nos lleva por la misma arista de la montaña hasta el Pico la Boya (1662 m), montículo sin atractivo pero que nos ofrece una visión espectacular de la Cordillera entre el Estorbín, La Fitona y el pico Faro.
Ya vemos el Cueto la Boya y la arista de sierra que seguiremos después. Al fondo, nevada, Peña Cuaña.

Llegando al Cueto la Boya. Sierra de Fuentes de Invierno, Puerto de Vegarada y picos Faro y Fitona.

La cercana vista del Estorbín cubierto de nieve es espectacular. También blanquea el puerto de Piedrafita, la Sierra de Llagos y los picos Laguna y Morgao. Hacia el este vemos el pico Cueto, Peña Redonda, La Cabritera y el Xexe que pertenecen a la Sierra de Fuentes de Invierno.
Desde el Cueto la Boya vemos la arista a recorrer (Alto de la Texera y Boya de Casomera). Por la derecha baja la Senda de los Agriles nevada. Al fondo, de derecha a izquierda, Peña Cuaña, Estorbín, Bolero, Campastiñosas y Brañacaballo a la izquierda.

Una breve bajada al collado Ordóñez (1647 m) da paso a otra cuesta por la arista que nos lleva a la cima del Cueto la Boya (1771 m). No hay más que un montón de piedras y unas vistas impresionantes. El horizonte occidental está limitado por la Sierra de Casomera (Picos de la Liebre, Cuaña) y al sur por la del Cuadro (Bolero, Estorbín); por encima de esta última vemos Peña Celleros y Brañacaballo. Al puerto de Piedrafita le siguen la amplia Loma de los Lagos y los picos Laguna, Morgao y, más allá, la Fitona. Hacia el este la Sierra de Fuentes de Invierno y el pico Torres entre otras muchas cumbres, llegando la vista hasta los Picos de Europa.
Picos de la Lliebre.

Continuamos por la arista de la sierra hacia poniente con zonas despejadas, otras con brezo y todas con pequeñas manchas de nieve. Después de descender del Cueto la Boya remontamos la afilada arista del Alto de la Texera donde tenemos que emplear las manos en un corto paso con caídas verticales al sur (la fina capa de nieve puede hacernos resbalar). El resto no tiene ningún problema y así nos encaramamos en la Boya de Casomera (1784 m) cumbre cimera del día. Al resguardo del viento, en la ladera sur, paramos a reponer fuerzas entre unas peñas secas rodeados de nieve.
Llegando a la Boya de Casomera. A la izquierda el Estorbín.

Continuamos la ruta descendiendo por la arista occidental hasta el cercano collado y braña de Bustroso con algunas cabañas en ruinas, aunque dos aún conservan su tejado de llábanas de piedras planas. Por aquí pasa la Senda de los Agriles que se dirige al sur faldeando los picos Cuaña y Estorbín hasta alcanzar la majada Valverde a los pies de este último y donde enlaza con la Senda de los Segadores que rodea el pico Bolero para acceder a León por el collado Bustembruno de menor cota que el cercano Piedrafita. La Senda de los Agriles tiene continuidad al norte por la Senda del Cordal (Conforcos) que se adentra en Asturias y por las que seguiremos más tarde. Estas vías sirvieron de comunicación de Asturias con la meseta.
Collado y Braña de Bustroso. A la izquierda sigue la Senda de los Agriles. Seguiremos por la misma senda pero a la derecha.

El collado está completamente nevado y produce un magnífico retrato. Para regresar a Casomera tomamos la senda de los Agriles hacia el norte faldeando primero las crestas y picos que recorrimos por la mañana. Un rápido descenso por el hombro norte del Cueto la Boya nos deja en lo que queda de la antigua Braña La Boya abriéndose de nuevo el horizonte oriental.
Braña la Boya. Por detrás vemos el Cordal de Conforcos (Alto de la Texera). Por la ladera oriental vemos la Senda del Cordal. A la derecha, al fondo, está Peña Mea.

La continuidad de la senda, llamada ahora del Cordal, nos adentra en un precioso y corto hayedo a la vez que avanzamos por la ladera oriental del Cordal de Conforcos. Alcanzamos la Cocha la Boya, cruce de caminos entre el valle del río Negro a poniente y el valle del río Aller al este dando vistas a ambos. Después, la senda llanea por el hayedo de la ladera oriental de la sierra con buenas vistas de la Sierra de las Fuentes de Invierno y el pico Cueto al otro lado del valle del Aller.
Hayedo que atraviesa la Senda del Cordal.

Las últimas hayas dan paso al monte bajo y, al norte, vemos un hombro oriental de la Sierra de Conforcos donde se asienta la Braña del Oso de la que vemos un prado con su cabaña. Poco antes de llegar a la braña, desembocamos en una pista que viene de Cotobello (a la izquierda) y va hacia Casomera, dando un rodeo, y a Conforcos.  La seguimos un corto trecho y, enseguida, la abandonamos para encaminarnos a la derecha hacia el prado y la cabaña que vimos antes. Aquí termina la pista. Rodeamos el prado por la izquierda y seguimos un sendero que rodea un montículo (que queda a la izquierda) y emprendemos un rápido descenso monte abajo por una zona despejada rodeando el escobar que no se quemó hace unos años.
Vista hacia atrás de una cabaña con prado en la Braña del Oso donde finaliza la pista.

Llegamos a la pista a la que antes aludimos a la altura de la Braña de Casomera y Escobosa. La seguimos en rápido descenso hacia el sur y después hacia el este dando algunas revueltas. Pasamos junto a hermosos prados con cabañas arregladas para uso y disfrute de sus dueños con nombres como Llanón, El Pozo, Rebochosa o Castalla. La pista ha dado varias revueltas para perder rápidamente altura y, al llegar a la última braña, encontramos a la derecha varias cabañas adosadas de planta baja que, al no estar arregladas, aún conservan su esencia tradicional.

Cabañas adosadas en la zona de Castalla.
Un poco más abajo la pista da un rodeo y, como vamos justos de tiempo, decidimos atajar continuando de frente por un antiguo camino empedrado con fuerte inclinación. Y al acercarnos al río Carrena las piedras húmedas se vuelven resbaladizas por lo que debemos bajar con cuidado. Al fin, cruzamos el río por un puente y el camino se convierte en pista que llanea embarrada hasta alcanzar Casomera entre dos luces. Cuando emprendemos el regreso después de quitamos las botas ya es de noche y es que la ruta ha sido larga.


Lorenzo Sánchez Velázquez