viernes, 26 de febrero de 2016

Sierra de Juan Robre. Circular desde Arenas de Cabrales

Perfil de la ruta
Salida y llegada: Arenas de Cabrales
Distancia: 16.0 km
Duración: 7:00 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1050 m
Altura Inicial: 140 m
Altura máxima: 973 m
Fecha de realización: 21/II/2016
Dificultad: media
Track de la ruta





Itinerario: Arenas de Cabrales – Camino de las Boronas – Invernales de la Nava – Jorcao Cuernu – Cabezo de la García – Puerto Llés – Collado Cima y Cabañas de Ju Celagüelga – Cordal de los Sellones – Arenas de Cabrales.

Nota: La Sierra de Juan Robre presenta un relieve abrupto con de grandes peñascos calizos (cabezos) surcados de grietas, agujeros y hendiduras por donde se debe caminar con sumo cuidado para evitar meter el pie en alguno de ellos. Muchos se ven, pero otros están escondidos entre la broza o las rocas y son especialmente peligrosos cuando los tapa la nieve.
Mapa de la ruta

La Sierra de Juan Robre avanza de oeste a este separando el valle del Cares en su curso bajo después de atravesar Arenas de Cabrales del valle donde se encuentran la aldea cabraliega de Arangas y las de Rozagás Ruenes o Alles que pertenecen al concejo de Peñamellera Alta.
Arroyo Ribeles en Arena de Cabrales.

Aparcamos en Arenas de Cabrales (150 m) e iniciamos la ruta caminando unos metros por la carretera AS-114 en dirección a Panes hasta las últimas casas situadas en una curva a la izquierda. Aquí nos metemos por una calle entre las casas en dirección norte que, al final la aldea, gira al este transformándose en camino ancho de tierra que deja a la izquierda un moderno establo y varios prados a ambos lados. Siguiendo el camino principal damos dos cerradas curvas a izquierda y derecha para ganar algo de altura acercándonos al murallón sur que cierra la Sierra de Juan Robre. Después de otra revuelta a la izquierda, abandonamos la pista para continuar por una senda que enseguida se convierte en precioso camino empedrado con tramos armados; se trata del Camino de las Boronas que lleva a los ricos pastos de los Invernales de la Nava situados a media ladera de la sierra en una extensa y rica planicie.
Camino de las Boronas.

El camino asciende con suavidad en medio de un precioso paisaje calizo ornado con encinas mientras a la derecha, muy abajo, las turbulentas y verdosas aguas del Cares (y la carreta) forman una profunda y hermosa foz. Un par de cortos pedreros se precipitan al abismo del río mientras nuestro cómodo camino los supera sobrepasando también el Barranco Bazones por donde cae una larga y preciosa cascada. Un puente de hormigón (430 m), con su barandilla derecha destrozada quizás por algún argayo, nos permite el paso del barranco.

Río Cares desde el Camino de las Boronas.

Cascada en el Barranco Bazones, el Camino de las Boronas continúa empedrado y armado al otro lado y las nubes nos alcanzan al llegar a los Invernales de la Nava.

Las previsiones meteorológicas presuponían un día soleado, pero la realidad fue que la niebla ocultaba las cumbres por encima de los 500 metros y sólo al alcanzar la cumbrera de la sierra superamos el mar de nubes que quedó confinado en el valle del Cares. Disfrutamos de un impresionante paisaje con los Picos de Europa nevados allá arriba y el valle a nuestros pies rellenado por algodonosas nubes como un precioso y esponjoso colchón.
           Después del barranco nos metemos entre las nubes y, al alcanzar las primeras cabañas de los Invernales de la Nava (680 m), sólo alcanzamos a ver las más cercanas. Son cabañas grandes de dos plantas y henar arriba; unas parecen estar en uso pero otras están en ruina. En un primer rellano se encuentran las de Rescañu, más arriba, hacia el norte, están las de La Prida y al este las de La Trema o los Invernales de la Nava.
Cabaña en ruinas en los Invernales de la Nava entre la niebla.

Cruzamos los ricos pastos entre las desperdigadas cabañas haciendo uso del GPS para orientarnos en medio de la niebla pues la senda se difumina entre la hierba y salen otras que van hacia las cabañas. Al final de la pradera pasamos de tierras cabraliegas a las de Peñamellera y la senda, retomada por encima de una postrera cabaña, nos lleva a la canal de Somarribas o de La Colgaiza (830 m).
Canal de Somarribas o de la Colgaíza.

Después de cruzar una alambrada, subimos por la empinada canal y a media altura, al sobrepasar el manto de nubes, se nos aparece como en sueños una visión celestial: el majestuoso espectáculo de los Picos de Europa nevados con sus afiladas crestas por encima del manto de nubes.
Vista parcial de los Urriellos desde la Canal de Somarribas. Las nubes cubren el valle del Cares.

El fin de la canal (920 m) nos sitúa en la cumbrera de la sierra, que encontramos nevada, y a escasos metros de la cima más alta el Forcao Cuernu (973 m). Para alcanzarla debemos atravesar un traicionero tramo de lapiaz con bastantes agujeros ocultos por la nieve entre las piedras o la maleza. En la cima, coronada con un vértice geodésico, disfrutamos de las mejores vistas de la Sierra de Cocón (Cueto Cerralosa y Los Tombos), el Macizo de Ándara y los Urrielles; al otro lado las cimas más altas de la Sierra del Cuera sobresalen por encima del mar de nubes.
Sierrra de Cocón (Cueto Cerralosa a la izda y Los Tombos, por delante en el centro el Pico Jajao) desde el Forcáu Cuernu.

Pero esta visión dura poco. Las nubes se elevan y nos envuelven y, en medio de la niebla, continuamos por un abrupto terreno nevado con peligrosos agujeros. Pisando en las rocas y los matojos y orientándonos con el GPS (en caso de niebla abstenerse de transitar por estos pagos sin un buen sistema de orientación), continuamos hacia noreste. El escaso kilómetro que nos separa del Cabezo de la García nos lleva su tiempo, tal es el cuidado con el que hay que pisar. Encontramos la cumbre (939 m) señalizada con unas piedras y, en medio de la niebla, sin vistas, paramos a reponer fuerzas. Una lástima pues las vistas, iguales a las del Forcao Cuerno, son impresionantes.
Zona central de la Sierra del Cuera: Peña Llacía a la izquierda y Turbina en el centro, desde el Forcáu Cuernu.

Descendemos por la ladera norte con idéntico cuidado. Más abajo desaparecen el lapiaz y encontramos una senda que, enseguida, nos deja en las cabañas de Puerto Llés desde las que tenemos buenas vistas sobre la Sierra del Cuera y la aldea de Rozagás (Peñamellera Alta). La Braña de Abajo (Braña Baxu) está en completa ruina mientras que la de Arriba (Braña Riba) (780 m), situada sobre un promontorio sobre el rectangular Práu Llés, tiene un cercado metálico de uso ganadero.
Cabañas en ruina de la Braña de Abajo (Braña Baxu) en Puerto Llés.

Avanzamos por la senda en paralelo al vertical escalón que nos separa de Práu Llés (más adelante veremos que en la pared del farallón hay varias cuevas) hasta dar con el punto de descenso. Nada más descender del escalón remontamos un corto tramo hasta alcanzar el collado de las Cagijas del Cantu (822 m) retomando la visión del norte y la de poniente.
Práu Llés desde lo alto del escalón en la Braña de Arriba (Braña Riba)
Bajando el escalón con el collado de las Cagijas del Cantu arriba en el centro.

Debemos rodear el peñasco de Cabeza Turueco siguiendo la senda, que pronto perdemos. El terrero es abrupto y monótono donde es fácil perderse y más aún en un día con niebla. Un corto descenso nos lleva a una breve vaguada (806 m) de la que alzan el vuelo pesadamente cuatro grandes buitres. Al acercarnos encontramos una cabra destripada y recién muerta de la que estaban dando buena cuenta los buitres. Con las costillas recién descarnadas y algunos restos de carne roja, sin ojos y una pata rota que apunta a la posible causa de la muerte del animal, allí quedó para alimento de los carroñeros.
Cabañas de Ju Celagüelga en el collado Cima con el pico Cabeza Robre detrás.

Continuamos el rodeo de la peña y al levantar algo la niebla alcanzamos a ver al sur los Invernales de Nava por donde pasamos por la mañana. Una senda marcada con puntos rojos que parece venir de allí nos permite finalizar el rodeo y encaminarnos hacia el collado Cima (801 m) donde hay dos buenas cabañas (Cabañas de Ju Celagüelga) a los pies de Cabeza Robre cuya vertical pared occidental marca la vista oriental desde Arenas.
Después de rodear Cabeza Robre continuamos por el Cordal de los Sellones que avanza hacia la izda en la foto.

Farallones occidentales de la peña Cabeza Robre.

La senda ahora nos lleva a rodear por el norte el enorme peñasco de Cabeza Robre hasta alcanzar su alargada arista occidental (750 m) que se extiende más allá por la Cordal de los Sellones hasta Arenas de Cabrales. Nada más alcanzar la arista la vista se abre al sur donde encontramos de nuevo, por encima de las nubes, las cimas más altas de los Picos de Europa a contraluz.


Llegando a las cabañas de La Peruyal. Abajo vemos cerca Arenas de Cabrales.

Viejos castaños en La Peruyal.

La pista ancha baja entre encinas hasta casi llegar a Arenas de Cabrales.

Las calizas de la Sierra de Juan Robre han sido sustituidas por las cuarcitas de los Sellones dando paso al brezo. La senda desciende al principio rápidamente y después de forma más suave hasta desembocar en una pista cerca de las cabañas de La Peruyal (320 m) donde quedan unos viejos castaños en los prados. La pista ancha desciende entre encinas que no nos abandonan hasta poco antes de llegar a la aldea cabraliega de Las Arenas.

Lorenzo Sánchez Velázquez

No hay comentarios:

Publicar un comentario