martes, 9 de febrero de 2016

Boya de Casomera y Cueto la Boya

Perfil de la ruta
Salida y llegada: Casomera (Concejo de Aller) 
Distancia: 21.5 km
Duración: 7:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1400 m
Altura Inicial: 620 m
Altura máxima: 1784 m
Fecha de realización: 30/I/2016
Dificultad: media-alta
Track de la ruta




Itinerario: Casomera – Braña la Faya – La Felguera – Pico la Boya – Cocháu Ordóñez – Cueto la Boya – Alto de la Texera – La Boya de Casomera – Braña y Cochá Bustrosu – Senda de los Agriles – Senda del Cordal – Braña del Oso – Escobosa – Castalla – Casomera.
Mapa de la ruta
Llegamos a Casomera desde Collanzo por la AE-6. Dejamos los vehículos en el amplio aparcamiento que hay junto a la iglesia de San Román a la entrada de la aldea e iniciamos la ruta siguiendo la calle que es continuación de la carretera. Avanzando hacia el sur, dejamos atrás algunos hórreos y casonas antiguas de arquitectura tradicional junto a otras más modernas pero bien arregladas. El núcleo urbano principal queda a la izquierda y, al alcanzar las últimas casas, damos una cerrada curva a la derecha para coger una pista hacia el norte.
Hórreos en Casomera.

Una doble revuelta a la izquierda permite ganar altura orientándonos hacia el sur. Prados delimitados con árboles, cabañas arregladas (Llaneo, Rebucho, entre otras) y pequeños bosquetes van quedando a un lado y otro de la pista de tierra mientras poco a poco vamos ganando altura.
Desde la zona de Llaneo: entre los árboles vemos Casomera y en la ladera opuesta Villar y al fondo Peña Mea y Peñas Negras.

Más adelante las brañas La Faya, Chamero y Naveo están escalonadas en la ladera de la montaña y la pista las va superando mediante cuatro revueltas hasta alcanzar la de Felguera donde termina.

Braña la Felguera donde termina la pista. Peña Redonda a la izda, Puerto de Vegarada en el centro y a la dcha Peñas de Faro y La Fitona.

La senda rodea por la izda el hayedo y remonta después por la arista de la montaña.

Una senda marcada con hitos remonta duramente entre el monte bajo de brezo y cruza más arriba un corto escobar y el extremo inferior de un pequeño hayedo limpio. La cuesta se empina pero la senda marcada está clara con tramos despejados por un incendio de hace años y otros donde el brezo casi la oculta. Alcanzamos un rellano y, como la vaguada directa tiene brezo alto, nos escoramos a la izquierda buscando una arista pedregosa y más despejada por donde se sube mejor, sin senda pero con hitos. Una vez superado el pedrero, cuando la pendiente disminuye, reencontramos la senda que nos lleva por la misma arista de la montaña hasta el Pico la Boya (1662 m), montículo sin atractivo pero que nos ofrece una visión espectacular de la Cordillera entre el Estorbín, La Fitona y el pico Faro.
Ya vemos el Cueto la Boya y la arista de sierra que seguiremos después. Al fondo, nevada, Peña Cuaña.

Llegando al Cueto la Boya. Sierra de Fuentes de Invierno, Puerto de Vegarada y picos Faro y Fitona.

La cercana vista del Estorbín cubierto de nieve es espectacular. También blanquea el puerto de Piedrafita, la Sierra de Llagos y los picos Laguna y Morgao. Hacia el este vemos el pico Cueto, Peña Redonda, La Cabritera y el Xexe que pertenecen a la Sierra de Fuentes de Invierno.
Desde el Cueto la Boya vemos la arista a recorrer (Alto de la Texera y Boya de Casomera). Por la derecha baja la Senda de los Agriles nevada. Al fondo, de derecha a izquierda, Peña Cuaña, Estorbín, Bolero, Campastiñosas y Brañacaballo a la izquierda.

Una breve bajada al collado Ordóñez (1647 m) da paso a otra cuesta por la arista que nos lleva a la cima del Cueto la Boya (1771 m). No hay más que un montón de piedras y unas vistas impresionantes. El horizonte occidental está limitado por la Sierra de Casomera (Picos de la Liebre, Cuaña) y al sur por la del Cuadro (Bolero, Estorbín); por encima de esta última vemos Peña Celleros y Brañacaballo. Al puerto de Piedrafita le siguen la amplia Loma de los Lagos y los picos Laguna, Morgao y, más allá, la Fitona. Hacia el este la Sierra de Fuentes de Invierno y el pico Torres entre otras muchas cumbres, llegando la vista hasta los Picos de Europa.
Picos de la Lliebre.

Continuamos por la arista de la sierra hacia poniente con zonas despejadas, otras con brezo y todas con pequeñas manchas de nieve. Después de descender del Cueto la Boya remontamos la afilada arista del Alto de la Texera donde tenemos que emplear las manos en un corto paso con caídas verticales al sur (la fina capa de nieve puede hacernos resbalar). El resto no tiene ningún problema y así nos encaramamos en la Boya de Casomera (1784 m) cumbre cimera del día. Al resguardo del viento, en la ladera sur, paramos a reponer fuerzas entre unas peñas secas rodeados de nieve.
Llegando a la Boya de Casomera. A la izquierda el Estorbín.

Continuamos la ruta descendiendo por la arista occidental hasta el cercano collado y braña de Bustroso con algunas cabañas en ruinas, aunque dos aún conservan su tejado de llábanas de piedras planas. Por aquí pasa la Senda de los Agriles que se dirige al sur faldeando los picos Cuaña y Estorbín hasta alcanzar la majada Valverde a los pies de este último y donde enlaza con la Senda de los Segadores que rodea el pico Bolero para acceder a León por el collado Bustembruno de menor cota que el cercano Piedrafita. La Senda de los Agriles tiene continuidad al norte por la Senda del Cordal (Conforcos) que se adentra en Asturias y por las que seguiremos más tarde. Estas vías sirvieron de comunicación de Asturias con la meseta.
Collado y Braña de Bustroso. A la izquierda sigue la Senda de los Agriles. Seguiremos por la misma senda pero a la derecha.

El collado está completamente nevado y produce un magnífico retrato. Para regresar a Casomera tomamos la senda de los Agriles hacia el norte faldeando primero las crestas y picos que recorrimos por la mañana. Un rápido descenso por el hombro norte del Cueto la Boya nos deja en lo que queda de la antigua Braña La Boya abriéndose de nuevo el horizonte oriental.
Braña la Boya. Por detrás vemos el Cordal de Conforcos (Alto de la Texera). Por la ladera oriental vemos la Senda del Cordal. A la derecha, al fondo, está Peña Mea.

La continuidad de la senda, llamada ahora del Cordal, nos adentra en un precioso y corto hayedo a la vez que avanzamos por la ladera oriental del Cordal de Conforcos. Alcanzamos la Cocha la Boya, cruce de caminos entre el valle del río Negro a poniente y el valle del río Aller al este dando vistas a ambos. Después, la senda llanea por el hayedo de la ladera oriental de la sierra con buenas vistas de la Sierra de las Fuentes de Invierno y el pico Cueto al otro lado del valle del Aller.
Hayedo que atraviesa la Senda del Cordal.

Las últimas hayas dan paso al monte bajo y, al norte, vemos un hombro oriental de la Sierra de Conforcos donde se asienta la Braña del Oso de la que vemos un prado con su cabaña. Poco antes de llegar a la braña, desembocamos en una pista que viene de Cotobello (a la izquierda) y va hacia Casomera, dando un rodeo, y a Conforcos.  La seguimos un corto trecho y, enseguida, la abandonamos para encaminarnos a la derecha hacia el prado y la cabaña que vimos antes. Aquí termina la pista. Rodeamos el prado por la izquierda y seguimos un sendero que rodea un montículo (que queda a la izquierda) y emprendemos un rápido descenso monte abajo por una zona despejada rodeando el escobar que no se quemó hace unos años.
Vista hacia atrás de una cabaña con prado en la Braña del Oso donde finaliza la pista.

Llegamos a la pista a la que antes aludimos a la altura de la Braña de Casomera y Escobosa. La seguimos en rápido descenso hacia el sur y después hacia el este dando algunas revueltas. Pasamos junto a hermosos prados con cabañas arregladas para uso y disfrute de sus dueños con nombres como Llanón, El Pozo, Rebochosa o Castalla. La pista ha dado varias revueltas para perder rápidamente altura y, al llegar a la última braña, encontramos a la derecha varias cabañas adosadas de planta baja que, al no estar arregladas, aún conservan su esencia tradicional.

Cabañas adosadas en la zona de Castalla.
Un poco más abajo la pista da un rodeo y, como vamos justos de tiempo, decidimos atajar continuando de frente por un antiguo camino empedrado con fuerte inclinación. Y al acercarnos al río Carrena las piedras húmedas se vuelven resbaladizas por lo que debemos bajar con cuidado. Al fin, cruzamos el río por un puente y el camino se convierte en pista que llanea embarrada hasta alcanzar Casomera entre dos luces. Cuando emprendemos el regreso después de quitamos las botas ya es de noche y es que la ruta ha sido larga.


Lorenzo Sánchez Velázquez

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