martes, 23 de julio de 2024

Valdeiglesia, Peña Carnicera, Peñona de Brañalibrán y Los Tres Altos desde Salientes

Salida: Salientes (Municipio de Palacios de Sil)
Distancia: 19.1 km
Duración: 7:30 h (sin paradas)
Subidas Acumuladas: 1450 m
Altura Inicial: 1240 m
Altura Máxima: 2136 m
Fecha de realización: 22/06/2024
Dificultad: media-alta
Track de la ruta

Itinerario: Salientes – Reguero de Valdeiglesia – Valle de Tierrafracio – Los Carcabones – Collado de Tierrafracio – Alto de los Grillos – Peña de Valdeiglesia – Alto de los Grillos – Collado de Tierrafracio – Peña Carnicera – Peñona de Brañalibrán – Boqueta de Brañalibrán – Los Tres Altos – Boqueta de Portilla – Valle de Portilla – Desvío a Brañalibrán – Salientes.


Hace unos años, en una ruta organizada por el GM Ensidesa de Gijón, hicimos una ruta circular desde Salentinos para subir al Pico Catoute por el Camino de la Braña que va paralelo al Arroyo y Valle de Salentinos, después recorrimos la sierra en dirección suroeste y oeste para regresar finalmente a la aldea por el mismo valle (ver la explicación en este otro reportaje). En esta ocasión la idea era subir a los picos Valdeiglesia y Catotute también desde Salentinos haciendo otro recorrido circular para completar todo el sector de la Sierra de Gistredo que rodea este precioso valle glaciar.

Esta imagen tomada desde el Valdeiglesia muestra los montes que vamos a recorrer en esta ruta. Hemos llegado a esta cima desde el Cdo Tierrafracio y volveremos a él para seguir por la Peña Carnicera, la Peñona de Brañalibrán y Los Tres Años. Regresaremos a Salientes desde la Boqueta Portilla. Se aprecian bien los tres circos glaciares: Valdeiglesia abajo, Tierrafracio en medio y, arriba a la izquierda, el de Brañalibrán.

Pero al llegar al desvío hacia Páramo de Sil encontramos la carretera cortada y haciendo de la necesidad virtud decidimos subir al Valdeiglesia desde Salientes en el valle situado más al norte. Volvemos a Palacios de Sil y cogemos la estrecha carretera que nos lleva a esa aldea. Al llegar nos llama la atención el tamaño del pueblo, sus arregladas casas antiguas y nuevas y los modernos centros de turismo rural, todos ellos manteniendo la estética tradicional con sus paredes de piedra rejuntadas con cemento blanco y los tejados de pizarra. Contrastando con esta belleza, la carretera de acceso es mala y estrecha hasta el punto que en los últimos 4 kilómetros no se pueden cruzar dos coches.

Vista atrás de algunas casas de Salientes desde el arranque del camino que sube hacia los valles de Tierrafracio y Valdeiglesia.

Aparcamos en el centro de la aldea al lado del pilón de abundante y fresca agua. Calzadas las botas bajamos a cruzar el Río Valseco por un puente de piedra que comunica con el pequeño barrio situado en su margen izquierda. Entre las últimas casas subimos por la calle hormigonada que tiene continuación (S) en un camino ancho de tierra que da acceso a los valles de Valdeiglesia a la derecha y Tierrafracio a la izquierda.

Cruzamos el Arroyo de Valdeiglesia por este puente de madera.

Pronto dejamos a la derecha el camino que sube por el primero y cruzamos el Arroyo Valdeiglesia para dirigirnos (SE) al segundo. Abajo, a nuestra izquierda, las aguas primaverales del Arroyo Tierrafracio resuenan sobre la densa vegetación arbórea que cubre las laderas. El ancho camino va virando al sur y entre la arboleda vislumbramos los prados a uno y otro lado de la profunda riega; en uno de ellos en la otra margen vemos los restos de lo que fue una ermita.

El camino deja a la izquierda algunos prados a este y al otro lado del arroyo. 

Desde el camino, cuando las escobas y los abedules no ocultan el paisaje, podemos ver la zona alta del valle de Tierrafracio. A la izda vemos la Peña Carnicera.

El final de los prados es también el del camino ancho. Una marcada senda le da continuación entre altas escobas y brezos. Al principio la encontramos limpia pero poco a poco a medida que aumenta el desnivel la maleza la va cerrando y hay que pelear un poco con las escobas. De frente entre el ramaje de sus flores amarillas y de algunos abedules vemos un profundo barranco que la senda rodeará por arriba virando al oeste. En esta zona la senda se pierde en los tramos de hierba pero la reencontramos al subir para superar el barranco. Rodeando una mata de abedules viramos al sur para cruzar lo más alto del profundo tajo. A partir de aquí la senda es clara y transcurre entre brezos de bajo porte, arandaneras y enebros rastreros.

En esta zona la senda se pierde entre la maleza. Hay que cruzar por la parte alta del abedular.

Pasado el abedular y el barranco la marcada senda nos llevará con facilidad al Collado Tierrafracio.

Desde el Collado Tierrafracio echamos la vista atrás: a la izda el valle por el que hemos subido, a la dcha las dos cimas del Tambarón.

Alcanzamos la cumbrera de la sierra en el Collado de Tierrafracio donde recientemente han colocado una buena señalización de madera indicando las distancias a Salientes, Salentinos, el Pico Catoute y el Valdeiglesia. Las vistas se abren hacia el Valle de Salentinos encerrado al este y al sur por el extremo occidental de la Sierra de Gistredo (Peñas Carnicera, Cerneya, Catoute, Fana Rubia, Peña Noguera o Bóveda, entre otras). Al norte el valle de Salentinos queda limitado por la larga arista en la que estamos y que apenas podemos ver pues el Alto de los Grillos nos tapa los picos más altos (Valdeiglesia y Braña la Pena).

Señalización en el Cdo Tierrafracio. Por detrás, a la izda Peña Carnicera, en el centro Peña Cerneya y a la derecha el Pico Catoute.

Según miramos hacia el este vemos la Peñona de Brañalibrán (a la dcha, fuera de foto, está la Peña Carnicera que enlaza con la imagen anterior).

En el claro y herboso collado cogemos la senda que recorre la arista occidental de la sierra. Subimos al Alto de los Grillos coronado con un pequeño pedrero de cuarcitas (que es lo único que se ve en esa dirección desde el collado). Desde aquí ya vemos la impresionante arista norte del Valdeiglesia y sus canchales de piedra a sus pies. Un corto llaneo entre escobas bajas y enebros nos sitúa en su base para que, tras una última remontada, alcancemos la sencilla y llana arista cimera. Unos pasos por ella nos sitúa en el punto más alto de la Sierra de Gistredo, la Peña Valdeiglesia en donde encontramos un viejo buzón de montaña metálico.

Desde el Alto de los Grillos vemos la imponente arista del Pico Valdeiglesia. Subiremos por la arista que va de dcha a izda en el centro de la foto y después remontaremos hasta alcanzar la peña.

Llegando a la cima del Valdeiglesia.

Buzón de montaña en el Pico Valdeiglesia.

Vista hacia el este desde el Valdeiglesia.

Continuación de la panorámica anterior hacia el sureste.

Vista suroeste.

La alargada arista del pico Braña la Pena está al oeste y avanza hacia el norte paralela a la del Valdeiglesia.

Recorrer la corta arista norte no ofrece ninguna dificultad hasta la última peña coronada por un hito. Esta última es muy estrecha y está en fase de desmoronamiento inminente por su ladera occidental. Desandamos el camino, primero hasta la cumbre principal y después hasta el Collado Tierrafracio. Algunas de las vacas que pacen en el collado se espantan cuando pasamos a su lado; se ve que tienen poco contacto con las personas.

Bajamos por la arista septentrional del Valdeiglesia hasta la última cumbre.

En esa última cumbre la montaña se desmorona a ambos lados y conviene pisar con precaución.

Desde la cumbre situada más al norte miramos hacia atrás sobre una de las cimas intermedias del Valdeiglesia; la principal está detrás.

Llegando de regreso al Collado Tierrafracio con la afilada cumbre de la Peña Carnicera casi en el centro y la Peña Cerneya hacia la dcha.

La senda nos lleva (SE) por la arista hacia la afilada Peña Carnicera que es uno de los ejes que vertebra la sierra: hacia el suroeste la cuerda que nos llevaría al Catoute a través de Peña Cerneya, al noreste la sierra avanza hacia la Peñona de Brañalibrán y más allá hasta el Tambarón. De momento subimos a La Carnicera y paramos a comer. Mientras comemos y echamos unos tragos a la bota de vino disfrutamos de las hermosas vistas de las montañas de Laciana, Somiedo y Babia. Además de lo visto antes ahora tenemos a nuestros pies (sureste) el amplio valle Campo de Santiago o de Martín Moro en cuyo fondo apenas se distingue la Ermita de Santiago a los pies del pico Arcos del Agua. Hasta aquí vinimos hace unos años desde Fasgar para subir al Arcos del Agua y Peña Cefera (ver en este otro reportaje).

Tramo final de la subida a la Peña Carnicera.
Desde la Peña Carnicera vemos como una arista avanza hacia el sureste por la Sierra de Vizbueno de los Fagadales. Por detrás, en el centro, está la peña Arcos del Agua. La otra arista, cuyo arranque vemos a la izda avanza hacia el noreste (ver foto de más abajo).

Desde Peña Carnicera otra arista (por la que seguiremos) avanza hacia el noreste. Iremos hacia la Peñona de Brañalibrán a la izda de la foto (por detrás vemos las dos cumbres del Tambarón). Hacia la dcha continúa la arista por el pico de Los Tres Altos.


Desde la Carnicera otra arista avanza hacia el sur y llega hasta el Catoute. La Peña Cerneya está por delante y nos lo oculta. Abajo vemos la Laguna de la Robeza.

La idea inicial era continuar por la arista de la sierra hacia el suroeste para subir a la Peña la Cerneya y llegar hasta el Catoute. Pero el cambio de planes y la hora lo hacen inviable y decidimos continuar por la arista noreste. Primero superamos varios peñascos sin senda clara pero sin posibilidad de error hasta un pequeño collado que separa la Carnicera de la Peñona de Brañalibrán. Una vez en la Peñona accedemos al precioso valle de Brañalibrán en cuya cabecera se ubica el glaciar rocoso mejor conservado de la Cordillera Cantábrica. Estos glaciares se formaron después de la última glaciación cuando la erosión que siguió a la retirada de los hielos produjo grandes canchales que al helarse producían una mezcla de piedras y hielo que descendía lentamente por el valle. Lo que vemos ahora es el esqueleto rocoso de ese glaciar mixto. El mejor lugar para observarlo es desde el collado de la Boqueta de Brañalibrán (o mejor aún desde la cima del Tambarón como se ve una de las imágenes de abajo) a donde bajamos siguiendo (E) la configuración de la sierra.

Desde el collado que separa la Peñona de Brañalibrán de la Peña Carnicera echamos la vista atrás: los dos montículos que vemos a la izda y en el centro corresponden a la arista que venimos siguiendo. A la dcha la Peña Carnicera.

Canchal que baja de la Peña Carnicera por el circo de Tierrafracio. Al fondo el Pico Valdeiglesia de donde venimos.

Circo de Tierrafracio limitado por la alargada arista de la Peña Carnicera. A la izda la Peña Cerneya.

Atrás queda la Peñona de Peñalibrán y el arranque del glaciar rocoso, el mejor conservado de la Cordillera Cantábrica, fósil de la última glaciación.

La lengua del glaciar se extiende por el valle de Brañalibrán.

Una semana después saqué esta foto de la Peñona de Brañalibrán y su glaciar rocoso desde la cima del Tambarón.

Otra corta remontada por senda bien marcada nos eleva a la planicie del pico de Los Tres Altos en la cabecera de otro de los valles que bajan al norte hacia el de Valseco en Salientes. Se trata del Valle de Portilla o Portiecha por el que bajaremos. Las vistas desde los Tres Altos son similares que desde las peñas anteriores hacia el norte, pero hacia el sureste nos abre el Valle de Urdiales que baja a la aldea de Fasgar. Enfrente, casi a tiro piedra, la doble cumbre del Tambarón que hemos tenido a la vista durante toda la ruta. Bajamos por la misma arista hasta caer en la Boqueta de Portilla (Portiecha) que nos separa de la cumbre sur del Tambarón. Los últimos metros están invadidos por las escobas.

La alomada montaña que vemos es el Pico de los Tres Altos hacia el que nos dirigimos.

Cumbres del Tambarón desde el Pico de los Tres Altos.

Vamos hacia la cercana Boqueta de Portilla (Portiecha) que nos separa de la cumbre sur del Tambarón.

En la boqueta o collado seguimos una sendilla (O) que parece llevarnos hacia el centro del último circo pero, como esa no es nuestra dirección, la dejamos y bajamos unos metros para coger otra que es la buena y que da varias revueltas (Las Vueltas) para caer en un camino ancho que baja por el Valle de Portilla. Al principio el camino tiene mal firme por haber sido removido recientemente, después gana en entidad y nos permite un cómodo descenso. Dejamos a la izquierda un abedular y desembocamos en el valle de Brañalibrán. En una cerrada curva a la derecha sale el camino secundario que sube por ese valle. Más adelante el camino se junta con el que baja por el Valle de Tierrafracio pero por la margen contraria a la que subimos.

El camino ancho baja por el Valle de Portilla. Vista hacia atrás del pico de Los Tres Altos.

El camino se adentra en un robledal y poco antes de alcanzar el fondo del valle enlaza con el de Brañalibrán.

Cerca de Salientes el camino deja a la izquierda buenos prados.

Iglesia de San Martín en Salientes.

Enseguida llegamos a Salientes tras cruzar una portilla metálica colocado por los ganaderos para evitar que las reses bajen del monte. Entramos en la aldea dejando a la derecha la Iglesia de San Martín con su moderna espadaña de piedra rejuntada con cemento blanco, su gran cruz blanca y su tejado de pizarra al uso tradicional de la zona.

Lorenzo Sánchez Velázquez

  

martes, 18 de junio de 2024

Pico Pandián y Sierra de Hormas. Travesía entre Vegacerneja y Boca de Huérgano

Salida: Vegacerceneja (Municipio de Burón)

Llegada: Boca de Huérgano
Distancia: 16.3 km
Duración: 5:45 h (sin paradas)
Subidas Acumuladas: 1190 m
Altura Inicial: 1112 m
Altura Final: 1108 m
Altura Máxima: 2009 m
Fecha de realización: 12/06/2024
Dificultad: media
Track de la ruta



Itinerario: Vegacerneja – Collado Peña de Mura – Torre de vigilancia – Desvío por senda – Collado el Cervunal – Pico Pandián o Pandial – Hito de la Requejada – Alto de la Perdiz – Alto de Horniellos – Alto de Mura – Sestil de las Peñas – Loma del Aventío – Campera Jollampo – Boca de Huérgano. 


Organizada por el GM Ensidesa de Gijón, esta excursión nos permitió recorrer toda la Sierra de Hormas. Con cotas entre los 1900 metros de altitud y los poco más de 2000 del Pico Pandial, la sierra cierra por el oeste el Embalse de Riaño que en esta época del año encontramos completamente lleno.

Vista hacia atrás de Vegacerneja.

Salimos de Vegacerneja por una pista que tras cruzar el Río Orza se dirige al sur. Enseguida la abandonamos para subir atajando hasta otra que viene de la aldea dando un amplio rodeo. Al principio también va hacia el sur pero pronto da dos amplias revueltas para orientarse al este y subir fuertemente dejando a la izquierda el crestón calizo que culmina en la Peña de Mura. Llegamos a la amplia campera que rodea la Peña Mura; las vistas hacia atrás nos ofrecen uno de los brazos del Embalse de Riaño y parte de las montañas que lo encierran por el oeste destacando la inconfundible silueta del Pico Yordas o Burín.

Vista hacia atrás del ramal del pantano de Riaño por el que desemboca el Río Orza. Al fondo el Pico Yordas o Burín.

El camino sube por camperas y bosques.

En el collado situado al lado de Peña Mura.

En la zona más alta de la campera (parcialmente invadida por las escobas) hay una torre de vigilancia forestal. Más arriba el camino se adentra (NE) en el bosque y continúa subiendo pero cuando comienza a llanear lo abandonamos para seguir una senda (SE) señalizada con hitos y puntos azules. Superado el bosque la senda continúa por un terreno herboso salpicado de escobas y brezos en flor hasta alcanzar la alargada arista occidental del Pandián; las vistas hacia el pantano son muy hermosas.

Torre de vigilancia. Embalse de Riaño y Pico Gilbo.

De nuevo por el bosque. En este punto, donde llanea el camino, sale a la derecha una marcada senda que seguimos.

Llegando a la arista occidental del Pandián donde los canchales y rocas alternan con los brezos y las escobas.

Pico Pandián o Pandial.

Pantano de Riaño desde la arista occidental del Pandián. Al fondo, de izda a dcha, vemos los picos Cerroso y Rionda, los Janos (por delante el Gilbo), la Peñas Pintas y el Yordas a la dcha.

Un tramo donde la vegetación alterna con peñas y piedras (fundamentalmente cuarcita) da paso al Collado el Cervunal donde se inicia la muy empinada ladera occidental del Pico Pandián. Entre la abundante vegetación de bajo porte la senda continúa la progresión y la alomada cima parece no llegar nunca. Arriba hay un vértice geodésico, un hito y unas vistas que abarcan desde la Montaña de Riaño (Janos, Pintas, Yordas, etc) al oeste a la Palentina (Espigüete, Murcia, zona de Peña Prieta,…) al este; al norte los tres macizos de Picos de Europa quedan hoy escondidos por las nubes.

En la base del Pandián. La inclinación de la ladera es mayor de lo que aparenta en la foto.

Cima del Pico Pandián o Pandial.

Panorámica hacia el oeste desde la cima del Pandián.

Esta imagen es continuación de la anterior pero está sacada desde la ladera.

Detalle con teleobjetivo de la Sierra del Mampodre desde la cima del Pandián.

La Sierra de Hormas en cuyo punto culminante estamos se dirige al sureste y contiene varios montículos que vamos a ir recorriendo. Primero bajamos más o menos pegados a la pedregosa arista suroriental que cae vertical al este, más adelante dejamos a la izquierda otro crestón rocoso mientras nos orientamos al sur. Entre escobas y brezos, pedreros y pequeñas camperas, las sendas de animales nos van llevando de cota en cota hasta caer al collado del Hito de la Requejada. Hasta aquí llega una pista que viene de Casasuertes al norte.

Bajando por la ladera sureste del Pandián.

Rodeando una arista que precede al Monte de la Mina que vemos a la derecha.

Desde el Monte de la Mina vemos el collado del Hito de la Requejada y el Alto de la Perdiz.

Llegando al Hito de la Requejada con el Alto de la Perdiz detrás. Hasta aquí llega una pista por la izda desde Casasuertes.

Por terreno más cómodo emprendemos otra subida para vencer otros 100 metros de desnivel y situarnos en la cima del Alto de la Perdiz (los últimos metros contienen grandes bloques de cuarcita). Bajamos por la ladera opuesta hasta el pequeño collado que da acceso al Alto de Horniellos cuya cumbre también contiene algunos bloques de cuarcita. La siguiente cumbre, la segunda más alta de la sierra, es el Alto de Mura que alcanzamos con facilidad.

Desde el Alto de la Perdiz vemos los picos que nos quedan de la Sierra de Hormas: el siguiente con un pedrero en su cima es el Alto de Horniellos, en medio, el más alto, es el Alto de Mura y el último y más pequeño, a su dcha, es el Sestil de las Peñas. en esa misma dirección al fondo vemos el Espigüete y a la izda el Murcia.

Llegando al Alto de Mura.

Bajamos con cuidado por los bloques de piedra que rellenan su ladera sur y, tras un corto y herboso collado, subimos fácilmente al Sestil de las Peña en cuya cima y pedrero paramos a comer. Reanudamos la ruta bajando por el corto pedrero pero con escabrosa salida al escobar de abajo. Encontramos una senda entre las escobas que nos permite bajar ayudados por un buen track que nos evita meternos en los tramos más tupidos. Aún así no es fácil seguirla pues está muy cerrada. Salimos a una pista que cruza transversalmente la ladera; continuamos de frente siguiendo la ladera sur de la sierra.

Vista hacia atrás del Alto de Mura con su gran canchal de bloques.

En el collado que separa el Alto de Mura del Sestil de las Peñas.

Arriba queda el Sestil de las Peñas y en medio el tupido escobar por el que hemos bajado hasta un camino que cruza transversalmente la ladera pero que no seguimos.

En el siguiente tramo hasta bajar a las pistas que se cruzan en el collado de la Campera Jollampo se alternan tramos con pocas escobas como el que vemos en esta foto con otros más tupidos.

Pasada la Campera Jollampo la pista nos baja en agradable paseo hasta Boca de Huérgano.

Desde la pista vemos cerca Boca de Huérgano.

Con tramos algo más limpios seguimos por el escobar hasta caer en el Collado Campera Jollampo cruce de caminos que vienen desde Villafrea de la Reina y Boca de Huérgano. Cogemos el que baja a la derecha (S) y rodea por la derecha el Cueto de la Grancia relleno de una plantación de pinos. El camino permite un cómodo y corto descenso final entrando a Boca de Huérgano por el barrio norte donde se ubica la iglesia.

Lorenzo Sánchez Velázquez