miércoles, 20 de mayo de 2015

Pico Zorru por Ventaniella, Viañu y Puerto Sus

Perfil de la ruta
Salida y llegada: La Faeda en Sobrefoz (Concejo de Ponga)
Distancia: 17,5 km
Duración: 6:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1270 m
Altura Inicial: 950 m
Altura máxima: 1844 m
Fecha de realización: 16/V/2015
Dificultad: media
Track de la ruta



Mapas de la ruta

Para la salida que organiza trimestralmente la Asociación Rosario de Acuña sita en el IES del mismo nombre, esta vez elegimos una ruta por el concejo de Ponga, tan bello como desconocido. Una excursión fácil para los menos caminantes y otra más exigente por los más avezados en la montaña; alcanzar el Caserío de Ventaniella y el mismo puerto para los primeros y acercarnos al pico Colláu Zorru por un camino tan poco frecuentado como hermoso para los segundos.

Aunque la subida a esta gran montaña pongueta se hace normalmente desde el Collado Llomena y Les Bedules, en el libro Recorriendo las montañas de Asturias describimos una subida más dura desde San Juan de Beleño por el valle del Cabañín y el Collado Pumerín con bajada por la Foz de Enol. Ahora pretendemos alcanzar la cima por arista sur después de pasar por Ventaniella, Miédome, Viañu y Puerto Sus.

Desde Gijón a Sobrefoz tardamos hora y media por la carretera que va de Sevares a Sellaño mientras que a la vuelta empleamos diez minutos más por Cangas de Onís. Sin embargo, el primer trayecto es bastante incómodo dada la estrechez de la carretera y sus muchas curvas.

Caserío de Ventaniella, ermita y humilladero. Al fondo, Colláu Zorru y Recuencu.

Aparcamos pasada la Venta la Faeda (880 m), a 3 kilómetros en la carretera que va de Sobrefoz a Ventaniella. Un apacible paseo por la carretera, que enseguida da paso al camino de piedra, nos lleva por las cabañas de Cotiones y Fonperi y el estrechamiento del Saltu Lladrón (1050 m) donde el río Ponga baja encajonado y la estrechez del paso explica su nombre.

Enseguida llegamos al Caserío de Ventaniella (1180 m) con su ermita y humilladero. La fuente de abundante agua refresca todo el año. El camino aquí se divide en dos. Uno, a la derecha, se interna en el hermoso bosque de la Salguerosa (por él regresamos en la ruta de la Abedular que figura en otra entrada de este blog) y llega hasta la majada del mismo nombre donde nace el río Ponga. El otro, el nuestro, sube mediante varias revueltas al cercano puerto de Ventaniella.

El Xerru.

Al llegar al Xerru (1350 m), gran peña que el camino principal rodea por la derecha, el grupo se divide en dos: los que continúan hacia el puerto y los que vamos a subir al Colláu Zorru. Los primeros llegarán al puerto (1427 m) y descenderán por la vertiente leonesa siguiendo el Arroyo del Puerto hasta la Vega de Valdosín (1285 m) donde hay un gran corral ganadero de cemento y donde, además, confluye el arroyo con los de La Castellana y Valdosín formando los tres el nacimiento del río Esla. Aquí descansarán apaciblemente y desandarán el camino parando en la Venta de Ventaniella antes de retornar a las Casas de la Faeda.

Camperas y collado de Miédome.

Maciédome y Tiatordos desde Miédome.

El segundo grupo toma una senda a la izquierda señalizado con un hito que cruza el arroyo seco de Ventaniella (1350 m) y rodea la ladera norte de Las Castellanas para desembocar en las extensas Camperas de Miédome. La senda sube duramente entre los pastos y se retuerce al final para alcanzar el collado Miédome o La Colladina (1657 m) que nos abre el horizonte oriental. La gran mole de Pileñes nos oculta completamente el este (vemos a su derecha la cresta de Peña Ten) y El Poyero nos tapa el norte; pero hacia noreste avanza el precioso valle de Viañu asiento de extensos pastos y de una majada. Al fondo, en esa dirección, nos topamos con el gran crestón de La Peña que deberemos superar más adelante y, más allá, con el Colláu Zorru, nuestro objetivo.

Pileñes desde el collado Miédome.

Valle de Viañu. La Xerrazana y La Peña. El Colláu Zorru, al fondo.

La senda poco marcada nos permite un rápido descenso hasta alcanzar el fondo de este valle glaciar rodeado completamente de montañas; el Foxu de Viañu (1480 m). Por el fondo del valle seguimos una marcada senda que desciende alejándose del arroyo hasta llegar a la majada de Viañu o de El Cabañón (1410 m). Una sola cabaña con un destartalado tejado se mantiene en pie; las otras, con sus cercados o cuerres, están en completa ruina. Continuamos por la senda que, enseguida, cruza un arroyo y remonta después una dura cuesta que nos lleva a un collado (1509 m) que deja a la derecha el pico de La Xerrazana. El camino sigue casi en llano por la vallina que allí se abre y nos deja a los pies del Porrón de Viañu (1494 m).

 
Mirando hacia atrás: majada y valle de Viañu; al fondo, Les Pandes de Pileñes; el collado Miédome arriba en el centro.

La Peña. La senda que la rodea se aprecia con claridad. Arriba a la izda el Pico Zorru.

Nada más llegar un motón de buitres situados cerca del camino pero un poco más adelante alzan el vuelo. La senda clara sigue hasta adentrase en un precioso hayedo, pero antes encontramos un rebeco muerto y sin cabeza del que se alimentaban los buitres. Poco dura el hayedo porque al poco nos encontramos en el Collado Obrango (1453 m) a los pies del gran crestón rocoso de La Peña. Para superarlo y acceder a los Puertos de Sus elegimos la senda que rodea la peña por la izquierda muy cerca de las rocas. Habría sido lo mismo coger la otra senda más marcada y paralela que va un poco por debajo; al final ambas confluyen justo para superar el crestón rocoso.
Acabamos de superar el crestón de La Peña


Maciédome y Tiatordos desde el acceso a los Puertos de Sus.

Alcanzados los extensos pastizales de Sus subimos por ellos hasta alcanzar la cumbrera de la sierra (1613 m) que nos abre de nuevo las vistas hacia el este y donde encontramos tres cabañas separadas y en completa ruina.

Estamos en los Puertos de Sus. Colláu Zorru al fondo.

Seguimos subiendo y superamos por la izquierda otra modesta peña que nos deja en los pastos del Colláu Chozu (1660 m). Proseguimos la ascensión por la arista sur de la montaña en la que se alternan tramos de pastos con otros rocosos hasta alcanzar las últimas peñas que nos sitúan enseguida en la cima del Colláu Zorru (1844 m). Por la arista hemos disfrutado de las vistas hacia el este: Niajo y Pozalón, Valdepino, Cantu Cabroneru y el Macizo Occidental de los Picos de Europa, donde la reina Peña Santa domina con claridad. El pico Luengo está al lado; muy cerca también el Recuencu; en fin, Maciédome, Tiatordos, Pierzu, etc. Para más información e identificación de cumbres ver Recorriendo las montañas de Asturias (volumen I). Al este, el hayedo del Valle Antiguo, forma parte del extenso bosque de Peloño.

Tramo final de la ascensión al Colláu Zorru. El Luengo entre la niebla.

Vista atrás de parte del camino recorrido: Pileñes entre la niebla y valle de Viañu.

Picos de Europa con teleobjetivo.


Puertos de Sus en el descenso. Ruinas de cabañas.

Como la niebla ha cubierto algunas cumbres, descendemos hasta el Colláu Chozu para reponer fuerzas. Una vez que hemos dado cuenta de las correspondientes viandas, bajamos del crestón rocoso de La Peña por el mismo camino. Pero en lugar de seguir hasta el collado Obrango, atajamos monte abajo por una zona muy empinada y despejada de la cotoya que cubre completamente el resto de la ladera. En este tramo seguimos un reguero que nos deja en la senda que viene del collado. Estamos en el Monte Traveséu. La senda se interna en el bosque y allí se pierde (o la perdemos). Deberíamos haber tirado directos hacia abajo (dirección oeste) hasta alcanzar un pequeño claro del que sale una marcada senda (esto lo vimos cuando llegamos a la majada Les Fuentes). El bosque no está limpio, el terreno es muy inclinado y hay varias zonas húmedas. Pero son sólo unos 300 metros y al final llegamos a la citada senda que cruza un arroyo y nos deja en los prados de la majada Les Fuentes.

Desde Las Fuentes: La Peña, por debajo franja de hierba (Monte Traveséu) por la que bajamos y bosque que hemos atravesado.

Cabaña en La Bustariega.

Aquí enlazamos con un ancho camino carretero que llanea un tramo y baja fuertemente mediante varias revueltas en la zona de La Bustariega dejándonos finalmente en la carretera que sube a Ventaniella. No hay más que seguir por ella hasta el punto de partida donde dejamos los coches. Y así termina esta espectacular ruta por uno de los rincones más hermosos del concejo de Ponga.

Lorenzo Sánchez Velázquez















jueves, 14 de mayo de 2015

Fontún, Machamedio y Alto de Salguerón. Circular desde Gete

Perfil de la ruta
Salida y llegada: Gete (Municipio de Cármenes en León)
Distancia: 17,5 km
Duración: 6:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1220 m
Altura Inicial: 1146 m
Altura máxima: 1953 m
Fecha de realización: 9/IV/2015
Dificultad: media-alta
Track de la ruta

Nota: además del desnivel a superar y la fuerte pendiente en la ascensión final al Fontún desde el Collado de Gete, encontramos una dificultad añadida en la última parte del recorrido después de superar el Machamedio y el Furacao. Dos cortos tramos de unos 40 metros cada uno están totalmente invadidos por el escobar y/o el brezal y, en ellos, la senda casi se pierde en el primero y se pierde totalmente en el segundo.
Mapa de la ruta

Pista que va hacia el Collado de Gete. Al fondo el pico Machamedio.

Nuestra ruta comienza en Gete (1146 m), aldea que pertenece al municipio de Cármenes en León. Para llegar, nos dirigirnos por la N-630 a Villamanín de Tercia, donde abandonamos la carretera nacional y continuamos por la LE-312 en dirección a Cármenes. Aquí giramos a la derecha por la LE-311 siguiendo el curso del río Torío y, al cabo de 3 kilómetros, tomamos el desvío definitivo a Gete.

Al acercarnos a Villamanín vislumbramos entre las nieblas matinales la imponente mole caliza del Fontún o Machacao separado del modesto Alto de Salguerón por el Collado de Gete; estos serán dos de los objetivos de la ruta. Aunque la ascensión más rápida al Fontún se hace desde la aldea de Fontún de Tercia al lado de Villamanín, preferimos ésta ruta más larga que nos va permitir además recorrer el Barranco de Gete y crestear al final la cordal que cierra por el norte este hermoso valle glaciar.

Nada más llegar a la aldea, encontramos la iglesia de San Martín con su espadaña y campanario (dos campanas) al que se accede mediante una escalera lateral adosada. El pórtico se ha arreglado recientemente y parece nuevo. Cerca de la iglesia una fuente con tres caños proporciona agua fresca y abundante.

Calizas dolomíticas por delante de Peñas Anchas.

Orchis mascula en Valdecastro.

Emprendemos la ruta siguiendo la pista que es continuación de la carretera y que asciende suavemente por el abierto Barranco de Gete. Las genistas amarillas (escobas) en flor (genista florida) y los tonos verdeclaros de la reciente primavera adornan los pastos que van quedando a uno y otro lado del camino. Pero a la derecha, al norte, la imponente y vertical muralla caliza de Peña Grande nos cierra la vista pero nos recompensa con la singularidad de sus formas y tonos grises. Al otro lado, el arroyo de Gete canta su fresca melodía y nos separa de las alomadas montañas de Sierra Arena que encierran el valle por el sur. Estamos siguiendo la Ruta del puerto de Gete señalizada por el ayuntamiento de Cármenes. Desde cerca del pueblo podemos ver, al fondo del valle, la imponente torre caliza del pico Machamedio (otro de los objetivos del día) que nos oculta al Fontún. A medida que nos acerquemos quedará también oculto por las más cercanas Peñas Anchas.

En Valdecastro, después de tres kilómetros de cómodo andar y al lado de un panel informativo (1360 m) de la ruta donde se nos cuenta la historia de la trashumancia, la pista da un giro brusco a la izquierda cruzando el arroyo y regresando a Gete por la otra orilla. Pero nuestro camino prosigue la ascensión por el valle mediante un sendero que discurre entre ricos pastos y deja a la derecha, aunque algo alejada, una cabaña no muy elegante. Más adelante, también a la derecha, nos encontramos un modesto crestón dolomítico que contrasta sus tonos ocres con las claras calizas de Peñas Anchas situadas por encima; y en la base, florecen escobas amarillas y hermosas orquídeas (Orchis mascula) con sus ramilletes de flores colgantes. Al echar la vista atrás vemos las peñas del pico Coto del Calvo y cuando, al subir, aumentamos nuestra perspectiva, aparecen el Coto Cabañas y Bodón a la izquierda y el pico Correcillas o Polvoreda a la derecha.

Collado de Gete y Pico Fontún desde el Alto de Salguerón. Enfrente vemos la canal de subida.

Cerca del collado de Gete cruzamos el arroyo al lado de una peña, y continuamos la remontada campo a través hasta enlazar con una pista que viene del mismo collado y llega a la cercana y modesta Peña Pizca. Queremos subir a la cima más alta de esta Sierra Arena que cierra el valle de Gete por el sur; el Alto de Salguerón que cae sobre Villamanín. Enseguida abandonamos la pista siguiendo una franja herbosa que sube directa, entre un plantación reciente de pinos, al lomo de la sierra. Nos comenta Miguel que estos pequeños pinos tienen 5 años pues este número se corresponde con el de niveles de ramas nuevas que salen del tronco principal. Alcanzamos el collado (1709 m) y la vista se abre al Valle de Valporquero de Torío paralelo al de Gete. Este valle glaciar sube desde la citada aldea, famosa por sus cuevas, hasta el collado Formigoso que permite la comunicación directa con Villamanín. Por allí pasa la Ruta a las Cuevas de Valporquero señalizada por ayuntamiento de Villamanín.

Valle de Gete desde el Alto de Salguerón. Al fondo vemos los picos Bodón, Coto el Calvo y Correcillas.

Continuamos hacia la cumbre del Alto de Salguerón (1799 m) entre el exuberante matorral y los jóvenes y tupidos robles que ralentizan la progresión. Habría sido mucho mejor, como hicimos en el descenso, subir un poco más al oeste buscando la zona que ha quedado despejada después de un reciente incendio. Las vistas que nos ofrece son formidables: al otro lado del collado de Gete la verticalidad del Fontún y la Peña de Machamedio nos tapan completamente el horizonte norte; por el noroeste se extiende el valle de Villamanín, Rodiezmo, San Martín y Poladura de Tercia cerrado al norte por los Montes de Peñalaza; a su izquierda las cumbres de La Barragana las Tres Marías, el Negrón y el Cuitu Negro, y por encima vemos como emerge el gran macizo de las Ubiñas; al noroeste la gran mole del Cellón y la Pájara. Hacia el este, entre otros, vemos el macizo del Mampodre, por delante el pico Mahón al que siguen Coto Cabañas y Bodón, y aún más cerca, Coto del Calvo y Correcillas.

Valle de Rodiezmo y Villamanín. Al fondo vemos Las Tres Marías y las Ubiñas, entre otros.

Nos encaminamos directamente hacia la canal de subida al Fontún.

Realizamos el descenso por la ladera quemada y después por el joven pinar hasta enlazar con la pista que nos deja en el Puerto de Gete (1598 m). La canal de ascenso al Fontún es la directa desde el collado y, a pesar de su verticalidad y del nivel de 350 metros que hay que superar, se sube muy bien pues hay un sendero bien hitado que, con calma, nos lleva a la cresta de la montaña a unos pasos de la cima (1953 m).
Dura subida al Fontún. Abajo Collado de Gete

Encontramos un viejo buzón de montaña con un tapón en forma de flor de lis y unas vistas más amplias que las descritas antes. Se nos abre completamente el frente norte entre Brañacaballo y los picos Laguna y Morgao todos por encima de la Sierra de Currillos. Les siguen la Loma del Bolero, Fitona (detrás está la zona del Nogales), Faro, Huevo y Morala, este último por encima de Cármenes que vemos en el valle a la derecha. La Sierra de Mediodía está cerca; detrás de Cármenes.


Cima del Fontún. Al fondo: Las Tres Marías, las Ubiñas y Cellón, entre otros.

Desde la cima del Fontún: Sierra de Currillos y, por encima, Brañacaballo con nieve.

Por encima de la Sierra de Currillos vemos el pico Laguna, Morgao y Fitona, entre otros.

Valle de Cármenes (abajo a la derecha). Picos Fitona, Faro, Huevo y Morala.

Después de reponer fuerzas admirando este formidable espectáculo natural regresamos a la antecima. La cresta oriental del Fontún es muy estrecha y aérea; son unos 20 metros señalizados con algunos hitos y con caídas verticales a ambos lados. Preferimos rodearla bajando unos metros por la senda de subida y ascendiendo después unos metros por una zona de hierba. La ladera norte de la montaña a la que hemos accedido forma una media luna con el pico Machamedio quedando en medio un valle colgado que desagua al Barranco de Gete situado al sur.


Cresta oriental del Fontún.

Circo entre el Fontún y el Machamedio que vemos al fondo. Se llega rodeando por la izquierda.

La senda nos permite descender, rodeando por la media luna, mientras pasamos por unas peñas de formas pintorescas que nos permiten, entre ellas, seguir disfrutando de la impresionante perspectiva norte (1829 m). Completado el rodeo con una corta subida, nos situamos en la base de la pequeña peña que corona la cima del Machamedio (1911 m). Aunque sabemos que rodeándola hay un cómodo ascenso a la cima, preferimos ahora trepar unos metros por una de las canales frontales. En la cima encontramos un vértice geodésico y unas vistas también espectaculares. Además de lo explicado antes, nos llama la atención la magnífica perspectiva que ofrece el cercano Fontún.

Panorámica desde el Machamedio. En primer plano, Fontún y su cresta que nos permitió llegar. Sierra Currillos, Cellón y Brañacallo nevados.

Descendemos por la ladera fácil y nos encaminamos a la cercana cima del Pico los Furacaos (1821 m), apenas unas piedras en el rápido descenso. Mirando hacia atrás nos llama la atención el crestón que baja del Machamedio con sus estratos verticales a modo de grandes lanchas hincadas en la tierra.

Valle de Gete. Sierra de regreso a la izquierda. Al fondo Bodón, Coto de Calvo y Correcillas.

Queremos continuar el descenso por lo más alto de la sierra hacia el este y nos dirigimos hacia un cercano lomo despejado (1776 m). Si continuásemos el descenso por el citado lomo, llegaríamos al Arroyo Valdecastro y, quizás, a la pista del Barranco de Gete. Pero para seguir por lo alto de la sierra debemos cruzar una zona completamente invadida por las escobas y los brezos. En la ladera norte encontramos una franja herbosa en el nacimiento del Arroyo Medio por donde continuamos el descenso hasta situarnos a la misma altura de la cresta cimera de la sierra. Los 40 metros que nos separan de la citada cresta los hacemos por una senda completamente tupida de escobas.

Alcanzada la arista, la senda entre el brezo bajo está despejada y nos deja caminar con comodidad hasta las peñas del último crestón (1708 m). Abajo vemos un pinar que se extiende por la ladera norte y una pradera en el mismo lomo. Para alcanzar los pastos debemos atravesar la zona más cerrada: son apenas 40 metros entre los altos brezos y escobas con algunos abedules y, si nos dirigimos al tupido pinar con abundantes ramas bajeras, la situación tampoco mejora. Superados estos metros como podemos, el resto de la ruta ya no ofrecerá ninguna dificultad.

Vista atrás. A la dcha zona de maleza por donde bajamos. A la izda al fondo el Machamedio.

Lo que nos queda de la sierra ya es fácil. Peña del Gallo (izda) y Peña Grande (dcha).

Cruzamos el lomo de hierba y rodeamos una pequeña zona tomada también por la maleza que nos vuelve a dejar en el límite del pinar en la zona llamada Trasnorios. Hasta aquí llega un camino que viene de Cármenes y es asiento de la Ruta Pico Gallo. La senda continúa por la cumbrera de la sierra, dejando a la izquierda el citado pico cuya cresta vemos mientras a la derecha la sierra se despeña vertical sobre el barranco de Gete. Más adelante encontramos un mirador (1452 m) a modo de ventana sobre el valle y, al asomarnos, vemos unos rebecos descansando plácidamente en un pequeño rellano del murallón.

Hayedo del Monte Brición. Sierra de Mediodía al fondo. Por el valle discurre el río Torío.

Rodeamos por la izquierda los peñascos de Peña Grande (1458 m) por lo más alto del hayedo del Monte Brición que cubre la ladera norte de la sierra hasta el río Torío, y descendemos después a una extensa cubeta herbosa rodeada de crestas calizas de formas llamativas. Como vemos una cabaña construida bajo el cobijo de una peña, nos dirigimos hacia ella y comprobamos que no es más que un abrigo construido por los pastores de la zona. Llama la atención la disposición de la cubeta herbosa (1330 m) en grandes escaleras fruto, quizás, de hundimientos escalonados.

Originales formas rocosas en el bajada a Gete.

Llegando a Gete. Iglesia de San Martín a la izquierda.

La cubeta desagua al este como la sierra y por allí continúa nuestro sendero entre peñas con formas bellas y variadas (vemos alguna seta, algunas caras o animales,…). Alcanzamos así el límite oriental de la sierra rodeada por el Torío. La senda se transforma en camino ancho al lado de una caseta de reciente construcción (1220 m) y no tenemos más que seguirlo, completando el rodeo la sierra, para llegar a Gete justo al lado de la iglesia.

Lorenzo Sánchez Velázquez