jueves, 22 de octubre de 2020

Pico Maciédome o Pandona. Circular desde Pendones

Salida y llegada: Pendones (Concejo de Caso)

Distancia: 17,3 km
Duración: 8:00 h (sin paradas)
Subidas acumuladas: 1300 m
Altura Inicial: 760 m
Altura máxima: 1903 m
Fecha de realización: 17/X/2020
Dificultad: media-alta
Track de la ruta


Itinerario: Pendones – Fuente Gargasa – Cabaña de La Llongar – Majada Pandevilla – Colláu Llagu – Pico Maciédome o Pandona – Arista del Maciédome – Peña el Quemao – Colláu Llagu – Collaos de Pandellanza – Reboyu el Oso – Desvío a la Mda del Tiatordos – Xeros – Arroyo de Montefó – El Forniellu – Arroyo de Palombar – Sen de la Vara – Reguero de Llábana – Pendones.

En otras entradas de este Blog he descrito la subida al Maciédome en travesía desde el Puerto de Tarna a Pendones (ver en esta entrada) así como del recorrido por los Collaos de Pandellanza viniendo de SobreFoz (verlo en esta otra). Esta vez alcanzaremos su cima desde Pendones siguiendo la ruta habitual por La Llongar, pero en la bajada, una vez recorrida la arista norte y en lugar de continuar por la Foz del Congostín como es lo normal, recorreremos los Collaos de Pandellanza para descender después por el desconocido valle del Arroyo de Montefó.

Maciédome o Pandona desde la Peña el Quemao. Vemos la arista norte por la que bajaremos.

Desde la distancia (cima del Maciédome o Colláu Llago) identificaremos la riega de Montefó por la gran cicatriz que han producido las avalanchas en el bosque. Se trata de un valle recóndito y salvaje por el que bajaremos sin camino ni senda y sólo algunos hitos en el tramo final nos indicarán que vamos bien.

Tiatordos desde el Colláu Llagu. La cicatriz que baja en medio del bosque es la Riega de Montefó; bajaremos pegados a ella por su margen izquierdo.

Dejamos el coche en el amplio aparcamiento de Pendones y bajamos unos metros por la carretera hasta la pista que sale a la izquierda y va a Vega Baxu. Después de cruzar el Arroyo o Río de Pendones, la pista homigonada sube dando algunas revueltas, llaneando después en la zona de Gargasa. Nada más dejar atrás la fuente del mismo nombre, abandonamos la pista y cogemos la empinada senda que se retuerce por el robledal ganando rápidamente altura hasta alcanzar la cabaña de La Llongar.

Desde el camino que sube a Vega Baxu echamos la vista atrás sobre la aldea de Pendones.

Llegando a la cabaña de La Llongar.

El camino sale del bosque y pierde inclinación pero a cambio ofrece amplias perspectivas hacia el otro margen del Nalón: Sierra del Mongayo (Remelende), Pico Páramo, Cantu l' Osu, Cascayón y sierras de La Canalina y de Corteguero, etc. Vemos la Cascada del Tabayón, Vegapociello o la Majada de Cerréu entre otros lugares conocidos. 

Sierra de la Canalina desde Pandevilla

Continua la vista anterior hacia el oeste

Cantu l' Osu desde Pandevilla (con teleobjetivo)

Sierra de Mongayo con nieve, Cueto Negro a la derecha y la Casada del Tabayón en el centro,

Más arriba, después de un par de revueltas, alcanzamos el hombro meridional del pico Les Corones donde se ubica la Majada de Pandevilla; en otro, al sureste, vemos la Majada de Bustantigo por donde pasamos hace un par de años, la última vez que subimos al Maciédome viniendo del Puerto de Tarna.

Antes de llegar al Colláu Llagu miramos atrás: Majada de Pandevilla y al fondo el Cantu l' Osu.

La marcada senda casi llanea en este tramo orientándose hacia el norte hasta alcanzar el Colláu Llagu donde quedan las ruinas de lo que fue una majada. Las vistas se abren hacia el extenso cordal de los picos La Senda, La Carasca y El Campigüeños al norte. La campera cercana baja en esa dirección hasta la cabaña de Recuencu y la Foz del Congostín, pero si miramos al otro lado vemos como se yergue imponente la gran mole del Maciédome o Pandona.

Restos de cabañas en la Majada de Llagu en el collado del mismo nombre

Tiatordos desde el Colláu Llagu y Collaos de Pandellanza a la derecha.

Vamos a subirlo siguiendo la marcada senda que faldea la ladera occidental para revolverse después por la arista suroeste. La bajada la haremos por la afilada arista norte. En el Collao Llagu cogemos la senda que en llano se dirige al sur entre matas de hayas jóvenes y alguna escoba, más adelante subimos un corto trecho por una zona de hierba bajo los verticales muros calizos de La Pandona hasta dar con un pedrero que la senda cruza en ascenso.

Pequeña panda de hierba que se sube para alcanzar el pedrero que se ve a la derecha

Saliendo del pedrero.

La senda progresa después, sin tregua, hasta alcanzar la arista suroeste (debemos superar unos 300 metros desde el collado) donde encontramos las primeras manchas de una fina capa nieve. Perfectamente hitada y marcada, continúa hacia lo más alto (N) alcanzando pronto la cima después de superar otros 100 metros. Las vistas son portentosas en todas las direcciones pero el viento es frío y no invita a quedarse mucho tiempo. Dejo algunas fotos.

En el primer tramo de la subida por la ladera del Maciédome abunda la vegatación rastrera. Vemos los picos Cascayu y Las Coronas a la izda del Colláu Llagu. Al fondo están los picos La Senda, La Carasca y Campigüeños (ver fotos de más abajo)

La virar al norte vemos la cima del Maciédome.

Viejo buzón de montaña en la cima del Maciédome

Vista noroeste desde la cima del Maciédome


Continuación de la vista anterior virando al norte.

Macizo Occidental de los Picos de Europa desde el Maciédome

Reanudamos la marcha siguiendo la arista norte. Como ya he dicho, hay una fina capa de nieve que apenas retiene la bota por lo que hay que ir con cuidado. Después de un corto tramo llano de hierba, hacemos un fácil destrepe para rodear por la izquierda un crestón y continuar prácticamente por la misma arista. Aunque la ladera pongueta (E) es vertical, del otro lado hay pequeñas terrazas que ocultan en parte las caídas. La arista se estrecha en el tramo final con importantes caídas a ambos lados, pero si se va con cuidado no tiene ninguna dificultad salvo para personas con vértigo.
Desde arriba así se ve una parte de la arista del Maciédome 

Bajando por la arista del Maciédome



Bajando por la arista del Maciédome

De la arista se sale por una primera canal de hierba a la derecha que, más abajo, la sendilla hitada enlaza con otra más a la derecha por la que finalmente bajamos a la base de la gran peña. Tras descender unos 250 metros el viento ha amainado y la temperatura ha mejorado; paramos a comer en la modesta Peña el Quemao.

Tramo final de la arista. Se sale detrás de la última peña por la derecha.

Vista atrás de la arista y la ladera norte del Maciédome

Retomamos la senda para completar el descenso hasta el Colláu Llagu donde otra senda, en llano, nos orienta al noroeste para afianzarnos sobre la cimera del Cordal de Ponga. Se trata de una cuerda que se dirige de sur a norte separando los concejos de Caso y Ponga y contiene como cumbres más señeras el Maciédome y el Tiatordos. Descendemos (E) por la ladera pongueta unos metros para reorientarnos después (N) y rodear así el crestón calizo de la Xerra Vallín en medio de un precioso hayedo en plena otoñada.

Poco antes de llegar a la divisoria de Caso y Ponga vemos el Tiatordos, los Collaos de Pandellanza y la Xerra Vallín que rodearemos por ladera pongueta.

Por el hayedo, rodeando la Xerra Vallín.

Enseguida alcanzamos los amplios Collaos de Pandellanza. Se trata de un collado de más de 2 kilómetros con pequeños montículos con un frondoso bosque (predominan las hayas pero con algún que otro roble y acebo) que baja ampliamente por ambas laderas llegando a Pendones por la de Caso y a Sobrefoz por la de Ponga.

Por el gran hayedo de Pandellanza

Hacia la mitad encontramos el señalizado y viejo Reboyu el Oso y, al final, en la base del Tiatordos, una encrucijada de sendas. De frente continúa que la enlazará con otra que rodea la gran peña entre las majadas del Tiatordos (Caso) y Brañadosu (Ponga). A la derecha (SE) baja otra a Sobrefoz por la antigua majada de Solafoz y la izquierda (NE) la que va también a la Majada del Tiatordos.

Reboyu el Oso en Pandellanza

Cogemos la última pero la seguimos sólo unos 500 metros, y cuando vemos que el hayedo está limpio hacia abajo (S), la dejamos. Monte abajo, sin camino ni senda, pero también sin complicación, dejando a la derecha la Riega de Montefó, tenemos que perder unos 300 metros hasta el final de la gran cicatriz que forma el arroyo. Bastante abajo, cuando la riega y el valle giren al oeste, aparecen los primeros hitos que nos llevarán a cruzarla brevemente, retomando pronto la margen izquierda. Un poco más adelante, en la entrada de la foz que forman el Xierru Forniellu y el Cantu el Congostín, pasamos definitivamente la derecha para seguir un buen camino hitado.

Riega de Montefó (bajamos por la margen izquierda) al fondo el Tiatordos

Un arroyo por la izquierda vierte en el Arroyo de Montefó formando pequeñas cascadas

En el tramo final, ya en la margen derecha, encontramos un par de obstáculos en forma de maleza o con el camino inundado.

En un estrechamiento de la foz encontramos el camino cerrado por espinos, zarzas y ortigas; pasamos como podemos esos 4 o 5 metros. Enseguida, justo antes de salir, el camino va por la misma riega pero, como ésta viene crecida, debemos dar un pequeño rodeo por la ladera de la derecha. En ese punto, el camino, con buena traza, abandona el lecho y la orilla del arroyo, sube ligeramente dejando las ruinas de dos cabañas a ambas manos y salva el Xierru Forniellu para caer al otro lado en el Valle de Palombar.
Poco antes de Sen de la Vara echamos la vista atrás para ver la Foz de Palombar y el Tiatordos.

Se orienta al norte para rodear el Valle de Palombar y deja a la derecha la foz del mismo nombre por donde se sube al Tiatordos. Pasada la foz continúa llano reorientándose al suroeste hasta los prados y cabañas de Sen de la Vara. La amplia pista emprende aquí el último descenso cruzando abajo el Arroyo de Llábana y dejando a la izquierda el camino que viene de la Foz del Congostín. El tramo final está asfaltado y pronto nos deja de nuevo en Pendones.

Lorenzo Sánchez Velázquez


miércoles, 14 de octubre de 2020

Foz de Meleros, Montes Tijera y Fayéu de la Huerga. Circular desde Geras

Salida y llegada: Geras (Municipio de Pola de Gordón)
Distancia: 16,8 km
Duración: 7:30 h (sin paradas) Subidas acumuladas: 1000 m
Altura Inicial: 1140 m
Altura máxima: 1875 m
Fecha de realización: 10/X/2020
Dificultad: alta
Track de la ruta

Nota: La alta dificultad está en el recorrido por la arista de los Montes Tijera. Esta arista se puede obviar con facilidad siguiendo el camino de regreso por la ladera norte bajo el crestón calizo. El paso por la Foz de Meleros lo han arreglado recientemente y le han acoplado escalones de hierro (tipo ferrata) y dos escaleras fijas, por lo que no tiene ninguna dificultad siempre que el arroyo no lleve agua. Con mucha agua puede ser intransitable y con mucha humedad las piedras resbalarían.

Itinerario: Geras de Gordón –  Carretera LE-473 – Ermita del Cristo – Foceltorno – Cruce del Esperón – Arroyo y Foz de Meleros – Salida del Valle Meleros – Sierra de Arniza – Vega de Peñasillada – Collado la Silla – Pozos de la Vega del Palomar – Montes Tijera (cumbre oriental) – Montes Tijera (cumbre occidental) – Pozos de la Vega del Palomar – Tramo superior del arroyo y valle de Meleros – Puerto de Meleros – Fayéu de la Huerga (senda de los Puertos de Verano) – Mirador de la Serruca – Collao Salinas – Cruce del Esperón – Foceltorno – Carretera LE-473 – Ermita del Cristo – Geras de Gordón.


En la ruta anterior, al bajar por La Boyariza, nos asomamos a la Foz de Meleros y descubrimos que la habían arreglado dotándola de peldaños de hierro y escaleras de aluminio. Además, hace unos meses, hicimos una travesía entre Piedrasecha y Geras pasando por Los Calderones y los picos Amargones, Feliciano y Montes Tijera quedando en el debe montañero recorrer la afilada arista de estos últimos. Así que, aprovechando la otoñada, decidimos adentrarnos en la foz, recorrer la arista de los Tijera y como remate bajar por el Fayéu de la Huerga.

Chopos en la ribera del Río Casares. Foto tomada desde la carretera

Aunque se puede aparcar en el parking gratuito que hay a la salida del pueblo en dirección a Pola de Gordón o en el que está más abajo pasada la Ermita del Cristo, nosotros dejamos el coche en el mismo Geras. Un kilómetro de apacible paseo bajando por la carretera mientras oímos las turbulentas aguas del Río Casares flanqueadas por los otoñales chopos, nos dejan en la desembocadura del Arroyo Meleros. Un camino ancho sale a la derecha, cruza el río por un puente y nos adentra en el corto desfiladero de Foceltorno donde han instalado varias vías de escalada.

El camino pasa por Foceltorno donde hay vías de escalada

Enseguida llegamos al Cruce del Esperón (señalizado) donde sale un desvío a la izquierda que cruza el arroyo (por ahí regresaremos); seguimos de frente. En el siguiente cruce nos desviamos a la izquierda (también está señalizado) para seguir la ruta de la Foz de Meleros evitando la continuar de frente pues subiríamos por La Boyariza. A partir de aquí no hay pérdida posible: habrá que ir salvando las distintas dificultades por el fondo de la estrecha Foz.

En la zona de El Esperón sale un camino a la izda por el que bajaremos. Seguimos de frente hacia el valle de Meleros que vemos de frente.

Abigarrado Belén a la entrada de la Foz de Meleros

Después del abigarrado Belén colocado al comienzo de la estrechura (a la izquierda) aparece la cascada que se supera mediante unos escalones de hierro colocados recientemente. Pasando de piedra en piedra o siguiendo una sendilla lateral por este mágico lugar en plena otoñada, pronto llegamos a un resalte que se salva mediante unos peldaños de hierro y una escalare fija colocados recientemente. Seguimos. Una foto, otra y otra más, las cámaras no paran de fotografiar la foz en otoño.
La cascada se libra mediante la ferrata colocada a la derecha.

Primera de las dos escaleras fijas de aluminio.

Imagen la Foz de Meleros en otoño

Más arriba salvamos el siguiente escalón mediante otra escalera a la izquierda, después encontramos la última dificultad en forma de una gran piedra plana que obstruye la foz. Se puede pasar por debajo o por los peldaños de hierro colocados unos metros antes a la izquierda para agarrarse y después a la derecha para subir por encima de la gran lastra. Finalmente pasamos por un angosto y corto desfiladero (no creo que haya más de dos metros entre las verticales paredes).

Otra de las muchas fotos que hice en la Foz de Meleros

Segunda escalera fija que salva otro escalón

Una pequeña ferrata sirve de pasamanos antes de la gran lastra que obstruye la foz.

Un compañero ha pasado bajo la gran piedra, otra por la ferrata. Hay para elegir.

Último estrechamiento de la Foz de Meleros

Más adelante la foz se va ensanchando y, cuando se abre a ambas manos, la abandonamos (está también señalizado) por la derecha siguiendo la indicación de La Carba (a la izquierda se sube a los Puertos de Meleros por donde regresaremos). La sendilla y algunos hitos nos ayudan en la dura progresión por la ladera oriental de la Sierra de Arniza. Desde el arroyo debemos superar unos 200 metros hasta alcanzar los amplios pastos de la Vega de Peñasillada a los pies del Pico la Silla.

Vista hacia atrás de la salida de la Foz de Meleros

Desde el collado que da acceso a la Vega de Peñasillada vemos los picos La Silla y La Carba. La vega se extiende a la izda de la foto.

Vista atrás de la Vega de Peñasillada a la que accedimos desde el collado que vemos en el centro.

Desde el otro lado de la vega llega una pista que viene desde el Puerto de Aralla. La seguimos (O) hasta alcanzar el Collado la Silla a los pies del pico del mismo nombre y donde estuvimos hace un par de semanas. La indicación de Los Corrales nos saca de la pista y nos lleva por una senda en ascenso hacia el sur. El amplio collado invadido por las escobas nos ofrece a la vista el alargado crestón calizo de los Montes Tijera. Será una larga y afilada arista de más de un kilómetro que con cuidado vamos a recorrer por el mismo filo.
Primero de los Montes Tijera que acometeremos por la izquierda.

Continuación de la foto anterior de los Montes Tijera. En su base están los Pozos de la Vega del Palomar.

De momento seguimos la senda manteniendo la dirección (S) hacia los pastos de los Pozos de la Vega del Palomar. Unas ariscas vacas pastan atentas a nuestro paso. Rodeamos la cumbre oriental de los Montes Tijera por el este (izquierda) siguiendo una marcada senda para alcanzar su cima desde el sur. Encontramos trincheras de la Guerra Civil que aún conservan algunas troneras por donde saldrían los cañones de los fusiles y las ametralladoras apuntando al sur. Restos de otras construcciones en un abrigo cerca de la cima.

Subiendo a la cumbre oriental de los Montes Tijera vemos parte de la larga arista que vamos a recorrer. Los Pozos de la Vega del Palomar son sumideros en la base de la peña.

Cima oriental de los Montes Tijera con trincheras de la Guerra Civil

Los pliegues calizos de toda esta zona se orientan en dirección este-oeste forman pequeñas sierra paralelas como esta que vamos a recorrer, la más agreste. Por el filo de la arista hacia el oeste. El primer descenso por la ladera pedregosa da paso a las rocas compactas. El primer tramo impresiona. Solo al acercarnos vemos que el comienzo es sencillo, pero después hay un paso donde hay que extremar las precauciones aunque hay buenos agarres.


Primer tramo de la arista de los Montes Tijera

En este tramo hay un paso donde hay que tener cuidado

Después, aunque tiene importantes caídas a ambos lados, es suficientemente ancha para pasar sin problemas. Más adelante hay una ancha franja de piedra y algo de maleza que facilita la subida. Nosotros preferimos la misma arista pisando la roca y algunas matas de enebros rastreros que salen entre ellas.

Vista hacia atrás de la cima oriental de los Montes Tijera.

En esta zona la arista es ancha

Seguimos por la arista, siempre con cuidado

Franja pedregosa que facilita la subida. Subimos por la arista de la derecha sin problemas.

Cuando alcanzamos la cota de 1832 m y creemos que hemos pasado lo peor de los Montes Tijera nos encontramos con la mayor dificultad. Seguir pegados a la arista norte es imposible; demasiado estrecha y con un resalte vertical liso. Tenemos que destrepar unos metros con cuidado y trepar al otro lado por una ladera muy vertical pero con buenos agarres. Así alcanzamos la cota de 1853 m. Superada esta dificultad el resto de la arista es muy fácil.

Paso más complicado de la arista. Hemos destrepado y ahora toca trepar.

Vista hacia atrás. Vemos la pared por la que hemos destrepado. No se ve la pared por la que acabamos de subir (ver foto anterior).

Caídas verticales hacia el sur pero alomados al norte y alternado tramos roca con otros de hierba, llegamos a la cota máxima (1875 m) de los Montes Tijera. Seguimos unos metros más allá con la única finalidad de hacer fotos hacia el Pantano de Barrios de Luna y paramos a comer protegidos del frio viento del norte por unas peñas de la ladera sur. La niebla va y viene en esa cota pero por encima está cubierto. Pongo algunas fotos con las vistas de hace unos meses cuando vine aquí desde Piedrasecha y Los Calderones con el GM Ensidesa de Gijón.

Último tramo de la arista que, aunque tiene importantes caídas a ambos lados, es suficientemente ancho.

En el punto más alto de los Montes Tijera en medio de la niebla

Pantano de los Barrios de Luna desde los Montes Tijera (foto sacada en junio de 2019)

Otra foto del Pantano de Barrios de Luna

Reanudamos la ruta bajando al bies por la pedregosa ladera norte y, dejando a la izquierda unos profundos jous calizos, nos encaminamos al este en paralelo al alargado crestón rocoso que hemos recorrido. Pasamos junto a los Pozos de la Vega del Palomar y podríamos desandar el camino que nos trajo hasta aquí, pero otro de los objetivos de la ruta es el Fayéu de la Huerga en pleno otoño y para verlo mantenemos la dirección (E). 
Hasta llegar al valle bajamos al bies por la pedregosa ladera norte de la cumbre cimera de los Tijera

Retrocedemos por el valle dejando a la derecha el largo crestón de los Montes Tijera

Vemos la cumbre más oriental de los Montes Tijera. Nos dirigimos al collado situado a su izda. Al otro lado comienza el Valle de Meleros.

El collado de los Pozos de la Vega del Palomar da acceso al Valle de Meleros que en esta zona se orienta hacia el este. La senda baja por ese valle pegada a la riega y cuando esta se orienta al norte nosotros seguimos hacia noreste procurando no perder más altura hasta salir a los Puertos de Meleros. Estamos a la altura del valle por donde salimos en dirección contraria por la mañana. El Cueto Mellozo que tiene un gran hito en su cima separa el Valle de Meleros de otro más oriental (desconozco su nombre) por donde baja la Senda de los Puertos de Verano.
Cabecera del Valle de Meleros que se dirige al este. Más abajo vira hacia el norte.

Cuando el Valle de Meleros vira al norte y se encajona, lo dejamos y seguimos a la derecha (fuera de foto) hasta el Puerto de Meleros. La ladera de la izda es por la que subimos por la mañana.

Desde los Puertos de Meleros vemos el valle por el que subimos por la mañana desde la foz. Esta se intuye a la derecha bajo la Sierra de Arniza.

De momento bajamos al fondo de este nuevo valle que está muy cerca. La senda bien marcada se redirige al norte por el fondo del valle y al entrar en el Fayéu de la Huerga continúa por la margen derecha alejándose bastante del cauce. El hayedo, que también tiene algunos robles, acebos, fresnos y mostajos, está en su gran momento otoñal, destacando por su cromatismo los mostajos y los fresnos.
Entrando en el Fayéu de la Huerga

Por el Fayéu de la Huerga donde, además de hayas, encontramos mostajos, fresnos, alisos y algunos robles. 

Por el Fayéu de la Huerga

Pronto este precioso camino nos lleva al Mirador de la Serruca, afilado y breve crestón con una magníficas vistas del hayedo, también vemos el de La Boyariza, el crestón de El Cellerón, la Sierra de la Cueva que forma la foz de Foceltorno y el pueblo de Geras. Después de las fotos de rigor continuamos el descenso hasta el Collao Salinas (Foza la Fuente) donde hay un cruce de caminos señalizado.

Nos asomamos al Mirador de la Serruca

Vista desde el Mirador de la Serruca: los hayedos de La Huerga y La Boyariza.

En el Collado Salinas cogemos el camino que baja al noroeste en medio del hayedo y nos devuelve al cercano Valle de Meleros en cuyo camino desembocamos después de cruzar el arroyo. Estamos en el cruce del Esperón por donde pasamos por la mañana.

Cerca del Collado Salinas tenemos esta vista de los hayedos de La Huerga y La Boyariza. A la izquierda, arriba, los picos La Silla y la Carba.

Bosque de ribera en el Arroyo Meleros. Acabamos de dejar atrás el Cruce del Esperón y nos dirigimos a la carretera LE-473 a través de Foceltorno.

Hemos completado el circuito. No tenemos más que desandar la pista cruzar del pequeño desfiladero de Foceltorno, llegar a la carretera y regresar por ella a Geras.

Lorenzo Sánchez Velázquez