jueves, 31 de enero de 2019

Pico Canalón. Circular desde Tuña

Salida y llegada: Tuña (concejo de Tineo)
Distancia: 17, km
Duración: 5:30 h (sin paradas)
Subidas acumuladas: 810 m
Altura Inicial: 240 m
Altura máxima: 930 m
Fecha de realización: 9/VI/2018
Dificultad: baja
Track de la ruta


Itinerario: Tuña (concejo de Tineo) – Valle del río Faxeirúa – Desvío a la dcha a 1 km – Cruce río Faxeirúa – Desvío a la dcha a 2,5 km – Cruce río (viejo puente de madera) – Pista maderera – Camino asfaltado a Llamas del Mouro – Llamas del Mouro – Mouro (desvío hacia el Pico Canalón) – Pico Canalón – Peñas el Canalón (San Lázaro) – Pico el Payarón – La Cantera (coger senda) – La Granda – Enlace con camino ancho – Castañéu – Tuña.

Tuña, concejo de Tineo, localidad natal del general liberal Rafael del Riego (General Riego). Iglesia de Santa María del Pedrero de 1771 y varios palacios (Los Riego y Tineo o El Barreiro, Cabo el Río, Cienfuegos de Tuña o Casa Pepón,…), todos en piedra rosácea, Ponte de Carral (romano), paneras y hórreos bien conservados, casas modernas y antiguas (como Casa Chamborra donde nació el general) arregladas: pueblo ejemplar de Asturias en el año 2000. A esta breve e incompleta lista sólo se le puede criticar el lamentable estado de conservación de los palacios. Aunque no nos acercamos, desde lejos se aprecia el estado de abandono del Palacio de Cabo el Río, pero el de Los Riego y Tineo (El Barreiro) situado en el barrio alto de Castañéu es una cuadra, que aunque conserva bien sus columnas de fuste bien torneado que soportan una balconada de madera y su escudo de armas, está en completo abandono. Una pena.
Estatua del General Riego en Tuña

Palacio de los Riego y Tineo (El Barreiro). 
Aparcamos en la plaza al lado de la iglesia y comenzamos la ruta caminando unos metros por la carretera que atraviesa la aldea en dirección a Genestaza. Cuando gira a la izquierda la dejamos siguiendo de frente por la calle que pasa al lado de la casa natal del General Riego y del busto sobre un pedestal colocado al otro lado de la calle obra del escultor José Luis Iglesias Luelmo. El general participó activamente en el alzamiento liberal de las Cabezas de San Juan (Sevilla) en enero de 1820, dando inicio al llamado Trienio Liberal, entre 1820 y 1823, que reinstauró la Constitución de 1812. Con el restablecimiento de la monarquía absoluta (los Cien Mil Hijos de San Luis) el general fue abandonado por sus tropas y, hechos prisionero, hundido física y moralmente, fue ahorcado en la plaza de la Cebada de Madrid y posteriormente decapitado.
Casa natal del General Riego en Tuña
A la salida de la aldea, el camino asfaltado da una cerrada curva a la derecha para subir al barrio de Castañeru y a la aldea de Llamas del Mouru, pero nosotros seguimos de frente por un camino ancho que discurre paralelo al río Faxeirúa que vierte en el Narcea a través del río Tuña. Unos metros antes de llegar a una pequeña área recreativa y a cruzar el río, dejamos el camino ancho por otro de menor entidad a la derecha. Llano y algo embarrado, manteniéndose en la margen izquierda del río, avanza entre la exuberante vegetación primaveral con viejos castaños, avellanos,…
Saliendo de Tuña vemos las casas de Castañéu por donde regresaremos.

Por el valle del río Faxeriúa
Por un puente cruza el río que viene crecido e impetuoso por las recientes lluvias y, al poco, cuando se empina, lo abandonamos por un ramal a la derecha que mantiene la altura en paralelo al río. Es un camino bastante abandonado, con muchos árboles caídos recientemente que dificultan la marcha. Casi por el fondo del valle, caminamos en paralelo a lo que parece un canal antiguo entre helechos, musgos y árboles de ribera, mientras el río baja bronco a la derecha.
Otra imagen del camino en primavera
Un kilómetro por este camino, cuando estamos cerca del cauce, lo abandonamos y seguimos una senda que baja al cauce donde hay un rustico y antiguo puente, resbaladizo y algo inestable. Nos sitúa en la otra orilla donde una senda remonta duramente hacia el norte. Un brusco giro al oeste mantiene la ascensión, atravesando un argayo reciente, para salir a una pista maderera.
La senda, algo abandonada sigue paralela al río por su margen derecha.

Precario puente de madera que nos permite cruzar el río Faxeirúa.
El hermoso paisaje de ribera, pleno de vegetación, da paso a los pinos de repoblación quemados recientemente que rellenan la empinada ladera. Los están arrancando con maquinaria pesada, cortando, pelando y almacenando en grandes montones. Más arriba cuando lleguemos a la cima del Pico Canalón veremos más maquinas y más montones de troncos preparados para un posterior transporte, quizás hacia la industria papelera.
El bosque de ribera da paso, más arriba, a un pinar de repoblación recientemente quemado.

Los troncos se apilan a la espera de ser transportados
La pista desemboca en el camino asfaltado que viene de Tuña. Un kilómetro casi llano nos deja en la pequeña aldea de Llamas de Mouro que pertenece al concejo de Cangas de Narcea y famosa por su cerámica negra. Llegó a tener hasta 17 hornos pero hoy día sólo queda el alfar de la familia de Jesús Rodríguez Garrido en el barrio del Xardín situado a 1 kilómetro al sur. Llegando se ve el gran edificio del Palacio de los Sierra del s. XVI con su torre, su edificio principal y la espadaña de la capilla.
Llegando a Llamas de Mouro

Palacio de los Sierra (s. XVI) en Llamas de Mouro
Como casi siempre en estas lides montañeras, vamos con prisa; la espléndida mañana augura tormenta vespertina. No nos acercamos al palacio. Por un camino ancho subimos hacia el norte hasta las dos casas de Mouro situadas en el collado entre las Peñas Blancas a la izquierda y el pico Canalón a la derecha. Una portilla metálica da acceso a un gran prado que culmina en el alomado Canalón. El camino  sigue al otro lado pero pronto lo dejamos para encumbrar. Una alambrada de espino recorre transversalmente el lomo de la montaña y debemos cruzarla para acceder al vértice geodésico. Otro montón de maderos requemados, colocados y listos para su transporte.
Alomada ladera del Pico Canalón

Más madera quemada en la cima del Canalón
Comemos disfrutando de las vistas: la Fana de Genestaza y la Sierra de la Cabra se ven al sureste por encima de la Loma del Paredón y de la Sierra de Dagüeño, la Sierra de la Manteca (Pico Horru) se muestra claro al este y al noreste se sitúan los aerogeneradores que rellenan la Sierra de Begega, tras el profundo tajo del Narcea. Al norte queda la localidad de Tineo rodeada de prados con árboles linderos y bosquetes; por detrás un bosque rellena la sierra en la que se perfilan alineados otro sinfín de aerogeneradores.
Sierra de la Manteca desde el Pico Canalón

Fana de Genestaza (Sierra de la Cabra) desde el Pico Canalón
La pista maderera baja por la arista oriental dejando a ambos lados montones apilados de maderos de pino quemado y la maquinaria pesada con la que los están cortando y transportando. Casi toda la empinada ladera sur del pico Canalón estaba repoblado de pinos, sólo mantiene su flora autóctona la zona más baja cercana al río Faxeirúa por donde hemos venido. El prado de la izquierda da paso a un precioso robledal y los pinos quemados de la derecha a un denso brezal a donde no llegó el fuego.
La pista baja por la ladera oriental del Pico Canalón. A la dcha el pinar quemado, a la izda el robledal.
Una corta subida nos encumbra en El Payerón virando después al noreste para bajar a una ancha pista que viene del camino asfaltado entre Tuña y Llamas de Mouro. Unos pasos por ella y, cuando da una cerrada curva a la derecha, la dejamos para continuar de frente por un camino recientemente desbrozado. Se ha preparado para servir de circuito de motocross y bicicleta de montaña. Más tarde nos cuentan en Tuña que la semana pasada hubo una competición de la primera y en la primera semana de julio está prevista celebrar otra de BTT.
Senda acondicionada para competiciones de motocross o BTT.
Seguimos este camino por el hombro de la montaña hasta que, al finalizar, gira a la derecha para bajar dando un amplio rodeo a Tuña. En lugar de seguirlo, lo abandonamos para continuar por otro sendero a la izquierda muy empinado que, en el límite entre un bosquete y un prado, va virando a la izquierda hasta dar con un camino ancho que viene de los prados de La Hortiquina. El camino avanza hacia el norte entre prados y bosquetes, más adelante da una cerrada curva a la derecha y nos permite ver cerca la aldea de Tuña y el amplio valle en el que se asienta.
Desembocamos en este precioso camino entre prados y bosquetes cerca de Castañéu

En el valle vemos cerca la aldea de Tuña

Palacio de los Riego y Tineo. Puerta principal de acceso.
Otras dos cerradas curvas nos sitúan en el barrio de Castañéu donde encontramos destartalado el Palacio de los Riego y Tineo o El Barreiro. Bajamos directos a Tuña donde llegamos poco antes de que los primeros goterones de la anunciada tormenta se materialicen. Hubo suerte.

Lorenzo Sánchez Velázquez

lunes, 28 de enero de 2019

Picos Babú, Sellón, Duernos, Pienzu y Mirueñu. Tejeda del Sueve

Salida: Casa Julia (concejo de Caravia)
Distancia: 16 km
Duración: 8:00 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1370 m
Altura Inicial: 200 m
Altura máxima: 1161 m
Fecha de realización: 26/I/2019
Dificultad: media-alta
Track de la ruta

Nota: La bajada por la Texeda del Sueve tiene mucho barro y la senda se pierda en la zona alta y en la más baja, además del barro, está bastante sucia por la maleza.

Itinerario: Piepotru (Casa Julia) – Piedrallana – Los Tucones – La Viesca Babú – Pico Babú – Pico el Sellón – Pico les Duernes – Pico Pienzu – Cerro les Corripies – Pico Mirueñu – Pto del Sueve – Fuente la Texuca – Foyu les Ortigues – Cuetu la Texona – El Colláu – Cantera el Toniellu – El Copín – Carretera AS-260 – Piepotru (Casa Julia).


En el punto kilométrico 14 de la AS-260 que une Colunga con Arriondas se encuentra Piepotru más conocido como Casa Julia por el establecimiento hostelero que allí hubo y hoy reconvertido en vivienda. Allí dejamos el vehículo.
El camino ancho se dirige por el valle de la Riega de la Toya o el Cubil hacia el bosque de la Biescona. Enseguida pasa junto a los prados y edificios ganaderos de Piedrallana y poco después (apenas llevamos un kilómetro) lo abandonamos para seguir una senda a la derecha que gira casi 180º cruzando la riega. Bien marcada y terrosa (la encontramos embarrada y resbaladiza en algunos puntos), la senda sube rápidamente mediante varios quiebros hasta salir del eucaliptal.
Desde el camino a La Biescona vemos la ladera por la que subiremos. Arriba se ven las peñas de la antecima del Babú.
Cuando nos adentramos en Los Tucones, donde el terreno, despejado de la arboleda, es más pedregoso y se camina mejor, echamos la vista atrás hacia la rasa costera con las playas de La Isla y La Griega, abarcando incluso hasta Lastres.
Desde la zona de Los Tucones vemos la costa en el entorno de La Isla.
Siguen los zigzags ganando altura hasta alcanzar el bosquete (con predominio de acebos) de la Viesca Babú. Hemos subido más de 500 metros, pero no se han hecho demasiado duros porque la senda, bien trazada, nos ha ido dando algún respiro. Después del bosquete cruzamos una pequeña campera y nos dirigimos a las peñas que delimitan la Sierra del Sueve por el sur.
La senda se encamina hacia el bosquete que se ve arriba
Remontamos la zona de hierba y subimos a la arista rocosa que recorremos en ascenso hasta coronar el Pico Babú o los Foyos señalizado con un pequeño montón piedras.
Llegando a la arista del Babú echamos la vista atrás sobre la costa. Más cerca vemos el bosquete que en la foto anterior vimos desde abajo y la campera que atravesamos.

Arista del Pico Babú, la cima aún no se ve.
Bajamos al otro lado hasta la pequeña campera que precede al pico el Sellón cuya arista norte, por la que vamos a subir, parece más caótica. Apenas ofrece dificultad. En la cima hay un antiguo y robusto buzón de montaña.
Desde la cima del Babú vemos los picos parte de lo que nos queda hasta el Pienzu. El primer pico es El Sellón, en medio el Duernes y al fondo el Pienzu.

Desde el collado de La Gobieta echamos la vista atrás sobre el Babú.

Arista del Sellón por la que subimos directamente (sin complicación)

En la cima del Pico Sellón. Vemos el Duernes con sus antenas y el Pienzu, con su gran cruz.
El risco donde se colocado el buzón es más montañero, pero el punto más alto se encuentra unos metros más adelante y es más alomado. Descendemos a otra campera y emprendemos otra subida por terreno mixto de piedra y hierba hasta alcanzar el Pico de Duernes con unas antenas en su ladera sur.
Buzón de montaña en el pico Sellón, aunque el punto más alto es el alomado montículo que vemos detrás.

Vista atrás de la cima de El Sellón

Desde la campera que precede al Pico Duernes. Subimos casi de frente.

Bajamos por la hierba, pasando al lado de las antenas y emprendemos otra dura subida por la campera de la ladera oriental (hay que vencer más de 150 metros sin camino ni senda) hasta alcanzar el Pico Pienzu con su gran cruz y sus vistas: desde la costa cantábrica y las sierra costeras hasta los nevados Picos de Europa. Paramos unos minutos en la cima.
Vista hacia atrás de las antenas del Pico Duernes. Entre el lapiaz calizo hay amplias franjas de hierba por las que bajar.

Aún nos queda bajar para después subir al Pienzu por las franjas de hierba que vemos hacia su izda.

Grabado en la estructura de la gran cruz metálica que corona el Pienzu

Vista hacia atrás de los picos subidos: Babú, Sellón y Duernes.

Desde que nos situamos sobre la arista del Babú la vista se amplió considerablemente: a la Rasa y Sierras costeras que teníamos a nuestra espalda se añade el horizonte sur que nos lleva por todo el valle del Sella hasta los Picos de Europa. Dejo algunas fotos panorámicas.
Mar de nubes en el valle del Sella y con los Picos de Europa al fondo y a contraluz.

Macizo Central desde el Pienzu (foto tomada con teleobjetivo usando un filtro)

Playa de La Isla desde el Pienzu. Se empleó un filtro para darle un aspecto antiguo a la foto.
Nuevo descenso por la ladera occidental siguiendo algunas franjas herbosas hacia nuestro siguiente objetivo, el pico Mirueñu. Antes debemos superar una zona algo caótica de caliza en el Cerro les Corripies. La piramidal silueta del Mirueñu se yergue imponente y emprendemos su conquista por la arista nororiental que no ofrece ninguna dificultad salvo ir sorteando algunos bloques calizos hasta dar con una estrecha canal que nos deja en la cima. Allí paramos a reponer fuerzas.
Pico Mirueñu desde el Pienzu. A la dcha quedaría el montículo calizo del Cerro les Corripies que hay que cruzar.

Vista del Pienzu desde el Mirueñu
Bajamos por una sendilla, se nos pasó en la subida, situada unos metros por debajo de la arista en la ladera norte (tampoco es que hubiera mucha diferencia). Una vez abajo y como queremos descender por la Tejeda del Sueve, bordemos el Cerro les Corripies siguiendo las franjas herbosas de la su ladera occidental (dirección norte) para superar después la arista rocosa.
Después de bajar el Mirueñu y rodear Les Corripies nos adentramos en este bosquete que vemos y que rellena una riega que atravesamos para coger una larga franja de hierba. Al fondo el Pienzu.
Avanzamos hacia el este bordeando un par de “jous” y caemos en la riega en la que vierten los Puertos del Sueve hacia el norte. Bajamos unos metros por ella y enseguida nos escoramos a la derecha por donde baja una larga e inclinada franja de hierba. Un frondoso bosque de acebos, viejos tejos y espineras nos flanquean, sobre todo por la izquierda, destacando el colorido (verde oscuro) y porte de los tejos. Pasamos junto al pilón y fuente de La Texuca y terminamos, después de un vertiginoso descenso de más de 300 metros, en el Foyu les Ortigues, hondonada de hierba situada en la base del Pico Cordobana.
Bajando por la franja de hierba vemos el bosque (os árboles de follaje más oscura son tejos)

Por el Foyu les Ortigues
Sin bajar a la pequeña pradera, que rodeamos por la derecha, nos orientamos al noreste entre innumerables acebos y tejos, y en paralelo a la riega por donde desagua el valle. En otra ocasión bajamos por la misma riega, pero ahora lo hacemos por un sendero con algunos hitos que trascurre por la margen derecha. Mucha broza y mucho barro tiene la senda en los 3 kilómetros siguientes que se hacen eternos. Con la ayuda de los hitos y el uso ocasional del GPS vamos pasando por el Cuetu la Texona para alcanzar El Colláu que nos abre la vista, al norte, de la Rasa Costera.
Uno de los muchos tejos que encontramos

Otro gran tejo en el Cuetu la Texona

Desde el Colláu miramos hacia atrás. La senda viene casi por el fondo del valle. El pico del fondo, casi tapado, es el Pienzu.

Desde el Colláu volvemos  a ver La Isla
La senda mantiene la dirección entre cotoyas y zarzas y va virando al este hasta salir a una más ancha que viene de la Cantera el Toniellu. Nos acercamos a ver la cantera de la que se extraía calcita y a la que se llega después de cruzar un túnel.
Interior de la Cantera de Toniellu a la que se accede por el túnel que vemos.
Retomamos el camino de bajada que deja a la izquierda, en una curva, la cabaña en ruinas de El Copín y se transforma en pista. Entre fincas ganaderas, la pista nos deja en la carretera AS-260 al lado del puente que atraviesa el Arroyo de la Cueva del Beyu. No queda más que caminar por ella 1,5 km en ligera subida para regresar al punto de partida.

Lorenzo Sánchez Velázquez