sábado, 26 de mayo de 2018

Cueto del Oso y Peña Mayor. Circular desde Palacios de Sil

Salida y llegada: Palacios de Sil (Comarca del Bierzo)
Distancia: 19,5 km
Duración: 5:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1130 m
Altura Inicial: 860 m
Altura máxima: 1902 m
Fecha de realización: 23/V/2018
Dificultad: media
Track de la ruta

Itinerario: Palacios de Sil (Comarca del Bierzo) – Valle Pedroso – Puente Chosorios (Arroyo de Pedroso) – Braña Pedroso – Braña de Fontechada – Collado (Pico el Río) – Peña Mayor (Pico Chagüeños) – Collado (Pico el Río) – Cueto del Oso – Campo Rocín – La Regaliza – Braña de Fanales (ruinas) – Braña Chouriñas – Las Llamas – La Cerviencia (Río Palacios) – Palacios de Sil.


Palacios de Sil es un municipio y localidad situado en el norte de la comarca del Bierzo a ambos lados del río Sil. En esta zona, desde la divisoria provincial cantábrica, bajan hacia el sur cuatro valles que desaguan en el río y sirven de asiento a magníficos robledales. El de Valdeprado es el más occidental y el más largo (por el anduvimos hace un par de años cuando subimos al Alcornón de Busmori y el Pico Miro; esta ruta ya la describimos en otra entrada de este blog), el de Tejedo es el oriental y los dos centrales (Valle de Pedroso y Valle el Teixo) los recorreremos en esta jornada.
Calle de Palacios de Sil que enlaza con la pista que va a Fontechada

Llegamos a Palacios de Sil en el autobús de GM Ensidesa de Gijón para subir al Cueto del Oso y Peña Mayor que son las cumbres cimeras que separan ambos valles. Día caluroso de primavera con algunos cumulonimbos en el cielo que anuncian tormentas para la tarde. Por eso, sin demora, iniciamos la ruta y, a buen paso, avanzamos por la pista que recorre el Valle de Pedroso.
Palacios de Sil
Un denso robledal rellena la ladera de la sierra que baja desde el Cerro Bustantán a la izquierda de la ruta: robles de todas las edades y portes, algunos ejemplares de castaños, arces, avellanos, abedules y acebos. A la salida del pueblo y para embocar el valle, la pista se dirige en suave ascenso hacia el oeste en paralelo al valle del Sil y a la carretera. Cuando se interna en el bosque vira hacia el norte quedando el Arroyo Pedroso a la izquierda; el reciente deshielo le aporta abundante caudal, delicia para los oídos.
Camino ancho que va hacia el valle de Pedroso y la Braña de Fontechada
La pista se sumerge en un extenso robledal con algunos ejemplares de arces, abedules, castaños, avellanos y acebos.
Un corto descenso nos lleva a cruzar el arroyo por el Puente de Chosorios (3 kilómetros desde el inicio de la ruta), continuando después la suave ascensión en un cómodo paseo en medio del bosque. Más adelante (5,5 km) encontramos el desvío a la derecha que lleva a la cercana Braña Pedroso que no visitamos aunque desde el camino se ven sus magníficas y arregladas cabañas. Un poco más adelante, en un gran roble, han preparado un original y poco ecológico asiento con piedras y cemento.
Cruza el Arroyo Pedroso por el Puente Chosorios

Más que cabañas, en la Braña Pedroso hay casas.

Original y poco ecológico asiento en el camino a la Braña Fontechada.
El camino, con mayor pendiente, discurre ahora próximo al arroyo y, cerca de la Braña de Fontechada, lo cruzamos por un rudimentario y eficaz puente. Estamos en la campera que precede a la braña donde un grupo de magníficos caballos y potros pastan ajenos a nuestra presencia. La Braña Fontechada tiene buenas cabañas bien arregladas, otras en ruinas, pero todas en piedra, con cubierta de pizarra y fachadas en escalera al modo tradicional de la zona. De una de las ellas, con placas solares, moderna puerta y cristales en las ventanas, salen dos señoras que, sin preguntarles, nos informan sobre la senda que sube a la montaña. Les damos las gracias por la información, nos despedimos y continuamos subiendo entre las cabañas hasta rodear las últimas virando a la derecha.
Algunos canchales de cuarcita cortan el extenso robledal

El Arroyo Pedroso baja crecido por el reciente deshielo.

Caballos pastando en la campera que precede a la Braña Fontechada.

Algunas cabañas en ruinas en la Braña Fontechada. He puesto esta foto para apreciar la construcción escalonada de las fachadas.
Accedemos a una marcada senda que sube y se retuerce por la empinada panda de la ladera occidental del Cueto del Oso (Valle Chamaurén). Entre altos brezos, escobas y jóvenes robles que poco a poco van recobrando lo que les perteneció, subimos duramente la cuesta. La senda cruza y descruza la riega que baja abundante y, más arriba, coincide con ella hasta dar con una empinada panda de hierba chorreante. Superado el húmedo herbazal, la senda, algo menos inclinada, vira a la izquierda saliendo del bosquete al brezal que cubre las zonas altas de la sierra. Así pues, después de superar unos 400 metros desde Fontechada, nos encontramos en lo alto del cordal del Cueto del Oso que tenemos a la derecha con algunas manchas de nieve. Los mapas llaman Pico el Río a este extenso collado situado entre Peña Mayor y el Cueto del Oso.
Alcanzamos el collado que (los mapas llaman Pico el Río. A la vista vemos, al norte, Peña Mayor o Pico Chagüeños.
Desde ese mismo collado vemos al sur el Cueto del Oso, cumbre cimera de la jornada.
Las nubes han ido madurando y hacia el norte (hacia el Cueto Arbás) y el oeste se ven muy oscuras; oímos algún trueno, no es momento para muchas contemplaciones y eso que el paisaje lo merece. Nos encaminamos en llano por la cumbrera de la sierra hacia el norte donde se encuentra el cercano montículo de Peña Mayor o Pico Chagüeños en la misma divisoria provincial.
Valle Pedroso por donde hemos subido. Foto socada también desde el collado.
 Las vistas abarcan buena parte de la Cordillera Cantábrica del occidente asturiano-leonés: hacia el oeste, a lo lejos, el pico Miravalles, después, entre otros, vemos el Turrunteira, Teso Mular, Moredina, Alto del Bigardón y Alcornón de Busmori, Pico Miro y Bustatán (este último cierra por el oeste el valle del Pedroso por donde hemos subido). Hacia el este y noreste, el Cueto Arbás, Cogollo Cebolleo, Cornón y Muxivén entre otros. Al norte están las Sierras de Degaña y Campetona y los picos Caniellas, Fraile y Cueto Rogueiro. En la ladera norte de Peña Mayor vemos la cercana laguna de Chagüeños y el amplio y alargado valle del río Ibias que se extiende hacia el oeste por Degaña; algunos edificios de la aldea de Cerredo también están a la vista. Cerca, en la ladera sur de la Sierra de Degaña, impresiona la enorme excavación de la mina de carbón a cielo abierto de Cerredo.
Desde Peña Mayor vemos el Cerro Bustantán al otro lado del Valle Pedroso. Por detrás está el Valle de Valdeprado. A la derecha vemos el Alcornón de Busmori y el Alto del Bigardón. A la izquierda del Bustantán asoma el Pico Miro.

Esta foto es continuación de la anterior. El valle del Pedroso queda limitado al norte por la arista que vemos (Alto de la Furaquina y Pico Tachetas). En la misma línea de visión, al fondo y nevados, vemos alineados la Moredina, Teso Mular y Turrunteiro. A la izquierda el Alto del Bigardón y el Alcornón de Busmori.

Esta foto es continuación de la anterior. Alto de la Furaquina y Pico Tachetas a la izquierda, el valle de Ibias avanza hacia poniente limitado al norte por la Sierra de Degaña (a la derecha de la foto). El color de las nubes anunciaba tormenta.
Abajo a la derecha localidad de Cerredo y el valle del Ibias. Por detrás vemos la Sierra de Degaña (Cuerno de Changueiro en el centro de la foto) y aún más atrás la modesta Peña el Xiplo y el Pico Caniellas.

Gran mina a cielo abierto de Cerredo. Por detrás vemos el Cueto Regueiro y el Pico del Fraile.

Laguna de Chagüeños desde Peña Mayor

Vista hacia noreste desde Peña Mayor. Carretera que sube al Puerto de Cerredo. A la izquierda y arriba está el Cueto Arbás. Los montes con nieve que se ven en el medio corresponden a Peña Treisa, Cogollo y Cogollo Cebolleo, mientras que a la derecha vemos la inconfundible silueta del Cornón.

No paramos mucho tiempo y, después de las fotos y del repaso topográfico, desandamos el camino hasta el amplio collado. Después, entre el brezo, seguimos la senda que en ligero ascenso faldea la ladera occidental del cercano Cueto del Oso. Superado el pico, alcanzamos unas pequeñas praderas por donde una senda retrocede brevemente hasta la cima. Encontramos un vértice geodésico y unas vistas similares a las descritas más arriba si exceptuamos el valle de Degaña que no se ve. Apenas paramos; la amenaza de tormenta se concreta en los cercanos truenos que oímos al norte.
Senda que conduce al Cueto del Oso donde se ve cercano el vértice geodésico.
Desde el Cueto del Oso vemos hacia la izquierda el Cueto Arbás, mientras que la zona del Cogollo Cebolleo está difuminado por las nubes de la tormenta. En medio vemos la arista que viene del Peña Mayor (Chagüeños) y que cierra por el norte el Vache el Teixo.

Vista hacia el norte desde el Cueto del Oso. Vemos a Peña Mayor cerca y con neveros. Al fondo está el Cuerno Changeiro (Sierra de Degaña), Caniellas, Morteiro, Cueto Rogueiro y el Pico el Fraile.


Cumbre del Cueto del Oso. Seguiremos por la arista que se ve por encima de los neveros hacia el sur.

La senda recorre ahora un kilómetro hacia el sur por la alomada y llana cumbre de la montaña; después comienza el descenso. Primero mantiene la dirección un corto trecho, luego, al llegar a un collado, vira al este para descender rápidamente al cercano valle de La Regaliza cabecera del nacimiento del río Palacios y del alargado Vache el Teixo. Después sigue hacia el sur por el fondo del valle en cómodo descenso dejando pronto, a la derecha, las ruinas de la Braña de Fanales.
Cabañas en completa ruina en la Braña de Fanales.
A partir de aquí la senda se ensancha y, como camino carretero, avanza hasta las casas recientemente arregladas (más que cabañas) de la Braña Chourinas donde se transforma en pista rodada. Las escobas y brezos van dando paso a los abedules, robles y árboles de ribera a medida que nos acercamos al río Palacios. Más abajo, a la altura de las aisladas cabañas de Las Llamas, la pista para vehículos sigue casi llana dando después un amplio rodeo para llegar a Palacios de Sil. Pero, de frente, el antiguo camino (pista y camino forman un ángulo muy agudo en el entronque) baja recto, más empinado, pedregoso y cercano al río. Poco antes de cruzarlo en La Cerviencia encontramos un canal (casi acueducto de unos 3 metros en el punto más alto) que seguramente dio servicio a algún molino que no se conserva.
En la Braña Chourinas hay algunas casas modernas.

Camino antiguo y pedregoso que baja directo a Palacios de Sil. La construcción que vemos es un canal seguramente para algún molino.

Río Palacios desde el puente que lo cruza cerca de Palacios de Sil.
El camino cruza el río por un puente y pronto nos lleva hasta las casas del barrio de Oteiro en Palacios de Sil. Una fuente con pilón nos permite refrescarnos y limpiar las botas. Bajamos entre las casas hasta la carretera general donde encontramos otra fuente de abundante agua buena y fresca. La ruta ha terminado y la tormenta prevista descarga suave cuando ya estamos comiendo el bocadillo en el bar de la carretera donde nos regalan unos bonitos llaveros.
Lorenzo Sánchez Velázquez

viernes, 11 de mayo de 2018

Pasá Picayo, Cueto Cerralosa, Tresviso y Urdón

Perfil de la ruta
Salida: San Esteban de Cuñaba (Peñamellera Baja)
Llegada: Urdón (Cantabria)
Distancia: 18 km
Duración: 9:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1460 m
Bajadas acumuladas: 1660 m
Altura Inicial: 280 m
Altura Final: 80 m
Altura máxima: 1565 m
Fecha de realización: 5/V/2018
Dificultad: media-alta
Track de la ruta

Itinerario: San Esteban de Cuñaba – Mirador Cueto Bea – Riega Robicores – Colláu Mediu – Canal de las Tejucas – Canal del Infiernu (Restregapiernas) – Arguma – Collado de los Cabreros – Pasá Picayo – Cueva del Tombu Su la Vara – Canal de Requejo – Collado Cantu Morón – Canal de Cosa Ñores – Cantu las Torcas –  Camino hacia la Horcadura del Cantu – Riega de Becigus – Cueto Cerralosa – Riega de Becigus – Tresviso – Cotero Cruz – Invernales de Prías – Balcón de Pilatos – La Posa de Ciavedo – La Bargona – Canal de Cerrosa – Río Urdón – Entrelospuentes – Las Ahileras (Central Hidroeléctrica de Urdón) – Urdón.


Ruta dura por los desniveles acumulados y poco apta para las personas con vértigo en la primera parte. La subida por las canales y collados previos a la Pasá de Picayo, las vistas desde el Cueto Cerralosa hacia los Picos de Europa y la bajada de Tresviso a Urdón son secillamente espectaculares. El día resultó espléndido: sol y viento fresco para suavizar las duras subidas. Sin embargo, las vistas desde el Cueto Cerralosa no fueron nítidas por estar las montañas difuminadas por la bruma.
Sierra Cocón desde el Mirador de Cueto Bea. La Pasá de Picayo queda a la izquierda, fuera de la foto.
Dejamos un coche en el pequeño aparcamiento de Urdón cerca de la Central Hidroeléctrica en el Desfiladero de La Hermida. Con el otro nos acercamos a San Esteban de Cuñaba y lo dejamos al lado de una fuente en la pequeña plaza de la entrada. La ruta PR-PNPE-29 conocida como "La Pasá del Picayo" fue un camino antiguo utilizados por pastores de San Esteban de Cuñaba y Tresviso. Según dicen también se llamó “Camino de los novios” pues era el que seguían los mozos de una u otra aldea para ir a cortejar. La senda estuvo abandonada durante mucho tiempo y hace unos años los servicios del Parque Nacional de los Picos de Europa la acondicionaron y señalizaron añadiéndole elementos de seguridad como los cables de acero en los tramos más expuestos o barandillas de madera en algunos puntos peligrosos. Aún así hay que extremar las precauciones en todo el recorrido.
San Esteban de Cuñaba con la Sierra Cocón por detrás
El camino hormigonado sale de San Esteban hacia el este y, en llano, nos lleva hasta el cercano Mirador de Cueto Bea desde donde atinamos a ver la Sierra Nedrina (Peña Vigueras) y el valle de Ciercos por donde estuvimos hace unas semanas. También vemos el Pico Cerréu al que subimos hace un par de años y, al sur, el impresionante murallón de la Sierra Cocón salpicado de agujas y crestas calizas separadas por verticales y verdes canales de hierba con pequeños bosques en la parte inferior.
Desde el Mirador de Cueto Bea tenemos esta vista de San Esteban y de la Canal de Ciercos con Peña Vigueras al final de la Sierra Nedrina (a la derecha).
El camino ancho y de tierra se sumerge, aún llano, en el bosque mixto de Robicores con hayas, abedules, avellanos, acebos, espinos y robles. Pronto finaliza en una pequeña área recreativa al lado del Reguero Robicores. Lo cruzamos. Aquí hay que estar atentos a las marcas para coger la senda correcta.
Pequeña área recreativa al lado del Reguero Robicores. Hasta aquí el camino ha sido ancho y llano; comienza la dura ascensión.
Comienza la dura ascensión por una senda bien marcada y señalizada. Encontramos hermosas y robustas hayas; otras tuvieron peor suerte y cayeron. Pronto alcanzamos el Colláu Mediu, un hombro despejado y rodeado de hayas y abedules.
Hermosas hayas en el bosque Robicores.

Colláu Mediu
Vista desde el Colláu Mediu
El camino sigue la subida pasando por varias colladas, saltando por encima del tronco de un gran haya caída en el que se han “labrado” unos pasos rudimentarios para alcanzar más arriba un estrecho y empinado embudo que se supera con facilidad mediante la ayuda de un primer tramo de cable. Se abre a la empinadísima canal de hierba de las Tejucas donde la senda pegada a la vertical pared de la derecha se retuerce en la dura ascensión.
Entrada en la Canal de las Tejucas asegurada con cable de acero.
Arranque del Canal de las Tejucas después cruzar el embudo inicial (Foto de Nicolás Zapico).
Del embudo se sale al Canal de las Tejucas pegados a la peña. (Foto de Miguel Mayoral)
Finaliza en otro estrecho canalizo asegurado con cables y rematado por una barandilla transversal que corta el paso hacia la vertical caída frontal en la contigua Canal de los Obreros. Se sale por una estrecha repisa de hierba a la derecha para continuar otra dura subida hasta un collado que da vista a la Canal del Infierno.
Saliendo del Canal de las Tejucas. Al otro lado de la barandilla está el Canal de los Obreros al que no accedemos.

Barandilla de seguridad en la salida del Canal de las Tejucas que baja hacia la izquierda de la foto. A la derecha cae vertical la Canal de los Obreros.
Canal del Infierno. Antes de acceder a ella hay que descender unos metros para rodear la peña de la derecha. Unos cables de acero aseguran el paso.
Antes de coger esta canal hay que descender y rodear otra peña. Por la larga y amplia Canal del Infierno (o Restregapiernas) la senda serpentea hasta alcanzar un collado (Arguma) flanqueado por dos gendarmes. Al otro lado, la subida por una ancha repisa de hierba tiene menos inclinación y nos lleva al Collado de los Cabreros con extraordinarias vistas del desfiladero de La Hermida, el Pico Ave y la Canal de Reñinuevo.
Antes de entrar en la Canal del Infierno hay que bajar unos metros y rodear esta peña.
Vista atrás del Canal del Infierno. Después de superar el de Las Tejucas se accede al hombro que vemos a la izquierda, desde donde la senda baja unos metros para rodear la peña de la izquierda y serpentear por la herbosa canal.
Estamos en la zona de Arguma. Vista atrás hacia el collado de Arguma en el que termina la Canal del Infierno. Al fondo vemos el tramo oriental de la Sierra Nedrina.
Desfiladero de La Hermida desde el Collado de los Cabreros (Foto de Miguel Mayoral)
En el siguiente tramo hay que rodear en ascenso una inclinada canal sin protección (quizás aquí haría más falta que en otros puntos) por un terreno mixto de roca y hierba con la vista puesta en un la Jorcá de Picayo que cierra la vista de la sierra.
Tramo entre el Collado los Cabreros y la Jorcá Picayo (Foto de Nicolas Zapico).

Otro aspecto de esta zona donde no hay medidas de seguridad y la pendiente es muy grande. Arriba se ve la Jorcá Picayo

Desde la Jorcá Picayo echamos la vista atrás. Vemos el inclinado embudo que bordeamos en ascenso desde el Collado de los Cabreros que se encuentra en la arista.
De la horcada se sale rodeando una peña a la derecha dando así acceso a la corta canal de la Pasá de Picayo. El primer tramo de la senda está protegido por barandillas de madera escalonadas y lleva a una estrecha y empinada canaluca asegurada con cables. Se sale a la izquierda por un largo tramo con cables que evitan la sensación de verticalidad; en esta ruta no se puede uno descuidar.
La Jorcá Picayo da a la vertical canal de la izquierda. La senda rodea la peña de la derecha y nos sitúa en la propia Pasá de Picayo (foto de abajo)

Empinada ladera de la corta canal de la Pasá de Picayo que está protegida por estas barandillas de madera.
Canal de la Pasá de Picayo

De la canal de sale por este airoso paso bien protegido por los cables.
Sigue la subida hasta un hombro para descender al otro hasta la cueva Tombu Su la Vara en la Canal de Requejo.
Después hay que bajar unos metros pegados a la peña, también con protección, hasta la cueva Tombu su la Vara; a la izquierda baja casi vertical el Canal de Requejo. La senda, asegurada también con cables de acero, rodea otra peña para continuar después otro corto descenso por un pequeño pedrero y bordeando la canal. Se sale subiendo por un lateral de hierba para alcanzar el collado Cantu Morón con impresionantes vistas sobre el Desfiladero de la Hermida en caída casi vertical. También damos vista al suroeste hacia el Macizo Oriental de Picos de Europa (Samelar, Alto de las Verdianas, etc).
Bajando de la Pasá de Picayo al Canal de Requejo. Al otro lado de la canal vemos el Cantu Morón. (Foto de Miguel Mayoral)
Bajando al Canal de Requejo y a la cueva.
Desde el Cantu Morón miramos atrás para ver la bajada a la cueva y el último tramo de rodeo de la Canal de Requejo.
Desde el Cantu Morón tenemos estas vistas de la Peña Llaneces y el Pico Ave. Entre ambos el desfiladero de La Hermida.
Al suroeste asoma el Macizo Oriental: Alto de las Verdianas y Samelar. Abajo se intuye la profunda garganta del urdón.
Toca ahora rodear en llano el canal de Cosa Ñores para llegar a un collado desde donde se ve la bajada a Urdón en la zona de La Posa de Ciavedo. El terreno a partir de aquí es casi llano y más amable; sin embargo, aún encontraremos tramos protegidos con cable de acero, algunos innecesarios. Desde el collado Cantu las Torcas, donde hay un pequeño merendero, tenemos magníficas vistas de Tresvisos, el Macizo Oriental y una parte del Central en el entorno de Peña Castil (el Urriello emerge por detrás). Es el punto más alto del recorrido si sólo llegamos a Tresviso.
Toca subir unos metros hasta el Cantu las Torcas. A la izquierda asoma Tresviso y un frangmento del Macizo Central (Peña Castil y Urriello).
Tras un tramo llano por una franja de hierba en medio de las rocas, la senda baja a Tresviso. Como queríamos aprovechar la ruta para subir al Cueto Cerralosa (cumbre máxima de la Sierra Cocón), en el punto donde la marcada senda comienza a bajar, cogemos otra de ganado que faldea en ascenso la empinada ladera de la sierra tapizada de broza de bajo porte. Entroncamos con un camino armado que sube hacia el noreste. Como tiene buena traza y sigue subiendo, lo seguimos aunque se va alejando de nuestro objetivo. Cuando poco más adelante finaliza, viramos hacia el oeste, en ascenso y campo a través, por la ladera cubierta de maleza que no estorba demasiado. Llegamos a la Riega de Becigus a la altura de una gran nave ganadera en desuso. Este recorrido no tiene dificultad pero habría resultado más simple bajar hasta la pista de hormigón y subir por donde hicimos la bajada; es lo que recomiendo.
Tresviso y, nevados, los Picos de Europa

Cabaña ganadera en la Riega de Becigus. Por ella subimos virando más arriba a la izquierda. Al fondo, Cueto Cerralosa.
Seguimos la progresión (desde Tresviso hasta la cima del Cueto Cerralosa hay que salvar más de 650 metros de desnivel; nosotros un poco menos porque no bajamos a la aldea) por la riega que no lleva agua. En zona de superior, las canales de hierba que bajan están rellenas de gruesos neveros de nieve blanda por lo que continuamos por el roquedo limpio buscando los mejores pasos.
Para rodear el nevero de arriba subimos por la arista de la derecha.
Pequeña trepada para rodear el incómodo nevero (foto de Miguel Mayoral)
Antecima del Cueto Cerralosa. En las canales aún quedan gruesos neveros (foto de Miguel Mayoral)
Alcanzamos la cumbrera de la sierra que abre las vistas hacia el norte (Sierra Nedrina y Sierra del Cuera) muy cerca de la cumbre que alcanzamos pronto. Un viejo buzón de montaña doblado y preciosas vistas de los tres macizos de los Picos de Europa que el resol y la bruma no permiten fotografiar con nitidez.
Buzón de montaña en el Cueto Cerralosa
Macizo Central desde el Cueto Cerralosa: Peña Vieja oculta por la nubes a la izda, Tiros Navarro, Cuchayón de Villasobrada, Peña Castil, Pico Urriello y Neverón del Urriello.

Sierra Nedrina desde el Cueto Cerralosa; Peña Vigueras se ve a la izda.
Paramos a comer disfrutando del hermoso paisaje y, cuando terminamos, bajamos de la peña buscando otra arista rocosa que nos evite los neveros y variar un poco. Una vez en la Riega de Becigus bajamos por ella hasta la nave ganadera y más abajo hasta un cortado que la senda armada lo rodea por la izquierda (de la nave sale una pista que baja dando un amplio rodeo y el camino que seguimos nosotros está bien y lo evita). Llegamos a la pista de hormigón que pronto  nos deposita en Tresviso. La jornada ha sido dura y aprovechamos el paso por la aldea para refrescarnos en el bar-restaurante.
Bajando por la Riega de Becigus, la abandonamos por debajo de la nave ganadera rodear un cotado siguiendo este camino antiguo. Abajo vemos cerca Tresviso.

Cabra equilibrista cerca de Tresviso
Vista hacia atrás desde la pista de hormigón: Riega de Becigus y Cueto Cerralosa a la izda.
Mercido descanso en Tresviso (Foto de Miguel Mayoral)
En el último tramo de la ruta seguimos el conocido y antiguo camino minero que une Tresviso con Urdón y por donde se bajaba parte del mineral de cinc (blenda o esferalita) para que unas barcazas lo llevaran por el río Deva a Unquera. La historia de este camino, y de las disputas entre los propietarios de las minas por su uso, están recogidas en parte en un panel informativo. Si se quiere saber más sobre el asunto y, en general, de la minería en los Picos de Europa se debe consultar el libro La minería en los Picos de Europa de Manuel Gutiérrez Claverol y Carlos Luque Cabal geólogos y profesores de la Universidad de Oviedo y relacionados además con empresas mineras.
Iglesia de Tresviso.
Siguiendo las marcas del PR-PNPE 30 Urdón-Tresviso, salimos de Tresviso por un camino ancho y llano que pronto deja a la izquierda las cabañas de los Invernales de Prías y llega al Cotero la Cruz, impresionante mirador hacia el profundo barranco del río Urdón. Comienzan Los Tornos que es como los lugareños llaman al sinfín de revueltas en las que el camino se retuerce, armado, para descender por estos cortados. La primera revuelta a la izquierda que está protegida por un murete de piedra es el Balcón de Pilatos y ofrece las mejores vistas sobre el profundo Cañón del Urdón y del serpenteante camino que baja la vertical ladera. Lo más abajo que alcanzamos a ver es el siguiente punto de referencia llamado la Posa de Ciavedo donde hay una torreta de la luz. El nombre le viene porque en la subida era el lugar intermedio donde descansar o reposar. Al otro lado del río destaca el esbelto Pico Ave y el Canal de Reñinuevo que de forma inverosímil dibuja en la ladera norte de la Sierra de Bejes una brecha por la que baja el agua a la Central Hidroeléctrica de Urdón.
Bajando por Los Tornos. Abajo vemos la Posa de Ciavedo, impresionate mirador hacia la Canal de Cerrosa.
Desde la Posa de Ciavedo vemos el Canal de Cerrosa por donde serpentea el camino.
La Posa de Ciavedo es también otro extraordinario mirador hacia la impresionante Canal de Cerrosa por donde bajaremos haciendo innumerables eses después de un tramo recto que baja armado y pegado a la vertical pared. Pronto nos llega el rumor del río Urdón oculto tras un frondoso bosque de ribera. Las últimas revueltas nos depositan cerca del cauce en el Vado de Cerrosa y en la margen izquierda.
Bajando por la Canal de Cerrosa
Últimos tramos del Canal de Cerrosa. Abajo se ve cerca el río Urdón.

Puente sobre el río Urdón que nos traslada a la margen derecha, a la zona conocida como Entrepuentes.

Central Hidroeléctrica de Urdón.
El río baja abundante por el reciente deshielo y el camino de tierra avanza casi llano. Cruza el río por un puente de piedra situándonos en la zona llamada Entrepuentes y la descruza medio kilómetro más adelante al llegar a la Central Hidroeléctrica de Urdón construida sobre el cauce. Este tramo final con el camino y el río encajonados se llama Canal de las Ahileras y nos deposita en la carretera N-621 en el límite entre Asturias y Cantabria y pleno desfiladero de La Hermida.

Lorenzo Sánchez Velázquez