lunes, 26 de abril de 2021

Carriá y Silla de Cabestredo. Circular desde San Ignacio

Salida y llegada: San Ignacio (Concejo de Ponga)
Distancia: 11,0 km
Duración: 6:30 h (sin paradas)
Subidas acumuladas: 1290 m
Altura Inicial: 370 m
Altura máxima: 1431 m
Fecha de realización: 24/IV/2021
Dificultad: media-alta
Track de la ruta



Itinerario: San Ignacio – Canisqueso – Praos del Cocíu – Valle Mura – Colláu los Cabrios – Pico Roble – Collado Roble – Pico Carriá – Canalón de Quiniello – Collado Trecho – Silla de Cabestredo – Collado Trecho – Valle de Valdesoto – Fuente el Gueyu – Aldea de Valdesotu – L’Arenal – Bores – San Ignacio.


Hace casi 5 años, en otra entrada de este Blog, describí la subida invernal al Pico Carriá desde Argolibio. No había vuelto a ollar su cima y para compensar la tardanza en el regreso a este formidable balcón pongueto, decidimos hacerlo por su ladera sur: subimos por el Valle Mura y bajamos por el de Valdesoto. Aunque el desnivel acumulado no es excesivo, la verticalidad de ambos valles y, sobre todo, la ausencia de señalización y el deterioro por la maleza de los antiguos caminos y sendas en estos valles, hacen la empresa más dificultosa de lo que debería.

Iglesia de San Ignacio

Dejamos los vehículos junto a la iglesia de San Ignacio donde hay espacio suficiente para aparcar varios coches. Al lado, en una vivienda, se encuentra uno de los pocos hórreos beyuscos (antiguos, pequeños y con tejados a dos aguas) restaurados. Emprendemos nuestra ruta subiendo por la pista hormigonada que lleva al cementerio (en la parte más alta de la aldea), pero antes de llegar cogemos una pista de tierra que sale a la derecha (N) por debajo del camposanto.

Hórreo beyusco en San Ignacio

Hórreo beyusco y vivienda en San Ignacio. Arriba vemos el Collao los Cabrios.

El camino llanea (será uno de los pocos tramos llanos en toda la jornada) hacia la aldea abandonada de Canisqueso. Aún llega a las casas y cuadras el tendido eléctrico pero no parece estar habitado y algunos edificios presentan derrumbes parciales. El camino se empina entre las viviendas y, transformado en senda, se eleva mediante algunas revueltas hacia lo que fueron las casas más altas de la aldea.

Vista atrás de San Ignacio desde el camino que sube a Canisqueso. Muy abajo, en lo profundo de Los Beyos, va el río Sella y la carretera.

Casas en Canisqueso

A la salida de Canisqueso el camino aún tiene buena traza

En algunos tramos la senda está completamente invadida por la maleza y hay que cruzar por los Praos del Cocíu que, aterrazados y entre bosquetes, nos van metiendo en el inclinado Valle Mura. No es fácil seguir la senda en este tramo por lo que recomiendo hacer uso del track. La vista hacia atrás sobrecoge: el profundo tajo de Los Beyos entre los verticales contrafuertes de Peña Salón y el Jucantu a cuyos pies apreciamos la colgada pradera del Derrabáu donde estuvimos hace ya unos años.

Últimas casas de Canisqueso. Arriba a la dcha vemos la colgada pradera del Derrabáu bajo el Jucantu y en el centro, en lo más alto, el Pico Valdepino.

Cuando salimos a una zona abierta (sin vegetación arbórea) vemos, aún muy arriba, el Collado los Cabrios. A partir de aquí, la senda está muy marcada y se retuerce sobre la fuerte pendiente favoreciendo la progresión. Hacia la mitad atraviesa un bosquete de avellanos y en el último tramo discurre por una campera de hierba continuación del que hay en Los Cabrios. Vacas pastando en la ladera herbosa y más vacas en el collado; hemos superado los 650 metros de desnivel en tres kilómetros y paramos unos minutos a disfrutar del paisaje, reagruparnos y picar algo.

Muy abajo quedan la casas de Canisqueso y Los Beyos. Al fondo, a la dcha, emergen el Niajo y el Pozalón.

A partir de aquí la senda está muy marcada y nos lleva a cruzar el bosquete que vemos por encima. Arriba está el Colláu los Cabrios.

Saliendo del bosquete quedan las últimas rampas de hierba hasta alcanzar Los Cabrios.

Vacas en el Colláu los Cabrios.

Vista sur desde el Colláu los Cabrios.

Para alcanzar el Pico Roble vemos una inclinada canal (O) que parece factible. Pero, en lugar de afrontarla directamente, hacemos unas amplias zetas siguiendo un marcado sendero que nos lleva hacia lo alto del roquedo. Debemos superar un par de terrazas antes de bordear la canal en su parte más alta haciendo uso de una sendilla algo colgada pero sin problema. Situados en la parte más alta de la canal sólo hay que subir unos metros por ella para superarla y terminar fácilmente la ascensión al Pico Roble. Las vistas en todas las direcciones son portentosas e iguales a las que tendremos desde el cercano Carriá.
En lugar de seguir por la canal que vemos en medio (mucho más inclinada de lo que parece) seguimos una senda que aproximadamente va por la línea marcada en rojo.

Al llegar al roquedo echamos la vista atrás sobre el Collado los Cabrios que queda muy abajo.

Para acceder a la zona alta de la canal hay que cruzar un corto sedo.

Desde el Pico Roble vemos cerca el Carriá. Se sube directo por la arista (sin problema).

Manteniendo la dirección (O) bajamos al cercano Collado Roble (hacia el sur baja la empinada canal herbosa de Roble) y continuamos subiendo por la sencilla arista oriental del Pico Carriá. Aún nos quedaban 160 metros desde el collado para alcanzar la cima. La antigua cruz metálica y su buzón allí siguen. Paramos a reponer fuerzas y disfrutar del precioso paisaje pongueto. Dejo algunas fotos.

Pico Pierzu desde el Carriá. A la izda vemos Los Tornos y La Llambria.

De izda a dcha: Tiatordos, Campigüeños y La Llambria. Por delante la Sierra de Aranga.

De izda a dcha: Peña Ten, Pileñes, Colláu Zorru, Recuencu y Maciédome.

Cantu Cabronero y Peña Beza. Por delante vemos Valdepino.

Macizo Occidental de los Picos de Europa: Torre Sta de Enol, Torre de Enmedio, Torrezuela, Peña Santa, Cabra Blanca, etc.

Reanudamos la marcha bajando por la ladera norte pegados a los precipicios occidentales de la peña. La sendilla ayuda en el descenso por esta inclinada ladera salpicada de hayas. Algo más de 300 metros bajamos hasta llegar al Canalón de Quiniello, único paso para bajar hacia el oeste. Por aquí bajamos también hace unos años para regresar a Argolibio por los valles de Pouna y Cormenero.

Bajando por la arista norte del Carriá.

Inicio del Canalón de Quiniello.

Al salir del corto canalón la senda, colgada, gira a la izda (sur). Vista hacia atrás.

La senda baja por la corta canal y se escora a la izquierda (S) para continuar colgada unos metros más. Ahora toca remontar (SO) unos 150 metros por un camino muy hitado (es el camino más sencillo para subir al Carriá que se hace desde el Collado Llomena) hasta alcanzar el Collado Trecho. Como vamos bien de tiempo decidimos alcanzar la cima del cercano pico de La Silla de Cabestredo punto culminante y más sencillo de alcanzar de la Sierra Camarrastrada. Bajamos por el mismo camino al Collado Trecho.

Llegando el Collado Trecho con la Silla de Cabestredo por detrás.

Desde la Silla de Cabestredo vemos el Collado Trecho y la imponente cara oeste del Carriá. Hemos bajado por la arista de la izda hasta el Canalón de Quiniello. A la dcha arranca el Valle de Vallesoto.

Desde la Silla de Cabestredo vemos el Valle de Vallesoto por donde bajaremos.

Para volver a San Ignacio vamos a bajar (S) primero por el Valle de Vallesoto. Aunque muy inclinado y sin senda ni camino, el primer tramo se baja bien por la hierba. Al principio encontramos un pilón sin agua de dudosa estética. Más abajo, cuando rodeamos un pedrero por la derecha, encontramos una zona de avellanos cuyas ramas tronchadas o vencidas por las nieves del invierno dificultan la marcha. en esa zona encontramos un marcado sendero que nos facilita el descenso por el tupido avellanar.
Por la parte alta del Valle de Vallesoto, aunque no hay senda y está muy inclinado, se baja bien por la hierba. Detrás vemos las caídas verticales del Carriá.

Poco después, tras bajar por una zona un tanto tomada por la maleza, llegamos a la Fuente el Gueyu donde se encuentra la toma de agua para las aldeas de San Ignacio y El Arenal. Cruzamos una rustica portilla metálica y el camino adquiere más entidad. Rodea algunos prados por la linde del bosque situado a la derecha (en algunos tramos está invadido por la maleza y hay que atravesar algún prado) y, con buena traza y empedrado, desemboca más abajo en la pista de hormigón que sube desde la carretera PO-2 a la aldea de Vallesotu.

Caseta de captación de agua para las aldeas de San Ignacio y El Arenal.

El camino va por derecha de los prados pero en algunos tramos está cerrado por la maleza. Al fondo Peña Salón.

Cerca de Vallesotu encontramos prados y lo que fueron buenas cuadras y casas.

Camino empedrado que baja por el bosque a Vallesotu.

Dejando a la izquierda las casas de Vallesotu, bajamos por la pista de hormigón hasta la primera revuelta a la derecha donde la abandonamos para seguir de frente por un magnífico y antiguo camino. Llano, armado en algunos tramos, colgado sobre el fondo del valle, bajo él avanza la conducción de aguas desde la Fuente el Gueyu hacia San Ignacio. Flanqueado por una frondosa vegetación donde apreciamos avellanos, encinas, tilos, acebos y espinos, va dejando atrás la aldea de L’Arenal (a la dcha) y las verticales canales que caen del Carriá: la pedregosa del Carriá y la herbosa de Roble.

Bajando por la pista que viene de Vallesotu vemos sus casas por encima.

Una imagen del precioso camino que, llano, une Vallesotu y El Arenal con San Ignacio.

Las casas que vemos abajo a la izda son de El Arenal. El camino viene ligeramente por encima (vista atrás).

Algunas cuevas se ven muy arriba en el roquedo, otros abrigos para el ganado más cerca y una fuente construida en una oquedad en 1933 al lado izquierdo, por el derecho, al otro lado del Río Santangustia, bajan las verticales canales repletas de vegetación arbórea por donde se precipita al norte el gran macizo de Peña Salón. En el desfiladero de Los Beyos, también a esa mano, apreciamos entre otras muchas cumbres el Pico la Plana y Cuatro Picos (El Frailón y Les Monxines) entre otros muchos picachos verticales.

Otra imagen del camino armado que une Vallesotu y El Arenal con San Ignacio.

Otra imagen del camino y su espectacular entorno. En lo más alto vemos Valdepino.

Desfiladero de Los Beyos. Vemos Puente Vidosa y a la derecha la carretera que sube al Collado Llomena y San Juan de Beleño. El Pico la Plana (Frailón) se ve a la derecha.

Llegando a la iglesia de San Ignacio.

El precioso camino pasa al lado de las cabañas de Bores unos metros antes de desembocar en el camino hormigonado que sube de San Ignacio al cementerio. Bajamos unos metros y llegamos a la iglesia.

Lorenzo Sánchez Velázquez