viernes, 2 de diciembre de 2016

Cuernón de Peña Sagra. Circular desde Somaniezo

Salida y llegada: Somaniezo (Municipio de Cabezón de Liébana, Cantabria)
Distancia: 15,6 km
Duración: 6:15 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1420 m
Altura Inicial: 690 m
Altura máxima: 2047 m
Fecha de realización: 19/XI/2016
Dificultad: media-alta
Track de la ruta




Itinerario: Somaniezo – Río Aniezo – Refugio de montaña – Ermita de Nta. Sra. de la Luz – Vega del Prao – Cuernón de Peña Sagra – Vega del Prao – Loma de la Jacera – Bajando por el hayedo – Río Aniezo – Somaniezo.


La Sierra de Peña Sagra limita la comarca cántabra de La Liébana por el este y finaliza al norte en los escarpes calizos de Peña Ventosa donde se precipita sobre el río Deva formando uno de los tramos del extraordinario desfiladero de La Hermida. El punto culminante de la sierra es el Cuernón o Cornón de Peña Sagra en cuya ladera occidental se sitúan las aldeas de Aniezo, Somaniezo, Luriezo y Torices. Las dos primeras tienen los nombres cambiados en los mapas topográficos del IGN.
Comienzo de la ruta en Somaniezo.

La ruta más habitual para ascender al Cornón parte de la aldea de San Mamés situada al sureste, la que comienza en Somaniezo es más exigente pero, a cambio, permite disfrutar de los magníficos bosques que llenan sus laderas.
 
La pista cruza un precioso hayedo en la subida al Santuario de la Virgen de la Luz.

Somaniezo es una pequeña aldea que pertenece al municipio cántabro de Cabezón de Liébana y está situada en el Valle de Valdeaniezo. Rodeada de preciosos bosques de hayas y robles, con algunos abedules, servales, arces y acebos diseminados aquí y allá, conserva antiguas casas de piedra en buen estado y otras arregladas, un hórreo y un antiguo puente medieval. Más arriba, cuando el bosque desaparece, los piornos y brezos se alternan para quedar sólo estos últimos en las cumbres coexistiendo con los enebros rastreros peinados por los fuertes vientos de las alturas…
Refugio de montaña entre robles antes de llegar al santuario.

Algo más de dos horas nos llevó el viaje desde Gijón hasta Somaniezo (690 m). Aparcamos a la entrada justo donde termina la carretera, al lado del panel que informa sobre el Santuario de la Virgen de La Luz (XVI) situado en las laderas de Peña Sagra. Cruzamos la aldea siguiendo la señal que indica la ruta hacia la ermita y continuamos por un camino de tierra ancho, apto para vehículos, que enseguida cruza el río Aniezo y nos sitúa en su margen izquierda.
Santuario de la Virgen de la Luz completamente restaurado.

Entre prados cercanos al pueblo y sumergidos en el hayedo después, la pista sube constantemente sin tregua, en paralelo al río, y deja a la izquierda un refugio de montaña en buen estado (1068 m). Después de tres kilómetros de continua subida llegamos al Santuario de la Virgen de la Luz (1274 m) restaurado recientemente (parece nuevo) y precedido por un moderno y feo campanario con una sola campana en lo alto de un poste de hormigón.
Picos de Europa (Ándara y la parte más meriodional del Central) desde el Santuaria de la Virgen de la Luz.

Situado en el límite superior del bosque que hemos cruzado y donde se alternan los robles con abedules, acebos y servales, el santuario ofrece unas vistas impresionantes de la Comarca de La Liébana y del Macizo de Ándara que la limita a poniente. También vemos las montañas más meridionales de los Urriellos (Tiros Navarro, Santa Ana, Peña Vieja y Peña Salinas). En Internet se puede encontrar información sobre la primitiva capilla, la leyenda de la aparición de la Virgen y sobre la imaginería que se encuentra en su interior.
Peña Vieja, Picos de Santa Ana y Tiros Navarro (Central) y Cortés (Ándara) con teleobjetivo desde el Santuario de la Virgen de la Luz.

En la ermita el camino enlaza con la pista que viene de Luriezo y continuamos por ella hacia el sur dejando, en una revuelta a la izquierda, otro camino que viene de Torices a través de la Loma de la Jacera  y por donde bajaremos después. Completamos esta primera parte de la subida en la amplia campera de la Vega del Prao (1460 m) situada en un lomo o collado continuación de la Jacera dando vista al valle donde se asienta el hayedo de Tornes.
Rocas de conglomerado en la Vega del Prao. Arriba los cantiles del Cuernón (quedan aún 600 metros de desnivel).

La pradera está salpicada de sorprendentes peñas de conglomerado idénticas a las que forman la cumbre del Cuernón y la cima aparenta estar cerca. Pero los mapas no engañan, aún quedan casi 600 metros de desnivel que vencer: primero entre escobas, despejada después y finaliza en el crestón rocoso cimero.
Llegando a los grandes bloques de conglomerado del cresterío final.

Seguimos un corto tramo del camino ancho que se dirige al collado de las Invernillas al este, y lo dejamos enseguida cuando encontramos un hito de piedras en la base de un tramo de hierba entre el escobar que sube fuertemente en dirección a la cresta de la sierra. Enseguida perdemos la senda y continuamos monte arriba por una zona despejada pero muy inclinada hasta alcanzar los primeros cantiles donde, muy arriba, reencontramos una senda hitada que zigzaguea para superar los tramos más inclinados de la ascensión.
Subiendo por la corta chimenea que nos deja en la arista final
En la parte final cruzamos grandes bloques de conglomerado (está hitado) y nos sorprende encontrar estas rocas sedimentarias hechas de cantos rodados compactados a 2000 metros de altura. Los hitos nos encaminan hacia una estrecha y corta chimenea por la que trepamos fácilmente (tiene buenos agarres y ningún peligro) para alcanzar la arista de la montaña.
Por la arista final, superando los grandes bloques de conglomerado, hasta la cima.

Aún debemos atravesar otros grandes bloques en la misma arista con caídas verticales hacia poniente para situarnos en el punto culminante de la ruta adornado con un pequeño y nuevo buzón de montaña (2047 m). Unos metros más adelante nos sitúan sobre el punto que ofrece las mejores vistas de toda la sierra hasta Peña Ventosa. Además del Macizo Oriental, encontramos al suroeste las montañas palentinas entre Peña Prieta y el Curavacas y, al sur, la Sierra de Peña Labra.

Picos de Europa desde el Cuernón de Peña Sagra.

Arista norte de Peña Sagra con Peña Ventosa al final.

En la cumbre hace un fuerte y frío viento que presagia el invierno; hay que abrigarse. Después de reponer fuerzas y admirar las magníficas vistas, destrepamos la corta y estrecha canal y descendemos rápidamente hasta el collado de la Vega del Prao y la pista que viene de Torices.
Bajando del Cuernón de Peña Sagra.

En lugar de girar a la derecha para regresar al santuario, seguimos de frente adentrándonos en un precioso robledal por una pista que se dirige recta hacia el oeste siguiendo arista de la Loma de la Jacera con una pequeña subida inicial y, después, en rápido descenso. A la derecha el valle de Valdeaniezo y a la izquierda el de Tornes ambos cubiertos por densos bosques de robles y hayas.
Abajo vemos la Vega del Prao y la Loma de la Jacera. A la dcha el valle de Valdeaniezo y la izda el de Tornes.
Lo más sencillo y también más largo habría sido seguir rectos por la pista hasta descender a la Collada Perejita donde hay un cruce de caminos y siguiendo el de la derecha (señalizado) hasta Somaniezo.
El robledal llena la Loma de Jacera.

Pero queríamos acortar y buscar un camino antiguo que viene en los mapas y baja más directo. Al llegar a un lomo que sale hacia el norte (1050 m), donde debería salir el camino, abandonamos la pista siguiendo un retazo de sendero de animales que sigue por el mismo lomo en suave descenso.

Sin camino ni sendero bajamos por el hermoso y limpio hayedo.

A media ladera encontramos este ancho camino que abandonamos pronto para bajar directos a Somaniezo.

Ni rastro del camino. Más abajo encontramos otro que seguimos un corto trecho, pero al apartarse en exceso de la buena dirección (hacia Somaniezo) lo abandonamos para sumergirnos, campo a través, en el precioso hayedo que cubre toda la ladera norte de La Jacera. Limpio pero muy inclinado, bajamos los últimos metros por un regato hasta dar con un camino ancho que enseguida nos deja en el principal (por donde subimos por la mañana) y al lado del puente sobre el río Aniezo. No tenemos más que desandar unos 250 metros entre buenos nogales cargados de fruto y el estamos de regreso en Somaniezo.

Lorenzo Sánchez Velázquez

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