viernes, 28 de febrero de 2014

Las Airúas, Cotachai y Ruta "Les Xanes"

Salida y llegada: Circular desde el área recreativa de Buyera, en la "Senda del Oso"
Distancia:  17,2 km
Duración: 6:00 horas (sin paradas)
Altura máxima: 1019 m (en el pico Catachai)
Subidas acumuladas: 1020 m
Dificultad:baja
Fecha de realización: 18/I/2014
Track de la ruta




Mapa de la ruta

El área recreativa de Buyera se encuentra en la AS-228  entre Villanueva de Santo Adriano y Proaza, justo al lado del cercado osero y de la conocida “Senda del Oso”. Tiene un gran aparcamiento donde dejamos el vehículo. Tomamos la “senda” a la derecha, en dirección sur, pasando al lado del cercado osero y de las instalaciones más modernas, al otro lado del camino, donde vemos a los famosos osos Paca, Tola y Furaco.

Subiendo por la foz de Picarós.

Justo donde acaba el cercado hay una plataforma construida al otro lado del camino para mejorar la visión de los osos. Allí mismo, sin cruzar el arroyo, abandonamos el camino y nos acercamos a la misma puerta de entrada al cercado. A su derecha, sin que lo hubiésemos esperado, aparece el precioso camino empedrado que permitía antiguamente a los habitantes de Serandi bajar a Proaza. Las lluvias de la noche anterior lo han dejado mojado y resbaladizo. Cruzamos la preciosa y corta foz de Picarós ganando rápidamente altura entre prados y bosquetes de castaños y avellanos. Después de caminar unos 2,5 km, venciendo un desnivel de 250 metros, llegamos a la aldea de Serandi con magníficos hórreos y casas arregladas. Seguimos el ascenso por sus empinadas calles, para dirigirnos a la zona más alta, donde nos espera un camino hormigonado que se dirige al norte y es continuación de la carretera que aquí finaliza proveniente de Villamejìn y Proaza.
Mazorcas secándose en Serandi.

Entre prados y cabañas, como las Curuello, la pista continúa hacia el norte para finalizar en la de Don Fernando (670 m). Desde aquí sigue el antiguo camino de tierra que da una amplia curva a la derecha y un quiebro brusco a la izquierda para mantenerse hacia el norte y alcanzar unos prados cerca del profundo tajo excavado por el arroyo de “Las Xanas”. Otro viraje brusco a la derecha nos encaminaría hacia La Guariza alejándonos del imponente barranco sin llegar a verlo. Por eso abandonamos el buen discurrir del camino principal y, campo a través, seguimos hacia el norte hasta el borde mismo del abismo. Como las primeras vistas del desfiladero y de la senda de “Las Xanas” colgada sobre él, no son todo lo buenas que esperamos, continuamos en paralelo cruzando algunos muros de piedra con alambre de espino hasta obtener una mejor perspectiva desde una cota más alta. Tan profunda y estrecha es la foz que no se ve el fondo. Sí, en cambio, la senda que a media ladera se excavó a mediados del siglo XX en la roca para que los aldeanos de Dosando, Pedroveya y la Rebollá bajaran a Villanueva de Santo Adriano. Se trata de la hermosísima senda de “Las Xanas”.

Desde la cima de Las Airúas vemos a la izda la Airúa Naval (Sierra de Tene) y a la dcha la Sierra de Caranga (Cueto Mar y La Forcá).

Después de disfrutar de estas hermosas vistas, continuamos campo a través, buscando la convergencia con el camino que abandonamos antes. Dejamos un pequeño monte (pico Serandi), y la cabaña de La Guariza, a la izquierda, para retomar el camino después de cruzar una pequeña cresta caliza. El camino bueno, tapizado de hierba, nos lleva al gran prado y cabaña de Navariega. Pasa entre otros dos prados para desembocar en una vallecito en la falda de la Sierra de Serandi que, en todo momento, tenemos a la izquierda. El camino se dirige hacia el sur para alcanzar el evidente collado que permite superar la sierra. Llegando al collado encontramos los restos de algunas cabañas que daban servicio a unos grandes prados de altura, hoy día en ruinas. La vista, desde él, se extiende hacia el este: abajo el amplio collado de la Canal Seca; al otro lado, la muralla de la Sierra del Aramo. Caminamdo unos metros, a la derecha, alcanzamos las peñas de la cima del pico Las Airúas (ese es el nombre que figura en esta zona en los mapas topográficos) con facilidad y que no tiene ningún signo distintivo. Sólo encontramos un pequeño belén de cumbres, sin Niño Jesús, al cobijo de una peña. La vista al este queda limitada, como ya dijimos, por el Aramo, aunque por delante veremos la modesta peña del pico Cotachai, nuestro próximo objetivo. Al sur la Sierra de Tene (Airúa Naval) y  un poco más lejos la de Caranga. Al oeste la Sierra de Yernes y Tameza y, al fondo, parte del cordal de La Mesa.

Cotachai desde la Canal Seca.

Volvemos al collado y continuamos el descenso por la herbosa ladera este. Entre manchas de cotoyas alcanzamos el gran collado herboso de la Canal Seca, donde se asientan grandes y buenos prados, aún en uso. Tiene abundante cabaña ganadera y es paso obligado en el camino antiguo entre Bermiego y Pedroveya por donde hoy discurre un tramo de la GR 106 “Ruta de San Mechor”. Separa también los concejos de Proaza y Quirós. Cruzamos los prados del collado y remontamos la otra ladera (dirección este) para pasar entre la afilada peña del Cotacahi (por este nombre se conoce en los mapas topográficos; en cambio, en las ortofotos, figura con el nombre de Airúas), a la derecha, y Entrecuetos, a la izquierda. Después de este nuevo ascenso llegamos a otra gran pradera cuyo límite oriental es la propia sierra del Aramo. Rodeamos el Cotachai hasta la altura de la magnífica cabaña de piedra labrada y techo en falsa bóveda, cubierta de tierra por arriba (Cabaña Buxana), para emprender la dura subida a la peña. Son pocos metros de desnivel. Nos ayuda un sendero, apenas perceptible, que supera los resaltes rocosos, entreverados de maleza, hasta alcanzar unos molestos arbustos que dan paso a la cima. Las vistas idénticas a las descritas desde Las Airúas. Tampoco tiene esta cima ninguna distinción, ni buzón de montaña, ni vértice geodésico.

Cabaña Buxana y el Cotachai, al fondo.

Bajamos por la misma senda hasta la Cabaña Buxana donde nos detenemos para admirar su magnífica factura. Volvemos a la Canal Seca y continuamos la ruta virando al norte, siguiendo las marcas de los GGRR “Ruta de San Mechor” y “Ruta de las Reliquias”. En poco más de un kilómetro, el ancho camino, nos deja en la aldea quirosana de La Rebollá, a la vista de Pedroveya, al otro lado del valle. Tiene casas arregladas con piedra bien labrada. Lo cruzamos, evitando la carretera que lleva a Pedroveya, y continuamos por un camino, hacia el norte, en paralelo al arroyo La Boya o río La Gallinera que baja a nuestra derecha. En otro kilómetro de fuerte descenso desembocamos en la conocida ruta de “Las Xanas” a la altura del arroyo del mismo nombre. Seguimos la concurrida senda aguas abajo. Primero por su margen izquierda, para, enseguida, cruzar por un puente de madera a la margen derecha. El arroyo se precipita pronto en el abismo y la senda labrada en la roca discurre asomándose a él. El suave descenso en medio de la espectacular foz merece la pena repetirla todas las veces que sea necesario. Tuvimos la suerte de no cruzarnos con ningún “turista” pues el día de invierno no era apacible y había previsión de lluvia y mal tiempo.

Casas en La Rebollá.

Son casi tres kilómetros colgados en las verticales paredes calizas, con algún corto túnel. Después del primer tramo, entre paredes verticales, el camino se abre a una empinada ladera herbosa que continúa hacia el fondo del barranco. Nos encontramos enfrente del mirador al que nos asomamos por la mañana desde la otra orilla. Vemos las altas y verticales peñas que nos sirvieron de atalaya. En este tramo se ve el fondo del barranco. Más adelante, el sendero, otra vez labrado en la roca, acomete una amplia curva siguiendo el trazado del crestón calizo que se precipita sobre el arroyo. Superado éste y otros tres más pequeños, la senda nos lleva al norte para desembocar finalmente en la carretera que sube hastaTenebréu, Llavares y Dosango. Esta carretera lleva, más allá, a las aldeas cercanas al embalse de los Afilorios. En este punto, que es donde se inicia la “Ruta de las Xanas”, hay un cartel indicador.

Puente en la "Ruta les Xanes".

Bajando por la "Ruta Les Xanes".

Bajamos por la carretera unos metros hasta el aparcamiento y área recreativa de “Las Xanas”. Alcanzada la AS-228, la cruzamos llegando a Villanueva, capital del concejo de Santo Adriano. Bien conservado, con hórreos y varios establecimientos hoteleros, restaurantes y sidrerías. Cruzamos el río Trubia por el puente medieval siguiendo la “Senda del Oso”. El camino, asfaltado a veces y hormigonado otras, nos lleva a las afueras donde se encuentra la iglesia de San Román de buen porte. En ese punto, la senda descruza el río por un moderno puente peatonal realizado para dar servicio a la citada senda  y continúa, casi otro kilómetro en llano, hasta regresar al área recreativa de Buyera, en el límite con el concejo de Proaza.

Lorenzo Sánchez Velázquez




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