domingo, 29 de mayo de 2016

Pico Hibeo. Circular desde Ardisana

Salida y llegada: Ardisana (concejo de Llanes)
Perfil de la ruta
Distancia: 12.2 km
Duración: 5:00 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 830 m
Altura Inicial: 180 m
Altura máxima: 873 m
Fecha de realización: 21/V/2016
Dificultad: media
Track de la ruta




En la entrada anterior describimos la ruta en rojo, en este la azul.

Itinerario: Ardisana – Valle de Orticeda – Majada del Reborión  – Majada de Cuerin – Colláu Grandiella – Pico Hibeo – Colláu Ablanu – Camino Los Malatos – Colláu Braniella – La Quemada – L’Acebal – Ardisana.

Hace unos años subimos al Hibeo desde Ardisana por el valle de Orticeda y el collado Odisea, recorrimos la sierra hacia el oeste y regresamos por el valle de Balbueno. Fue un circuito largo que describí en la entrada anterior. Como este fin de semana daban lluvias y tormentas en la cordillera, decidimos repetir la subida al Hibeo desde Ardisana pero siguiendo un itinerario más normal y complementario al anterior.
Prados cerca de Ardisana. El Cuetu la Caria se ve a la izquierda y en medio algunos tejados de casas de la aldea.

Llegamos temprano a Ardisana y encontramos el valle envuelto en nieblas que amenazan con quedarse todo el día. Aparcamos. Para no repetir el camino entre castaños que sale entre las últimas casas de Ardisana en la carretera que lleva a Riocaliente, nos encaminamos a la zona alta de la aldea donde tomamos la pista que se dirige al sur. Entre prados con vacas y ovejas, la pista gira al oeste para rodear el Cuetu la Roce y enlazar con el camino directo muy cerca del arroyo de Orticeda.
Cabaña en la majada de Orticeda, después de cruzar el arroyo.

Poco más adelante, el camino cruza una portilla de hierro y desciende para cruzar el arroyo justo al llegar a la majada de Orticeda. A la izquierda arranca una senda que sube en paralelo a una riega hasta el collado Odisea por donde alcanzamos hace unos años la cumbre del Hibeo. Después de la majada, la pista sube un corto tramo y finaliza junto a una caseta de servicio de una antigua traída de aguas.
Llegando a la majada del Reborión.

La niebla no es muy espesa pero solo nos deja ver el entorno más cercano. En este punto cruzamos una riega y el camino se convierte en senda que sube fuertemente por la margen derecha virando poco a poco hacia el oeste. Enseguida el arroyo va quedando abajo pero, más arriba, nos ponemos a su altura y lo cruzamos para alcanzar las cabañas en ruina del Reborión. Uno de los edificios aún conserva cristales de las ventana de lo que fue sin duda una casa habitada.
"Huente Chica" en la majada de Cuerín.

La senda nos lleva al norte faldeando en ascenso la ladera sur el pico Cabeza de la Jaya. En un momento, entre la niebla, perdemos el sendero y echamos mano del GPS subiendo fuertemente por una zona de hierba con algunas peñas y espinos. Lo reencontramos más arriba en la fuente “Huente Chica”, pasada la Majada de Cuerín que nos la oculta la niebla.
Vacas en el collado Grandiella con el Cabeza Torrexón de la Sierra del Hibeo casi oculto por la niebla. La senda lo deja a la derecha.

El camino, casi llano, se dirige al oeste para alcanzar pronto el amplio Colláu Grandiella que separa el Cabeza de la Jaya de la Sierra del Hibeo. Las nubes han quedado abajo y ahora ya vemos el pico y la sierra y, al otro lado del valle de Ardisana, la extensa cresta de la Sierra del Benzúa.
La senda deja a la izquierda la peña que nos oculta a "La Muyerina".

Un sendero nos ayuda a recorrer el collado hacia el sur mientras unas esquivas vacas huyen ante nuestra presencia. Y al llegar a la base de la Sierra del Hibeo, vemos el monolito de la “muyerina” detrás de otra vertical peña. Hacia allí nos lleva una marcada senda que deja a la izquierda la primera peña, supera en corto embudo y asciende hasta la “muyerina” que dejamos también a la izquierda.
"La Muyerina" sacada desde el embudo que la separa de la peña que vemos en la foto anterior.

Estamos muy cerca de la arista de la sierra que alcanzamos enseguida. La vista se abre al sur y el oeste donde encontramos los macizos Occidental y Central de los Picos de Europa y muchas montañas de Ponga y Redes.
Arista de la Sierra del Hibeo. A la izquierda sobresale su cima (Cabeza Juralisa).

Continuamos hacia el este por la arista de la sierra. Es un terreno mixto de piedra y hierba y se sigue bien. Después de un tramo llano, la senda, señalizada con hitos, se empina fuertemente hasta alcanzar la peña que precede a la misma cima. Una breve collada nos deja en el último repecho que nos lleva junto al gran hito que corona la cima occidental del Hibeo.
Vista atrás de la Sierra del Hibeo.

Tramo final de la subida: se llega casi a coronar esta primera peña y enseguida, tras una colladina, se alcanza la cumbre.

Como es temprano nos demoramos haciendo fotos y disfrutando del paisaje. Abajo, al norte, el mar de nubes llena el amplio valle de Ardisana emergiendo al otro lado la extensa cresta del Benzúa, mientras al sur la vista de los Picos de Europa nevados queda afeada por algunas neblinas. Distinguimos bien Peña Castil, el pico Urriello y Torrecerredo en el Central y Peña Santa, Los Traviesos y Torre Santa de Enol, entre otros, en el Occidental.


Cumbre occidental del Hibeo. El Cuera queda tras el gran hito de la cumbre.

Macizo Central de los Picos de Europa desde la arista del Hibeo. Por delante vemos el Cabezo Lloroso.

Macizo Occidental de los Picos de Europa desde la arista del Hibeo.

Cruzamos la arista que nos separa de la cumbre oriental donde hay otro gran hito y, sin apenas parar, emprendemos un rápido descenso por la ladera este de la montaña. Las peñas dan paso a unas hondonadas de hierba que cruzamos manteniendo la orientación hacia un prado con cerca de piedra: estamos en la braña y collado Ablanu con su prado y cabaña solitarios. Seguimos en llano en paralelo a la arista de la sierra cuyos dientes de cuarcita dejamos a la izquierda.

Doble cumbre del Hibeo. Foto tomada desde la oriental.

Es hora de reponer fuerzas y, para mantener las vistas hacia el sur, nos dirigimos a la cercana cumbre mayor de la sierra de Peña la Salgar. Con la mirada puesta en los Picos de Europa, paramos una media hora.
Cabaña y prado en el Collado Ablanu. Al fondo se aprecian los Picos de Europa.

Reanudamos la marcha bajando por el mismo camino hasta alcanzar la entalladura que permite el descenso por la ladera norte de la sierra. El Camino de los Malatos, con algún tramo empedrado y armado, desciende entre la maleza y nos permite alcanzar el Colláu Braniella situado a los pies del Pico la Peñe Villanueva. Una cabaña en ruina total, un prado en desuso y un pequeño e inútil depósito de agua son los únicos restos de actividad humana.
Vista atrás del Hibeo y ladera oriental por la que hemos bajado. Desde la cumbre más alta de la Sierra de Peña Salgar.

Por la ladera oriental se puede bajar a Meré o a Malatería, pero nuestra ruta debe volver a Ardisana. Descendemos por la ladera contraria y cruzamos la Riega la Pipa para seguir por senderos de animales hacia el fondo del valle por donde pasa el río Blanco.

Cabañas de La Quemada muy cerca del río Blanco. Arranque del camino que nos llevará a Ardisana en paralelo al río.

Abajo, descruzamos el arroyo alcanzando las cabañas de La Quemada. De aquí sale un hermoso camino discurre colgado en paralelo al río. Más adelante, dejamos la senda y tomamos otra a la izquierda que cruza el río y sigue después por su margen izquierda cruzando un bosque mixto de abedules, castaños y robles. Da una amplia revuelta a la izquierda y nos deja en una pista de acceso a una casa muy cerca de la aldea. Seguimos la pista en sentido contrario y en unos minutos entramos en Ardisana enlazando con la pista por la que salimos.

Lorenzo Sánchez Velázquez

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