Salida y llegada: Puente Wamba (Urb. San Isidro)
Distancia: 23 km
Perfil de la ruta |
Altura máxima: 1992 m (en el pico Peña del Viento)
Subidas acumuladas: 1200 m
Dificultad: media
Fecha de realización: 26/X/2013
Track de la ruta
Camino "Wamba" |
Mapa del tramo circular por el bosque de Redes y la subida a la Peña'l Vientu. |
La jornada comenzó fría. El viento
húmedo del sur traía nubes que tapaban a ratos las cumbres. En la cresta el
fuerte viento arreció y nos obligó a seguirla con cuidado. Al llegar a la cima,
los nubarrones tapaban prácticamente todo y, aunque a veces se despejaba
parcialmente por el norte (Brañapiñueli y La Canalina), el resto se
mantuvo oculto todo el tiempo que permanecimos allí. Durante el descenso hacia
Brañagallones, el viento cesó, las nubes se fueron y el sol radiante nos
permitió disfrutar del hermoso hayedo otoñal.
Subiendo a la Peña del Viento. El Cascayón, al fondo. La pista por la que hemos subido desde el Puente Wamba se ve en medio. |
Aparcamos
el vehículo a 300 metros,
después de pasar la Urbanización
de San Isidro, marchando en dirección a León desde Asturias. Hay allí un tramo
herboso a la derecha de la carretera LE-332 con espacio suficiente para
estacionar varios coches. A la izquierda sale el Camino Wamba que se dirige
hacia el norte hasta el límite con Asturias. La pista de tierra, apta para
vehículos todoterreno, asciende suavemente por la margen derecha del arroyo Los
Fornos. A esa mano, dejamos enseguida, las cabañas arregladas de Los Fornos
que dan nombre al valle por donde discurre el camino. En este primer tramo, seguimos
la ruta PR LE-46 "Camino de Wamba" "Un paseo histórico a
través de la Cordillera"
según reza la leyenda del cartel indicador que
existe al inició de la ruta.
Primero en ascenso, después
llaneando entre los pequeños meandros que forma el arroyo, y finalmente en
claro ascenso, alcanzamos el Colláu Acebal. En este tramo, el pico Cascayón
completamente despejado, al frente, y el gran macizo de La Rapaína oculta a veces por la nubes,
hacia el noreste, dominan nuestra perspectiva. Por detrás de ésta, a
medida que avanzamos, va emergiendo la afilada cresta de la Peña del Viento. Hemos subido
250 metros
en 4 km.
Alcanzado el collado, el camino se ramifica
en varios senderos y caminos. El más ancho, por el que regresaremos por la
tarde, desciende al noreste, adentrándose en el parque natural de Redes, y
lleva directamente a la Mayá Mericueria
(antes sale un desvío a la izquierda que lleva al collado La Canalina y, más allá, a
las localidades casinas de La
Infiesta y La
Felguerina), pasa por Brañagallones y fianliza en Pendones. A la izquierda, otro
camino sube hasta el collado El Trave que comunica con Caleao a través de Los
Arrudos. Entre ambos, y dejando a la derecha la caseta de cazadores que hay
cerca del collado, sale el sendero que lleva al lago Ubales. Evitamos todos
estos caminos y senderos, para seguir otro, a la derecha en dirección este, que
bordea por el sur las peñas Los Fornos y la Peña el Viento (que quedarán a la izquierda), y
sigue las marcas del PR AS-66.1 “Ruta Brañagallones – La Peña el Viento”.
Una vez sobrepasadas
y dar vista al noreste, la senda vira en esa misma dirección rodeando la peña.
Aquí la abandonamos, antes de adentrarnos en Asturias, para subir duramente por
la ladera herbosa hasta alcanzar la cresta rocosa. Unos pasos por ella nos
dejan al lado del buzón que corona la cumbre. Señala una altura errónea de 2000 metros cuando los
mapas topográficos indican 1992. Esta vez, el fuerte viento y las nubes nos
impiden tener una visión completa del hermoso paisaje.
Con precaución desandamos la cresta y
retomamos la senda marcada en el mismo punto en que antes la abandonamos.
Continuamos el descenso por la ladera asturiana, en dirección este, rodeando la
peña. Bordeamos un embudo herboso y continuamos el descenso por una ladera de
hierba (El Carrizosín) hasta otro pequeño collado que nos separa de la Peña la Cuchilla. Un brusco
viraje hacia el noroeste (a la izquierda) nos permite continuar el rodeo de la Peña el Viento (ahora tenemos
a la izquierda el murallón de su ladera norte). La senda atraviesa primero un
tramo de ladera herboso, después un pequeño pedrero, hasta dar con una fuente
abrevadero con una inscripción del ¿ICONA? que informa acerca del topónimo
correcto para la zona: “Monte de Reres”.
La senda gira ahora a la derecha (de
nuevo hacia el este) para acceder a los ricos pastos de La Mayaína. Preciosa
pradera rodeada de peñas: a la derecha La Cuchilla y a la izquierda El Sellar. Entre ambas
se abre una estrecha canal por la que continuaremos el fuerte descenso. La
senda zigzaguea permitiéndonos descender otros 280 metros en menos de
un kilómetro, hasta alcanzar la restaurada majada de Valdevezón muy cerca del
nacimiento de río Monasterio. Tiene cabañas bien arregladas y está rodeada por
las peñas antes mencionadas, al oeste, y por el pico Mosquilón (último de la
sierra de Pries que cierra el circo glaciar de Brañagallones), al este. El pico
Páramo, en plena Cordillera, cierra por el sur.
Abajo vemos la Majada de Valdevezón. Arriba está el Collado Puerco y el Pico las Planas. |
Cabaña en la majada de Valdevezón. |
Hasta este recóndito paraje llega
una pista que viene de Brañagallones y es continuación de la que permite el
acceso a este circo glaciar y pastos desde Bezanes en el concejo de Caso. Siguiendo
el curso del río Monasterio, avanza primero por la margen izquierda, y después
de cruzarlo mediante un rústico puente de madera, por la derecha, descendiendo unos
150 metros
más hasta alcanzar el antiguo circo glaciar de Brañagallones, hoy transformado
en ricos pastos, donde proliferan muchas cabañas, casi todas arregladas con
mejor o peor estilo. Sólo encontramos una, sin modernos arreglos, con la
cubierta tradicional de llábanas; las demás, que deberían tener uso ganadero,
están reconvertidas en precarias cabañas turísticas. También está el albergue,
que esta vez no visitamos.
Al final de la majada, siguiendo la
dirección que traemos desde Valdevezón, la pista principal (que sigue hasta
Bezanes) tiene un desvío a la izquierda, que tomamos. Continúa casi llana, con
algún pequeño descenso, cruzando el río Monasterio por un puente y adentrándose
en el gran hayedo de Redes que da nombre al Parque Natural. Disfrutando del
precioso hayedo otoñal, continuamos en paralelo al río cuyas aguas se
precipitan muy abajo: sólo su rumor nos acompaña. En cambio, a través de los
árboles, observamos su otra orilla por la que cae el crestón final de la sierra
de Pintacanales. La pista que baja a Bezanes lo cruza por un túnel que vemos en
algún tramo del camino. Desde Brañagallones hemos seguido la dirección noroeste,
con variaciones para seguir el perfil de la montaña y de la riega que baja
próxima a la peña Castiello. A partir de aquí, el río continúa hacia el norte y
nuestro camino se dirige hacia el sur, en paralelo al arroyo Acebal, del que
vemos y oímos sus bravas aguas no muy lejos. Ésta será la zona de menor altura
de todo el recorrido.
El camino, marcado con las señales
del PR AS 66.1, no ofrece ninguna dificultad para seguirlo. Sólo debemos estar
atentos cuando estemos muy cerca del arroyo: el camino bueno es el que sale en
paralelo a la izquierda, dejando la pista que sigue de frente y finaliza unos
metros más adelante justo al lado del arroyo. Está bien señalizada.
Comienza la verdadera ascensión del
día. Ganamos altura mediante un par de
revueltas. Cambiamos la dirección sur, que traemos, para dirigirnos al oeste,
atravesando otra riega, deudora de la
Acebal, que discurre a nuestra derecha. Así hasta que
salgamos del bosque y alcancemos la gran pradera que da asiento a la mayá
Mericuenia (200 metros
de subida desde el punto más bajo del recorrido).
Llegando al Collado Acebal vemos a la izda la Peña del Viento (por detrás) y la Peña Los Fornos a la dcha. |
Refugio en el Collado Acebal. |
Bajando por el "Camino Wamba" con la silueta del Pico Torres emergiendo. |
Cruzamos la riega Acebal, casi sin
agua en este punto cerca de su nacimiento, para acceder a las cabañas de la
mayá, aún en uso. En la parte alta de la majada, el camino sigue en fuerte
ascenso, zigzaguea entre matorral de brezo, escobas y arándanos, hasta llegar a
una bifurcación señalizada (se vencen otros 200 m desde la mayá). A la derecha
marca hacia el lago Ubales, pero en realidad se dirige hacia el collado La Canalina. A la izquierda, por
donde seguimos, continúa en fuerte ascenso hasta llegar al collado Acebal,
después de superar otros 160
metros de desnivel. Dejamos a la derecha la cabaña de
cazadores situada allí. Desde el collado no tenemos más que desandar los 4 kilómetros del
camino Wamba regresando al punto de partida.
Lorenzo
Sánchez Velázquez
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