martes, 12 de marzo de 2024

Peña Saleras. Invernal desde Ricabo

Salida: Ricabo (Concejo de Quirós) 

Distancia: 18.0 km
Duración: 8:00 h (sin paradas)
Subidas Acumuladas: 1350 m
Altura Inicial: 700 m
Altura Máxima: 1778 m
Fecha de realización: 09/03/2024
Dificultad: media-alta
Track de la ruta




Itinerario: Ricabo – GR 207 (Camín Real del Puertu Ventana o Ruta de las Reliquias) – Mortera’l Texu – Colláu Pousaoriu – Colláu Busbigre – Talla el Fierro – Pico Busbigre – Peña Saleras – El Barriscal – Braña Rodiles (Canchongo) – Villayao – Camino de Braniechas – Villamarcel – GR 207 (Ruta de las Reliquias) – San Vicente de Nimbra – Ronderos – Reguero de Valdecueva o Romanteiga – Naramolín – Ricabo.


En otras entradas de este Blog describí la subida a la Peña o Pico Saleras desde Fresneo en Teverga y desde Coañana en Quirós. Esta vez alcanzaremos la cima desde Ricabo en una jornada invernal en la que tuvimos que usar raquetas en algunos tramos dada la gran cantidad de nieve blanda acumulada.

Ricabo con la Sierra del Aramo (Gamoniteiro) al fondo (Foto de Nicolás Zapico).

Aparcamos en el barrio de El Pradal justo donde la carretera enfila hacia Bueida. Siguiendo las marcas del GR 207 subimos por una calle hormigonada (O) entre las pocas casas del barrio y un precioso camino carretero con buen y antiguo empedrado le da continuación entre viejos castaños y grandes robles. Algunas fincas de labor y otras muchas abandonadas se suceden al principio adentrándonos pronto en el monte. Dos grandes lazadas permiten al precioso camino ganar altura para acceder a los prados altos de la gran Mortera’l Texu donde termina.

El camino deja a la izquierda buenos prados.

Entre castaños y robles sube con buena traza.

Conservando el empedrado antiguo.

Subimos duramente (N) por la campera de hierba sorteando matas de escobas que poco a poco se van adueñando de los prados hasta alcanzar el gran hombro del Colláu Pousaoriu. Un pequeño tramo de hayedo precede a otra campera donde el espesor de nieve reciente es grande y obliga a poner las raquetas. Al otro lado la senda apenas dibujada bajo el manto de nieve continúa (O) la senda con menos inclinación entre espinos y acebos. Vira después al SO faldeando la montaña en suave ascenso hasta llegar a un pilón casi cubierto por la nieve.

Llegando a la Mortera'l Teixu vemos el Collado Busbigre.

Arriba está el Colláu Pousaoiru. La imagen no refleja la fuerte inclinación de la pradera.

Atravesada una gruesa cornisa de nieve accedemos al amplio Colláu Busbigre que separa la Sierra de Sobia de los picachos de la Granda Muchida. Al otro lado, al oeste, un camino baja a Villa de Sub en Teverga. El viento frío arrecia en el collado y los nubarrones van y vienen ocultando y mostrando alternativamente las montañas de los alrededores.

Segunda campera que atravesamos en ascenso. El Colláu Busbigre se encuentra arriba a la izda.

La senda faldea en ascenso hacia el collado. La cantidad de nieve es importante.

Justo antes del Colláu Busbigre se encuentra ese pilón casi oculto bajo la gruesa capa de nieve.

Como ya hemos subido por aquí más veces sabemos que hay algunas sendillas de animales que permiten sortear la maleza de la empinada ladera que tenemos que superar a la derecha. Pero la nieve simplifica esa posibilidad pues permite pasar sobre ella cuando es de bajo porte. Nos escoramos a la izquierda para sobrepasar un primer crestón rocoso y optamos que quitar las raquetas y buscar la mejor ascensión por la zona rocosa más limpia.

Desde el Colláu Busbigre vemos el primer tramo de la empinada rampa hacia la cumbrera de la sierra de Sobia.

Aún queda bastante para llegar a la zona alta. La foto no refleja la inclinación.

Arriba pasaremos sobre este montículo con mucho brezo y escoba para caer después unos metros a la Talla el Fierro.

De esta manera alcanzamos un gran hombro colonizado por el brezo. Bajamos unos metros hasta el collado de la Talla el Fierro que al estar venteado tiene tramos sin nieve por los que pasamos rápidamente. De nuevo en el siguiente repecho (NO) buscamos la roca y pronto nos encumbramos en el Pico Busbigre dando vista hacia las grandes hondonadas y picos de la Sierra de Sobia; en frente, al otro lado de la primera, vemos el vértice geodésico que marca la cumbre de mayor altura de la sierra, el Pico o Peña Saleras.

En el Pico Busbigre echamos la vista atrás: la Talla el Fierro venteada está limpia. A la dcha vemos el Colláu Busbigre de donde venimos. Al fondo Peña Rueda (izda) y Pico Campu Faya entre las nubes.

Estamos en el Pico Busbigre. Al otro lado del valle está Peña Saleras. Otras veces nos hemos escorado a la izda (fuera de foto) para hacer también el Pico Calmeirín. Esta vez bajaremos de frente para acometer el pico por el hombro frontal con más roca y más sencillo.

Manteniendo la dirección (NO) bajamos fácilmente por la nieve blanda hasta el fondo de este primer valle de la sierra y emprendemos la última subida siguiendo una sencilla arista rocosa hasta culminar en Peña Saleras cuya cima bien venteada encontramos limpia. El paisaje es espectacular pero el viento es fuerte y muy frío y no es el lugar apropiado para comer.


Llegando a la cima de Peña Saleras. Al estar más venteado está libre de nieve.

Vista hacia las Ubiñas desde Peña Saleras.

Mirando al sur desde Peña Saleras.

Al oeste desde Peña Saleras.

Sierra del Aramo desde Peña Saleras.

Bajamos de la montaña por la ladera noreste para caer en la campera de El Barriscal donde hay una baliza para marcar el nivel de la nieve. Unos caballos merodean por la zona y una gran paca de paja se les ha hecho llegar por aire para su alimentación; aún conserva los arneses y grandes mosquetones con los que se trajo. Paramos a comer sobre unas piedras descubiertas un poco más protegidos del viento frío.

Bajando de Peña Saleras por la ladera occidental vemos los valles y canales por los que descenderemos.

Antes de coger la canal final de bajada encontramos estos seis caballos alimentados por una gran paca de paja traída con helicóptero.

Calzados de nuevo con las raquetas bajamos por la alargada canal (NE) donde se acumula mucha nieve hasta la solitaria cabaña de la Braña Rodiles en Canchongo. La amplia pradera se extiende hacia el norte (izquierda) hasta las brañas y lagunas de Canchongo. Aunque no tenemos tiempo, merece la pena acercarse a las preciosas cabañas bien arregladas que mantienen su esencia ancestral y la gran laguna cercada. Ver todo esto en el reportaje que citaba más arriba.

Bajando por canal que desagua en Canchongo. Al fondo vemos el Aramo.

Abajo tenemos Canchongo y la gran pradera que se extiende hacia la izda (fuera de foto).

Cabaña en Rodiles nada más bajar de la canal.

Canal por la que hemos bajado a Canchongo desde Peña Saleras.

Una pista viene de Villamarcel y permite acceder a estos hermosos parajes; por ella bajaremos. Primero da varias revueltas para perder altura, después enfila (NE) en suave y cómodo descenso, con poca nieve y pasando al lado de los prados y cabañas de Braniechas y Villayao que, entre otras, forman la Mortera de Villamarcel. Tras una curva dejamos la pista y cogemos el camino antiguo, ya sin nieve, que ataja justo hasta la entrada a Villamarcel.

Bajando por la pista a Villamarcel.

Vista hacia atrás donde se aprecia la pista por la que bajamos desde Canchongo.

Aquí abandonamos la pista y atajamos por el Camino de Braniechas.

Sierra del Aramo desde Villamarcel.

Por esta aldea pasa el GR-207 (Camín Real del Puertu Venta o Ruta de las Reliquias) y lo seguimos en dirección sur. Hay que fijarse en la señalización porque nada más salir de Villamarcel hay que abandonar la ancha pista y coger un camino embarrado que baja a la izquierda, cruza un bosque y cae sobre San Vicente de Nimbra cuya gran iglesia visitamos.

Torre de la iglesia de San Vicente de Nimbra.

Aldea de Ricabo desde el GR-207.

Reguero de Valdecueva o Romanteiga por donde pasa la Ruta de las Reliquias (GR-207).

Antiguo camino que baja desde el camino que sube al Puerto Ventana (GR-207) hasta la aldea de Ricabo.

El GR baja después por la carretera hasta la aldea de Ronderos donde se sitúa el punto más bajo de la jornada. Abandonamos la carretera y subimos fuertemente, siempre siguiendo las marcas del GR, por las empinadas calles a las que da continuación un camino ancho y bueno. Después baja unos metros para atravesar el Reguero de Valdecueva o Romanteiga y continúa en constante subida por el bosque hasta un cruce de caminos. De frente sigue el GR hacia el Puerto Ventana y a la izquierda un antiguo, estrecho y precioso camino nos devuelve a Ricabo.

Lorenzo Sánchez Velázquez


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