Datos de la ruta
Salida y llegada: Fresneo (en el concejo de Teverga)
Distancia: 17 km
Subidas acumuladas: 1360 m
Altura Inicial: 727 m
Altura máxima: 1778 m
Dificultad: media
Track de la ruta
Nota: en el libro “Recorriendo las montañas de Asturias” describimos la subida a Peña Saleras o Barriscal desde Villamarcel en el concejo de Quirós, regresando posteriormente a Coañana. En esta entrada, narramos la ruta hacia el mismo monte desde la vertiente tevergana de la Sierra de Sobia, pasando por la Braña los Fuexos.
La ruta comienza y finaliza en Fresneo (730 m), concejo de Teverga. Hacia allí nos dirigimos por la AS-228 que finaliza en el Puerto Ventana. A 6 kilómetros de San Martín sale el desvío que en poco más de medio kilómetro nos deja a la entrada de la aldea donde hay un pequeño aparcamiento. Antes, a pocos metros de la carretera principal, está la señalización de la “Ruta Abrigos y Pinturas Rupestres de Fresnedo” PR AS 158. Quedará para otro día; la de hoy es larga y con fuerte desnivel.
Algunas casas de Fresnedo. |
Praos del Castiechu. Al fondo vemos el Pico la Siella. |
Camino hacia la Braña los Fuexos. |
Aquí termina la pista, dando paso a un ancho camino de tierra y piedra que trepa mediante varias revueltas por la empinada ladera de la Sierra de Sobia. Al principio de la cuesta dejamos a la derecha el gran peñasco de Cueva Rubia. El prado ha dado paso al bosque de hayas y el musgo en las rocas más umbrías nos sumerge en parajes idílicos donde la mano del hombre ha mucho que no ejerció. Una vez superadas las cuestas más empinadas y las revueltas del camino, accedemos a una zona más llana donde se encuentra la Faya la Medida con su panel explicativo. Parece que los vaqueiros utilizaban su tronco inclinado para tallar a los mozos: los que no llegaban a cierto punto no eran aptos para el servicio militar.
Corro en la Braña los Fuexos. |
Enseguida alcanzamos varios claros en el bosque o prados que atravesamos. El camino, el PR y el hayedo finalizan en la Braña de Fuexos (1290 m). A la entrada hay un panel explicativo y una mesa de madera. Se conservan varios corros de piedra circulares con techos en falsa bóveda usados en tiempos para proteger durante la noche a las crías del ganado que pastaba en la zona durante el verano. Una vez saboreado el idílico paraje, seguimos la ruta manteniendo la dirección, pues aún nos queda un buen repecho antes de acceder a la mesa de la sierra.
El camino antiguo, empedrado, sube a la Sierra de Sobia desde la Braña los Fuexos (vista hacia atrás). |
Mirando hacia atrás desde la subida a Sobia vemos la Braña los Fuexos. |
Hacia el este, siguiendo el trazado del herboso valle, continuamos por un sendero que, al llegar al siguiente escalón de la sierra, se transforma en camino de irregular empedrado. Mediante tres revueltas superamos la zona rocosa, hasta alcanzar en una ladera de hierba bastante inclinada. La cruzamos, reencontrar la senda al otro lado, que nos permite acceder al Valle Murias en lo alto de la sierra. Es un valle alargado, en dirección este, bastante llano, con un solitario espino, que nos lleva hasta el borde de una hondonada desde donde vemos, al otro lado, el lomo montañoso, que nos permitirá alcanzar la cima de la sierra en Peña Saleras o Barriscal.
Zona del Barriscal con Peña Saleras al fondo. |
En el fondo de la hondonada (1551 m) (algunos mapas la llaman Barriscal) quedan los restos de algunas cabañas y algunos arbustos que han crecido en su interior. La senda rodea el jou por la izquierda. Al llegar al otro lado, viramos al sur, acometiendo de frente la empinada ladera, sin camino ni sendero hasta alcanzar el hombro de la montaña (1700 m). No queda más que seguir la cresta de la sierra y alcanzamos su cumbre más alta: Peña Saleras o Barriscal (1778 m) coronada por un vértice geodésico. Las vistas son formidables. Grosso modo: Sierra del Aramo, Ubiñas muy cerca, Ferreirúa, Morronegro (en León), Peña Calabazosa, Peña Orniz, Albos, Bígaros, "Camín real de la Mesa" (Peña Negra), Cornón, etc. Los Picos de Europa al este en lontananza. El resto de la Sierra de Sobia está a nuestros pies rodeándonos: un paisaje desnudo y caótico donde las jous herbosos y los montículos calizos se entremezclan haciendo muy difícil la orientación en caso de niebla.
Las Ubiñas desde Peña Saleras: Peña Rueda, Tapinón y Siegalavá, Fariñentu, Htos del Dieblo y Fontanes. |
Cima de Peña Saleras. Vemos los picos Ferreirúa (centro), Loma y Morronegro, Solarco y Calabazosa. |
Como disponemos de tiempo, decidimos continuar cresteando. Mantenemos la dirección sur para acercarnos al cercano Calmeirín (1771 m), donde solo encontramos un hito o montón de piedras. Más adelante alcanzamos otro picacho (1768 m) de nombre desconocido del que descendemos por su ladera sur buscando las peñas verticales con las que finaliza la sierra por este lado. En la base encontramos un vallecito herboso orientado hacia el este que nos lleva hasta la Peña Tras la Forcá (1728 m). Hemos llegado al promontorio donde finaliza la sierra. Las peñas caen verticales hacia sur sobre los pastos donde se asientas algunas brañas de las aldeas de Páramo y Villa de Sub. Las vistas son las mismas que desde Peña Saleras, pero es otra la sensación que experimentamos al estar encaramados en estos riscos. Reponemos fuerzas disfrutando de las magníficas vistas.
Paisaje cárstico de la Sierra de Sobia. |
Promontorio sur de la Sierra de Sobia, desde Tras la Forcá. |
Braña la Forcá (ruinas) desde Tras la Forcá. |
Regresamos a Peña Saleras rodeando la penúltima cima y pasando al lado del Calmeirín con la intención de hacer nuevas fotos con la luz de la tarde. Desde ella, en vez de seguir hacia el norte como en la ida, descendemos por la herbosa ladera occidental, para virar enseguida al norte, faldeando la montaña y enlazar con el camino de ida en el jou donde se asentaba la majada Barriscal. En el resto del camino de vuelta solo realizamos dos pequeñas variantes. En lugar de descender hacia poniente por la ladera de hierba que hay después de cruzar el Valle Murias, seguimos por un camino de empedrado irregular semejante al que se encuentra más abajo, que llanea hacia el norte. Parece faldear la sierra. Como no es esa nuestra intención, lo abandonamos y retomamos el nuestro por debajo de la zona herbosa.
Estamos de vuelta en Fresneo. |
La segunda variante la realizamos más abajo para atajar. Después de pasar la fuente-abrevadero de Pitanilla, sale a la izquierda un camino que encontramos tapado con palos y alambre. Una vez superado el rudimentario obstáculo continuamos por él, evitando el gran rodeo del valle que hace la pista, dejándonos en ella cerca de Fresneo.
Lorenzo Sánchez Velázquez
Lorenzo Sánchez Velázquez
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