lunes, 23 de mayo de 2022

Valle Moru (Vallimoru) desde “La Pesanca”

Salida: Área Recreativa “La Pesanca” (Concejo de Piloña)

Llegada: Valle Moru (Concejo Ponga)
Distancia: 20.0 km (ida y vuelta)
Duración: 7:30 h (sin paradas)
Subidas Acumuladas: 1250 m
Altura Inicial: 400 m
Altura Máxima: 1053 m
Fecha de realización: 21/V/2022
Dificultad: media
Track de la ruta


Valle Moru (Vallimoru) es uno de los pueblos abandonados más remotos y conocidos del concejo de Ponga. Se llega con facilidad desde Taranes por una pista parcialmente hormigonada y apta para vehículos todoterreno después de recorrer unos 11 kilómetros. Este camino pasa por los collados de Taranes, Llúes y Cuadramoñu y por las majadas de Paredu, Los Gallos, Llúes y Los Pindanales, siendo la de Llués la más importante.

Pero hay otro camino más salvaje y espectacular que nos permite llegar a la aldea desde Piloña. Arranca en el Área Recreativa de “La Pesanca” y sigue la antigua senda que cruzaba a Ponga por el collado Traslafuente. Ya en terreno pongueto, baja por el precioso bosque que se asienta en las laderas del valle recorrido por el Arroyo Llivarda y sube finalmente a El Colláu donde se encuentran las primeras construcciones. Este es el camino que vamos a seguir e ilustrar.

Itinerario: Área Recreativa “La Pesanca”– El Muñizón – Río Infierno (desvío y cruce) – Arroyo la Estaquera o Degoes – Cureñu – Collado Traslafuente – Monte Traslafuente – Arroyo de Llivarda – Reguero Xunelar – La Foz – Arroyo de Llivarda – El Colláu – Valle Moru (Vallimoru). Vuelta por el mismo camino.


Dejamos los vehículos en el Área Recreativa de “La Pesanca” situada cerca de las aldeas piloñesas de Riofabar y Espinaredo y comenzamos la caminata siguiendo la pista forestal que sube hasta la Foz de los Moñacos. Mientras pasamos por las arregladas cabañas de El Muñizón y dejamos a la izquierda, al otro lado del río Infierno, las de Degoes (por ahí hemos subido al pico Vízcares en otras ocasiones; ver este enlace), el río resuena a nuestro lado y las nieblas se van disipando descubriendo los riscos y picachos que cierran la vista hacia el Vízcares.

Mientras subimos por la pista que lleva a la Foz de los Moñacos las nieblas se van disipando descubriendo los riscos y peñas que cierran el Valle del Infierno por el este.

Subiendo por la pista que lleva a la Foz de los Moñacos.

A unos dos kilómetros, poco después de sobrepasar Degoes, dejamos la pista principal y cogemos otra a la izquierda que vadea el Río Infierno; un puente peatonal nos permite cruzar el río. Seguimos en paralelo al Arroyo la Estaquera o Degoes subiendo duramente al principio por la pista de hormigón y llaneando después sobre gravilla. Otro puente peatonal de madera nos permite cruzar el arroyo.

Los ganaderos están subiendo las vacas a Cureño. Aquí las adelantamos por el puente peatonal mientras vadean el río Infierno. Foto de Miguel Mayoral.

Puente peatonal para atravesar el Río Infierno (la foto es del invierno).


La pista sigue paralela al Reguero de la Estaquera.

Y cruza el reguero por un vado mientras un puente peatonal nos lo facilita (foto tomada en invierno).

La pista sube ahora fuertemente y, aunque la han prolongado hace unos años hasta Cureñu, aún podemos seguir en algún tramo el antiguo y bello camino; en otros tramos los árboles caídos impiden el paso. Así llegamos a las amplias camperas de Cureñu que se extienden hasta el collado y la majada Traslafuente. Por estos caminos hemos andado otras veces para subir o bajar del Vízcares o al Pico Maoñu (en esta otra entrada del Blog describo la subida a ambos picos en una sola jornada). Este último y los Montes del Infierno, que forman su larga arista occidental, nos cierran la visión hacia el sur pero nos ofrecen su bella y cromática silueta.

Grandes pastos en Cureñu con el Pico Maoñu al fondo y los Montes del Infierno extendiéndose hacia la derecha. El Collado Traslafuente queda a la izda fuera de la foto.

Cabaña con viejas llábanas en Cureñu

La senda cruza en ascenso la pradera y pasa entre las diseminadas cabañas de Cureñu. Más arriba atraviesa un bosquete de espinos y acebos, después pasa por tramos de cotoyas que han invadido los antiguos pastos y sale definitivamente al amplio pastizal de la Collada Traslafuente. La preciosa majada del mismo nombre se encuentra unos metros más al sur en la falda del pico Maoñu y, como la conocemos de otras veces (ver en este otro reportaje), la dejamos a un lado. El día está soleado y caluroso pero con mucha humedad; típico día de tormenta que solo se materializó por la noche.

Dejamos atrás Cureñu. Al fondo vemos el crestón calizo de la Sierra del Trallán (arriba a la izda), la Peña Ciébana del Castillu (centro de la foto), la cresta de la Sierra de Xiblaniella y el Pico Facéu a su izda y al fondo.

Llegando al Collado Traslafuente con el Pico Maoñu detrás. La Majada Traslafuente queda en la falda del pico.

Desde el Collado Traslafuente miramos hacia el pico El Cabezu con el Vízcares por detrás.

Esta foto es continuación de la anterior hacia el este (Cantu la Teya).

Pico Ciébana del Castiellu con teleobjetivo desde Traslafuente.

En el collado se nos abre el horizonte oriental: la intricada y compleja orografía del concejo de Ponga. Estamos en el nacimiento del río o arroyo Llivarda tributario del Semeldón que a su vez cede sus agua al Ponga en Sellaño. Bajamos unos metros por la campera hasta dar con una marcada senda que nos va a sumergir en uno de los bosques más bellos del concejo. Este primer tramo se llama Monte Traslafuente y la senda pronto cruza el Arroyo Llivarda. Después faldea en llano entre espectaculares hayas, robles y arces mientras el arroyo se precipita por el fondo del profundo barranco. En las fotos siguientes se puede apreciar la belleza de este bosque.

Desde Traslafuente vemos una parte del intrincado paisaje pongueto. Vemos el Valle de Llivarda, a la dcha el pico El Picoretón, por detrás Peña Corina, más atrás aún el Pico Pierzu y al fondo, casi ocultos tras la bruma, los Picos de Europa.

En el Monte Traslafuente pronto cruzamos el Arroyo Llivarda

La senda sigue casi llana antes de bajar por el Reguero Xunelar.

Más adelante la senda, hitada y marcada con puntos rojos y flechas amarillas, da un quiebro a la derecha para bajar a otra riega por la que descendemos unos metros hasta desembocar en Reguero Xunelar que viene del sur. Seguimos por el descarnado y pedregoso cauce del reguero recubierto en algunas zonas por la hojarasca que impide ver donde se pisa, y salimos de nuevo al Arroyo Llivarda. A partir de aquí la senda es evidente porque sigue por o al lado del cauce del arroyo.

Bajando al Reguero Xunelar.

Bajando del Reguero Xunelar al Llivarda.

Los árboles caídos entorpecen la marcha pero la senda es evidente; siguiendo el reguero.

Otra imagen del bosque y del camino que nos llevará a Valle Moru.

En todo este camino, desde el collado Traslafuente, encontraremos un bosque salvaje con antiguos y nuevos árboles, con troncos caídos que hay que superar. Por el Arroyo Llivarda atravesamos un estrechamiento, La Foz, más abajo hay que pasar bajo unos árboles caídos, después una rústica y vieja portilla de madera hasta que finalmente encontramos un prado a la izquierda. Sin entrar en él, cruzamos el arroyo. Aparece un camino ancho que sube entre antiguos prados colonizados por los helechos, con cabañas en ruinas, y algún resto de bosque. El ancho camino va mejorando y, más arriba, rodea un amplio y herboso valle que cae sobre el Arroyo Llivarda (muy abajo) y nos deja en el collado llamado, como no, El Colláu.

Una vez cruzado el Arroyo Llivarda el camino ancho sube entre antiguos prados invadidos por los helechos hasta El Colláu que vemos en el centro de la foto.

Cerca de El Colláu el camino se hace más ancho y mejor.

Primera cabaña en Valle Moru (Vallimoru) situada en lo alto de El Colláu.

Otra vista de la magnífica cabaña.

Aquí encontramos la primera casa o cabaña de Valle Moru pues, al otro lado, se encuentra la aldea. Bajamos por la empedrada calle principal entre las casas, unas con la cubierta arreglada y otras no, hasta la parte baja donde se encuentra la pequeña ermita de San Antonio y una gran casa en ruina con un magnífico corredor de madera. Dentro de la ermita está la pequeña imagen del santo rodeado por horrendos ramos de flores de plástico. Algunos fuertes y hermosos caballos pastan entre las casas.

Viviendas o cabañas en Valle Moru con la Peña la Llambria al fondo. Abajo está el río Valle Moru o Semeldón.

Otra casa en Valle Moru con el Pico Bolera los Morros detrás.

Pequeña capilla de San Antonio

Imagen de San Antonio dentro de la ermita.

Gran casona en Valle Moru con un gran corredor que tubo mejores tiempos.

Después de hacer un pequeño recorrido por el pueblo, subimos por la pista que es continuación de la que viene de Taranes y volvemos a El Colláu. Sobre el montículo cimero de la aldea, asomados al balcón sobre el Arroyo Llivarda y el Río Valle Moru que es como se llama a este tramo del Río Semeldón, descansamos para disfrutar del precioso paisaje y reponer fuerzas. El día está siendo caluroso y húmedo, las camisetas están empapadas y en el pueblo no encontramos ninguna fuente. Menos mal que traíamos agua suficiente.

Magníficos caballos pastan en Valle Moru (Vallimoru).

Volviendo a El Colláu vemos algunas casas de Valle Moru. Por la ladera opuesta se aprecia entre los árboles del bosque la pista que viene de Taranes. Arriba vemos la Collada Cuadramoñu.

El Colláu con La Bolera los Morros por detrás.

Ya estamos de nuevo en Traslafuente con el Cantu la Teya detrás. Es la alargada arista este del Vízcares o mejor de la Sierra de Aves.

Vízcares, El Cabezu y Canto la Teya desde el Collado Traslafuente.

Después de más de media hora para comer, descansar y disfrutar del paisaje y de la compañía, reanudamos la marcha regresando por el mismo camino. Ahora debemos bajar hasta cruzar el Reguero Llivarda, después subiremos por el bosque hasta Traslafuente procurando seguir los hitos, marcas de pintura roja y flechas amarillas situadas en la zona donde hay que salir de la riega principal para subir por el Reguero Xunelar y volver a la anterior tras un pequeño rodeo en fuerte ascenso. Otro fuerte repecho nos deja en el Collado Traslafuente desde donde seguimos por terreno bien conocido camino hasta La Pesanca. 

Lorenzo Sánchez Velázquez


 

1 comentario:

  1. Hola! Llevaba un tiempo queriendo hacer esta ruta, pero no me atrevía, por no conocer el estado desde Degoes hasta Vallimoru, pero encontré tu post y tu track, y hoy la he hecho (noviembre 2023). Tu track está genial, y la ruta la has descrito súper minuciosamente. GRACIAS! Seguiré tu página para más rutas. Para quién la haga, una puntualización: tiene pinta que han abierto una pista ancha ganadera nueva después de hacer tú la ruta. La pista va desde Curueñu hasta la mayá Traslafuente, y te lleva suavemente hasta el collao, en lugar que tener que desviarse por Curueñu y el bosque de acebos (por otra parte, magnífico), que es un poco incómodo de atravesar si hay barro.

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