domingo, 7 de abril de 2019

Picos Rabinalto, La Arena, Alto de la Cañada y La Solana desde Riolago

Salida: Riolago (Municipio de Cabrillanes)
Distancia: 23.1 km
Duración: 7:00 h (sin paradas)
Subidas acumuladas: 1240 m
Altura Inicial: 1240 m
Altura máxima: 2157 m
Fecha de realización: 27/III/2019
Dificultad: media
Track de la ruta


Itinerario: Riolago – Camino de las Brañas – Desvío hacia Lago Chao – La Braña – Arroyo de las Vegas – La Collada – Peña la Arena – La Collada – Pico Rabinalto – Alto de la Cañada – Pico la Ferrera – Pico la Solana – Lago Chao (Laguna del Lago) – Arroyo de la Señal – Cascada de San Bartolo – Arroyo de Riolago – Camino de las Brañas – Riolago – Huergas de Babia.

Organizada por GM Ensidesa de Gijón, la ruta incluía solo los picos Rabinalto y La Arena, pero como hacia buen tiempo le añadimos dos picos más: el Alto de la Cañada, el más alto de la Sierra de Villabandín y el pico La Solana en la cuerda que va hacia el Penouta.
Iniciamos la ruta en Riolago (1240 m) con un tiempo espléndido y las nieves ocupando sólo las laderas norte de las montañas más altas. Como señalamos en otra entrada, en Riolago se encuentran el Palacio de Quiñones  (s. XVI) donde está la Casa del Parque Natural de la Babia y Luna, la Casa del Escribano (s. XVII) y la Iglesia del Salvador a la salida del pueblo en dirección a Huergas.
Fuente en Riolago de 1906. Cerca está el Palacio de Quiñones
Cómodamente, a la vera del arroyo de Riolago, avanzamos unos 3,5 kilómetros por el Camino de las Brañas hasta el ramal a la izquierda (1440 m) que lleva por el valle del Arroyo de la Señal hasta el Lago Chao. Nuestro camino obvia este ramal y sigue de frente, ancho, siguiendo el curso del arroyo que ahora se llama de Las Vegas hasta alcanzar la extensa campera de La Braña (1610 m) rodeada de montañas.
Camino de las Brañas con el Pico Rabinalto al fondo. A la derecha, tras los árboles está el Pico la Arena.
Encontramos una gran nave ganadera y un refugio del Icona, mientras que al fondo se dibujan nevadas las cumbres que vamos a subir: el piramidal (desde aquí) Rabinalto y La Arena.
Cruzamos la campera que en el último tramo está invadida por el escobar y los brezos. El espolón rocoso de Peña Negra (el nombre describe el accidente geográfico) escinde el valle en dos; seguimos por el de la izquierda recorrido por el Arroyo de San Bartolo. La sendilla avanza casi por la misma riega pues a ambos lados el escobar es bastante denso; comienzan las primeras manchas de nieve que a esta hora aún está algo dura.
Campera de La Braña con el Rabinalto al fondo y el Pico de la Arena a la derecha. Por delante del Rabinalto vemos Peña Negra que escinde el valle en dos; La rodeamos por la izquierda.

Llegando a a vaguada nevada que sube hasta La Collada, entre el Rabinalto y Pico de la Arena.
Comenzamos la dura remontada hacia La Collada por el nevero y, aunque se hace algo de huella, ponemos los crampones para asegurar. Lentamente vamos subiendo para superar los 300 metros que nos faltan para alcanzar la cumbrera de la Sierra de Villabandín en La Collada (2036 m). Por arriba la sierra está sin nieve y se camina muy bien pues además hay poca broza.
Subiendo a La Collada

Desde La Collada, limpia de nieve, echamos la vista atrás. Al fondo se dibuja la silueta de Las Ubiñas.
Pico Rabinalto desde La Collada. Por encima emerge el Alto de la Cañada

Peña la Arena desde La Collada
Primero nos dirigimos hacia el noroeste para coronar la cercana y alomada Peña la Arena (2116 m) que no tiene más que un hito y, eso sí, como las demás cimas unas vistas espectaculares de las montañas de la Babia, de la Omaña y de este sector de la Cordillera Cantábrica. Al suroeste, nevadas, vemos las sierras de Gistredo (picos Catoute, Tambarón y Nevadín) y Fernán Pérez (Arcos de Agua). Hacia el oeste e valle del Sil y se ve Villablino, también el Puerto de Leitariegos y el Cueto Arbás, Muxivén, Cornón, Penouta, Mocoso, Peña Salgada, Montihuero, Peña Orniz, … Morronegro y Las Ubiñas.
Desde la Peña de la Arena, al fondo, picos Muxivén el El Cornón, entre otros. Aunque en la foto no se aprecia, arriba, a la izquierda, se ve Villablino. 
Desandamos el camino hasta La Collada y continuamos hacia el este para alcanzar pronto la cima del Rabinalto (2117 m) adornado con otro montón de piedras. Es pronto el día está muy bueno y decidimos prolongar la excursión hacia el pico más alto de la sierra: el Alto de la Cañada.
Peña de la Arena desde el Pico Rabinalto

Desde el Rabinalto vemos las cumbres que nos faltan.
Por la cumbrera de la sierra seguimos hacia el sureste bajando al collado intermedio y subiendo a la cima (2157 m) donde hay un vértice geodésico. Hacia el este se extiende el alargado valle glaciar en U de Salce. Y, como ya contamos en otra ocasión cuando describí la subida a este pico desde Salce, en la cabecera del valle se encuentran dos lagunillas, restos de las cubetas de excavación de los glaciares en retroceso. En la cima paramos a reponer fuerzas.
Vértice geodésico en el Alto de la Cañada. Por detrás se ven los picos  vemos Peña Piquera, Pico Formigones y Peña Correa (ver esta otro entrada)

Valle (glaciar) de Salce desde el Alto de la Cañada
La idea inicial era descender por la ladera noreste hacia el Pico la Ferrera y desde allí, como ya hicimos cuando crestamos Peña Correa desde Abelgas, continuar hacia el norte y bajar al Lago el Chao y a la Laguna del Lago. Pero en el Pico la Ferrera (2122 m) decidimos seguir la cumbrera de la sierra hacia el este pasando por Bermejos con la intención de alcanzar el Penouta. Calculamos mal y, cuando íbamos por el Pico la Solana (2132 m), decidimos abortar y bajar directos a la Laguna del Lago (Lago Chao) a nuestros pies.
Mirando hacia atrás desde el Pico la Ferrera vemos el Alto de la Cañada, de donde venimos.

Pico de la Solana. Bajaremos por la arista de la izquierda hacia el Lago Chao.
Vista de los picos subidos (y otros) desde el Pico La Solana
El descenso directo desde La Solana es muy inclinado y tuvimos que escorarnos hacia la izquierda para bajar con mayor comodidad. Hacia la mitad del descenso encontramos nieve y, para asegurar en los tramos más inclinados, decidimos calzarnos otra vez los crampones, que quitamos al llegar a la magnífica laguna (1752 m) que tiene una isla poblada de abedules.
Bajando de la Solana cerca del Lago Chao. (La foto no refleja la fuerte inclinación de la ladera)

Bajada aproximada desde el pico La Solana al Lago Chao
Aquí cogimos la senda marcada como PR-LE 72 (Riolago – Lago Chao). El camino avanza al principio pegado al cauce del arroyo La Señal por donde desagua el lago. Se sale del tramo encajonado dando un pequeño rodeo y se pasa por una zona inundable de turbera. Más adelante da un cerrado quiebro para descender después un escalón rocoso donde el arroyo forma la alargada y estrecha cascada de  San Bartolo (la senda baja a la derecha por un tramo arcilloso).
Cascada de San Bartolo
Enseguida llegamos al fondo del valle donde hay algunos prados y una cabaña en uso (1460 m). Al lado se encuentra una Otsera refrigerada por el agua del arroyo que se usaba para conservar fresca la leche. Aquí arranca una pista que desemboca unos metros más adelante, tras vadear el arroyo de Riolago, en el Camino de las Brañas por donde subimos.El cruce del arroyo lo hacemos por un puente peatonal del hormigón situado unos metros aguas abajo (las marcas del PR llevan hacia él).
En esta zona de prados confluye el valle de La Señal (por donde venimos) con el de Las Vegas formando el de Riolago.
No tenemos más que seguir por el ancho camino entre prados, monte de brezos y abedules, y con la vista puesta en el norte donde se dibuja nítido el macizo de las Ubiñas y en casi 4 kilómetros de tranquilo paseo llegamos a Riolago (1240 m) donde se encuentran la Casa del Escribano de 1619 y el Palacio de Quiñones (s. XVI) reconvertido en Casa del Parque Natural de Babia y Luna y sede de la Reserva de la Biosfera de Babia (dejé algunas en otro reportaje reciente).
Camino de las Bañas con Las Ubiñas al fondo.
No queda más que continuar otros dos kilómetros por la carretera para llegar a Huergas de Babia donde nos espera el autobús.

Lorenzo Sánchez Velázquez

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