Distancia: 16,5 km
Duración: 6:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1400 m
Altura Inicial: 890 m
Altura máxima: 1884 m
Fecha de realización: 11/IV/2015
Dificultad: media-alta
Track de la ruta
El Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias es el de mayor extensión de Asturias y ocupa una buena parte del suroccidente del Principado. En este blog hemos descrito algunas rutas por él como la reciente por la Sierra Ventana o la que hicimos hace un año desde Riomolín que nos permitió visitar las mismas fuentes del Narcea y subir al Cueto Rogueiro. En esta ocasión nos acercamos a Rebollar en el concejo de Degaña para hacer una ruta circular por el parque subiendo a los picos Teso Mular y la Moderina en el límite con la provincia de León.
Braña de los Cardos, Peña del Trayecto y collado Gubia de Fuentes. |
Seguiremos dos tramos del PR 109-4 Ruta Calzada Senda Moura (El Camín del Trayecto) por donde los romanos comunicaban los ricos yacimientos de oro del suroccidente asturiano con Astúrica Augusta (Astorga) a través del puerto del Trayecto. Esta ruta parte del puerto en la frontera con León, baja a Rebollar en concejo de Degaña y finaliza en el mirador del Alto de El Serio en el de Ibias. Se solapa en un corto tramo con la Etapa 7 (Sisterra-Cerredo) del GR-203 Por donde Camina el Oso. En otro tramo seguiremos la PR AS 8.1 Lagos de Tablado o Sisterna que sube desde la primera aldea a los lagos y baja a la segunda.
Vista atrás: Sierra de Degaña. |
Salimos de Gijón hacia Degaña siguiendo la autopista del Huerna, Villablino y el Puerto Cerredo; el regreso lo hicimos por Cangas del Narcea. Tardamos dos horas por ambos itinerarios (quizás unos minutos menos por el segundo) y es que el túnel de Rañadoiro ha mejorado mucho las comunicaciones de este concejo con el centro de Asturias. No merece la pena pagar el peaje de la autopista.
Lago Chagonacho y pico Moredina. |
Comenzamos la ruta en Rebollar (890 m) tomando un camino señalizado que se dirige al suroeste hacia el Puerto del Trayecto; a la salida del pueblo un panel nos informa sobre la importancia que tuvo el camino. Al principio entre prados y flanqueado por escobares después, avanzamos en suave ascenso por el hermoso camino con la vista puesta en la piramidal Peña del Trayecto que cierra al fondo el paisaje; mientras, vamos dejando a la izquierda el arroyo del Reguerón. Cuando echamos la vista atrás encontramos, al otro lado del valle, la Sierra de Degaña con sus laderas meridionales tapizadas del rosa de los brezos y las cumbres salpicadas de manchas de nieve.
Desde el lago Chagonacho subimos por el reguero que lo abastece. |
Enseguida cruzamos el arroyo del Reguerón que, como todos, viene crecido por el reciente deshielo. Un poco más adelante alcanzamos la cabaña arreglada de la Braña de los Cardos (1220 m) y, en un desvío al otro lado del arroyo, la fuente de la Braña unos metros más arriba. Retornamos al camino principal que pasa por una zona encharcada por el deshielo primaveral y, allí donde gira bruscamente a la izquierda para ascender al puerto, lo abandonamos. Podríamos continuar de frente hacia el evidente collado de Gubia de Fuentes situado a la derecha (desde nuestra posición) de la Peña del Trayecto. Preferimos seguir por otro camino antiguo a la derecha que arranca al otro lado del arroyo, en la margen izquierda, y nos sumerge en un hermoso robledal. Al principio se sigue bien aunque está algo tapado por las escobas. Más arriba, después de una revuelta a la izquierda, está completamente invadido por la maleza y debemos continuar por una senda paralela al camino. Así llegamos a una solitaria cabaña en ruinas (1390 m) donde la senda vira al oeste remontando directamente la ladera entre viejos y nuevos robles por donde hace mucho que la naturaleza campa a sus anchas sin intervención humana.
Nos encaminamos hacia la arista oriental del Moredina. |
Después de otras dos revueltas alcanzamos, entre las escobas y el brezo, una pequeña cubeta glaciar ocupada por el lago Chagonacho (1535 m): se nutre del arroyo que baja del pico Moredina y desagua hacia el Reguerón. Un gran nevero situado al otro lado del lago y un tupido brezal no nos dejan ver la continuación del sendero (si es que lo hay). Cruzamos el desagüe y seguimos la progresión por la zona más limpia que es por donde baja el propio reguero entre grandes bloques de cuarcita ennegrecidas por los líquenes.
Arista oriental del Moredina y pico Trayecto. |
Accedemos al gran circo o cubeta glaciar (1600 m) encerrado por el pico Moredina y sus hombros. Cuando llegamos, aún se encuentra cubierta con una gruesa capa de nieve blanda y, en lugar de dirigirnos al sur, hacia el collado Gubia de Fuentes que nos haría retroceder, preferimos alcanzar la arista oriental de la montaña de forma directa: cruzamos el nevero y nos encaminamos hacia el pedrero y la ladera cubierta de brezo bajo. La fuerte pendiente sin camino ni sendero nos lleva a la citada arista (1710 m) situada en la frontera provincial. La encontramos completamente cubierta de un brezo de mayor porte y continuamos por ella la progresión buscando el borde asturiano, algo más despejado. Más arriba, al llegar cumbrera, la pendiente disminuye y la senda, más marcada, nos deja sobre las peñas o bloques de piedra (cuarcita) que corona la cima. Un pequeño montón marca la cumbre (1857 m) que nos ofrece unas vistas magníficas del resto de la Sierra de Moreda (Teso Mular y la Camposa) hacia poniente. Los picos Turrunteira y Miravalles se encuentran más alejados en la misma dirección. Hacia el oriente la Cordillera continúa separando ambas provincias y alcanzamos a ver el Cornón (o Alcornón) de Busmori y el pico Miro (este último en León). Hacia el norte se extiende el valle de Degaña surcado por el río Ibias y limitado, al otro lado, por la sierra del mismo nombre y la de Bustelo (picos Candanosa y Redondo) hacia el noroeste que cierra por el sur el gran robledal de Muniellos que goza de protección especial.
Teso Mular y collado Boca Mular desde la arista occidental del Moredina. |
La arista occidental del Moredina tiene mayor inclinación y alterna tramos de grandes bloques de cuarcita, que resbalan cuando están húmedos, con otros invadidos por el brezal. No ofrece ninguna dificultad pero hay que usar las manos en un par de ocasiones y el senderillo a veces se pierde. En la bajada, las vistas de la pirámide del Teso Mular con sus manchas de nieve son hermosas. Llegamos al collado Boca Mular (1682 m) que separa ambas montañas y al que también llega una senda que viene de Tablado. Para ascender al Teso Mular rodeamos por el lado leonés las peñas del Alto de Moredina y subimos por una corta vallina hasta alcanzar la base de la peña. En el trayecto la cuarcita ha sido sustituida por la pizarra. Una sendilla y algunos hitos nos ayudan en la vertical ascensión por la arista oriental hasta alcanzar la cumbrera del teso donde encontramos un vértice geodésico (1884 m) y un buzón de montaña colocado unos metros más adelante por el G.M La Curuxa de Gijón. Desde la posición del buzón tenemos buenas vistas a vista de pájaro de los Lagos de Tablado y de las montañas cercanas que antes hemos descrito.
Llegando a la cima del Teso Mular. |
Mirando hacia los lagos de Tablado desde el Teso Mular. Picos la Camposa y Turrunteira. |
Después de reponer fuerzas, descendemos por la ladera occidental siguiendo una marcada senda que nos deja en el collado Pie Mular (1765 m) donde unas peñas hacen de almenas sobre el circo glaciar donde se asientan las citadas lagunas. La ladera de bajada es muy vertical y la hierba seca que la cubre resbala, además encontramos grandes manchas de nieve que ocultan la posible senda. Con precaución llegamos a la primera laguna (1630 m) más grande aunque menos profunda en la que se refleja las peñas verticales del Teso Mular (preciosa montaña). Se trata de una pequeña cubeta de excavación glaciar que termina en una morrena hacia donde se dirige el camino que viene de Tablado (se trata del PR AS 8.1). La senda baja a la segunda laguna (1580 m) a la que accedemos a través del tupido escobar que la rodea. En la orilla encontramos un grupo de voraces tritones dándose un banquete con los huevos de rana mientras una pareja de éstas engendra otros a medio metro.
Bajando al primero de los lagos de Tablado. |
Seguimos el descenso hasta la Braña de Arriba (1510 m) donde sólo quedan unos pocos pastos y las ruinas de alguna cabaña en la última de las cubetas glaciares. Los arroyos por los que desaguan las lagunas forman dos hermosas cascadas: la más ancha y cercana viene de la primera laguna, mientras que la más alejada, estrecha, alta y con menos caudal procede de la segunda.
Hermosa vista del primer lago de Tablado y del Teso Mular. |
Cascada desde la Braña de Arriba. |
La otra cascada. |
Ambos regueros se juntan enseguida y debemos cruzarlos con cuidado para continuar atravesando varios pedreros por el marcado camino que lleva a Tablado. Rodeamos el espolón norte del Teso Mular dejando a la derecha el camino que sube a la Boca Mular y cruzamos después el reguero de Moreda que también viene crecido. El camino ahora llanea y se dirige al norte faldeando el alargado espolón norte del pico Moredina a la vez que nos adentramos en un hermoso robledal. Al echar la vista atrás descubrimos el hermoso camino que traemos y la preciosa silueta del Teso Mular. El camino nos va llevando en ligera subida a la cumbrera de la sierra (1378 m) dando vista al valle Cheiroso al este. Continúa al otro lado descendiendo entre el brezo y la escoba con la vista puesta en un prado situado en el fondo del valle. Sabemos que el camino marcado nos llevará a Tablado y de allí por camino y carretera emprenderíamos el regreso a Rebollar. Pero apreciamos en la ladera opuesta del valle Cheiroso un camino marcado por encima del citado prado que remonta al bies por el bosque que la cubre. Si lo encontramos podremos atajar para llegar antes a Rebollar evitando un par de kilómetros de carretera.
Echamos la vista atrás y vemos parte del camino seguido desde los lagos. |
Vista atrás del Teso Mular. El camino de bajada lo rodea por los pedreros que vemos. |
Subimos por el bosque que vemos hasta el collado del prado verde. |
Descendemos y, en efecto, al llegar al prado sale un camino a la derecha que seguimos abandonando el más ancho y marcado. La clara senda sube hasta enlazar con la que viene por lo alto de la sierra desde la cabecera del valle Cheiroso. Siguiéndolo, descendemos al fondo del valle (1170 m) donde encontramos bastantes prados con ganado y un arroyo, el Cheiroso, que también viene crecido, y lo debemos cruzar unos metros por encima del camino donde un estrechamiento nos lo permite.
Llegando a Rebollar la propia aldea abajo, el amplio valle de Degaña de claro origen glaciar y la aldea de Degaña. |
Viejos castaños cerca de Rebollar. |
Llegando a Rebollar. |
Regresamos al camino principal que baja también a Tablado, pero, enseguida, lo abandonamos siguiendo una señal que nos indica hacia un mirador situado en un collado (1197 m) donde hay una extensa pradera y un gran depósito de hormigón para abastecer de agua a los servicios de extinción de incendios. Estamos sobre el GR 203 que seguiremos hasta regresar a Rebollar. El camino desciende entre robles, abedules, grandes escobas y brezo dejando a la izquierda algunos canchales de blanca y dura cuarcita hasta desembocar en la carretera AS 212. La cruzamos y seguimos un corto camino entre dos o tres grandes castaños con prados, cabañas y acequias de regadío hasta desembocar en la carretera justo a la entrada de Rebollar. Una magnífica fuente al lado del lavadero nos permite refrescarnos después de esta extraordinaria ruta. Las amables gentes de esta aldea, siempre atentas al visitante, nos cuentan como los osos bajan a veces en junio buscando las cerezas más sabrosas y dulces que las silvestres. Y así, comentando la ruta con los parroquianos y la dueña del único bar del pueblo, mientras tomamos una caña, terminamos esta preciosa ruta por estos montes tan bellos como desconocidos.
Lorenzo Sánchez Velázquez
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