lunes, 23 de junio de 2014

Rabo de Asno desde Parada la Viecha

Datos de la ruta
Salida y llegada: Parada la Viecha (concejo de Cangas de Narcea) 
Distancia: 20,9 km 


Duración: 7:00 h (sin contar paradas) 
Subidas acumuladas: 1200 m 
Altura Inicial y Final: 940 m 
Altura máxima: 1889 m 
Fecha de realización: 14/VI/2014
Dificultad: media
Track de la ruta






Por una sinuosa y estrecha carretera nos acercamos a la aldea de Parada Vieja (Parada la Viecha) (940 m) en el concejo de Cangas de Narcea. Son unos 18 kilómetros desde el desvío situado en el kilómetro 46 de la AS-15 que comunica el centro de Asturias con la capital de citado concejo. Al final del pueblo, donde arrancan tres caminos y hay una fuente, se puede aparcar bien.
Pista por el valle del río Junqueras.

Iniciamos la ruta por la pista que llanea en dirección este siguiendo el estrecho valle formado por el río Junqueras. El camino discurre entre prados por una zona despejada que nos permite apreciar la gran extensión del bosque que llena la ladera occidental del valle y el propio curso del río. En llano, obviamos primero una pista que sale a la izquierda en ascenso y después otro camino a la derecha. En el punto más bajo y a 1,8 km de la aldea, abandonamos la pista para seguir por un estrecho camino herboso a la derecha que baja hacia el río. Da una revuelta a la derecha y nos deja a su orilla (864 m), donde un rudimentario puente de troncos atados con cuerda nos permite cruzarlo. Al otro lado, sumergido en el frondoso hayedo de la Chomba Bueirus, resurge el precioso camino. Mediante tres revueltas  ganamos altura rápidamente, encaminándonos hacia el sureste sobre la margen izquierda del río que murmura al fondo del barranco.

Cruzando el río Junqueras.

Después, el camino llanea permitiéndonos disfrutar de tan mágico entorno hasta que alcanzamos una cabaña en ruinas. Otro par de revueltas nos hacen ganar de nuevo altura y nos llevan hasta el extenso y alargado prado de  la Braña de Burramil, situada en medio del bosque que dejamos a la izquierda. La braña toma el nombre del arroyo que cruzamos (1060 m) enseguida virando al este y poco después al sur para acometer la subida a la Sierra de las Estacas (1171 m). Despejada de árboles, a caballo entre el valle Burramil a la izquierda y el Texedal a la derecha, el lomo de la sierra está bastante invadido por las escobas. El camino ancho que traíamos se ha convertido en sendilla oculta en algunos tramos.
 
Hayedo de la Chomba Bueirus.

Siguiéndola, nos sumergirnos de nuevo en el bosque donde resurge el camino bien marcado que nos lleva a la vera del reguero del Texedal (1220 m) cuyo curso nos servirá de guía hasta llegar a la braña del mismo nombre. Es un paraje casi virgen y de una belleza extraordinaria. La buena senda finaliza en las ruinas de una cabaña. A partir de aquí se pierde en algunos tramos aunque es fácil recuperarla con la ayuda de algunos hitos. Discurre siempre por la margen izquierda del arroyo y se empina bastante en el tramo final antes de llegar a la braña del Texedal. Las grandes y viejas hayas pueblan este bosque espectacular en el que además encontramos algunos acebos y tejos.

Senda y reguero de Texedal.

Braña y campera del Texedal.

La amplia campera o puerto (1420 m) al que salimos, surcada por el arroyo, corresponde a la cubeta o desagüe de los montes que la rodean. Todas sus cabañas están en ruinas y las laderas que la rodean están invadidas por la escoba y el brezo con presencia de servales, hayas y acebos. Buscamos la mejor forma de progresar mediante el uso ocasional de alguna senda de animales por la margen izquierda del reguero entre escobas, brezos y arándanos, escorándonos a la derecha hacia los incipientes claros entre la maleza, y siempre hacia el sur. Más arriba, después de otro brezal llegamos a una pequeña cubeta (quizás de origen glaciar) la Laguna de la Hierba (Chaguna la Cherba) (1610 m) que como su nombre indica está tapizada de juncos y hiervas. La rodeamos por la derecha y, dejando el siguiente montículo a la derecha, subimos fuertemente por una senda que vimos desde lejos hasta alcanzar otra cubeta superior la Laguna Negra (1700 m); pequeña y con aguas cristalinas. Aquí, entre los nubarrones, a veces vemos la nuestro objetivo muy próximo, pero hacia atrás la vista es casi nula.

Chaguna la Cherba.

Laguna Negra.

En la laguna tomamos una estrecha vereda que  nos lleva hacia un hombro de montaña donde se convierte en senda bien marcada, permitiéndonos rodear el valle por el que habríamos subido si no nos hubiéramos dirigido a la Laguna Negra. Desde aquí tenemos la posibilidad de subir a la sierra de frente, dejando las peñas del Rabo de Asno a la derecha, o, como hicimos, seguir la senda bajo las peñas que caen de la cima para sobrepasarla y terminar el ascenso por la alomada ladera norte.

Cima del Rabo de Asno.

En la cima (1889 m) encontramos un vértice geodésico, muchas vacas y nulas vistas. Las nubes cubrían todo a nuestro alrededor y el aire frío hacía desapacible la estancia en la cumbre. Bajamos por la ladera sur hasta unas cercanas peñas donde, al abrigo, reponemos fuerzas. Mientras, durante unos pocos segundos, se despejaba algo por occidente (Cueto Arbás, Alto Rogueiro).

Cueto Arbás entre nubes a la izda.

Cuando reemprendimos la marcha por la citada ladera sur, el viento poco a poco arrastraba las nubes y nos permitió ver la Sierra de la Serrantina y el cercano Chandurrio por el este, pero las demás cimas de Somiedo nos quedaron ocultas. Fue mala suerte porque, más adelante, cuando nos adentramos en la zona estrecha del valle de la Gobia, sin la posibilidad de tener buenas vistas, el cielo se despejó y un sol de justicia cayó sobre nosotros cuando seguimos los casi 8 kilómetros de despejada pista paralela al río Xunqueras.

Por la "Senda de la Culebra".

Como dije antes, en la cima descendimos por la ladera sur siguiendo la “Senda de la Culebra” que faldea la sierra cerca de las cumbres, en dirección sur primero, después hacia el este y finalmente hacia el sur hasta entrar en León por el collado de Las Tres Lagunas, hacia el valle de Orallo. Esta ruta la recorrimos hace unos años cuando subimos a los picos Cogollo y Cogollo Cebolleo y también cuando subimos al Rabo de Asno, en ambos casos desde Genestoso.

Por la citada “senda” desbrozada recientemente por la que, además, pasa el GR-203 "Por donde camina el oso", bajamos hasta el Collado la Gobia (1689 m), donde la dejamos, para descender por la herbosa ladera este en paralelo al arroyo Gobia. Las matas de escobas y servales salpican el fondo del valle; el brezo inunda las laderas. Al principio seguimos por el fondo del valle, pero cuando se estrecha y precipita en el barranco, nos escoramos a la derecha, como nos indica un joven ganadero que lleva una bolsa con sal para las vacas. La senda, bien marcada atraviesa un magnífico y breve hayedo; deja el barranco a la izquierda y nos permite descender hasta la brañas Xunqueras (1300 m); extensa pradera
regada por el río homónimo con todas sus cabañas en ruinas.


Bajaremos al Collado de la Gobia para virar a la izda por el valle del mismo nombre. Por detrás el alargado monte de la Gobia de Cibea.

Braña Xunqueras y Sierra de la Serrantina (al fondo).

Aquí finaliza la pista que viene de Parada y por la que comenzamos la ruta. Al principio bajo las hayas y los servales hasta la Veiga la Peña (1180 m), después, completamente despejada, pasa por la Braña el Frade con una sola cabaña, más adelante deja a la derecha los restos de la que fue el magnífico refugio de caza de Los Herrero, y finalmente, despu`´es de 8 kilómetros por ella, nos deja de nuevo en Parada la Viecha al lado del pilón.

Lorenzo Sánchez Velázquez





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