lunes, 11 de junio de 2018

Pico La Xistra. Circular desde la Fuente de Arroxines en Riosa

Salida y llegada: Fuente de Arroxines (Code, concejo de Riosa)
Distancia: 22,0 km
Duración: 8:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1300 m
Altura Inicial: 560 m
Altura máxima: 1765 m
Fecha de realización: 2/VI/2018
Dificultad: media-alta
Track de la ruta

Itinerario: Fuente de Arroxines. Captación de agua (Code, concejo de Riosa) – Tubería captación de agua – Pista de Rozacaxil – La Rebollal – Campa Chichariego – Cuesta la Balsa – Mayéu Cutuvidures – Cuesta Peñallonga – La Matona – Cueña la Covariega – Valle Covariega – Llagu Fondo la Vega – Llagu Llazarandín (a los pies del Pico Santiago) – Collada Campa Reonda – Pico La Xistra – Cabañas en Llazarandín – Mayau Fonderu – La Matona – Mina de Texéu – Cuesta Pradiella – Poblado minero de Rioseco – Tubería captación de aguas – Les Texeres – Santo Adriano (carretera) – Tubería captación agua – Los Caleyos – Reguero Rivielles – Fuente de Arroxines.

Los pastos de la Sierra del Aramo se los reparten tradicionalmente los ganaderos de los concejos de Riosa, Morcín y Quirós (los de Lena tienen derechos sobre una pequeña parte de los de Quirós, situación no exenta de conflictos).  Nuestra ruta discurre íntegramente por Riosa siguiendo dos de los tres caminos por los que se accede al Aramo desde este concejo (si exceptuamos la carretera de sube al Angliru). En esta ocasión subimos desde Chichariego por la Camín del Puerto o Senda Covariega y, después coronar el pico La Xistra, descendimos desde Llazarandín por la senda y el camino que pasa por las Minas de Texéu y Rioseco. El regreso al punto de partida lo hicimos sobre la tubería de captación de agua para Oviedo hasta la Fuente de Arroxines.

Quizás no sea esta la mejor época para realizar esta ruta; o sí. Las abundantes nieves y lluvias de los últimos meses y la abundante y densa vegetación arbórea de la zona inferior de la ladera oriental del Aramo por donde discurre en horizontal la tubería de captación de agua, han embarrado muchos tramos; pero también disfrutamos de un precioso paseo repleto de verdor (no exento de ortigas). Además, coincidió que esa misma mañana y los días anteriores habían subido más de 100 vacas a los puertos por la Senda Covariega por lo que también la encontramos con barro.
Vista desde el Pico Llosorio de los caminos de subida por Chichariego y bajada por las Minas de Texéu. No he dibujado el camino de vuelta sobre la tubería de captación de agua.

Por la AS-231 nos acercamos a la Vega de Riosa donde cogemos la RI-6 que se dirige a La Felguera y Llamo. Un kilómetro por esta carretera y la abandonamos por otra que se dirige a Muriellos a donde tampoco llegamos porque en una cerrada curva a la derecha la dejamos y seguimos de frente hasta el embalse de captación aguas de Arroxines cerca de las cabañas de Code. Una espectacular y caudalosa cascada cae y desborda el pequeño embalse; en plena primavera lluviosa y tras un intenso invierno nival, sobra agua. Para tener un buen suministro a la ciudad de Oviedo, incluso en épocas de escasez, entre 1926 y 1931 se construyó y se mantiene una tubería que faldea la Sierra del Aramo desde el manantial de Llamo situado a unos 6  kilómetros al sur recogiendo las aguas de diversos regueros y arroyos que bajan por la ladera oriental. Recientemente se han construido y se están construyendo otras conducciones hacia el norte incluso un túnel de unos 4 kilómetros para llevar todo esta agua al embalse de Los Afilorios.
Instalaciones en Arroxines (Code) para captación de aguas del Aramo
El Reguero de Code en Arroxines viene con mucha agua
Valga todo este preámbulo que situarnos en el punto de partida. Aunque las instalaciones están cerradas por una verja metálica, se puede acceder por la puerta y cruzar el embalse por un puente. Situados sobre el camino que va sobre la tubería de captación, nos sumergimos en un hermoso bosque mixto con castaños jóvenes, abedules, acebos,… Discurre plácidamente faldeando en llano la configuración de la sierra y, entre el verdor del tupido ramaje, acertamos a ver el verde Valle de Riosa cerrado al norte por los blancos calizos del Monsacro y Peña Manteca que forman la Foz. Al este, el Cordal de Cuba cuya ladera occidental, la que vemos, contiene también una densa arboleda; de nuestro lado, por supuesto, el Aramo. En estos dos primeros kilómetros sobre la tubería sólo hay que atravesar un prado con algo de barro, el resto se camina muy bien (otra cosa será en el tramo más largo cuando regresemos). Cruzamos un par de portillas y desembocamos en la ancha pista que viene de Rozacaxil. Comienza la dura ascensión; debemos superar 1200 metros prácticamente sin tregua.
Plácido paseo por el camino sobre la tubería de captación de aguas.

Algunos prados y valle de Riosa. Las nubes tapan el Monsacro (izda) y Peña Manteca (dcha) .
La pista deja atrás algunos prados y cabañas como La Rebollal o Práu Pozo y, cuando más arriba llanea para faldear la sierra hacia el norte, la abandonamos para situarnos sobre la alargada campera de la Campa Chichariego subdividida en Fondera y Cimera. Apenas una sendilla sube por el hombro herboso hasta casi toparnos con la peña del Cuetu Vidures. Allí arranca la empinada y embarrada (por el reciente paso del ganado) Senda Covariega o Camín del Puerto. La Fuente la Canal, que según un ganadero con el que charlamos arriba en Llazarandín da la mejor agua del Aramo, se encuentra al principio. Por la Cuesta la Balsa rodeamos el “cuetu” por la derecha para situarnos en la dura canal Traselsierru que nos lo permite superarlo y alcanzar el Mayéu Cutuvidures. La niebla nos envuelve y en los siguientes 500 metros de desnivel no nos ocuparemos de otra cosa más que superar la empinada ladera mediante un sinfín de revueltas en lo que se llama Cuesta Peñallonga. En un punto indeterminado de la ascensión nos cruzamos con los ganaderos que ya bajan después de subir las vacas. Han madrugado y antes de las ocho de la mañana ya estaban arreando el ganado monte arriba. Nos dan una buena noticia: arriba hace sol.
Vista hacia atrás de la Campa de Chichariego con el valle de Riosa al fondo.

Avanzamos por la Campa de Chichariego hacia la empinada ladera del Aramo oculta tras las nubes.

Con esa ilusión reanudamos la marcha y, cuando el resol anuncia el azul, vemos por encima y cerca el hayedo de La Matona. Precioso bosque por donde la senda va superando algunas terrazas hasta situarnos sobre él en una corta y estrecha canal que finaliza en la horcada de la Cueña la Covariega.
La senda se retuerce para remontar la empinada ladera. Vamos sumergidos en la niebla.
La nubes quedan por debajo cerca del bosque de La Matona
La senda atraviesa el bosque de La Matona remontando algunas terrazas.

Llegando a la horcada de la Cueña la Covariega
Cueña la Covariega vista desde el otro lado.
Accedemos al Valle Covariega que, como un embudo, sube desde las verticales laderas orientales del Aramo. Avanzamos con menor inclinación por un terreno mixto de piedra y hierba típico de los montículos y hondonadas que rellenan la franja central de la sierra para alcanzar las cotas superiores del valle donde encontramos las 50 vacas que también acaban de llegar.
Nada más cruzar la Cuenya tenemos esta imagen. El pico que vemos es la antecima del Pico Santiago. El valle que sube desde la izquierda es el Valle Covariega donde quedan restos de algunas cabañas.

A la izquierda vemos el tramo final del Valle Covariega. Las vacas que acaban de subir descansan de la dura ascensión.
 Una corta subida en la cabecera del valle nos lleva al Fondo la Vega donde hay una pequeña laguna al norte bajo la piramidal silueta el Pico Rasón. Más ganado alrededor de la laguna. Hacia el sur avanza una inclinada ladera herbosa que culmina en el hombro oriental del Pico Santiago que a su vez nos cierra el horizonte occidental.
Fondo la Vega con su pequeña laguna. Al fondo el Pico Rasón
Remontada esta cuesta, cerca de la cima, la obviamos y nos dejamos caer brevemente (único tramo llano de toda la subida) sobre el Llagu Llazarandín en la vega del mismo nombre. Aquí nos encontramos con un ganadero que subió las vacas hace unos días por el mismo camino que nosotros y que ha traído hoy otra con su ternero por la carretera hasta el cercano Gamonitiero. Un poco de charla, reagrupamiento y a seguir. Al suroeste vemos cerca el pico La Xistra cerrando el horizonte.
Subiendo por la campera hacia el hombro oriental del Pico Santiago (la cumbre queda a la derecha de la foto y no se ve)
Llagu Llazarandín con mucha agua.
Nos encaminamos hacia la arista rocosa que baja hacia el sur del Pico Santiago, la cruzamos y nos vamos a la Collada Campa Reonda que lo separa de La Xistra. Es apenas una breve arista rocosa entre ambas montañas. Continuamos por la arista norte de La Xistra hasta una campera donde hay varias vacas con terneros y un toro. Los ganaderos nos han contando que en la ladera oriental del Aramo han visto hace unos días una osa joven con su osezno de dos años y, solitario, un gran oso macho. Uno de ellos nos dijo que hace dos años un oso hirió a una vaca que acabó muriendo. Nos llama la atención la convivencia pacífica entre el ganado con sus terneros (algunos tenían 15 días de vida) y los osos. Más aún el hecho que no vimos ningún mastín ni perro defensor.
El Llagu Llazarandín queda en la parte superior derecha de la foto. El pico que vemos es el Santiago. Se cruzan arriba los dos crestones y se baja por la misma arista.

Esta foto está tomada desde la misma posición que la anterior pero en sentido contrario. Vemos La Xistra y el camino a seguir hacia la hondonada previa.

Pequeña hondonada previa a La Xistra. Una senda remonta hacia el collado.
Una senda sube por una corta canal y nos deja a unos metros de la cima donde hay dos cruces y un pequeño buzón de montaña en el mástil de la pequeña. Cerca están las grandes antenas de Gamonitiero montaña un poco más alta que nos oculta el frente occidental. Al norte se extiende la ancha Sierra del Aramo con alomadas cubetas y suaves hondonadas modeladas por los hielos y asiento de ricos pastos de verano y lagunas. Hacia la izquierda de este paisaje vemos el pico Moncuevo y hacia la derecha el alomado Barriscal; por detrás el pico de La Gamonal en la que apenas se distingue su pequeña antena. Aunque las vistas de las Ubiñas desde aquí son espléndidas, las nubes apenas nos las dejan ver. Asturias queda bajo un mar de nubes bajas y la cordillera se encuentra tapada por las más altas; sólo la Sierra del Aramo está despejada.
Cumbre de La Xistra con las antenas del Gamoniteiro detrás.

Vista hacia el norte de la Sierra del Aramo desde La Xistra. Entre otros, vemos los picos Moncuevu, Barriscal y Gamonal.

Valle de Llazarandín con el pico Santiago a la izquierda, el lago arriba y las cabañas más abajo.
Aunque lo más sencillo es bajar por la senda de subida, variamos un poco el descenso para seguir directos hacia las cabañas de Llazarandín y su amplia vega. En un resalte paramos a reponer fuerzas. Terminadas las viandas, continuamos el descenso hasta enlazar con la senda que viene desde el Gamoniteiro y nos lleva a la vega. Volvemos a encontrarnos con el ganadero que nos enseña la única cabaña en pie de la vega. De piedra, en muy buen estado y construida hace unos 20 ó 25 años, pertenece a siete ganaderos. Por dentro está bien acondicionada con literas, mesa y chimenea; y adosada se construyó la cuadra que contiene aperos y cuya puerta no dejan nunca cerrada para que pueda servir de refugio en caso de necesidad.
Cabañas en Llazarandín. La de arriba está muy bien acondicionada, la otra está en ruinas.
Reanudamos la marcha hacia el sureste por la vaguada que nos lleva hasta las ruinas cercanas del Mayáu Fondero. Nos sumergimos de nuevo en la niebla y debemos seguir el descenso ayudados por el GPS y los escasos hitos que encontrarnos. No recomiendo bajar por aquí con niebla si no se dispone de un sistema de navegación; la senda se pierde con frecuencia o simplemente no existe y la vaguada baja directa hacia unos cortados.
Zona del Mayáu Fondero. A partir de aquí nos sumergimos entre las nubes y nos orientamos con el GPS.
Bajamos por una pradera que nos sitúa en una estrecha, corta e inclinada canal orientada al este. Cuando aparecen los primeros árboles de La Matona viramos al sur (de frente hay unos cortados), a la derecha, faldeando casi en llano los resaltes rocosos hasta alcanzar un inclinado hombro de hierba por el que continuamos el fuerte descenso. Más abajo una inclinada campera nos lleva hasta las escombreras de las primeras minas de Texéu o Rioseco de las que se extrajeron minerales de cobre (azurita y malaquita fundamentalmente) y cobalto hasta los años 60 del siglo XX.
Restos de las instalaciones de transporte del mineral con cables en la minas de Texéu

Desde el interior de una de las bocaminas de Texéu

Desde las minas de Texéu bajamos por esta campera para encontrar la senda que baja zigzagueando por la Cuesta Gradiella hasta el poblado minero de Rioseco.
A la izquierda se encuentran las ruinas de las instalaciones de bajada del mineral mediante cangilones colgados o arrastrados por cables (aún queda el tambor de acero en el que se enrollaba el grueso cable que también está allí, varias poleas y una de las vagonetas) y a la derecha (en el sentido del descenso) una bocamina que se puede visitar. Seguimos el descenso por la campera situada sobre las antiguas escombreras y enlazamos con un marcado camino que zigzaguea por la Cuesta Pradiella entre abundante vegetación arbórea, quedando otras escombreras en las márgenes. Por esta cuesta perdemos unos 400 metros hasta llegar a un área recreativa donde hay varios paneles informativos sobre las minas, un mirador sobre las instalaciones y poblado minero de Rioseco y un largo túnel que se puede visitar; por él se extraía el mineral de los pozos verticales. En este túnel encontramos murciélagos.
En esta escombrera por encima del poblado de Rioseco hay una pequeña área recreativa con un mirador y paneles explicativos. También se encuentra la larga galería (se puede visitar) por donde se extraía el mineral procedente de los tajos superiores construida en la última época de explotación.
Mirador sobre el poblado minero de Rioseco (se ven las casas). A la izquierda la chimenea del horno.

Saliendo de la galería de extracción del mineral.

Desde el mirador vemos los restos de las instalaciones mineras y del poblado de Rioseco

En lugar de seguir el camino ancho que baja a las instalaciones mineras de Rioseco dando una amplia revuelta, seguimos directos por una senda. Abajo está el grueso de las ruinas de las instalaciones mineras de tratamiento del mineral y más paneles explicativos. Una pista ancha baja hacia el cercano fondo del valle y por ella seguimos unos metros. Cuando da una cerrada curva a la izquierda la abandonamos para acercarnos por una sendilla hasta un edificio solitario y en aparente ruina por donde pasa la tubería de captación de agua.  Por el camino situado sobre la tubería completamos los últimos siete kilómetros llanos y embarrados (5,5 para enlazar con el camino de ida).
Un camino ancho baja desde el poblado minero hacia la aldea de Llamo. Unos metros por debajo de la revuelta que vemos abandonamos este camino y cogemos una senda a la izquierda que nos deja en el camino sobre la tubería de captación de agua.
Mirando hacia atrás desde el camino ancho vemos algunos edificios de Rioseco.
Accedemos al camino sobre la tubería de captación de agua justo al lado de este edificio (se ve desde la pista).
Cruzaremos bastantes portillas de madera con servidumbre de paso sobre la tubería y prados con zonas encharcadas. En otra época del año menos húmeda será una delicia este camino llano sumergido en este precioso bosque mixto que, además, cruza hermosos prados. Pronto dejamos a la derecha la aldea de Llamo a la vez que cruzamos varios prados y sus correspondientes portillas. Un puente nos permite cruzar sobre el caudaloso arroyo que baja desde el Mantial de los Ojos del Río, más adelante seguimos cruzando prados y portillas de madera en paralelo a la carretera hasta llegar a Les Texeres. Antes de llegar a la aldea debemos abrirnos paso entre altas ortigas que casi tapan la portilla de acceso. Una vez cruzado el pueblo, podríamos seguir por el camino sobre la tubería, pero decidimos tomarnos un respiro en el barrizal y la broza y continuar más cómodos por la carretera durante un kilómetro. Pasado Santo Adriano, que queda a la izquierda, la carretera baja unos metros y, antes de llegar a las casas de La Cantera, la abandonamos y nos incorporamos al camino sobre la tubería que ahora discurre un corto trecho por una pista.
Un tramo del camino sobre la tubería sin barro
Aldea de Llamo desde el camino sobre la tubería.
Los arroyos y regatos vienen crecidos como este que viene del Mantial de los Ojos del Río

Llegando a Les Teyeres por el camino. En la aldea salimos a la carretera.
Pronto, en los prados y cabañas de Los Caleyos, la abandonamos (hay que tener cuidado pues el camino sobre la tubería se introduce en un prado y no está muy claro hasta que no estás sobre ella dentro del prado). Más adelante nos adentramos en un bosquete donde cruzamos el Reguero Rivielles que, como otros, viene crecido. Un largo prado encharcado donde pastan algunos caballos, otro bosque, más prados con sus correspondientes portillas de madera sobre Rozacaxil y así hasta salir a una pista que viene de esta aldea.
Vista de Los Caleyos desde la carretera
Bosque con encanto en el camino sobre la tubería de captación de aguas.

Sobre la tubería, en el tramo final antes de Arroxines.
Enlazamos con el camino de ida. Por la pista subimos por la mañana. No queda más que desandar los últimos dos kilómetros por el camino sobre la tubería del agua, ahora sólo hay que atravesar un prado con algo de barro, y llegamos a las instalaciones de captación de agua Arroxines.

Lorenzo Sánchez Velázquez

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