lunes, 30 de abril de 2018

Sierra del Cuera: Pico Turbina, Cabeza Ladesna y Pico Haba

Salida: Collado de la Cruz (Concejo de Peñamellera Alta)
Llegada: Ruenes (Concejo de Peñamellera Alta)
Distancia: 15,5 km
Duración: 7:30 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1300 m
Bajadas acumuladas: 1430 m
Altura Inicial: 430 m
Altura Final: 300 m
Altura máxima: 1317 m
Fecha de realización: 14/IV/2018
Dificultad: media
Track de la ruta

Itinerario: Collado de la Cruz – Trebes – Canal de Gobia – Concha Gobiu – Majada Piedra del Oso (Rozagás o Gobiu) – Riaña – Pico Turbina – Cabeza Ladesna (Ledesma o Duesa) – Pico Haba – Cerros Pedrobalde – Braña Jorada – Canal de Jorada – Minas Cerezu – Ruenes (Santa María).

La Sierra del Cuera se extiende unos 30 kilómetros en paralelo a la costa llanisca y a unos 6 kilómetros del mar. Sus escarpadas laderas norte y sur dan acceso a una ancha planicie que presenta un irregular relieve calizo (kárstico) con jous, peñas, hondonadas, lapiaces,… y con pequeñas camperas donde se asientan majadas cuyas cabañas están casi todas en ruinas. De oeste a este está culminada por montañas que superan los 1000 metros como Peña Blanca, Turbina, Cabeza Ladesna, La Haba, Liño, etc.  Prácticamente toda la sierra pertenece al “Paisaje Protegido de la Sierra del Cuera” desde 1994.
Tramo central de la Sierra del Cuera visto desde el Peña Vigueras. Señalo las canales de subida y bajada en la ruta.
Unos días antes habíamos estado en Peña Blanca y en Cabeza Ubena, también en el Cuera en una jornada jornada montañera que resultó nefasta: niebla, ventisca con nieve y lluvia durante la mayor parte de la ruta. Como para el fin de semana daban mejores condiciones atmosféricas, decidimos volver al Cuera para recorrer su sector central y admirar desde esta atalaya las espectaculares vistas de los Picos de Europa nevados y de la costa llanisca. Aunque no nos llovió, las grandes cumbres de los tres macizos permanecieron ocultas por las nubes en casi todo el día; sólo entre algunos claros pudimos vislumbrar parcialmente algunas. De la costa de Llanes, ni rastro bajo un denso mar de nubes.
Desde el Pico Haba hacia el norte un mar de nubes oculta la costa llanisca.
Toda la ruta discurre por el concejo de Peñamellera Alta, sólo en el Canal de Gobia iremos por el límite con el de Cabrales. En Arenas de Cabrales cogemos la AS-345 que remonta al norte hacia la aldea de Arangas. Desde allí se dirige al este faldeando las laderas meridionales del Cuera para pasar por Rozagás, Ruenes y Alles y descender después para entroncar con la AS-114 en el fondo del valle del río Cares. A dos kilómetros de Arangas, en el collado La Cruz dejamos un vehículo y llevamos otro a Ruenes.
Pista asfaltada que sube hasta Trebes y a la antigua mina de Edrada.
En el collado La Cruz tomamos una pista asfaltada en los primeros metros y hormigonada después que remonta duramente hasta el prado y cabaña de Trebes donde continúa de tierra y en llano hasta la antigua mina de Edrada. La pista se construyó para bajar el mineral de hierro y manganeso que después se llevaba a la industria siderúrgica de “Fábrica Mieres” antecedente de Uninsa y de Ensidesa (Acelor-Mittal). Estuvo operativa hasta 1970 pero, unos años antes, al cerrar la factoría de Mieres, los dueños construyeron cerca del collado La Cruz un molino para triturar el mineral hasta un grano de 50 micras que se vendía después para pigmentación. Mientras subimos dejamos a la derecha las ruinas del molino.
Prado y cabaña en Trebes. Fin de la pista hormigonada. La senda se coge unos metros más adelante y rodea por arriba la cabaña.
A partir de Trebes el camino ancho de tierra llanea hasta la bocamina pero, como la jornada iba a ser bastante completa, ni nos acercamos. Una vecina de Ruenes nos contó después que con linternas se puede entrar en la alargada galería principal. Pasado el prado de Trebes dejamos el camino ancho y cogemos una senda que pasa por detrás de la cabaña y remonta duramente la ladera de meridional de la sierra mediante varios zigzags. Al llegar al roquedo hace una vira hacia la derecha para adentrarnos en la ancha canal de Gobia por la que terminamos la remontada en la Concha Gobiu donde hay una portilla.
Tramo final de la Canal de Gobia
La niebla iba y venía y, de vez en cuando, se abría para permitirnos disfrutar de un fragmento de los Picos de Europa: ora tocaba el occidental, ora los Urriellos e incluso pudimos fotografiar el de Ándara; así durante toda la jornada. Desde el collado tuvimos una visión fugaz del Macizo Occidental.
Entre las nubes se abre esta ventana que nos permite ver el Macizo Occidental (Peña Santa, Los Traviesos, Torre Santa de Enol, etc.)
Nos hallamos en la extensa planicie que recorre por su centro toda la Sierra del Cuera. Hay muchos jous grandes y pequeños, zonas de pastos donde se asientan magníficas majadas con sus cabañas, algunas en uso y la mayoría en ruina, montes calizos de mayor o menor altura, lugares donde la complejidad del lapiaz lo hace impracticable para caminar, etc.
La senda nos lleva hacia el noreste por zona donde se mezcla los pastos y las peñas, pero enseguida la abandonamos para acercarnos a una laguna impermeabilizada.
Pequeña laguna situada al suroeste de Peña Llacia y cerca de la senda que lleva a la Majada Piedra del Oso
Recuperamos la senda en la Majada de Piedra del Oso (así la llamaron en Ruenes, aunque en los mapas también la llaman Rozagás o Gobiu). Algunas vacas pastan entre sus derruidas cabañas; sólo un par de ellas se mantienen en uso. Dejamos a la izquierda (para otro día) el piramidal pico Llacia y nos encaminamos hacia el barranco de Turbina que avanza hacia poniente hasta la Braña Riaña (a la que no llegamos pues se encuentra un poco lejos de nuestra ruta).
Majada de Piedra del Oso
Vista hacia atrás de Peña Llacia.
Es ésta una zona más caótica que la anterior y encontramos algunos hitos que nos llevan a bordear el profundo jou que nos separa del pico Turbina. Como está relleno de una gruesa capa de nieve, lo rodeamos por la derecha y procuramos no perder altura para remontar después hacia el norte hasta el collado que separa el pico Cabeza Terrenosu del Turbina.
Pico Turbina. Debemos llegar al collado que se ve a la derecha. Antes rodeamos una profunda hondonada por la derecha. A la izquierda arranca el barranco de Turbina que avanza hacia poniente hasta la Braña Riaña (que no vemos).
Subiendo al Turbina vemos hacia el oeste el alargado valle que recorre la sierra y que finaliza en Peña Blanca y Cabeza Ubena. En este valle están las brañas de Riaña, Tornallás y Asiego entre otras.
Siguiendo los abundantes hitos que salpican la arista sur, superamos los 120 metros que nos quedan para alcanzar la cima más alta del Cuera. Encontramos una caseta que cobija una antena de radio servida mediante unos paneles solares y un vértice geodésico. Cuando estamos en la cima se abre una ventana entre las nubes por donde admiramos el Macizo Occidental entre Peña Santa y el Cotalba y algo del Central. Poco paramos en la cumbre principal. Enseguida nos acercamos a la cumbre norte donde hay una cruz pero ni rastro de la costa llanisca; queda oculta bajo un denso mar de nubes. No la veremos desde aquí ni desde el pico La Haba, que es otra de las atalayas hacia el norte.
Cumbre norte del Turbina desde la sur.

Cumbre sur del Turbina desde el pequeño collado que la separa de la norte.
Macizo Central: Neverón, Picos Albos, Torrecerredo, Los Cabrones, Dobresengros y Cuetos del Trave a la derecha entre nubes.

Para acercarnos al pico Cabeza Ladesna (Ledesma en los mapas) descendemos unos metros por la arista oriental para bajar después por una canal muy inclinada sin camino ni sendero que finaliza en un pequeño jou. Al encontrarlo nevado y sin saber su profundidad o si contiene algún peligroso sumidero, lo rodeamos por la izquierda haciendo uso ocasional de las manos y salimos a una zona menos intrincada.
Desde la cima norte del Turbina: a la derecha Cabeza Ladesna y el Pico Liño a la izda.
Inicio de la canal que baja desde la cima norte del Turbina. Hay que descender hasta el agujero que se ve con nieve a la derecha y rodearlo por la izquierda. Entre nubes vemos el Cabeza Ladesna.

La corta canal de bajada tiene estas afiladas peñas.
Sin camino ni sendero, vamos buscando las zonas menos pedregosas en dirección sureste y dejando a uno y otro lado un sinfín de pequeños jous típicos de este relieve kárstico. Al llegar a la cota de los 1110 metros comenzamos de nuevo a subir hacia el Cabeza Ladesna.
Subiendo al Cabeza Ladesna echamos la vista atráspara ver las dos cumbres del Turbina y la zona por donde hemos bajado. Desde la cima de la derecha (norte), sin seguir la arista, bajamos a dar con las franjas de vegetación.
Primero subimos directamente un primer montículo que, arriba, lo seguimos hacia el sur para rodear una profunda hondonada y no perder altura. Después encaramos frontalmente la subida final (es más cómodo dar un pequeño rodeo hacia la arista suroeste) para alcanzar la cima donde no encontramos ninguna señalización. Otra ventana en el nublado sur nos permite admirar la zona de Peña Castil y la Sierra de Juan de la Cuadra, nada más. En realidad vamos a tener suerte y las distintas aberturas que se nos ofrecen en los puntos altos de la sierra nos van a permitir contemplar por sectores la mayor parte de los Picos de Europa.
Superada la antecima del Cabeza Ladesna subimos frontalmente a la cima. Es más cómodo coger la arista por la derecha de la foto.
Pico Haba desde el Cabeza Ladesna, bajaremos con tendencia a la derecha de la foto.
Zona de Peña Castil en el Macizo Central.
Recorremos hacia el sur su alargada cima para bajar por la cómoda arista oriental con la vista puesta en las cabañas de la Braña Jorada y su lagunilla impermeabilizada. Como nuestro siguiente objetivo, el pico La Haba, queda al noreste, y para no perder demasiada altura, dejamos la braña más abajo a la derecha y seguimos hacia el este buscando las franjas herbosas entre las calizas. Por el camino dejamos a la izquierda una lagunilla con su borde reforzado por un pequeño murete de piedra.
Desde el Cabeza Ladesna bajamos con la vista puesta en la Braña Jorada y la lagunilla impermeabilizada que vemos en la foto.
Pronto enlazamos con la senda que viene de Braña Jorada y se dirige al norte y que nos va a permitir alcanzar enseguida los Cerros de Pedrobalde en la base del pico La Haba. La dura subida frontal por su pedregosa ladera sur nos sitúa en su alargada arista por la que alcanzamos con facilidad la cumbre. Esta montaña se identifica con facilidad desde la zona costera de Llanes por su aspecto piramidal situada en el centro de la Sierra del Cuera.
Ladera sur del Pico Haba. La foto no refleja su inclinación.
Desde la subida al Pico Haba miramos hacia atrás: Cabeza Ladesna y la arista sur (izquierda en la foto) por la que bajamos.
Cumbre del Pico Haba.
Mientras comemos en la cima, se abre entre las nubes una ventana por la que vemos la zona del pico Urriello en el Macizo Central. Hacia poniente la Sierra del Cuera está totalmente despejada y sorprende el intrincado relieve kárstico de la sierra hasta el pico Turbina. Imposible caminar por allí; en nuestro itinerario rodeamos esta zona por el sur para subir al Cabeza Ladesna. Hacia el este destaca el pico Liño al que hace años que no subimos; quedará también para otra ocasión.
Desde la cima del Pico Haba: Cabeza Ladesna a la izquierda y Turbina a la derecha. Vemos el complejo lapiaz que rellena la sierra entre el Turbina y el Haba.
Hacia el este vemos el Pico Liño. A la izquierda, al norte, el mar de nubes nos impide ver la costa llanisca.
Pico Urriello y Neverón desde el Pico Haba.
Descendemos de La Haba en paralelo a la subida, siguiendo una incipiente senda que parece venir del collado situado al oeste. Pero enseguida rodeamos la montaña hacia el este para alcanzar una senda que hemos visto desde arriba. En realidad podríamos haber vuelto a la Braña Jorada por la misma senda que trajimos hasta aquí, pero vimos otra que discurre más al este rodeando una amplia hondonada y decimos regresar por ella.
Mientras rodeamos la alargada hondonada que vemos en el centro, echamos la vista atrás para encontrarnos con el Pico Haba. Lo hemos subido por la arista de la izquierda.
Terreno cómodo de caminar y casi llano. Rodeamos el alargado valle a media altura, primero hacia el este y después hacia el sur, hasta completarlo y situarnos al borde sur de la sierra. Un extenso muro de piedra y alambre de espino recorre el citado borde para evitar que los animales que pastan en sus herbosas hondonadas se despeñen. En la base de una peña que la senda rodea por la derecha está la Fuente Braniella cuyo depósito y pilón están en completa ruina y sin agua. La senda avanza hacia el oeste y pronto nos deja en la Baña Jorada donde aún quedan algunas cabañas en uso y otras en completa ruina.
Cabañas en Braña Jorada
El inicio de la senda de bajada se sitúa entre dos peñas a unos metros de las cabañas. Camino antiguo de herradura que se retuerce por la empinada ladera herbosa de la Canal de Jorada para facilitar la subida y bajada del ganado, aunque entre sus revueltas se han ido abriendo sendas que bajan directas y con mayor inclinación. En un principio bajamos por las más directas, pero a media ladera, utilizamos las tradicionales que son más anchas y están aseguradas con piedras por el lado de la caída. Mientras zigzagueamos se nos abre el frente sur en el sector de Ándara y podemos disfrutar de sus grandes cimas nevadas (Samelar, Sagrado Corazón, Junciana, Rasa, Pica del Jierro, etc.) Al este se extiende el valle del Cares en su tramo final quedando en medio, magestuosa, la Pica de Peñamellera que subimos hace unos años.
Pequeña entalladura que da acceso a la Canal de Jorada.
Desde la Canal de Jorada tenemos esta vista del Macizo Oriental, entre el Samelar (izda) y el Cortés (dcha).
Bajando por la Canal de Jorada con el pico Urriello al fondo. La senda está bien marcada. Foto de Nicolás Zapico.
Canal de Jorada. La foto no refleja la fuerte inclinación de la ladera.
La zona baja de la Sierra del Cuera finaliza en múltiples pliegues anticlinales entre los que se sitúan profundos valles como el de Rozacanal por el que baja el río homónimo. Llegamos al collado donde arranca el pliegue situado al oeste del río y en él encontramos algunas cabañas ganaderas en uso y restos de edificios de las antiguas Minas Cerezu. Una pista sube hasta aquí desde el barrio de La Collá (municipio de Ruenes) por el otro pliegue que encierra el río Rozacanal  por el este y pasa por las bocaminas de las Minas Recuencu al rodear la cabecera del valle.
Llegamos a un camino ancho que arranca en una cabañas cerca de las Minas Cerezu. El camino pedregoso baja hasta el collado y más allá hasta Ruenes.
Desde el camino ancho que baja a Ruenes tenemos esta vista de la Pica Peñamellera y de la aldea de Alles.
Una vez en el collado, obviamos esta pista y bajamos directamente por un camino ancho y pedregoso que desciende por la ladera oriental del pliegue. Poco antes de llegar a Ruenes atravesamos bajo los cables de una línea de alta tensión y un bosquete mixto que se extiende hacia lo profundo del barranco de Rozacanal.
Antes de llegar a Ruenes cruzamos un pequeño bosquete.

Calabazas en el portal de una casa de Ruenes.

Iglesia de la Virgen de la Ascensión en Ruenes.
Llegamos a Ruenes. La aldea está situada en pendiente y tiene varias casas solariegas con escudos nobiliarios de los Mier y otras arregladas con buen gusto tradicional; todas ellas forman un hermoso conjunto. La iglesia, a la que no bajamos, está dedicada a la Virgen de la Ascensión cuya festividad se celebra el 15 de agosto.  Los prados se extienden de este a oeste formando una amplia franja que cruza un tramo intermedio de la alargada ladera meridional del Cuera (en realidad en esta franja se sitúan las aldeas de Arangas, Ruenes y Alles). Como curiosidad, señalamos que los ganaderos de Ruenes son los que más terrenos administran en la Sierra del Cuera.

Lorenzo Sánchez Velázquez

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