domingo, 7 de junio de 2015

Peña Ventosa desde San Pedro de Bedoya

Perfil de la ruta
Salida y llegada: San Pedro de Bedoya, municipio de Cillorigo (Liébana)
Distancia: 15,5 km
Duración: 6:00 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1100 m
Altura Inicial: 555 m
Altura máxima: 1437 m
Fecha de realización: 30/V/2015
Dificultad: media-alta
Track de la ruta

Mapa de la ruta

Hace un par de años, en pleno invierno y con la nieve en cotas bajas, nos acercamos a la Braña de los Tejos desde la aldea de Cicera en el municipio de Peñarrubia. Nos llamó la atención la poderosa mole de Peña Ventosa a la que habían intentado subir unos meses antes algunos miembros del grupo. El fallido intento se vio truncado al llegar a la cresta de la montaña, pues las lastras húmedas resbalaban considerablemente. Tocó ahora emprender su ascensión desde la vertiente occidental.

Peña Ventosa desde la Braña de los Tejos

Nos acercamos a San Pedro de Bedoya (550 m) viajando desde Gijón a Unquera y siguiendo después hacia Potes por la N-621. En pleno desfiladero de La Hermida dejamos la carretera nacional para subir a San Pedro donde aparcamos al lado de un pilón con agua abundante y de la Casa-Torre de Ceballos. Declarada Bien de Interés Nacional y aunque ha cambiado de propietario, flanquean su puerta principal sendos escudos de armas de las familias Ceballos y Soberón. No está abierta a las visitas y apenas podemos vislumbrar entre la tapia y la vegetación que rodean la finca la gran torre lateral y su fachada.

Fachada de la Casa-Torre de Ceballos en San Pedro de Bedoya.

Dos paneles nos informan de las rutas PR-S 4 Braña de los Tejos y de la PR-S 88 Ruta Valle de Bedoya. Aunque habíamos pensado comenzar la ruta subiendo a Salarzón por la carretera, cambiamos de planes sobre la marcha y decimos evitar el asfalto siguiendo las marcas del PR-S 88.

Desvío a la izquierda para seguir el PR S-88.

Y el cambio resultó muy apropiado: a la salida de la aldea centenarios castaños, enseguida los robles y más arriba las hayas, forman hermoso bosque. Y bajo su tupido dosel subimos en paralelo a una riega que cruzamos más arriba antes de atravesar el Prao Concejo (850 m). El camino deja a la izquierda otros prados y desemboca en la pista que sube desde Salarzón.

Encinas en el Monte Bedoya y cruce de caminos. A la dcha sale el que sube a Peña Ventosa.

Macizo Oriental de los Picos de Europa desde el Monte Bedoya.

Un poste informativo nos señala las variantes del cruce de caminos: hacia Salazón para completar el circuito del PR ya citado y hacia la Braña de los Tejos. Seguimos unos metros el PR y enseguida lo abandonamos para tomar otro camino a la derecha. En esta ladera del Monte Bedoya, orientada al sur, crecen encinas y escobas, y las grandes cimas del Macizo Oriental aún nevadas nos ofrecen una hermosa vista: Samelar, San Carlos, Junciana, Pica del Jierru, Morra, Silla, Prao Cortés y Cortés. A la izquierda del macizo vemos también los Picos del Friero y, algo más alejado del macizo, el Coriscao. Reanudamos la marcha por el camino ancho que se dirige al norte (hacia la gran cresta de Peña Ventosa) y nos deja en un prado (930 m) que cruzamos.

Peña Ventosa desde los prados previos al collado.

El camino vira al este para alcanzar unos pastos (961 m) a los pies del gran crestón. Después de cruzar el pastizal, emprendemos una dura remontada siguiendo en algunos tramos sendas de animales y, en otros, monte arriba con poca vegetación rastrera. Debemos ascender al collado situado entre el extremo oriental de la cresta de la Ventosa y La Peña, que dejaremos a la derecha. Al final encontramos una buena senda que se retuerce varias veces hasta alcanzar el herboso collado (1332 m). La vista se abre al este donde encontramos la Sierra de las Cuerres en la que se encuentra la Braña de los Tejos.
 
Cresta que debemos recorrer y para alcanzar la cima de Peña Ventosa.

Ya vemos algunos hitos que nos ayudarán por el crestón y en el ascenso a la cima. Hasta este collado también se accede desde el camino que viene de Lebeña. A partir de aquí no recomiendo hacer la subida con la roca mojada pues resbala bastante, con niebla (no hay suficientes hitos) o con hielo, a no ser que se sea muy experto. Los hitos nos van llevando por la misma cresta sin dificultad ninguna y, al acercarnos a la gran peña, unos metros por debajo dejándonos finalmente en su base (1300 m) (en este tramo encontramos dos sendillas paralelas muy próximas a distinta altura; por una fuimos y por la otra regresamos).

Superada la arista rodeamos estas peñas para coger la entalladura que vemos a la izda y trepar por una canal.

Llegamos a la zona más vertical donde las trepadas se suceden. La primera tiene dos opciones y es mejor la que está a la derecha pegada a la roca; por la otra hay que hacer una corta vira para llegar al mismo sitio. Así, nos encontramos en una horcadina de la que salimos por un paso con buenos agarres pero con una caída vertical a la izquierda. La segunda trepada nos deja en una empinada canal con abundante piedra suelta que nosotros evitamos por la derecha, por donde el agarre de la bota es mejor y nos deja en la última y prolongada trepada (aunque no es tan vertical) que conduce a la arista cimera. Unos pasos por ella nos sitúan en la cima (1437 m).



Trepando hacia la cumbre.

Canal con piedra suelta.

Arriba vemos el último tramo de trepada (la más larga).

Encontramos un buzón de montaña sujetado por un hito de piedras y unas formidables vistas: al Macizo Oriental, añadimos la Sierra de Cocón (Cueto Cerralosa) a la derecha, los Ageros más cerca, y Peña Llaneces. Hacia el este la Sierra de las Cuerres da paso a la de Peña Sagra. A la derecha, en Palencia, la Sierra de Peña Labra; al sur la zona de Curavacas y Peña Prieta también en Palencia y más a la derecha el Coriscao que enlaza con los Picos de Europa.

Picos de Europa (entre las nubes); Sierra de Cocón (fondo) y Ageros a la derecha.

Sierra de las Cuerres (Braña de los Tejos) y Sierra de Peña Sagra entre nubes.

Después de reponer fuerzas ante este maravilloso espectáculo, descendemos con cuidado y retrocedemos por la gran cresta hasta el collado herboso. Como el descenso lo vamos a hacer en circuito por la Sierra Toja, cruzamos el collado entre las dos peñas y tomamos un camino ancho que se dirige al collado Taruey (1264 m) al sureste donde encontramos algunas vacas pastando. Enfrente queda la Sierra de las Cuerres y, a esta altura, la Braña de los Tejos. Habíamos pensado volver a ella ahora en primavera, pero se ha hecho tarde y debemos regresar.

Caballos y refugio en el Collado.

Continuamos por un camino ancho hacia el cercano Collado (1273 m) rodeando por la izquierda un montículo herboso. Encontramos una manada de caballos, un refugio de dos plantas con un llamativo tejado verde, una casa arreglada al otro lado y un pilón ganadero que proporciona abundante agua. Aquí enlazamos con el PR-S4 que sube a la Braña de los Tejos. Nada más coger la pista hacia el sur nos sumergimos en un frondoso bosque donde las hayas van dando paso a los robles a medida que descendemos.

Bajando por la Sierra Toja.

Varias revueltas nos ayudan y debemos pasar al lado de la Ermita de San Pedro de Toja (975 m). Pero allí donde los mapas la sitúan no encontramos más que una cabaña en venta cuyo tejado han arreglado recientemente. Ni rastro de la ermita. Continuamos el apacible descenso, dejando a la izquierda algunos prados y cabañas arregladas en los Invernales de Toja (40 m), para cruzar más abajo el Arroyo de Bedoya (728 m).

Llegando a San Pedro de Bedoya.

A partir de aquí el camino tiene algún tramo hormigonado y, cerca de San Pedro de Bedoya, enlazamos con el camino de ida muy cerca de la aldea.

Lorenzo Sánchez Velázquez

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