miércoles, 29 de octubre de 2014

Circular por el Monsacro

Salida y llegada: La Collá (en el concejo de Morcín) 

Distancia: 10,5 km
Duración: 3:30 h (sin contar paradas) 
Subidas acumuladas:
830 m 
Altura Inicial y Final:
400 m 
Altura máxima:
1057 m 
Fecha de realización:
26/X/2014
Dificultad:
baja
Track de la ruta



Camino por la Cuesta de la Magdalena
Embalse de Alfilorios desde la subida al Monsacro

Descripción
El centro del concejo de Morcín está dominado por la gran mole caliza del Monsacro que, a pesar de su escasa altitud, emerge como los muros de un castillo, protegiendo los ricos pastos de altura y las capillas medievales de La Magdalena (de Abajo) y de Santiago (de Arriba) declaradas Monumento Histórico Artístico.
Son varios los caminos de subida a esta impresionante atalaya. Por la ladera norte serpentea el de la Llorera o Pastrana, también llamada Cuesta de la Magdalena por donde, según la leyenda, se subieron las reliquias del Arca Santa traídas de Jerusalén, para protegerlas de las razias musulmanas en los primeros tiempos de la Reconquista. La vertiente sur tiene tres puntos de acceso. El más empinado es el más occidental y sigue la canal situada entre La Fayona y el Cuitu Romiru. La Senda Grandariella está situada hacia la mitad entre esta última cima y el Pico Marieyu. Finalmente el acceso más oriental y cómodo es el Camino del Cintu por donde discurre la pista apta para vehículos todoterreno que se sube desde Los Llanos.

Vega de las Capillas. Al fondo la de Santiago.

Aunque La Collá se encuentra en el concejo de Morcín, la forma más rápida de llegar es por la AS-231 que sale de la N-630 en el kilómetro 40,5 en dirección a Riosa. A los 3 kilómetros, una vez pasada la aldea de Las Mazas, seguimos por carretera MO-3 que, en poco más de un kilómetro, nos deja en el alto de La Collá. A 100 metros de las dos casas de la aldea situadas a ambos lados de la carretera hay un pequeño aparcamiento justo al lado del panel que marca la ruta.

Laguna y Ermita de la Magdalena.

Entre castaños y avellanos iniciamos la ruta por el Camino ancho de La Madalena. Enseguida se empina, cruza una portilla, pasa bajo el tendido eléctrico de la red de alta tensión que atraviesa, inexplicablemente, el macizo y, cuando el dosel arbóreo desparece, se retuerce para seguir ganando altura hasta alcanzar la segunda torre del tendido eléctrico. Aquí finaliza el camino ancho. Sigue una sinuosa senda que vence lo más empinado de ladera, pasando al lado Silla del Obispo (pequeña peña llamada así porque según cuenta la leyenda en ella se sentó a descansar el obispo Toribio cuando subió las mencionadas reliquias) y termina en la tercera torre de alta tensión. Hasta aquí llega otro camino ancho que accede al macizo por la ladera sur y da servicio a la citada torreta. Lo seguimos. Pasamos al lado de dos grandes y solitarios espinos que dan paso a la Vega de las Capillas, finalizando así la dura remontada que nos ha hecho ascender 450 metros en apenas dos kilómetros.

La Foz en el valle. Picos Garcillero, Peña Manteca y Llosorio

La vista se abre a la extensa vega en cuyo centro hay un estanque. La Capilla de Abajo o de la Magdalena del siglo XIII se encuentra a la derecha sobre un montículo. Es de estilo románico tardío, tiene planta rectangular y un ábside en la cabecera. En su altar tiene una imagen de la Magdalena.

Sierra del Aramo desde el Cuitu Romiru.

Al otro lado de la vega se ve la Capilla de Arriba o de Santiago situada sobre la ladera norte del pico Marieyu. Para llegar hasta ella abandonamos el camino ancho y seguimos por la campera hasta enlazar con una senda que, enseguida, nos deja en la capilla. Tiene una curiosa planta octogonal poco frecuente con ábside semicircular. Espineras y carrascos en la preciosa vega herbosa, el cielo reflejado en la lagunilla central, la Ermita de Abajo sobre el montículo y, al fondo a lo lejos, Oviedo.

Seguimos la ascensión por la vallina herbosa hasta el Collado La Muezca situado en el mismo borde meridional del macizo. La vista se abre al sur hacia el Barranco de Otura, el Aramo y un pequeño sector de la Cordillera Cantábrica. Del collado baja la senda Grandariella por la que descenderemos más tarde. Antes hay que alcanzar los picos Cuitu Rominu y Fayona.

Cuitu Romiru desde La Fayona.

Una senda remonta las peñas situadas al oeste. Nos guiamos por las marcas en forma de puntos amarillos que, enseguida, nos sitúan en lo más alto de la sierra. A la vista tenemos el Cuitu Romiru. No queda más que descender, pasando al lado de una estación meteorológica alimentada por un pequeño panel solar, hasta una pequeña pradera. El siguiente ascenso nos deja en el escaso balcón de la cima (1055 m) con vértice geodésico y buzón de montaña colocado allí por el grupo de montaña “El Civilu”.

Las vistas se acrecientan en todas las direcciones llegando por el este hasta los Picos de Europa en la misma línea que la aldea de la Foz y el cercano Llosorio. El valle del río Riosa se extiende hacia el sur y al oeste la Sierra del Aramo y La Mostayal ocultan todo lo que hay detrás. Muy cerca, en esa misma dirección, está la cumbre más alta del Monsacro, el pico La Fayona (1057 m). Entre ambas cumbres hay una vertical canal en la que vemos la senda de descenso.

Vista del Monsacro desde el sur: La Fayona a la izda y Cuitu Romiru en el centro flanqueando ambos la canal de bajada.
Bajamos del Cuitu Romiru y rodeamos la canal para ascender a La Fayona también llamado Llanu Villar, apenas unos metros de hierba que ocultan grietas y agujeros entre las piedras. Alcanzada la segunda cima con facilidad, encontramos allí un buzón de montaña colocado por el Club Alpino de Lugones. Las vistas son idénticas pero impresiona la atalaya colgada del Cuitu Romiru.

Regresamos por la misma senda a la colladina de La Muezca donde hay una pequeña arqueta rota. El descenso por la Senda Grandariella es sencillo. Tiene algún corto tramo armado y supera el fuerte desnivel mediante cuatro revueltas que nos encaminan, después, al oeste por encima de los límites de los prados de Los Llanos entre cotoyas. La senda finaliza en el collado La Covarriella donde hay buenos pastos comunales y algunas cabañas en el interior de los prados. Hasta aquí llega un camino que viene desde el área recreativa de Vía Pará cruzando el pico La Covarriella.

Camino que rodea el Monsacro por el este.

Nuestro camino ancho y hormigonado sale a la izquierda atravesando una barrera al lado de una cabaña en uso. Las vistas del frente sur del Monsacro con las torres de La Fayona, a la izquierda, y el Cuito Romiru a la derecha son impresionantes. Abedules y zarzas serán nuestros compañeros en el siguiente tramo del recorrido. La pista nos lleva hacia el sureste para girar bruscamente a la izquierda (obviamos el camino de tierra que sigue de frente) para bajar rápidamente entre los abedules cruzando el Barranco de Otura en la zona alta. Evitamos dos desvíos a la izquierda y desembocamos en la aldea de Los Llanos.

La Foz y valle de Riosa desde el camino que rodea la montaña.

Continuamos el descenso por la carretera MO-4 dando una gran revuelta a la derecha y otra a la izquierda para llegar a la primera casa de la aldea de Otura. Abandonamos la carretera y seguimos por la calle principal, a la izquierda, que sube dejando casi todas las casas a la derecha. La calle se transforma en camino que, entre avellanos, faldea los contrafuertes calizos del pico Llano los Bues (del Monsacro) en cuya base hay una gran cueva.

Al llegar a la zona despejada vemos la antena y el resto del camino hasta alcanzarla. Casi en llano, suspendidos sobre la aldea de La Foz, vamos caminando impresionados por el hermoso crestón de Peña Manteca que forma el desfiladero de La Foz con el espolón oriental del Monsacro en el que estamos encaramados. Al sur se extiende el valle y concejo de Riosa con su capital muy cerca. Al sureste el Cordal de Cuba (pico Llosorio) destaca.

Valle de La Figar entre el Garcillero y Manteca desde el crestón oriental. A la dcha al fondo el Llosoriu.

Alcanzada la antena en la cresta del espolón, la vista se abre al norte donde apreciamos el tramo final del río Riosa antes de ceder sus aguas al Caudal. La aldea de La Maza y la Peña los Reconcos que baja del Garcillero se sitúan en esa misma dirección.

La senda hace un corto y fuerte descenso mediante cuatro revueltas para continuar, más llana, adentrándose en un bosquete que deja a la derecha algunos prados como El Pradón. Poco a poco se ensancha. Al llegar a las primeras casas cruzamos una portilla que da paso a un camino ancho que, a su vez, nos deja en el barrio de El Carbayu (según lo llaman los mapas), hasta donde llega una calle asfaltada. La seguimos y en pocos metros desembocamos en la carretera MO-3 a su paso por La Collá.

Lorenzo Sánchez Velázquez





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