miércoles, 11 de noviembre de 2020

Peña Melera, Pico Pandos y Pico del Pando. Circular desde Felechosa

Salida y llegada: Felechosa (Concejo de Aller)
Distancia: 17,5 km
Duración: 8:30 h (sin paradas)
Subidas acumuladas: 1375 m
Altura Inicial: 670 m
Altura máxima: 1726 m
Fecha de realización: 31/X/2020
Dificultad: media
Track de la ruta



Itinerario: Felechosa – Puente de la Muñeca – Valle Melera – Escuela de escalada – Reguero Melera – Majada los Gallos – Peña Melera – Collado Pandos – Pico del Pando – Collá Cavera – Pico Pandos – Majada Pedroso – Mosquera la Boya – Entresierra – Camino de las Foces del Pino – Molín de Peón – Felechosa.

Nos acercamos a Felechosa para hacer un circuito con subida a la Peña Melera y al Pico Pandos y, en la bajada, cruzar el largo crestón del Pandos por la entalladura de la Mosqueta la Boya situada sobre las Foces del Río Pino. Como íbamos bien de tiempo ampliamos el circuito para subir al cercano Pico del Pando, cumbre más septentrional de los Altos de Riopinos (hace un mes estuvimos en la más alta – La Cabritera – situada al sur y que recogimos en otra entrada).
Vista atrás de las últimas casas de Felechosa desde el camino que lleva a Cuevas

Dejamos los coches en Felechosa y cruzamos el Río San Isidro por el puente situado al lado de la Ermita de Virgen de las Angustias. La pista avanza hacia el este en paralelo a la carretera que sube al Puerto de San Isidro y al río. Después de 3,5 km de apacible paseo cruzamos el río y la carretera por el Puente de la Muñeca y cogemos un camino amplio que pronto va girando hacia el suroeste transformándose en senda a la vez que se empina.
Poco antes de cruzar la carretera y el Río San Isidro por el Puente de la Muñeca. Vemos la Peña Melera.

Nos adentramos en el Valle Melera poblado de un magnífico hayedo. Pegados a las verticales paredes del largo crestón de Peña Melera, pasamos junto a la Escuela de escalada en la que observamos varias vías de escalada y algunas hayas que literalmente nacen en la misma roca.
En la vertical cresta que baja de Peña Melera hay una Escuela de escalada.

La senda se pega a la peña mientras a la izquierda se extiende el hayedo.


Una vista hacia atrás: algunas hayas nacen literalmente en la propia peña.
La dura subida no da más tregua que la que nos tomamos para hacer fotos; las hayas con sus colores otoñales están preciosas. Bastante arriba, la senda se separa de la peña y se pega al Arroyo Melera para retornar más arriba la cercanía de las rocas en el Mayéu Melera. Nuevo cruce del reguero para subir entre los buenos prados y cabañas de Los Gallos. Nos hemos separado bastante del crestón y toca rodear el prado y cabaña cimeros de Los Gallos para encaminarnos de nuevo a tocar el vertical roquedo.
Primera cabaña en buen estado de la Majada de Los Gallos.

Vista hacia atrás de Los Gallos
La senda da un brusco giro a la izquierda al chocar contra la peña y finaliza en la cercana Collá Pando desde donde se puede subir con facilidad a la Peña Melera. Pero vamos a hacer una variante. En el último punto, donde la senda tocó al crestón, la abandonamos y subimos duramente por una amplia canal (N) con un pequeño pedrero a la izquierda y totalmente invadido por broza de bajo porte que apenas estorba. Alcanzamos un pequeño collado de hierba.
En rojo he marcado la senda que sube al Collado Pandos (itinerario normal de subida a Peña Melera) y en azul el primer tramo de la canal por la que subimos.

Antes de comenzar la dura subida por la estrecha canal que vemos en la siguiente foto, miro hacia atrás al primer collado que hemos alcanzado. Al fondo los picos Torres y el Valverde.

A la izquierda sube una empinada y estrecha canal de hierba de unos 15 o 20 metros de altura por la que vamos a subir. No recomiendo subir por ella con la hierba mojada o con nieve. En algunos puntos se puede uno agarrar a la roca de uno de los lados pero en otros no queda más remedio agarrarse un poco a la hierba. Esta será la mayor dificultad de la jornada, que se puede evitar, como dije antes, subiendo desde la Collá Pandos.
Canal de hierba por la que subimos. La foto no da fe de su inclinación.

Otra vista de la canal desde arriba. Se ve mejor su verticalidad.

El resto de la subida no tiene ninguna dificultad aunque no haya senda ni hitos y en algún punto haya que poner un poco las manos para mantener el equilibrio; sin peligro. Culminamos Peña Melera y disfrutamos un rato con las magníficas vistas de los pueblos y montañas del Alto Aller. Como vamos bien de tiempo decidimos subir al cercano Pico de los Pandos en el que se inician los Altos de Riopinos que a su vez culminan en La Cabritera.
Desde Peña Melera vemos el Pico Pandos y la Collá Cavera; al fondo, Peña Redonda.

Desde Peña Melera vemos El Pino y Felechosa en el valle y por detrás, de dcha a izda, La Forá, Praera (Aberrugues), Cuchu y la superposición de Peñas Negras y Peña Mea.

Retriñón, Muezca y Peña Tabierna desde Peña Melera. Por delante, más bajo, el Coalnegro.

La larga arista que culmina en el Pico Torres con el Valverde a la derecha,
Bajamos de Peña Melera por la ladera suroeste siguiendo una senda perfectamente hitada que nos deposita en los pastos de la Collá Pandos. Para subir al Pico de los Pandos seguimos de frente sin camino ni senda entre las matas de brezo de bajo porte hasta alcanzar la cresta de la sierra. Por ella, despejada y limpia, continuamos (SO) hasta culminar en el Pico de los Pandos (1726 m) punto más alto del recorrido de hoy. Paramos a comer disfrutando del día y de las impresionantes vistas. Dejo alguna foto.
Bajando de Peña Melera al Collado Pandos

Arista del Pico del Pando que vemos al fondo.

Desde el Pico del Pando vemos el resto de la sierra de los Altos de Riopinos. El último pico y más alto es La Cabritera.

Lo más sencillo sería bajar al Collado Pandos por el mismo camino, pero, nada más bajar a la antecima, decidimos bajar directos por la ladera norte a la Collá Cavera. Es una bajada muy vertical con tramos de hierba y de brezo bajo pero sin peligro. En el collado rodeamos por la derecha lo que queda de una muria y emprendemos la última subida del día. Cuando la hierba del collado da paso al pedregal aparecen los primeros hitos.
Desde la arista del Pico del Pando vemos La Collá Cavera y el Pico Pandos.

Llegando al Collado Cavera vemos como el Valle Pedroso se extiende a la izda. Abajo están las Foces del Río Pino y un poco por encima se ve la hendidura de la Mosqueta la Boya en el extremo final del crestón.

Llegando a la Collá Cavera que queda a la izda fuera de foto vemos la Peña Pandos (dcha) y al fondo el Retriñón y La Muezca.

Los seguimos hasta alcanzar la estrecha arista de la montaña. Con cuidado (la arista tiene algunos pasos estrechos y las caídas al norte son verticales) nos acercamos primero a la cumbre occidental, después desandamos y seguimos la arista buscando la cima oriental, pero hay un punto de mucho peligro y preferimos rodearlo por la ladera sur bajando 4 ó 5 metros. Después de las correspondientes fotos bajamos de la peña y emprendemos un rápido descenso por la amplia franja de hierba del Valle Pedroso.
Un tramo de la arista del Pico Pandos. A la derecha se ve el Pico Cueto.


Otro tramo de la arista del Pico Pandos


Peña Melera desde la cima del Pandos. Al fondo vemos el Pico Torres.

Desde la cima del Pico Pandos vemos el Pico del Pando (izda) por cuya ladera que vemos hemos bajado directamente y a la derecha otra Peña Melera, todo ello en los Altos de Riopinos.

Nada más pasar las cabañas de la Majada Pedroso, dejamos la marcada senda para ir bajando al bies a la vez que nos dirigimos a la larga arista oriental del Pico Pandos. Rodeando algunas matas de cotoyas, sin camino ni senda, nos guía la evidente muesca que vemos cortando a tajo el largo crestón. Cuando llegamos a la estreche hendidura el Sol se está poniendo tras Peñaredonda.
Llegando a la Majada Pedroso

Cabaña en la Majada Pedroso y detrás el Pico de los Pandos y Peña Melera (Altos de Riopinos)
La Mosqueta la Boya está empedrada y se pasa con facilidad. Una gran peña caída ha quedado encajada entre las verticales paredes y el camino pasa por debajo. Al otro lado, la sendilla, perfectamente hitada, avanza hacia el norte dando varias revueltas. Enseguida se adentra en el hayedo y, aunque unos puntos azules la llevan al interior del bosque, debemos abandonarla en el siguiente hombro una vez pasado un embudo de la izquierda. En pocos metros (NO), salimos del bosque, avanzamos por el hombro entre escobas, cruzamos un crestón rocoso y entre algunos árboles y cotoyas llegamos al cierra de un gran prado con cabaña.
Hendidura de la Mozqueta de la Boya que permite cruzar el crestón de la Peña Pandos.
Una gran roca obtura la hendidura. Se pasa bien por debajo.

Salimos a la ladera norte cubierta por un hayedo que se extiende hasta los ríos Pino y San Isidro.

Pasado el crestón y después de una corta bajada donde la senda zigzaguea, caminamos por el hayedo.

Debemos rodear la finca por la derecha en llano y, siguiendo su linde, retomar la dirección norte mientras bajamos por el hayedo y caemos en la pista de acceso a la propiedad; no hay más que seguirla. Es la zona que los mapas llaman Entresierra. Pronto gira bruscamente al oeste y continúa bajando entre árboles y fincas en buen estado y en uso hasta dar con la ancha pista que sube desde el Molín de Peón a las Foces del Pino.
La ancha pista baja por el interior del hayedo dejando a ambos lados algunos prados y cabañas como islas en medio del gran bosque.

Nos quedan aún dos kilómetros (N) para bajar por este conocido camino al Molín de Peón donde arranca la carretera que en medio kilómetro nos dejaría en El Pino. Pero como queremos llegar a Felechosa, nos olvidamos de la carretera y cogemos un camino peatonal que sale al lado del recientemente remozado merendero (han cambiado las viejas mesas y bancos de madera por otros de piedra) y cruza una portilla metálica.
Camino que une el Molín de Peón con Felechosa. Esta foto está sacada en la pasada primavera.

El precioso camino rodea la montaña orientándose después al este y avanza entre el bosque (al sur) y los prados (al norte) que rellenan el valle del Río San Isidro entre El Pino y Felechosa. Entre dos luces seguimos este camino que en un kilómetro llano y apacible nos deja en Felechosa.

Lorenzo Sánchez Velázquez



























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