lunes, 9 de octubre de 2017

Pico Panchón. Circular desde Pola de Allande

Salida y llegada: Pola de Allande (Concejo de Allande)
Distancia: 22,2 km
Duración: 8:00 h (sin contar paradas)
Subidas acumuladas: 1180 m
Altura Inicial: 530 m
Altura máxima: 1411 m
Fecha de realización: 30/IX/2017
Dificultad: media
Track de la ruta
Itinerario: Pola de Allande – Río Nisón – Ermita de Nuestra Señora del Avellano – Palacio de Peñalba – Cimadevilla – Pico del Aguila – Hospital de Fonfaraón (Sierra de Fonfaraón) – Puerto de la Marta – Sierra del Palo – Puerto del Palo – Collado Fresnedo – Altu Panchón – Pico Panchón – Pico los Campos – Braña Braniecha – Arroyo Retuerta – El Mazo – Río Nisón – Casa Cuervo – Casa Chera – Casa Gavela – Pola de Allande.
           Cuando llegamos a Pola de Allande después de un viaje de más de hora y media desde Gijón la niebla cubría las montañas que rodean el valle del río Nisón por encima de los 800 metros. Esperando que amainara el orvallo y buscando las horas vespertinas en las que despejaría, según las previsiones meteorológicas, tomamos un café en el Café Centro.
Ayuntamiento de Pola de Allande
         La calle donde se inicia la ruta deja a la derecha el monumento al emigrante cuya escultura central es del catalán Antonio Prats Ventón y representa de forma realista a un varón con los brazos caídos como aquellos que se fueron allende los mares sin equipaje. Otras dos estatuas idénticas se encuentras en sendas plazas de Santo Domingo (República Dominicana) y San Juan (Puerto Rico). En la pared del semicírculo que la envuelve, el artista local José Manuel Vega ha pintado un trampantojo de dudosa estética que representa los vínculos del concejo de Allande con América.
Monumento al emigrante que dejamos a la derecha.
        La calle desemboca en la carretera AS-219 que se va hacia Navelgas. La cruzamos a la altura de la ermita de Nuestra Señora del Avellano para continuar por un camino que la deja a la izquierda y sube entre las altas paredes que cierran la finca del Palacio de los Cienfuegos (o de Peñalba). Más arriba, desde un prado, vemos la trasera del palacio construido en piedra con  dos torres desiguales. La tercera torre, rectangular y visible desde el pueblo, tiene una galería que ha sido restaurada recientemente en color blanco (se supone que el original del XIX era de ese color) que contrasta fuertemente con la piedra natural.
Trasera del Palacio de Cienfuegos (o de Peñalba)
Hórreo en Cimadevilla
          Salimos a otra calle asfaltada que viene de la carretera AS-14 en el barrio alto de Cimadevilla donde encontramos un bello hórreo entre las casas y buenas vistas sobre el valle del Nisón y las montañas que lo rodean. Camino de la carretera, enseguida abandonamos la calle para coger el primer desvío a la derecha siguiendo una pista que remonta la ladera sur de la Sierra de Fonfaraón. A medida que subimos, la niebla nos va envolviendo mientras a un lado y otro salen y cruzan otros caminos que obviamos; siempre hacia arriba. Más arriba, el camino deja el lomo de la sierra y continúa por la ladera oriental en medio de un bosquete de robles hasta alcanzar un collado con pastos y algunos pinos. Estamos en la cumbrera de la sierra.
Bosquete de robles en la ladera oriental y cerca de la cumbrera de la Sierra de Fonfaraón
Pasado el Pico del Aguila accedemos a un collado con algunos pinos.
           El camino vira al oeste y, más arriba, rodea por la derecha el Pico del Águila muy cerca de su cumbre. Más adelante se difumina entre la hierba, avanzando casi en llano por lo alto de la sierra hasta enlazar con el Camino Primitivo de Santiago en el gran prado donde se encuentran los muros ruinosos de lo que fue el Hospital de Fonfaraón. Algunas matas de brezo entre la niebla, los muros de piedra y la certeza de que por allí pasaron durante siglos peregrinos que venían de lugares tan lejanos, le dan al lugar un encanto especial al lugar. Siguiendo las marcas del camino en dirección noroeste y en medio de la niebla, dejamos a la derecha las cumbres cimeras de la sierra (Pico Hospital y Pico Cotón) y un canchal donde se encuentra un pequeño belén. Sobrepasados los picos, el camino alcanza otra vez lo alto de la sierra en otro collado donde vira al sur (como la propia sierra) para salir a la carretera ALL-4 en el Puerto de la Marta.
Ruinas del Hospital de Fonfaraón
Belén en un canchal al lado del camino.
         Al otro lado, la marcada senda sigue casi llana por la cumbrera de la Sierra del Palo y en seguida deja a la izquierda el Pico de la Casilla donde comimos hace años en otra ruta por el Camino Primitivo también con niebla. Se van alternando algunos pastos residuales con amplias zonas invadidas por las cotoyas y los brezos. Cerca del Puerto del Palo (donde finaliza esta sierra) y gracias al GPS, nos asomamos el barranco de la Fana de Freita donde se encuentran las antiguas minas de oro romanas. Entre la densa niebla solo podemos vislumbrar la blancura de las cuarcitas al descubierto por la fuerte erosión actual producida en la parte alta de la pronunciada ladera occidental. El espectacular barranco es el resultado combinado de la ruina montium (los romanos excavaban galerías que se calentaban antes de lanzar sobre ellas, de forma repentina, una gran cantidad de agua almacenada en depósitos y así derrumbar la montaña para producir un fino sedimento que se lavaba para extraer el oro) y de la erosión más actual. En esa misma la ladera occidental, también cerca del puerto pero más abajo, se encentra la cueva de Xuan Rata que es una de las galerías que aún se conservan de estos antiguos trabajos mineros.
Refugio en el Puerto del Palo
Edificio nuevo que da servicio al parque eólico de la Sierra de los Lagos. Detrás de este edificio está la planta de transformadores.
           Por el Puerto del Palo pasa la carretera AS-14 que viene de Pola de Allande y lleva a Berducedo y, más allá, a Grandas de Salime. Mientras el Camino Primitivo se desvía a la derecha y baja a Berducedo, el nuestro cruza la carretera para seguir por la Sierra de los Lagos. En el mismo puerto hay un refugio en estado lamentable. Unos metros más adelante están las modernas instalaciones y transformadores que dan servicio a los 59 aerogeneradores instalados más allá en la Sierra de los Lagos; la pista ancha que viene del puerto recorre toda la sierra para atenderlos. Subimos por ella hasta alcanzar la Collada Fresnedo donde se sitúa el primer aerogenerador. Aquí la abandonamos y seguimos campo a través entre el brezo mojado por la niebla y los canchales resbaladizos de cuarcitas. Después de un lento progreso para asegurar los pies en las deslizantes piedras, llegamos a un largo pedrero que nos eleva al Altu Panchón. A partir de aquí los canchales dan paso a los brezos altos y mojados que hacen la marcha aún más lenta y nos empapan. Buscamos las zonas más favorables para avanzar hasta que llegamos al pedrero final en el que se sitúa el vértice geodésico que corona el pico Panchón (cumbre cimera del concejo de Allande). Nos recibe un viento frío y húmedo que hace desapacible la estancia en la cumbre. Pero, en la ladera oriental unos metros por debajo y protegidos por la propia cumbre, el viento apenas se nota y paramos a reponer fuerzas.
Canchal en el Altu Panchón, cerca de la cumbre.

Llegando al Pico Panchón con su gran canchal.
Vértice geodésico en el Pico Panchón
         Mientras comemos, el viento va deshilachando las nubes y el Sol aparece para recompensarnos de los pasados esfuerzos. Y, aunque algunas nubes altas ocultan los picos y sierras más altas, alcanzamos a ver al norte la Sierra de Fonfaraón por donde hemos venido, por detrás el pico Mulleiroso y, más atrás, la del Estoupo; a su izquierda asoma el pico Panondres. Por encima de la de Los Lagos vemos la de Carondio con la afilada silueta del Pico Agudo y el Gargalois hacia el noroeste. Al sur, la Sierra de los Lagos se extiende con sus aerogeneradores por el cercano pico Mosqueiro y, a ambos lados de su cima, encontramos el Cazarnosa (a la izda) y el Pico Orrúa en la Sierra de Valledor (a la dcha) donde estuvimos en primavera. Alineado con el primero está el pico Tonón al que también subimos hace unos meses en medio de la niebla (esta ruta no la he subido al blog por no disponer de buenas fotos) y, por detrás, muy alejado en la cordillera, el Miravalles… Lejos, vemos también el Caniellas, el Cueto Rogueiro y, solitario, el Cueto Arbás. Hacia el sureste está el Rabo de Asno entre otros muchos montes y, al este, la Sierra de la Cabra en la que apreciamos con claridad el gran desprendimiento de la Fana de Genestaza. A su izquierda, al este, encontramos la Sierra de la Manteca y al noreste la de Begega con sus aerogeneradores y la localidad de Tineo.
Desde el Pico Panchón: Sierra de Fonfaraón, por detrás el Mulleiroso, a su izda está la Sierra del Estoupo y el Panondres muy lejos.
Pico Mosqueiro y Sierra de los Lagos (con los aerogeneradores). Por detrás a la izda esta Cararnosa y Tonón y a la dcha el pico Orrúa.

Al fondo, en la cordillera está el Cueto Arbás, Cueto Rogueiro,...
           La bajada por el canchal del lomo oriental del Panchón nos deja en otra zona invadida por la broza que se cruza mejor que la de la ladera occidental. Peleando con los altos brezos y aprovechando algunos pequeños canchales y senderos de animales, bajamos a un collado de hierba donde pacen algunas vacas. Al otro lado, a pocos pasos y sobre un pedrero, se encuentra el modesto Pico los Campos que tiene buenas vistas sobre el valle del río Nisón y la Pola de Allande.
Bajando el canchal de la ladera oriental del Panchón. Al final está el modesto Pico los Campos.
Pico los Campos. Abajo valle del Nisón y las casas de Pola de Allande.
Desde el Pico los Campos vemos en el centro la Braña Braniecha. Al fondo la Sierra de Fonfaraón (Pico Hospital). A la izda el Puerto de la Marta.
          Retrocedemos hasta el collado y seguimos por la senda que faldea, hacia el norte y en bajada, la ladera oriental del Panchón hasta alcanzar los pastos que rodean la braña de Braniecha en la que sólo queda un edificio en ruina de dos plantas (abajo la cuadra y arriba la casa).
Braña de Braniecha
           Un camino ancho baja entre los muros de los prados hasta superarlos y continúa, en descenso y con mucha piedra suelta, casi paralelo a una línea de alta tensión. Más abajo, en una amplia curva, se divide en dos. Seguimos por el de la derecha que baja hasta el Arroyo Retuerta donde hay algunos prados y un bosquete mixto de castaños, abedules, robles, arces, acebos y hasta un madroño con frutos rojos, verdes y flores (cada fruto tarda dos años en madurar y por eso coexisten flores y frutos). Es uno de los tramos más guapos de la ruta.
Llegando al arroyo Retuerta aparece un bosquete mixto: robles, cataños, arces, abedules,...
Unos pinos anteceden el arroyo Retuerta que avanza hacia la izquierda.
           A partir de aquí, el camino baja casi llano, paralelo al arroyo, entre buenos castaños que en esta época tapizan el suelo de erizos y desemboca finalmente en una pista de hormigón junto a Casa Cuervo, habitada y con una gran nave ganadera en uso. Estamos en el fondo del valle y el río Nisón avanza a nuestra izquierda. Enseguida, la Casa Chera queda a la derecha y, como vemos un canal que discurre al otro lado del río y va hacia la pequeña aldea de El Mazo, nos acercamos a ver sus casas por si, entre ellas, encontramos la que dio nombre a la aldea. En el edificio donde finaliza el canal y donde debió estar el antiguo mazo, hay una casa ganadera habitada y en uso. Otras casas tienen hórreo o panera y, al lado de la carretera que baja a La Pola, hay un jardincillo con flores que adorna el antiguo martillo del mazo.
Martillo del mazo en la aldea de El Mazo.
Hórreo en El Mazo.
          Descruzamos el río y seguimos por la pista paralela al propio río y a otro canal que desemboca como nosotros en la Pola de Allande justo al lado de las piscinas municipales donde tenemos aparcado el coche. Como no es hora de comer ni de cenar terminamos la jornada tomando una caña en La Allandesa y prometiendo volver para degustar alguno de sus ricos y abundantes platos.

Lorenzo Sánchez Velázquez













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