Salida: Piedrasecha (Municipio de Carrocera, León)
Distancia: 14.1 km
Duración: 6:00 h (sin paradas)
Subidas Acumuladas: 1050 m
Altura Inicial: 1175 m
Altura Máxima: 1834 m
Fecha de realización: 07/12/2024
Dificultad: Moderada
Track de la ruta
Nota: En la bajada del Alto la Ensanchá hay una senda que baja al fondo del valle justo donde llega una pista desde el otro lado. Obviando la pista quisimos bajar por la riega hacia el sur y, como estaba totalmente invadida por la maleza, seguimos por su margen izquierda también muy perdida. Son unos 400 metros muy malos y no recomiendo seguir el track en este tramo. Es mucho mejor, aunque se dé un rodeo, seguir la pista hacia el este y rodear el monte donde hay una plantación pinos para enlazar después con el trak en Los Villidiechos.
Itinerario: Piedrasecha – Vega de Villar – Collado Coros – La Tacha – Calabones – Peña el Palo – Peña los Machaos – Alto de la Viesca – Collado Tijero – Alto de la Ensanchá – Los Villidiechos – Arroyo de los Calderones – Santas Martas (enlace con el Camino Olvidado, Etapa 15B) – Los Calderones – Ermita del Manadero – Piedrasecha.
Una soleada mañana de fuerte y frío viento otoñal nos acercamos a Piedrasecha; la sensación térmica era muy baja y el vendaval enorme. La aldea, perteneciente al municipio de Carrocera, es conocida por el precioso paraje del desfiladero de Los Calderones por donde regresaremos al final de la ruta. Comenzamos la caminata obviando las marcas del Camino Olvidado, que en esta etapa sube hacia Pola de Gordón a través del desfiladero, y subimos (O) por las calles hacia la parte alta de la aldea. Un camino ancho parte en esa misma dirección y llanea por la Vega de Villar en paralelo a la riega del mismo nombre. Entre prados con murias de piedra e hileras de chopos amarillos, caminamos por la vega alcanzando pronto el Collado Coros a los pies de la Peña del Palo, a la izquierda, y de la gran mole del Alto de la Viesca, nuestro objetivo, a la otra mano.
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Iglesia de Piedrasecha en estilo románico del siglo XII. |
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Subiendo al valle de la Vega de Villar echamos una última vista atrás hacia Piedrasecha. |
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El camino avanza por la Vega de Villar. |
El camino sigue de frente para bajar a Portilla de Luna, el nuestro, en cambio, se desgaja de él a la derecha y sube hacia el norte adentrándose en el precioso robledal de La Tacha donde se convierte en senda después de un claro. Más arriba la senda se pierde o la perdemos entre los jóvenes robles y debemos reorientamos al noreste hasta salir del bosque en una campera muy inclinada donde encontramos los primeros hitos. Por encima se encuentra la pedregosa y muy inclinada ladera sur de la montaña. La senda, bien hitada (de hecho hay varias hileras de hitos), nos eleva con esfuerzo a lo alto del cordal en Calabones; unas someras peñas nos permiten ver la aldea de Piedrasecha y su alargado valle hacia el sur.
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Después del Collado Coros nos adentramos en el robledal. |
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Un claro en el bosque. A la izda vemos la peña Los Machaos. Cruzamos el bosque y al otro lado comienza la dura remontada a la gran mole del Alto la Viesca. |
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Cruzado el robledal nos dirigimos a la empinada ladera (la foto no refleja su inclinación). |
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Desde Calabones, en lo alto del largo cordal, vemos el Valle de Piedrasecha y los prados a la derecha en la Vega de Villar. |
Siguiendo la amplia cumbrera (NO), primero atravesamos un corto escobar, después dejamos a la izquierda la modesta Peña el Palo y, por la zona más despejada pero pegados a la empinada ladera occidental, subimos a la Peña los Machaos. El gran pedregal de la cima se convirtió durante la Guerra Civil en sólidas trincheras de piedra seca. Se conservan muy bien y forman un bunker bien defendido. Algún panel explicativo ayudaría a entender la situación de esta posición avanzada del frente norte y de si tuvo o no alguna importancia en el desarrollo de la guerra. Al abrigo de las trincheras paramos a comer un plátano.
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Subiendo a la Peña los Machaos. |
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Trinchera en Los Machaos. |
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Otra imagen de las trincheras en Los Machaos (Foto de Miguel Mayoral). |
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Puesto de tirador en las trincheras de Los Machaos. |
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Alto de la Viesca desde Los Machaos. |
Por terreno fácil de caminar, atravesamos algunos brezales y camperas y pronto nos situamos en la base del Alto de la Viesca cuya alomada cima alcanzamos subiendo por la despejada ladera sur. Arriba encontramos los restos de más instalaciones militares de la Guerra Civil pero tienen menos entidad y están peor conservados que los que hay en Los Machaos.
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Llegando al Alto de la Viesca. |
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Alto de la Viesca con los restos de algunas trincheras de la Guerra Civil. |
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Mirando desde el Alto de la Viesca hacia el norte. El alargado crestón de caliza blanca corresponde a los Montes Tijera, por delante y a la derecha vemos el Alto la Ensanchá. |
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Continuación de la panorámica anterior: por delante, a la izda, el Alto de la Ensanchá, detrás continúa la alargada arista de los Montes Tijera, al fondo también a la izda está el pico Vega Cercada y en el centro La Silla.. |
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Sigue la panorámica hacia el noreste. En el centro, al fondo, el Pico Feliciano y a la derecha el Amargones (Llamargones). |
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Restos de construcciones militares en el Alto de la Viesca. Al fondo el Amargones y el Pico Santiago (a la derecha). |
Bajamos por la ladera opuesta hasta la arista norte que cae bastante vertical hacia el noreste. Realmente todo el Alto de la Viesca es una amplia meseta con caídas verticales o muy inclinadas en todas las direcciones. Nos acercamos hasta al extremo norte del castillo donde se conservan algunas cabañas que defendían la estrecha y única vía de acceso por ese lado. Debemos ir atentos a los hitos pues la canal de bajada no es evidente. Después de rodear una primera peña con una cabaña adosada a ella, y dejando a la izquierda otra cabaña, seguimos unos metros llanos por una vira de hierba sobre el cortado, hasta dar con el canalillo de bajada (está hitado). Tras las peñas, la marcada senda baja por la pedregosa ladera norte hasta un escobar partido por una alambrada de espino. Miramos hacia atrás para ver el inexpugnable castillo (aparentemente) de donde venimos. En paralelo a la alambrada va una senda entre las altas escobas que baja al Collado Tijero donde pasamos al otro lado de alambrada.
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Seguimos por esta arista para buscar el paso que permite descender a la derecha. |
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De allí arriba venimos. |
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Realmente el Alto de la Viesca es un castillo natural. |
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Bajando la ladera norte del Alto de la Viesca nos escoramos a la izda (fuera de foto) para llegar al Collado Tijero. |
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Llegando al Collado Tijero echamos la vista atrás. Vemos el murallón del Alto de la Viesca, la pedregosa ladera norte por la que completamos el descenso y el escobar/brezal que estamos atravesando. |
La senda sube unos metros por una zona más despejada hasta enlazar con un camino ancho o cortafuegos. Lo seguimos (N) y pronto alcanzamos el Alto de la Ensanchá donde quedan los restos de otra construcción militar, también de la Guerra Civil, en la que se empleó algún cemento de mala calidad; sus esquinas circulares con troneras son puestos de tirador. Una senda baja por la riega (SE) en paralelo a un crestón rocoso que dejamos a la izquierda mientras el tupido escobar rellena la margen derecha; paramos a comer al abrigo de unas peñas.
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Este camino ancho nos lleva al Alto de la Ensanchá. |
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Construcción militar en el Alto de la Ensanchá. |
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Puesto de tirador en el Alto de la Ensanchá. |
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Montes Tijera desde el Alto de la Ensanchá. En el centro, al fondo, vemos el Pico Vega Cercada. |
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Continuación de la panorámica anterior. Por detrás de los Montes Tijera vemos Vega Cercada (izda) y La Silla (centro). |
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Sigue la panorámica: Pico Feliciano (centro) y Amargones (dcha). |
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Amargones y Pico Santiago. A la derecha vemos el Valle de los Calderones con el prado de Santas Martas en el centro. La pista que vemos pegada a las peñas de la izda finaliza ahí mismo y, para bajar a Santas Martas, es mejor subir por ella unos metros por ella y rodear el pinar. |
Desde arriba hemos visto una pista que llega al fondo del valle desde la otra ladera, pero al llegar vemos que la pista justo finaliza allí. Tenemos un track que bajaba por la misma riega (S) pero, como la encontramos totalmente invadida por la maleza, decidimos bajar por la margen izquierda en donde hay una plantación de pinos y también mucha maleza. Buscando las zonas algo más limpias o donde medran los helechos caídos bajamos unos 400 metros hasta dar con una pista. Este tramo no lo recomiendo. Es mucho mejor rodear este monte por el norte y el este siguiendo la pista a la que llegamos al bajar del Alto de la Ensanchá; nos dejaría en Los Villidiechos donde nos encontramos ahora.
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Entre altas escobas el camino baja hacia Santas Martas. |
El camino ancho sigue (S) entre altas escobas por la margen izquierda del Arroyo de los Calderones y nos deja en Santas Martas donde hay una construcción dentro de un gran prado con cerca de piedra. Hacia el este sube otro camino ancho que pasa por el Collado del Fito a los pies del Pico Amargones, el nuestro, en cambio, mantiene la dirección y nos llevará a Piedrasecha a través del desfiladero de Los Calderones. Todo este camino es asiento de la Etapa 15B del Camino Olvidado que en Santas Martas vira el Collado del Fito y de allí a Pola de Gordón.
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Cabaña y prado en Santas Martas. |
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Cascada en el Arroyo de los Calderones. |
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A la entrada del desfiladero de Los Calderones el cauce del arroyo va seco. |
El Arroyo de los Calderones trae bastante agua y forma pequeñas cascadas y torrentes entre la abundante vegetación de ribera, mientras la senda avanza tranquila por la margen izquierda. Nada más entrar en el estrecho y precioso desfiladero, el arroyo se filtra y el cauce, por donde discurre el camino, lo encontramos totalmente seco. Hace años, en la primavera de 2010, lo cruzamos con abundante agua. Las formaciones geológicas son extraordinarias tanto por la variedad de rocas como por sus retorcidos pliegues y estratos que a modo de baldosas naturales rellenan sus verticales paredes.
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Singulares formaciones geológicas en Los Calderones. |
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Llegamos a lo más estrecho de Los Calderones. |
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En lo más angosto del desfiladero. |
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Impresionante. |
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En esta ocasión el arroyo va seco. |
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Subiendo a la Ermita de la Virgen del Manadero. |
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Interior de la ermita. |
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Cúpula natural en la Ermita de la Virgen del Manadero. |
Cerca del final se encuentra la Ermita del Manadero situada en una pequeña gruta precedida por un atrio en forma de cúpula natural a la que se accede desde el desfiladero por unas escaleras. A la salida del desfiladero encontramos otra formación geológica de sustrato más blando en donde la erosión del agua ha producido pequeños barrancos paralelos. Un panel nos lo explica. Enseguida llegamos a Piedrasecha donde paramos a refrescarnos en el bar y restaurante del Manadero.
Lorenzo Sánchez Velázquez